✐; Contenido: WAFF ('cause why not?)

✐; Universo: Transformers Prime

✐; Advertencia: Relación Humano/Robot

"¿Por qué me mantiene cerca? ¿Por qué no me ha matado? ¿Es posible que él se preocupe por mí?"

Estos eran pensamientos que pasaban por tu cabeza a diario.

Todos los días te despertabas en los aposentos de Megatron y lo mirabas mientras él estaba en recarga, preguntándote por qué seguías ahí.

Se dice que Megatron no tiene aprecio alguno a los humanos y, sin embargo, este era tu segundo mes a bordo de la nave Decepticon; y desde que llegaste, habían desarrollado un vínculo que no sabrías muy bien cómo describir.

Tus ojos observaron sus rasgos relajados, disfrutando la expresión pacífica que él lucía; tan diferente de su cara habitual, la cara que siempre parecía estar enojada.

Pusiste una mano en su cabeza, tu mano era tan pequeña en comparación, y acariciaste el suave metal, trazando cada rasgo con suavidad.
Él se movió y retraíste la mano, un sentimiento de preocupación se acumuló en tu pecho cuando esos ópticos rojos se clavaron en ti y agachaste la cabeza.

─── Perdóneme por despertarlo, mi Señor.

Una risa perezosa retumbó en el cuarto.

─── No hay necesidad de una disculpa, yo ya estaba despierto.

─── Entonces, si no es por despertarte, por mis acciones. ─── te apresuraste a decir.

Sus ópticos te miraron con una luz amable, una que no muchos pudieron presenciar.

─── Está bien, fueron relajantes.

Tomaste aquello como una invitación para continuar, y tus manos comenzaron a vagar por sus rasgos una vez más, sus ópticos se fueron cerrando lentamente.
Un bajo zumbido de satisfacción recorrió su cuerpo, y sonreíste al ver cómo este poderoso líder, que siempre parecía estar por encima de todos los demás, estaba disfrutando de placeres simples y en manos de un simple humano.

Sus movimientos disminuyeron gradualmente, hasta que estuviste convencida de que lo habías calmado como para que entrara en recarga. Aprovechando esta oportunidad, tus dedos trazaron sus labios y las cicatrices que los rodeaban.
Tal vez era el colmo, pero te habías encariñado con el Decepticon.

Inclinándote hacia adelante, colocaste un ligero beso en su mejilla, permaneciendo allí un poco más.
Cuando te alejaste, sus ópticos rojos te miraron fijamente, sosteniendo una emoción que sólo podías describir como asombro.

Miraste hacia otro lado, con la cara ardiendo.

─── Lo siento, ─── tartamudeaste ─── no debería haber hecho eso.

Una pequeña sonrisa se dibujó en los bordes de su boca, y él levantó una garra para frotarla suavemente por tu cara, asegurándose de no rasgarte la delicada piel.

─── Oh, pequeña ─── ronroneó ───, no tienes nada por lo que lamentarte.

Pusiste tu mano en el dígito, pasando tus dedos desde la punta hasta la palma de su servo, evitando sus ópticos.

Esperabas que no insistiera más en el tema, preguntándote qué significaba el beso y, para tu alivio, no lo hizo. En vez de eso sólo te tomó en su servo con cuidado, sentándose lentamente en la litera.

Con cuidado, te levantó y te llevó a su hombro.

─── ¿Nos dirigimos al puente? ─── dijo él.

Te subiste a su amplia placa de los hombros, asegurando tu agarre en el metal cálido y le sonreíste tímidamente.

─── ¡Claro!

Él comenzó a caminar fuera de su cámara de recarga, encontrándose con uno que otro bot.

─── ¡Starscream! ¿cuántas veces te lo he dicho? No puedes simplemente matar a cualquier vehicon que te haga enojar ─── Megatron regañó al seeker, y tú soltaste una risita desde tu posición en el hombro del líder.

Los ópticos rojos de Starscream te fulminaron, y le sacaste la lengua en respuesta.

─── ¡Soundwave! Cuídala por un momento ─── dijo Megatron refiriéndose a ti.

Antes de que supieras lo que estaba pasando, uno de los tentáculos del técnico de comunicaciones te recogió con delicadeza y te colocó en el servo del mech silencioso.

El ruido de metal contra metal sonó cuando el gigantesco puño de Megatron chocó con la cara de Starscream, y tú simplemente soltaste una risita cuando el comandante cayó al suelo, frotando su cabeza de una manera algo tierna.

Volviéndose hacia ti, el Líder se acercó y te tendió el servo. Equilibrándote, saltaste a la plataforma que él había formado y subiste de nuevo a sus enormes placas de los hombros.

─── A nadie se le permite mirar a la humana o amenazarla, incluso tocarla sin mi permiso, ¿entendido? ─── la voz de Megatron rugió a través de la Nemesis, y todos los bots presentes asintieron con temor.

Un calor se precipitó a tus mejillas, y miraste con asombro al Decepticon.

─── Megatron ...

Te miró con una expresión que parecía vergüenza, pero no lo dejaste explicarse y sólo te inclinaste y besaste su casco.

─── Gracias.

Su cuerpo se calentó debajo de ti, y él simplemente asintió en respuesta.

Su rostro permaneció neutral, sin embargo, pudiste ver que bajo su expresión seria, había una llena de orgullo y protección.

Sintiendo múltiples ópticas sobre ustedes, tosiste incómodamente, y te moviste en su hombro. Sus orbes rojas se estrecharon, y él giró su cabeza para mirar a su alrededor.

─── ¿Qué están mirando todos ustedes ? ─── Gritó.

En ese instante, los bots retomaron sus tareas, haciéndote reír por su comportamiento.

─── ¿Sabes? Si no te negaras a ir a ver a Knockout, esto no pasaría ... ─── Gruñiste mientras sacabas otro grupo de rocas y tierra de los espacios que habían entre las placas de metal de Megatron.

─── Pero odiaría ir con ese mocoso presumido ─── respondió, y soltaste una risita, mirando por encima del hombro a su cara.

─── Eres un bebé, sólo que de gran tamaño.

Él gruñó.
Durante todo el camino de regreso a su cámara de recarga te la pasaste limpiando su armadura. Él suspiró cuando te las arreglaste para sacar un bulto, el más grande hasta ahora.

─── Oh, gracias.

Saltaste sobre su litera, inspeccionando su forma con un ojo crítico, buscando cualquier lugar que pudiera tener basuras. Asentiste, satisfecha con tu trabajo de limpieza.

─── ¡Estás bien!

Él sonrió en respuesta, y extendió su servo, observandote mientras subías a él. Te llevó a su rostro, con su brillante óptica roja fija en tus ojos.

─── Gracias. ─── Su tono de voz sugirió que no sólo te estaba agradeciendo por liberarlo de la tierra oculta en su armadura, sino por algo más.

Le devolviste la sonrisa.

─── Vivo para servir ─── bromeaste, y luego hiciste una pausa mientras él negaba con la cabeza.

─── No quiero que sirvas ─── comenzó, sus ópticos se negaban a reunirse los tuyos ───, no quiero verte más como un ser inferior. No puedo creer que le esté diciendo esto a un humano, pero tú eres mi igual, si no es que más.

Lo miraste fijamente, con las mejillas cada vez más rojas por cada palabra.

─── Significas mucho para mí, y hasta este punto, no sé si podría vivir sin ti ─── su voz generalmente fuerte le falló y se desvaneció, hasta que estuvimos juntos en el silencio.

─── Megatron ─── rompiste el silencio y sus ópticos parpadearon cuando colocaste una pequeña mano en su cara ───, nunca he conocido a nadie en mi vida que me haya importado más que tú.

Exhaló en algo que interpretaste como alivio, y finalmente encontró tu mirada. Te inclinaste y presionaste un prolongado beso en el componente de su labio superior, provocando un ronroneo desde lo profundo de su chasis.

Cuando te retiraste, apoyó su casco suavemente contra tu frente. Se quedaron así durante un rato, disfrutando de la serenidad que habían producido.

Finalmente abrió perezosamente su óptica, observando con interés tu delicada figura. Con cuidado, se recostó en la litera y te dejó a su lado, con la óptica medio abierta por el agotamiento de liderar.

Sonreíste por lo adorable que se veía, arrastrándote más cerca de su cabeza. Extendiste la mano para tocar sus rasgos, dibujando con suavidad sobre en el metal, y así adormeciéndolo en la recarga.

Observaste su expresión pacífica, miles de pensamientos corriendo por tu cabeza, pero sólo uno te importaba:

"¿Por qué me mantiene cerca?"

─── Porque él me ama.