➤ Bumblebee - [1]
« Canción Favorita »
No se necesitaba mucho para saber que sentías amor por cierto cybertroniando de color amarillo. Tanto bots como humanos podían notarlo con gran facilidad. Tus expresiones faciales cuando estabas junto a él, las miradas "discretas" que le dedicabas... Todo apuntaba a que sentías algo por él.
Todos lo sabían. Excepto él.
Tu día había sido pesado, por lo que no te encontrabas de buen humor. Gemiste de frustración, pensando que al menos el día ya había terminado, y sólo debías volver a casa.
Pero el destino no parecía querer jugar a tu favor.
─── ¿Y para cuándo la boda? ─── Indagó Sideswipe, obstaculizando tu camino, con una clara intención de molestarte.
Suspiraste internamente, realmente habías tenido suficiente por el día de hoy.
─── No es tu problema. ─── Replicaste.
Cuando Sideswipe parecía listo para responderte de alguna manera sarcástica, y seguramente molesta, cierto bot amarillo se entrometió.
─── ¿Qué está pasando?
─── Nada. ─── Sideswipe rió.
El bot rojo no tardó en retirarse al sentir la mirada fulminante de su superior, dejándote con 'Bee... a solas.
─── Gracias por salvarme, 'Bee. ─── Agradeciste con una sonrisa.
─── No fue nada. ─── Él te devolvió la sonrisa, y se transformó en el vehículo de siempre. ─── Vamos, te llevaré a tu casa.
Al decir eso, él abrió la puerta de pasajero. Sonreíste y entraste al coche, apenas te sentaste te colocaste el cinturón de seguridad.
Tu casa no estaba muy lejos, por lo que tenías la certeza de que no podría pasar algo embarazoso, sólo habría que mantener la calma. Bumblebee sería aquello que te daría la calma que se ausentó todo el día, finalmente un alivio del estrés.
Pero tus planes se frustraron cuando notaste que el camino que el bot tomaba, no era el camino a tu casa.
─── ¿Tomas otro camino? ─── Preguntaste observando a través de la ventana, intentando ubicar dónde estabas.
─── No, cariño, creo que a esto se le llama "secuestrar". ─── Dijo él con una suave risa.
─── ¿Qué? ─── Exclamaste. ─── ¡'Bee, llévame a casa!
Era difícil saber si lo decía en realidad o era todo una broma, pero el tono serio que ocupó generó una emergente sensación de terror. Tal vez todo había sido una trampa para abducirte como los aliens de las películas... después de todo, ¡él era un alien!
Gritaste frenéticamente mientras intentabas escapar, sin embargo, todo terminó en un intento fallido. Cuanto más te movías, el cinturón, que impedía tu libertad, se ajustaba más.
─── ¡Bee! ─── Volviste a gritar, aún intentándo zafarte del agarre del cinturón.
─── Cálmate, podrías hacerte daño. ─── Él te habló con su dulce voz. Dándose cuenta de lo que su seriedad previa ocasionó. ───. Además, necesitas relajarte.
Bumblebee procedió a encender la radio, reproduciendo una canción, tu favorita.
Tus movimientos se fueron aligerando con el paso del tiempo, la canción te transmitía paz y te estaba relajando lentamente. Internamente, incluso te cuestionabas cómo sabía cuál era tu canción favorita... ¿Realmente te prestaba la suficiente atención como para aprenderse eso?
Bumblebee lo notó, y siguió conduciendo por la ciudad.
En cuestión de un par de minutos llegó hasta una colina, desde ella se podían ver todas las luces de la ciudad.
─── Si te suelto, ¿prometes no escapar? ─── Él preguntó.
─── No lo haré. ─── Respondiste recostándote en el asiento. ─── Aunque lo intentara, no llegaría muy lejos.
Bufaste. Aunque pronto sentiste cómo el cinturón se aflojaba.
─── Dime, ¿qué ocurre contigo últimamente? ─── Él habló.
─── No es nada. ─── Murmuraste.
─── ¿Segura?
─── No es importante.
Bumblebee se quedó callado ante la respuesta. De la nada, comenzó a transformarse en bot, y quedaste, de alguna manera, en su mano.
─── Lo es para mí. ─── Te miró fijamente.
Miraste sus ojos por unos segundos, hasta que finalmente desviste la mirada. Con seguridad podías decir que no se refería al estrés de hoy, él se refería a tu actuar de últimamente.
Siempre te había llamado la atención el bot amarillo pero, durante los días más recientes, tu pequeño enamoramiento había crecido y actuabas de manera "extraña" junto a él o, a veces, simplemente lo evitabas.
─── Realmente no es relevante. ─── Volviste a excusarte.
─── Por favor. ─── Pidió. ─── Realmente te aprecio y quiero ayudarte.
Tus pensamientos deban vueltas por toda tu cabeza, todosde ellos se contradecían entre sí. Por un lado, querías gritarle al mundo lo mucho que amabas a Bumblebee, por otro, tenías terror de revelarlo y obtener un rechazo por su parte, no querías perder su amistad.
─── ¿Sabes? Escuché un rumor. ─── Bumblebee te sacó de tus pensamientos.
─── ¿Qué rumor? ─── Lo miraste.
─── Una vez escuché a alguien, a quien mantendré en anonimato, mencionar que sentías algo por mí. ─── Él admitió. ─── Y no se refería a amistad o hermandad... creo que sabes a qué me refiero.
─── La gente inventa cada cosa... ─── Reíste nerviosamente.
─── ¿Entonces es mentira? Me disculpo si así es. ─── Él sacudió su cabeza. ─── Estaba convencido de que así era, discúlpame. Fue tonto pensar que era cierto.
─── No fue tonto pensar que sí. ─── Dijiste en un impulso.
─── ¿Por qué no?
Ahora te arrepentías de haber hablado.
─── Porqué sí me gustas. ─── Farfullaste.
Tenías la esperanza de que no te hubiera entendido, pero de alguna manera el admitirlo te hacía sentir un peso menos de encima.
Bumblebee suspiró de alivio.
─── ¡A mí también me gustas!
Ahora no sabías qué hacer.
No se te había pasado por la cabeza, más que en tus más profundas fantasías, que llegarías tan lejos. No sabías si reír de la emoción o llorar de la alegría.
De igual manera, esto podría ser una mentira, tal vez sólo no quería herir tus sentimientos y por eso te dijo que también gustaba de ti. También podría ser que el gusto no fuera de manera romántica. La confusión reinaba en tu cabeza.
─── ¿Acaso es tan difícil de creer? ─── Él te preguntó.
Desviaste la mirada. Sí. Te era difícil creerlo.
─── ¿Quieres que te lo demuestre? ─── Te sonrió.
Nerviosamente, asentiste. Realmente querías saber si el sentimiento era bilateral.
Él sonrió.
Poco a poco fue acercando su mano hacia su cara, haciando lo posible por juntar ambas bocas. Lo cual, de hecho, salió mal, terminó poniendo lo que sería su boca en tu nariz por error, y no pudo notarlo debido a la diferencia de tamaño.
Te llenaste de valentía e intentaste acomodarte, posicionando tu boca sobre la de él. La era rara, piel orgánica contra metal, era como si estuvieras besando el espejo de tu casa o el refrigerador...
No pudiste evitar pensar que, si eso se volviera algo común, tardarías en acostumbrarte.
Cuando se separaron, no dijeron mucho. Un beso no confirmaba que sintiera algo por ti. Pero sabías que él no mentía, confiabas en él.
Se sentaron en la colina para ver el cielo, disfrutando del bello atardecer que ocurría frente a los ojos de ambos. Todo, mientras tu canción favorita se mantuvo sonando de fondo. Cortesía de Bumblebee.
1235 palabras.
One-Shot.
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