Descendientes
Basada en la película de Disney Channel "Descendientes" y "Descendientes 2" algunos personajes son de mi imaginación, y la trama no tiene mucho que ver con las películas.
Disfruten
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Morgan
Mi día en Auradon comenzó como cualquier otro día, fui a los limites del reino, a admirar desde lo lejos a "La Isla de los Perdidos" el lugar donde habitan los villanos y sus hijos, realmente me da mucha curiosidad ese lugar, tal vez me parezco mucho a mi madre, siempre queriendo explorar lo prohibido, mi madre es Ariel, era una sirena, ahora ella es humana, pues por amor dejó la vida del mar, para casarse con mi padre, el valiente príncipe Erick, muchos dicen que me parezco más a mi madre, pues nunca puedo estar quieto y tengo demasiada curiosidad, siempre que puedo exploro todos los rincones de Auradon, solo me falta esa isla.
Hace poco el príncipe Ben, bueno ahora Rey, inició un programa en donde los hijos de los villanos vienen a estudiar a Auradon para aprender a ser buenas personas y lo logró, ahora ellos son buenos, dejaron atrás la maldad, incluso Mal, hija de Maléfica, está comprometida con Ben, pero parece que han olvidado el programa, pues no he visto que venga otro villano, además nosotros no podemos ir a la Isla, dicen que es demasiado peligroso, pero yo no lo creo, si los hijos de los villanos mas atroces de todos los tiempos pudieron cambiar, y tener algo de bondad, no veo la razón por la cual no podamos ir allá y tratar de hacer las pases con ellos.
Me la pasé todo el día mirando hacia La Isla, ideando un plan para poder atravesar la barrera, esto no es tan sencillo como parece, pero se que puedo hacerlo, solo tengo que pensar...Bingo!
Corrí tan rápido como pude hacia la oficina de Ben, no creo que le importe que tome las llaves de la limusina prestadas por una noche. Busqué entre sus cajones hasta que las encontré, me dirijí a la puerta con una sonrisa triunfal, pero ésta se abrió dejando ver a Ben, y yo rápidamente y sin que lo notara oculté la llaves en el bolsillo de mi chamarra.
—¿Morgan que haces aquí?— dijo como siempre sonriendo de forma amable, yo puse cara de niño inocente.
—nada, solo te estaba esperando para hablar sobre la... amm...la fiesta de graduacion— mis manos comenzaron a sudar, pero el asintió.
—oh era eso, pero yo creo que es algo tarde para hablar de eso, ¿no crees?
—oh ¿enserio? Bueno creo que no me fijé en la hora, mejor hablamos mañana.
Salí corriendo de ahí para ir a mi habitación, y por suerte Chad, mi compañero de habitación, no estaba, saqué mi mochila y metí todos lo necesario para mi nueva aventura, pero por más que están emocionado, no dejaba de sentir un poco de miedo, pero si no tomo riesgos, ¿donde queda la diversión y las ganas de vivir?
Llegué al estacionamiento, cuidando de que nadie me viera, puse mis cosas en el asiento del copitolo, y cuando estaba a punto de meterme al auto una voz me detuvo.
—¿qué estas haciendo?— era Chad, maldición, ¿ahora qué hago? ¡Ya se!
—um nada, solo paseaba — me acerqué un poco más a él y lo miré a los ojos — harás como si nada de esto hubiera pasado, no lo recordarás e irás a tu habitación como si nada.
—está bien — se dio la vuelta y caminó directamente hasta el edificio, cuando los perdí de vista suspire y me metí en el auto, iniciando mi camino hacia La Isla.
La verdad no entiendo mucho, como logré hacer eso, varias veces me ha pasado así, puedo convencer a las personas para que hagan algo, olviden cosas, todo eso, mi madre dijo que puede que tal vez tenga la habilidad que tenían las sirenas para convencer a los marinos a irse con ellas con su canto, pero yo lo puedo hacer solo con hablarles y mirarlos a los ojos, bueno soy muy raro, en fin ahora mismo estoy cruzando la barrera, y cada vez siento más emoción, pero también siento mucho miedo, pero no me puedo arrepentir, esto me ayudará a enfrentar mis miedos, muchos en Auradon creen que soy muy delicado, y les probaré lo contrario.
Con una sonrisa bajé de la limusina, active un mecanismo que hace a la limusina invisible, que hace poco instalaron en ella, puse la mochila sobre mi hombro y comenzé a caminar sin rumbo, solo estaba explorando
Era ya casi media noche, me encontraba cerca del mar, podía olerlo, pero sentí como una persona me azotaba contra la pared, cuando miré quien era lo supe, era el hijo del Capitán Garfio, era obvio, tenía un garfio y sombrero de pirata, pero no venía solo, venía con el hijo de Gastón, demonios ahora en que me metí.
—hola niño, ¿qué estas haciendo a solo a esta hora? ¿no deberias estar durmiendo ya?— se rió de mi, poniendo su garfio en muy cerca de mi cuello, tratando de intimidarme y vaya que lo logró —¿qué te trae por aquí niño?, no es un rumbo muy seguro.
—y-yo solo e-estaba...
—no me interesa— sonrió arrogante, y acercó el garfio a mi rostro.
—p-pero si me acabas de preguntar — dije un poco molesto, pero igual seguía asustado.
—si lo hize, pero en realidad no me interesa niño
—¿entonces qué quieres? — Ahora si lo miraba con enojo, vaya que es desesperante.
—ay no te pongas así, yo solo quería divertirme un rato— acercó más su garfio, para quitarme un mechón de cabello que caía sobre mis ojos, y sonrió diabólicamente.
Hizo una seña al otro chico, y éste me despegó de la pared, tomó mis manos y las puso en mi espalda, dejándome casi inmovilizado. Traté de zafarme pero no lo logré, él era más fuerte que yo. Maldición! ¿en que diablos me metí?
Parecía que iba a golpearme, así que cerré los ojos esperando el golpe, pero éste nunca llegó, y entonces escuché una voz.
—Harry, te dije que no te metieras en mi territorio— era un chico alto, con cabello negro, y ojos color ¿rojo? No, parecían de color naranja. Bueno es de noche, obvio no puedo ver bien. El desconocido estaba sosteniendo el puño del tal "Harry", evitando que éste me golpeara y mirándolo retadoramente, ambos se miraban así, mientras yo solo podía observar pues todavía me tenían sostenido por los brazos.
—Demonios ¿porqué siempre interrumpes mi diversión?— Harry se soltó del agarre del otro chico, y lo fulminó con la mirada.
—No me metería en tus asuntos si tan solo respetaras mi territorio — dijo ladeando un sonrisa — ahora largo, y llevate a tu perro faldero fuera de mi vista.
Harry chasqueo la lengua, ordenó al chico que me soltara y eso hizo, entonces se fueron.
—¿y tu quién eres?— ay dios, me está hablando¿que se supone que tengo que hacer? ¿corro o actuó como una persona normal y le respondo? — hey, te estoy hablando ¿acaso estás sordo?
—y-yo a e-estaba— puso su mano sobre mi boca, cuando un ruido sonó, me atrajo hacia él y nos ocultó en un callejón.
Me quejé un poco por lo fuerte que me había hecho chocar contra la pared, pero un gran sonrojo adornó mi cara cuando me di cuanta de lo cerca que estábamos, su mano seguía en mi boca y la otra en mi cintura, suerte que era de noche y él no lo notaria, además de que estaba viendo hacia fuera del callejón, aunque, es raro que me sonroje y más por un hombre.
—no es muy seguro estar aqui— por primera vez me miró a los ojos, y quitó su mano de mi boca — sigueme— me soltó completamente y por fin pude respirar tranquilo. La verdad no confió en él, pero evitó que me golpearan así que tal vez no sea tan malo.
Lo seguí hasta que llegamos a un tipo edificio, pero había una reja que nos separaba de él, suspiré un poco cansado, ya era tarde, creo que pasaban de las dos de la mañana. El chico saltó la reja, claro para él era muy sencillo, yo también lo intenté pero caí con el trasero al suelo, eso dolió, y al parecer el de cabello negro ni se dió cuenta, pues estaba subiendo por unas escaleras al constado del edificio, me levanté y continué detrás de él.
Llegamos al último piso al parecer, encendió las luces, parecía un departamento y era inmenso, con una cama de sábanas en color azul, muebles grafiteados, un sofá frente a un televisor, se veía algo antiguo pero era enorme, había muchas cosas tiradas por el suelo, esto es realmente genial, y había un gran ventanal del lado derecho, con unas cortinas algo sucias pero se seguía viendo grandioso.
—puedes sentarte donde quieras— dijo el chico sin mirarme, parecía estar haciendo algo, yo obedecí y me senté en el sofá, dejando mi mochila a un lado. El chico dejó lo que estába haciendo y se sentó junto a mi, poniendome un poco nervioso —¿cómo te llamas?— me veía de una manera indecifrable, y ahora por la luz pude ver que sus ojos, eran de un color rojo y café, eran un poco extraños pero lindos.
—Morgan— contesté sintiéndome un poco más relajado y seguro a su lado.
—¿de dónde eres Morgan?— preguntó levantando una ceja y poniendome nervioso, no creo que le agrade mucho que venga de Auradon.
—ammm ... pues yo— miraba hacia todos lados tratando de evadir la pregunta, cosa que no logré.
—tal parece que no eres de por aquí ¿cierto?— se recostó sobre el sofá mirandome divertido.
—si yo, vivo algo lejos de aquí — dije tratando de sonar convincente y crucé mis brazos.
Se quedó pensativo durante unos segundos, mirandome de arriba a abajo sin disimulo alguno.
—¿eres de Auradon no es así?— lo miré sorprendido, ¿cómo demonios lo descubrió?
—¿cómo lo...— soltó una caracajada y yo fruncí el ceño, no me gusta que se rían de mi.
—la verdad no estaba seguro, pero lo acabas de confirmar, además de que luces como los chicos de por allá — cerró los ojos con una sonrisa de satisfacción, haciéndome enfadar—pero tranquilo, no me molesta en lo absoluto.
—oh entonces, no te molestaría, que siguiera viniendo ¿o si?— no se porque pero él, tiene algo que me interesa, quiero conocemos mejor, quiero se alguien importante para él.
—puedes venir cuando sea, no es que me importe mucho, sólo no te metas en problemas — acarició mi cabello, con una casi imperceptible sonrisa —me agradas Morgan.
—tu también me agradas Seth...
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Hola, 😅, si me tarde demasiado en volver, quiero agradecer todos los votos de mi no muy especial libro de one-shots, me alegra que la guste. lo siento si tardé, mi imaginación no estaba al cien, además de la escuela ಥ⌣ಥ. Subiré otro cap lo mas pronto que pueda.
Oh y éste one-shot tendrá una segunda parte.
Bueno con eso me despido bye bye ( ˘ ³˘)♥
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