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BKCB Happy Kiss

Happy Mudanza

La época de graduación finalmente había llegado para Kyotaro, Ryoma y Ata, siendo el último mencionado quien más trabajo tenía al respecto por ser el presidente del consejo estudiantil. Tenía los preparativos encima para todo ello y la ayuda de Maasa, junto al nuevo compañero que tenía, no le daba abasto.

Por otro lado, Ryoma ya se encontraba con los papeles a presentar en su posible nuevo empleo. Había estado al pendiente toda la última semana con la búsqueda de un empleo, pues al salir de la preparatoria Binan comenzaría a trabajar.

Kyotaro, por su parte, había estado haciendo lo de siempre pero sin la compañía de su dos amigos de la infancia.

¡Kyotaro-senpai, hola! —Ichiro entraba a los baños junto a Taichi y al ver al pelilila no dudó en saludarle animadamente.

¿Nuevamente solo en los baños, senpai? —El chico de lentes observó brevemente alrededor para comprobar que realmente este se encontraba solo.

Ata no pudo venir porque la graduación es mañana y debía revisar todo antes —Bostezó antes de seguir hablando, su tono perezoso denotaba que estaba algo triste por lo que iba a decir—. Ryocchin fue a una entrevista de trabajo de última hora y no pudo acompañarme.

Eso me hace preguntarme algo, ¿senpai ya sabe qué va a hacer una vez se gradue?, ¿ha pensado en algo? —El de cabello rosa entró al agua y se sentó junto a Kyotaro, quien cerró los ojos meditando su respuesta-. ¡Oh! Hablando de la graduación, me hace recordar lo que hablamos hace un tiempo aquí todos juntos, que usted y Ryoma-senpai viviesen juntos para que lo cuidaran por aquello de que parece viejo antes de tiempo.

...Vivir con Ryocchin...

Recuerdo ello, se había quedado dormido en el fondo y comenzamos a hablar sobre la vejez una vez lo sacamos, después sucedió lo de ese monstruo que realmente nos hizo envejecer.

¡Eso precisamente! ¡Nanao-senpai dijo que Ryoma-senpai debía vivir con usted para cuidarlo siempre!

Pero para eso tendrían que hablarlo desde mucho antes y planearlo, pues conseguir un departamento es un proceso tardío y con el los examenes finales no sería facil.

Tengo un departamento —Dijo, a punto de quedarse dormido, Kyotaro mientras la idea de vivir con Kirishima le resultaba tentadora por una curiosa razón—. Kar me lo dio como un deseo que le pedí antes de que nos fueramos de Blablabland. Quería un lugar tranquilo donde poder flojear sin que alguien fuese a decirme algo.

¡¿Qué?! —Exlamaron al unisóno ambos chicos de segundo, se encontraban sorprendidos.

¡Entonces puede pedirle que viva con usted Kyotaro-senpai! Ichiro dijo con emoción mientras miraba a Taichi para que le diese la razón.

Ciertamente es posible que pueda pedirle el vivir juntos, pero tal vez no sea posible si el trabajo que consiga Kirishima-senpai quede lejos.

El pelirrosa se desanimó con aquello, pues en secreto él creía que sus dos senpais se veían bien juntos como una pareja sentimental. Pero no era solo él, casi media escuela lo creía luego del festival cultural cuando hicieron el reto creado por los dados donde Shuzenji cargó cual princesa a Kiririshima.

Creo recordar que este trabajo del que le hablaron queda cercas de donde esta ese departamento.

Los chicos estaban por animarle a que invitase a vivir con él al de cabellos naranjas, pero se contuvieron al ver que el ojirrojo se ponía una toalla alrededor de la cintura y salía del agua. Pero no solo fue por ello, la mirada de este les daba una sensación extraña, como si aquello ya lo tuviera decidido a hacer.

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La ceremonia de graduación estaba ya llevándose acabo, pero en esta faltaban dos personas que pronto serían llamadas para recibir sus diplomas.

Kyotaro se encontraba dormido bajo la sombra de un árbol que cubría su banca favorita para tomar siestas.

Había decidido dormitar un poco antes de ir al gimnasio donde se llevaría a cabo el evento, pero aquel dormitar se extendió más de lo debido y al momento en que Ryoma lo notó no dudo en irle a buscar antes de que le hablasen a ambos.

¡Kyotaro, despierta! —El pelinaranja lo encontró pronto, pues lo conocía a la perfección.

Lentamente, y siendo tan perezoso como siempre, el de cabello lila abrió sus ojos topándose con la mirada entre molesta y preocupada del ojiverde, que estaba con un cepillo en mano que tomó del salón del club antes de irle a buscar.

Rayos, ¿qué va a ser de ti ahora que nos separemos, Kyotaro? —Preguntó Kirishima mientras el cuestionado se sentaba en la banca y estiraba los brazos para despejar la sensación de entumecido.

¿Eh, me he quedado dormido? —Fue lo que respondió mientras miró de reojo que el pelinaranja se ponía detrás de él para cepillarle el alborotado cabello que tenía después de su siesta—. ¿Ya acabó la graduación Ryocchin?

No, vine a buscarte rápido para que ambos recibamos el diploma. Listo —Arregló como pudo aquel cabello tan rebelde que el antiguo Fiore Kiss poseía y después lo rodeó para tomarle de la mano y hacer que se levantara—. Hay que apresurarnos, no faltaba mucho para que dijeran nuestros nombres.

Espera, debo decirte algo —Antes de seguir hablando un bostezo detuvo sus palabras—. Quería preguntarte si queri...

¡Dimelo más tarde, debemos apresurarnos! —Interrumpió esta vez el ojiverde mientras comenzaba a llevar a empujones a Kyotaro.

Dejando la pregunta en el aire, ambos llegaron justo cuando llamaron a Kirishima a pasar por su diploma, poco después fue el turno de Shuzenji y así el resto de compañeros de tercero que ese día decían adiós a sus días de preparatoria.

Al final del día, en compañía de sus ex-senpais, celebraron la graduación y se despidieron de sus kohais en los baños Kurotama.

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Todos se estaban despidiendo afuera de los baños, ya era de noche y Shuzenji iba en compañía de Kirishima caminando hasta la parte en la que cada quien se iba a su casa.

Que rápido pasa el tiempo, ¿no lo crees Kyotaro? Ahora nos hemos graduado, y pensar que hace un año estabamos despidiéndonos de Nanao-san —Comentó con nostalgia el pelinaranja mientras veía al cielo nocturno por un momento y después a su amigo. Este le miraba fijamente, soltó un suspiro y detuvo su caminar—. ¿Kyotaro? ¿Qué pasa?

¿Vivirías conmigo? —La pregunta fue directa y sin rodeos, pues el ojirrojo no le gustaba tener que cansarse dándole vueltas a un asunto—. Tengo un departamento que podemos compartir, y como sé que conseguirás ese trabajo del que te llamaron ayer, no hay problemas de que te quede lejos.

Pronto las mejillas de Ryoma se pintaron de un notorio rojo brillante que resaltaba en aquella noche de luna menguante.

La simple idea de vivir juntos le resultaba demasiado para él, pues había escuchado las insinuaciones, por parte de Nanao, y unos cuantos de sus compañeros de clase, desde el año pasado de que estarían juntos por siempre y no solo como amigos, lo que le hacía avergonzarse.

¡¿P-por qué preguntas eso tan de pronto?!

¿No te agrada la idea?

¡Claro que sí, d-digo, no!... ¡No sé!... Ahh, no estoy seguro, no es como si me molestara. Además, siempre me estoy preocupando por ti, y como dije hace un tiempo, no te voy a abandonar, pero ¿vivir juntos? ¿Realmente estaría bien para ti?

Si te pregunto es porque me gustaría vivir contigo Ryocchin. Pero no me respondas aún si quieres, la siguiente semana me voy a mudar a ese departamento, el viernes que ya este instalado allí me dices tu respuesta —Finalmente llegaron al punto en que debía despedirse para irse cada quien a su casa, y Kyotaro pensó brevemente lo que iba a hacer—. Nos vemos Ryocchin —Dijo con tono alegremente cansino después de darle un casto beso en los labios y darse la vuelta para caminar mientras tapaba con su mano el bostezo que dio.

Mientras tanto el pelinaranja quedó estático en su sitio, procesando lo que acababa de ocurrir. Cuando finalmente su mente hizo "clic" las mejillas, que poco a poco había perdido aquel tono rojizo, se vieron asaltadas por una ola de calor que se expandió por todo su rostro mientras el carmín le teñía por completo.

¡¿Y eso por qué fue?! —Preguntó a la nada Ryoma, pues ya estaba solo en la calle. Se agachó mientras cubría con ambas manos su rostro—. ¡No me confundas mas! —Pensó.

Kirishima Ryoma había llegado finalmente a su casa, pero lo había hecho de forma automática y pareciendo un robot por lo forzado de su movimientos.

Saludó a su familia y fue directo a su habitación, donde se encerró dejando sus cosas de lado para recostarse bocabajo en su cama.

...Él... Él me besó... —Murmuró el pelinaranja mientras comenzaba a sonrojarse nuevamente y su mente se hacía un lío—. ¡¿Por qué?!

La misma pregunta, junto al recuerdo de aquello, le rondaba la mente y le daba muchas vueltas al asunto buscando alguna respuesta. Pero por mucho que buscara en sus memorias algun indicio de que los sentimientos de su amigo de la infancia cambiaran a unos románticos, no encontraba absolutamente nada.

Mas se percató de algo; de sus propios sentimientos al rememorar todo lo que vivieron juntos desde niños, incluso con Ata en algunos recuerdos, su mirada siempre estaba en él. Su preocupación era por él, le reprendía cuando era necesario y cuidaba de él mientras estuviesen juntos.

...Parezco más su esposa que su mejor amigo... —Pensó Ryoma, y a los segundos volvió a avergonzarse por aquel pensamiento, junto a la idea de vivir con él—. ¿Qué voy a hacer?

||•~🌹🌟🌹~•||

Los días pasaron con abrumadora rapidez mientras Kirishima se decidía si vivir con Shuzenji, o no.

Por su lado, el pelilila se había tomado su tiempo para llevar sus pocas pertenencias al departamento en el que viviría a partir de esa semana. No había llevado más que lo escencial pues el lugar ya estaba amueblado y contaba con lo indespensable para poder habitarlo pronto, lo cual le era favorable, pues evitaba que tuviera que esforzarse de más desempacado y todo lo que implicaba mudarse.

Con ello, el viernes, que era el día en que debía responder Ryoma a Kyotaro sobre vivir juntos, llegó y ellos quedaron de verse en los baños Kurotama.

El ojirrojo ya estaba allí disfrutando en soledad de la agradable y cálida agua mientras esperaba.

¿Kyotaro?... Despierta, te he dicho que no te quedes dormido aquí El ojiverde había llegado y al verle a punto de hundirse por estar dormido no dudo en apresurarse y despertarle.

¿Eh, Ryocchin? ¿Me quedé dormido? —De respuesta obtuvo un asentimiento por parte del mencionado, quien soltó un suspiro mientras entraba al baño y se sentó cercas de él para estar al pendiente—. Ahh, el agua esta tan calentita que no pude evitarlo.

Siempre es lo mismo contigo, no podré vigilarte mientras estoy en el trabajo. Aunque estoy acostumbrado a esta situación y me sería extraño que no sucediese más —Volvió a suspirar mientras Shuzenji le miraba atento, tratando de entender si aquellas palabras significaban lo que creía.

Entonces, ¿eso significa...

Lo pensé mucho, demasiado tal vez, y llegué a la conclusión de que me haría muy feliz el vivir contigo.

Me alegra, te hubiese extrañado si no estuvieras conmigo como siempre —Admitió sinceramente mientras se relajaba aún más, pues le había preocupado levemente aquel asunto aunque no lo dijese—. Podemos llevar hoy mismo tus cosas, si no son muchas claro esta. Podemos tomarnos todo el fin de semana mejor, así no sería mucha molestia lo de mudarse.

Ya tengo todo empacado, solo es cuestión de llevar las cajas. Pero antes de ello, ¿puedo preguntarte algo? —Ryoma necesitaba una respuesta de lo que sucedió aquel día al despedirse, y Kyotaro lo dedujo.

Me gustas.

¡Si quiera déjame preguntartelo bie... ¿Eh?... ¡¿EH?! ¡¿Te gusto, desde cuándo?! —En su exaltación, el ojiverde se puso de pie mientras el rojo invadía sus mejillas y su rostro ardía.

¿Desde que estamos en primero de escuela? ¿Poco después quizá? No lo recuerdo bien, pero ya tiene mucho. De ello estoy seguro —Bostezó como si nada mientras cerraba sus ojos, quedándose casi dormido—. De hecho el sueño que tenía seguido antes, era el de Ryocchin siendo mi esposa.

Y con aquello, el rostro de Kirishima enrojeció como aquel día del festival cultural luego de que Shuzenji le dijera que el pastel estaba delicioso.

¿Desde hace tanto?... Yo recién me doy cuenta de lo mío, ¿y tú ya lo tenías claro desde hace tanto?

Soy correspondido entonces.

...Sí.

Me hace feliz escuchar eso. Y siendo así entonces, ya no hay razón para contenerme.

El pelinaranja ni siquiera supo en que momento volvió a estar en el agua, y sentado en las piernas del pelilila, mientras éste le besaba con lentitud esperando ser correspondido.

A pesar de la sorpresa, con torpeza trató de corresponder. Pero el cosquilleo que sentía en su cuerpo gracias a que sentía como las manos del ojirrojo le sujetaban no ayudaban a que actuara menos torpe.

¿Ara? Ryoma-kun, Kyotaro-kun, éste no es sitio para hacer esas cosas, deberían irse a casa mejor~.

¿¡Shuzenji-senpai, Kirishima-senpai!?

¡Wah! ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Me debes una cita en el parque de atracciones Taichi!

Justo cuando el ojiverde comenzaba a tomar confianza para continuar con aquel beso tan agradable, sus amigos habían llegado sorpresivamente y los encontraron besándose.

Lo cual resultaba incluso con un mayor malentendido, esto debido a que ambos estaban desnudos y en completa soledad.

Pronto Ryoma se alejó de Kyotaro quedando en extremos opuestos, cubrió su cara mientras murmuraba excusas inentendibles.

No hay de que vergonzarse Ryoma-kun, ya sabíamos que ustedes eran una pareja~ —Comenzó Nanao con su rutina de molestar al pelinaranja, que seguía enrojeciendo más y más—. Bromeo, pero sospechabamos que tarde o temprano terminarían siéndolo.

¡¿Lo sospecharon?! ¡¿Por qué?! —Preguntó con exaltación Ryoma mientras Kyotaro comenzaba a quedarse dormido dándole poca importancia a que los vieran.

Eran muy obvios, sobre todo usted Kirishima-senpai. Era extraño pensar que no lo fueran, incluso Ata-senpai comenzó a creerlo ya que siempre los veía juntos siendo muy acaramelados —Explicó el chico de cabellera verdosa mientras entraba al agua junto a Ichiro.

Además la cercanía que mostraron en el festival cuando le dio el pastel hacía pensar que tal vez ya eran pareja desde mucho antes —Siguió diciendo el de cabello rosado como si fuera lo más obvio del lugar. Haciendo que Ryoma llegase a su límite y terminara desmayándose de la pena.

||•~🌹🌟🌹~•||

Ryoma lentamente fue despertando luego de sentir que había dormido mucho más tiempo del que acostumbraba. Al hacerlo miró a sus lados completamente desorientado, se encontra en una habitación que no reconocía de ninguna manera, sin embargo se sentía en un ambiente familiar por alguna razón.

Al fin despiertas Ryocchin, ¿dormiste bien? —Kyotaro había entrado a la habitación y detrás de él estaban todos sus amigos amontonandose detrás de él para poder verle.

Supongo —Respondió con duda mientras se sentaba en la orilla de la cama—. ¿Dónde estoy? Esta no es mi casa.

No lo es, es el departamento de Kyotaro-senpai. Él le trajo mientras nosotros fuimos a su casa por sus cosas —Ichiro respondió mientras Ryoma les miraba sorprendido.

Nosotros ya nos retiramos Ryoma-kun, Kyotaro-kun, solo venimos a ver si ya habías despertado. Es tarde y no debemos dejar que nuestros lindos kohai esten tan tarde lejos de casa~ Al decir aquello, Nanao revolvió el cabello del pelirrosa y el peliverde, quienes se quejaron por ello.

Ah, bueno, hasta luego chicos, vayan con cuidado —El ojiverde vio como el rubio le guiñó al ojirrojo y este solo asintió, lo que le causó curiosidad. Y para que negarlo, algo de celos. Éstos se fueron y ellos quedaron solo en el sitio—. ¿Por qué no me llevaste a mi casa?

No quise, era mejor traerte de una vez aquí. Después de todo, ya es también tu hogar Ryocchin —Kyotaro se acostó de lado en la cama y apoyó su mejilla en la palma de su mano mientras le miraba—. Si te acostumbras pronto, será mejor para ti, ¿no lo crees?

Supongo que tienes razón.

Bien, ya que haz despertado cenemos algo, tengo hambre.

Está bien, pero antes —Al decir eso, Ryoma se giró para poder inclinarse lo suficiente para hacer que sus labios rozaran los de Kyotaro en un pequeño beso—. Gracias por traerme hasta aquí, seguramente te cansaste así que en recompensa te prepararé algo. Después de todo, no será la primera vez que te cocine.

Olvidalo, quiero dormir Antes de que el pelinaranja se alejara, el ojirrojo lo jaló hacia si mismo para abrazarlo. Quedando ambos en la cama acurrucados—. Solo hay una cama en el departamento, así que dormiremos juntos. Aunque no es problema porque ya estamos juntos como algo más que amigos. Y tampoco sería la primera vez que dormimos juntos en una sola cama.

¡Pero eso fue cuando éramos niños!... Ahh, mañana me vas a ayudar a desempacar Kyotaro —Dijo el ojiverde mientras se acomodaba mejor junto al otro, aunque no quitaba el hecho de que sus mejillas estuviesen rojas y se sintiera cohibido por estar así con él.

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