Bajo las telarañas
El que no comente es mala persona >:c
❀One-Shot❀
Donde Spider-Lady es consciente de los sentimientos de Chat Noir y decide aprovecharse de ellos para tener unos cuantos polvos.
Spider-Lady no se preocupa demasiado por los sentimientos de Chat Noir, todo lo que quiere es follar con él y si para eso tiene que ilusionarlo un poco que así sea.
Advertencia: Capítulo NO canónico con el fanfic original, solo es un One-Shot. Sexo explícito.
Aclaración: Las garras de Chat Noir no hacen daño a Spider-Lady, lo máximo que puede hacerle es una fina marca roja, pero en ningún momento le abre la piel de ninguna forma. Los kwamis no sufren ningún daño a pesar de que se "destruyan" los trajes.
Spider-Lady y Chat Noir se encontraban huyendo de Ladybug, le habían hecho una broma pesada y ahora... bueno, quería matarlos.
—¡Hey par de idiotas! ¡Volved aquí!— Les gritaba desde la lejanía, pues estaban logrando dejarla atrás.
—No pares Gatito, o nos hará picadillo.— Lo apresuró Spider-Lady.
—¿Por qué diablos te habré hecho caso?
—Y yo que sé, pero definitivamente eso ha sido una idea horrible.
Spider-Lady vio de reojo un callejón que se encontraba lleno de tendederos con ropa y lo vio perfecto para esconderse.
—¡Dame la mano, corre!— Apresuró a su compañero.
—¡Cuando os pille se os va a caer el cielo encima!— Escucharon amenazar a una Ladybug cubierta de pintura azul.
Chat Noir cogió la mano de Spider-Lady y esta lanzó una telaraña al suelo del callejón que había visto y tiró de la telaraña, llevándolos a ambos de un movimiento veloz al punto exacto de su telaraña. Spider-Lady no soltó la mano de Chat Noir tras el aterrizaje y tiró de él corriendo hasta alcanzar la tapa de las alcantarillas.
—Rápido.— Le susurró apresurada levantando la tapa con facilidad y dejando el paso.
Chat Noir bajó por la escalera y después lo siguió Spider-Lady.
—¿Escuchas algo?— Le preguntó en susurros Spider-Lady a su compañero.
—No, creo que la hemos perdido.— Y ambos suspiraron aliviados.
Una Ladybug enfurecida daba mucho más miedo que diez Lepidóptero's.
—Vale, creo que hemos aprendido a no hacerle más bromas a Ladybug, ¿no?— Comentó risueña Spider-Lady recuperando el aire por tremenda carrera.
—No volveré a hacerte caso.— Declaró Chat Noir.— ¿Y ahora qué?
Spider-Lady miró a su alrededor, no era la primera vez que los héroes debían meterse en las cloacas parisinas por lo que reconoció el lugar.
—Aquí cerca hay un vestuario para los empleados, podemos ir allí y esperar a que Ladybug se calme.— Propuso Spider-Lady.
—¿No habrá nadie ahí?
—¿A las dos de la madrugada? Lo dudo.— Respondió Spider-Lady.
—Bien visto.
Ambos héroes caminaron con calma hacia dicho vestuario, el cual no estaba lejos.
—Está cerrado.— Se quejó Chat Noir al no conseguir abrir la puerta.
—A ver déjame probar.— Sin que Chat Noir se diera cuenta Spider-Lady usó su fuerza para abrirla.— Ya está, solo estaba atascada.
Chat Noir miró la pequeña habitación, no tenía mucho misterio habían taquillas a la derecha y a la izquierda y percheros en las paredes faltantes, ya está, no había nada más.
—Ni siquiera hay un banco para sentarse.
—Eso lo soluciono yo en un santiamén.— Spider-Lady lanzó telarañas a dos paredes contrarias sin parar y las entrelazó entre ellas formando una hamaca.— Y voilà.
Chat Noir se acercó emocionado para tocar la hamaca de telarañas, al comprobar que no era pegajosa se subió sin dudarlo y se tumbó disfrutando del relajante balanceo.
Spider-Lady, indignada porque el gato ocupara toda la hamaca, tuvo una idea.
De un salto subió a la hamaca y para cuando Chat Noir se dio cuenta ya tenía a Spider-Lady tumbada encima... de espaldas... con su culo justo en...
—O-Oye Arañita... ¿q-qué haces?— Preguntó nervioso Chat Noir sin saber muy bien qué hacer.
—Ponerme cómoda.— Contestó simple quitándose la máscara y restregándose muy a conciencia sobre su compañero fingiendo que se acomodaba.— Al parecer he calculado mal el tamaño de la hamaca.
—N-N-No, e-eso no es...— Chat Noir intentó negárselo, pues ella no hizo nada malo con la hamaca solo era él queriendo fastidiarla un poco, pero su sangre no le llegaba correctamente al cerebro y era incapaz de formular la frase.— S-Spider, ¿qué tal... s-si te po-pones a mi lado?
Spider-Lady sonrió para sí misma, divertida con el adorable nerviosismo de su compañero y se dio la vuelta, asegurándose de aplastar bien su voluminoso pecho sobre el de Chat Noir y frotándose de más contra su polla notablemente erecta.
—¿Te molesto?— Preguntó falsamente preocupada por la opinión de su compañero.
—¡N-NO! Por-Por supuesto que no molestas, pe-pero...— Chat Noir no tenía idea de como decirle que tal vez no era el momento ni el lugar más indicado para "divertirse".
—¿Pero qué?— Repitió con la voz melosa y acerándose a la oreja gatuna de Chat Noir, respirando por la boca para que sintiera su aliento y provocándole un escalofrío.— ¿Tienes miedo de que nos pillen?— Le susurró.— Lo hemos hecho en peores circunstancias y escenarios... ¿Recuerdas Gatito?
Conforme hablaba, Spider-Lady movía sus manos por toda parte del cuerpo del contrario que no estuviera recibiendo atención, sus bíceps, su cintura, su cuello, sus hombros, su pelo... Le encantaba tocar su cuerpo al completo.
—Merde... Spidey... Ladybug nos está buscando...— Chat Noir apretó los puños alrededor de la telaraña intentando contenerse, pero sus suspiros lo delataban y Spider-Lady sabía que él quería esto tanto como ella.
Spider-Lady rozó sus labios en la oreja de gato de Chat Noir antes de cambiar de oreja para hacer lo mismo.
—Que nos busque, sería tan excitante que ella entrara en esta diminuta habitación cuando tenga toda tu enorme polla dentro de mí...— Habló con la voz lasciva que tanto amaba Chat Noir.
Chat Noir casi gime de solo imaginarlo y tuvo que morderse el labio para evitarlo.
—Minou...— Spider-Lady bajó la cabeza para mirar a los ojos a Chat Noir.— Bésame de una vez.
Chat Noir no necesitó nada más para acatar sus órdenes y su instinto primitivo masculino. Agarró por la nuca a Spider-Lady y la atrajo hacia él para besarla de una vez, siendo lo suficientemente brusco para provocar un choque entre sus dientes, y aunque fue un poco incómodo ninguno de los héroes se detuvo.
La repentina determinación de Chat Noir hizo que Spider-Lady se excitara más, lo cual la animó a abrir sus piernas para colocarse a horcajadas sobre el héroe gatuno y empezar a mover sus caderas.
Chat Noir notó una vibración emerger desde su pecho y gruñó evitando ronronear a la vez que seguía la acción de su "compañera de cama" y empezó a mover sus manos por todo su cuerpo.
Ambos héroes ya habían follado varias veces como para saber las costumbres y los gustos del contrario, por lo que cuando Spider-Lady escuchó gruñir a Chat Noir sabía que estaba evitando sus ronroneos. Sabía que lo hacía por vergüenza, pero a ella le excitaban sus ronroneos casi tanto como sus gemidos, por lo que odiaba que se los callara.
Spider-Lady se separó de los labios de Chat Noir y puso un poco de distancia entre ambos, molestando al contrario, pero no detuvo el movimiento circular de sus caderas, solo lo aumentó provocando que el agarre de Chat Noir en sus glúteos también aumentara en éxtasis, disfrutando mucho de su agarre y de notar la presión de sus garras.
—¿Puedes ronronear para mí Gatito?— Le preguntó con el mismo tono lascivo que sabía le encantaba a Chat Noir.
Chat Noir no dio una respuesta verbal cuando ya había empezado a ronronear en alto de forma inconsciente y eso alegró a Spider-Lady.
La heroína arácnida sonrió para sí y volvió a darle la satisfacción al héroe gatuno de pegarse a su cuerpo, solo que no lo besó, o por lo menos no en los labios. Los gruesos labios rojizos de la pelirrosa empezaron a dar los besos húmedos que le encantaban a Chat Noir por sus mejillas, subieron un momento para acariciar con sus labios el relieve de la mascara y volvió a bajar, besando toda su mandíbula y pasando a su cuello.
A Chat Noir no le gustó que se saltara su oreja. Fue con Spider-Lady que descubrió cuanto le gustaban los besos por su cuerpo, y fue con ella que descubrió que en su oreja era uno de los lugares que más le gustaba. Se la había saltado a propósito.
—Spider...
—¿Si?— Contestó haciéndose la inocente con los labios pegados a su clavícula.
—A la mierda.— Chat Noir rodeó la espalda y la cintura de Spider-Lady con sus brazos para darles la vuelta en un rápido movimiento y ser él el que estuviera encima.— Ahora mando yo.
Chat Noir empezó a besar con fuerza el cuello de Spider-Lady, continuando con los movimientos de cadera y los apretones en el cuerpo de la contraria con sus manos.
Se sentía frustrado, había comentado este tema con Ladybug y ella le dijo que Spider-Lady solo parecía sentir deseo sexual por él, no sentimientos románticos. Sabía que lo había dicho así para no herirlo, pero supo leer entre líneas, Ladybug creía que Spider-Lady solo se estaba aprovechando de él. Odiaba pensar en esa posibilidad, odiaba creer que fuera verdad. No quería creerlo. No quería descubrir que se había enamorado de una mala persona.
Pero ella es una heroína, tiene que ser buena, ¿no?
Sin darse cuenta empezó a morder el cuello y los hombros de Spider-Lady, queriendo marcarla. Cuando empezaron con todo esto ambos lo hablaron y acordaron no dejarse marcas, no por la preocupación de que alguien los viera, al contrario, a ninguno de los dos le gustaba "marcar" al otro, no eran ganado, eran personas.
Pero eso ahora mismo le importaba bien poco.
Por mientras Spider-Lady era consciente de que el chollo no le duraría eternamente, Ladybug hablaría con Chat Noir para abrirle los ojos si es que no lo hacía él mismo, ya llevaban unos meses así y Chat Noir seguro ya debía sospechar que realmente a ella no le gustaba, por lo que no dijo ni una palabra sobre que Chat Noir le estuviera mordiendo o dejando chupetones.
Las manos de Chat Noir subieron de los muslos a las tetas de la heroína y su boca bajó con ellas, el traje no tardó en fastidiarle.
—Rómpelo de una vez.— Suplicó excitada Spider-Lady.
Chat Noir pasó con fuerza sus garras por el traje de la heroína, arañándolo y rompiéndolo a su paso. Cuando hubo suficiente espacio como para liberar las grandes tetas de Spider-Lady, Chat Noir dejó de rasgar el traje y volvió a apretujar, amasar, lamer y morder las tetas.
—Mmmh... Merde... Que bien se siente...— Gimió Spider-Lady.
Pero ella no soportaba no poder besar al chico, por lo que sus manos, las cuales llevaban un rato enterradas en la melena rubia, intentaron hacer subir de nuevo a Chat Noir para poder besarlo, pero él se alejó y eso la molestó.
—Ow no no no Arañita.— Chat Noir le negó todo contacto colocando las manos de la contraria por encima de su cabeza.— Hoy mando yo.— Cuando Spider-Lady volvió a intentar tocar a Chat Noir, notó que él le había atado las muñecas con su propia telaraña.
—Sabes que puedo quitármelas con mi súper fuerza, ¿verdad?— Le recordó burlona.
—Pues claro que puedes, pero estás atada a la telaraña que nos sostiene en el aire, por lo que si tiras, nos tiraras a nosotros.— Le explicó burlón Chat Noir.— Dime, ¿qué prefieres? ¿Tener manos libres pero quedarte con ganas o...— Chat Noir se acercó para susurrar al oído a Spider-Lady.— Tener manos atadas pero con mi polla en lo más profundo de tus entrañas?
Chat Noir jamás le había hablado así de sucio... Dieu, necesitaba que lo hiciera mucho más a menudo, eso era definitivo. Sintió como intentaba recrear el río Amazonas entre sus piernas.
—Como se te ocurra dejarme con las ganas te arranco lo que te cuelga.— Lo amenazó entre susurros intentando verse amenazante, pero la excitación y las hormonas ya le estaban pasando factura.
—Entonces te quedarás con las manos atadas... Araignée.— Chat Noir decidió confiar en ella y por fin soltó sus muñecas, al ver que ella no ponía resistencia sonrió.— Buena chica.— Como una especie de recompensa, Chat Noir movió sus caderas hacia adelante, chocando directamente su dura erección contra el húmedo coño de la contraria.
Para ese entonces la falda de Spider-Lady solo era una tela arrugada que se acumulaba encima de sus caderas.
Chat Noir continuó con sus embestidas con los trajes mientras volvía a bajar su boca a sus pechos y reanudaba sus lamidas y mordiscos, por otro lado sus manos se movieron casi con furia a los muslos de Spider-Lady, agarrando y apretando toda su carne, casi como si fuera plastilina.
Spider-Lady estaba muy frustrada, odiaba no poder tocar ni besar a Chat Noir, pero si quería que esto durase debía callar y aguantarse. Pero que no pudiera mover sus brazos no significaba que estuviera inmóvil.
La heroína arácnida empezó a arquear su espalda para acercarse más al cuerpo de Chat Noir mientras que rodeaba la cintura del mismo con sus piernas para apretarlo contra sí misma. Ambos gruñeron ante la última acción.
—Quieres volverme loco, ¿no es así? Volvámonos locos juntos.
Chat Noir tuvo que pelear un poco contra las fuertes piernas de Spider-Lady para librarse de ellas, pero con un toque en su coño ella tembló y lo aprovechó para desenredarse de las piernas. Con cuidado gateó por encima del cuerpo de la heroína para sentarse a horcajadas sobre su pecho.
Spider-Lady observó en silencio a Chat Noir, contemplando como arañaba su propio traje justo encima de su polla, dejándola libre y acercándosela mucho a la boca.
En el ámbito sexual Chat Noir siempre ha sido un chico muy amable, responsable y respetuoso en todos los aspectos, siempre le preguntaba antes de hacer nada nuevo o extraño y siempre le pedía permiso para hacerle cualquier cosa. Eso no quería decir que nunca antes le hubiera hecho una mamada, sí que lo hizo, pero él siempre preguntaba para saber si ella se sentía cómoda haciéndolo o no, sobretodo cuando cambiaban de posición o postura.
Nunca habían hecho esa postura y Chat Noir no preguntó nada cuando ya estaba rozando la punta de su caliente polla sobre sus gruesos labios a la vez que le apretaba sus mejillas con la mano izquierda para abrirle la boca.
—Abre bien Arañita.— Le ordenó con voz gruesa.
Spider-Lady estaba convencida de que si le hablaba así haría literalmente cualquier cosa, da igual si le decía que se metiera la polla hasta la tráquea o que le robara los pendientes a Ladybug, si se lo pedía con esa voz lo haría. Aunque jamás lo admitiría a nadie más que a sí misma.
La heroína acató la orden al pie de la letra, maravillada con la vista que tenía del chico gato, sus muy apretujables muslos a cada lado de su cuello, sus testículos y su polla frente a ella acercándose más conforme su miembro entraba a su boca, su firme abdomen junto a sus pectorales tan estrujables, sus finos labios entreabiertos soltando gemidos y ronroneos a ton y son y su mirada... Ese era el premio gordo, sus pupilas gatunas dilatadas por el éxtasis y ese brillo... ese brillo de un verdadero depredador devorando a su presa.
Spider-Lady se concentró en el pene de Chat Noir, se concentró en abrir bien para que cupiera todo y en respirar pausadamente por la nariz para no ahogarse. Chat Noir hacía un movimiento rítmico de mete y saca, con lo que cada vez que salía de su boca ella succionaba y jugaba con su lengua, provocándole más gemidos al rubio.
Spider-Lady observó como Chat Noir quitó su mano derecha de la base de su miembro para meterlo más profundo en su boca y empezó a acelerar el ritmo.
Alejada de la vista de Spider-Lady, la cola de Chat Noir se movía con energía de un lado a otro hasta que por accidente la fría hebilla tocó el vientre de la joven heroína, lo que le provocó un muy notorio escalofrío. Chat Noir, al ver dicha reacción e incluso sentirla, hizo que la hebilla de su cola-cinturón tocara directamente la vagina de la heroína por encima de su traje.
Spider-Lady comenzó a mover de forma inconsciente sus caderas en busca de más de esa excitante presión fría.
Chat Noir aceleró por unos momentos sus movimientos, tanto de cadera como de cola, cuando sin previo aviso se apartó de Spider-Lady, sacándole el pene de su boca y bajando por su cuerpo, sentándose a horcajadas sobre las caderas de la chica.
La pelirrosa miró con una sonrisa al rubio, en espera de su próximo movimiento.
—¿Esto es todo lo dominante que puedes ser? Que decepcionante.— Le dijo sin borrar su sonrisa y burlándose de una forma descarada de él.
Chat Noir frunció el ceño, arrugando la nariz y pegando las orejas de gato a su pelo, enfadado con la prepotencia de la heroína.
—Oh vas a lamentar haber dicho eso.— Le gruñó casi de forma animal.
—Lo du-¡Woh!— Gritó Spider-Lady sorprendida ante el repentino movimiento que Chat Noir le hizo a su cuerpo.
Chat Noir le alzó las caderas para darle la vuelta a Spider-Lady en un movimiento, cruzando así sus brazos aún atados y quedando de espaldas a Chat Noir y con los pechos pegados a las telarañas de la hamaca.
—Ya lo creo que te vas a arrepentir.— Le gruñó Chat Noir al oído desde su espalda.
Spider-Lady no supo cuando empezó a temblar pero poco le importaba, cada vez le gustaba más el Chat Noir dominante.
Chat Noir fue dando mordiscos veloces pero feroces por toda la espalda de Spider-Lady, desde sus hombros hasta llegar a los glúteos, donde no tardó en arrancar de un tirón la molesta falda de Spider-Lady para después arañar todo el traje que los recubría, liberando así su culo al completo.
—Voy a devorarte hasta que no quede nada de ti.— Dijo Chat Noir, aunque a decir verdad Spider-Lady lo entendió difícilmente pues sus constantes gruñidos empezaban a parecer bufidos de gato.
El héroe gatuno no esperó ninguna respuesta de la contraria cuando ya estaba apretando con sus manos sus muslos y glúteos y mordiendolos casi con furia.
Estaba enfadado. Estaba muy enfadado.
Spider-Lady no lo tomaba en serio de ninguna forma, ni como pareja, ni como compañero de cama... ni como amigo... ¿Por qué tenía que ser así? ¿Ladybug de verdad tenía razón? ¿De verdad una persona así de cruel era heroína?
Chat Noir separó tanto las piernas de la heroína que prácticamente las dejó en un ángulo de ciento ochenta grados, con las palmas separó sus glúteos y con los dedos le abrió los labios vaginales.
—¡Espe-
No voy a esperar.
La voz de Spider-Lady se vio interrumpida por sus propios gemidos en cuanto Chat Noir se enterró a sí mismo en el interior de la heroína arácnida.
—¡Merde~!— Gimió entre chillidos la heroína ante tales estímulos.
Las garras de Chat Noir enterradas en su blanda carne, sus piernas acalambradas y temblando en el aire, el aliento ardiente del héroe entrando hasta sus más profundas entrañas acompañado con su lengua...
—¡Chaa~!— Intentó llamarlo.— ¡Para un pocou~!
Ni de coña.
Chat Noir soltó los labios vaginales de la muchacha para tener libre su mano. No tardó mucho en intercambiar su lengua por sus dedos.
—Oh ma petite araignée... No tienes idea de lo que te espera.
Taladró rápidamente el coño de la chica antes de sacar sus dedos repentinamente para pasar sus dos manos por debajo de los muslos de la contraria, los rodeó con sus manos y muñecas y la alzó mientras él se apoyaba sobre sus rodillas en el centro de la hamaca.
Para cuando Spider-Lady se dio cuenta ya estaba boca abajo sujeta solo por los brazos de Chat Noir en sus piernas, con los brazos cruzados y atados y el pene de Chat Noir frente a ella.
—Así podrás mantener esa sucia boca tuya ocupada.— Le gruñó Chat Noir justo antes de volver a taladrar su coño.
¿Cuántos dedos me ha metido?
Chat Noir, al notar que Spider-Lady solo se centraba en gemir, dejó apoyadas sus piernas en el lado opuesto de sus codos, teniendo así las manos libres aunque un poco incómodas, y le dio una fuerte nalgada a Spider-Lady seguido de un empujón con su propia pelvis pegándola así a la cara de la chica.
Spider-Lady, sin comentar ni decir una palabra, abrió la boca y volvió a meterse el pene del contrario en la boca, intentando hacer todo el espacio posible en su interior para poder meterla toda, aunque esa posición era la mar de extraña y nueva para ella.
Chat Noir ronroneó extasiado en cuanto notó la cálida y húmeda boca de Spider-Lady y no tardó en volver a usar la suya propia.
La heroína estaba extasiada en todos los sentidos de la palabra. Aquella postura para el sexo oral mutuo era... la mar de extraña pero cómoda al mismo tiempo. Estaba acostumbrada a ir de cabeza todo el tiempo por sus habilidades arácnidas así que no le era molesto, pero curiosamente estar de cabeza le facilitaba la tarea de meter el pene de Chat Noir hasta lo más hondo de su garganta, llegando a tocar sus testículos con su propia nariz.
Aunque sí era molesto tener los brazos atados.
Chat Noir no tardó mucho en volver a separar su lengua del coño de su compañera de batallas para poder hablar.
—Merde... No sabes como quiero correrme en tu garganta...— Le ronroneó excitado de su propia idea sin dejar de usar sus dedos.— ¿Pero qué gracia tendría terminar ya?
Spider-Lady dejó su "trabajo" de lado para poder hablar también.
—¿De qué hablas?— Le preguntó hiperventilando entre gemidos.
—Ya lo verás.
Chat Noir sacó por fin sus dedos del interior de Spider-Lady y en un veloz movimiento, pero con cuidado disimulado, la dejó de nuevo tumbada en la hamaca. La rodeó con sus brazos por la cintura para cogerla con fuerza y entonces les dio la vuelta a ambos para estar él debajo con la espalda de Spider-Lady en su pecho.
Spider-Lady estaba mareada de tanto movimiento y estímulo continuo... ¿Qué planeaba hacer ahora ese Gato?
El rubio pasó su mano derecha frente a Spider-Lady y volvió a meterle sus dedos en su coño sin previo aviso, provocándole más gemidos a la heroína.
—Aquí va a entrar mi polla, lo entiendes, ¿verdad?— Le ronroneó contra el oído con voz ronca.
—El condón...— Le pidió entre gemidos.
—No mi malvada Arañita... Voy a correrme dentro de ti...— Le advirtió taladrándola con más fuerza.— Voy a follarte como si no hubiera un mañana...
Spider-Lady notó como Chat Noir sacaba su mano solo para sustituirla casi al instante por su polla.
—¡AAHHH~! ¡¡Meerde~!!— Gimió extasiada.
—No dejes de gemir.— Le ordenó Chat Noir dando inicio a movimientos veloces y constantes con sus caderas.— Estás tan apretada...
La mano que anteriormente no quería salir del húmedo y apretado coño de su amada subió a sus pechos para amasarlos y apretarlos a su gusto.
—¡¡No pares!!— Le exigió Spider-Lady.
Chat Noir, queriendo llevarla a la extrema locura, estimuló ambas tetas de la chica mientras que con la punta de su cinturón volvía a tocar en el punto exacto de Spider-Lady.
—Dime a quién perteneces.— Le ordenó Chat Noir de un gruñido.
—A-A nadie~— Gimió en respuesta Spider-Lady.
Chat Noir sacó su polla hasta casi la cabeza para volver a metérsela de una forma casi bestial.
—¡Contesta!
—¡A-A ti! ¡So-So tuya~!— Gimió, ya sin ser consciente de lo que decía, con la boca abierta en busca de aire.
—Así me gusta...— Ronroneó Chat Noir volviendo a acelerar su mete y saca.
Entonces Spider-Lady lo notó... era un líquido recorriendo sus más recónditos rincones... Chat Noir se había corrido dentro de ella...
—¿Aún no te has corrido?— Le preguntó en un ronroneo Chat Noir.
Spider-Lady se vio incapaz de articular cualquier cosa que no fuera una vocal entre gemidos... Solo le negó con la cabeza.
Chat Noir, enfadado con ese aguante que tenía la chica, le mordió el hombro y sin salir de ella aceleró los movimientos de sus manos y su cinturón. Aunque no lo admitiera ya empezaba a notar el cansancio tras correrse.
—¡SÍ SÍ SÍ~!
—Merde~— Chat Noir gimió al notar los espasmos de Spider-Lady y como su interior se apretaba de una forma deliciosamente dolorosa.
—Sé sincera de una vez, ¿sientes algo por mí?— Le preguntó Chat Noir.
Tras follar y recuperar el aliento ambos se transformaron, de espaldas para proteger sus identidades, para alimentar a sus kwamis y después volvieron a transformarse.
Chat Noir no pudo evitar preguntárselo a Spider-Lady, ya estaba harto de tanto rodeo.
—¿Quieres la verdad?
—Por favor.— Le suplicó Chat Noir.
—Sí que siento algo por ti, pero no siento lo que tu deseas que sienta.— Le contestó Spider-Lady.
—¿De qué hablas?
—Sé que estás enamorado de mí, pero lo máximo que siento yo por ti es una atracción sexual, nada más.— Le aclaró Spider-Lady.
—Lo sabías... Sabías de mis sentimientos...— Repitió sin poder creérselo... sin querer creérselo...— Lo sabías y te dio igual, solo te aprovechaste... Me has utilizado para satisfacer tus jodidos deseos.
—Lo siento Chat Noir, pero yo nunca te he dado a entender que quisiera algo más, siempre he sido clara.— Le dijo Spider-Lady, casi sin emoción.— Si te has ilusionado es culpa tuya.
Bueno, mi primer One-Shot de sexo puro y duro, espero que hayáis disfrutado ;)
La verdad me ha dolido bastante escribir a Spider-Lady así de... cruel, pero también ha sido interesante, los protagonistas no tienen porqué ser buenos siempre 😜
Dejen sus opiniones y si quieren aconsejarme para que escriba mejor el lemon encantada os tendré en cuenta.
4415 Palabras
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