Sé que dije que nunca lloraría por un tío, me hice una promesa a mi misma, pero cuando realmente le vi a él irse con otra y ver su sonrisa supe que no podía hacer nada.
Emmett suspiró y se sentó en su caro y elegante sofá.
Pasó su brazo por mis hombros y me miró
No te mentiré, sabía que ese tío no era el correcto para ti y tú, tan enamorada de él, me puedes decir si estoy equivocado pero lo veo en tu cara cuando dices que él es el “indicado para ti” y estás malgastando todo tu tiempo en esta situación equivocada y cuando quieras que eso pare -me explica dejándome sin palabras. Levanto la mirada dejando atrás unos dibujos animados, a los que no les prestaba atención, para verle a él. Si solo pudiérais ver sus ojos sabríais que lo decía con toda la honestidad posible- sé que puedo tratarte mejor de lo que él puede y cualquier chica como tú, Aidana, se merece un caballero. Dime por qué estamos perdiendo el tiempo con todo tu silencio y tus negaciones. Cuando, en cambio, deberías estar conmigo. Sé que puedo tratarte mejor.
Emmett, no... -comienzo tratando de parar sus palabras-
Voy a parar el tiempo para ti, Aidana, y sé que es un cliché pero quiero que lo entiendas -pone un dedo en mis labios interrumpiendo- y en el maldito segundo que digas que te gusto también...
Solo quiero darte el amor que estás perdiendo con esos idiotas. Aidana, solo despertar contigo tras...bueno, los dos sabemos en qué estoy pensando. Sería todo lo que necesito y esto podría ser tan diferente. Dime qué quieres hacer
Dame una señal, cualquier palabra o algo
Toma mi mano, vamos a estar bien, no dejaré que nada te pase. Prometo que no te voy a defraudar. Solo ten en cuenta que tú no tienes que hacer esto sola
Prometo que nunca te voy a defraudar. Te quiero, Aidana