Crepúsculo
Todos los Cullen-Hale estábamos alrededor de una mesa de madera junto a la mesa.
Emmett estaba junto a su pareja mientras su hijo estaba en el regazo de Aidana riendo ante las caras de su abuelo.
Betty bailaba descalza encima de las hierbas que Esme había plantado mientras que Jasper la miraba, o más bien la admiraba, y Emily le hacía preguntas sin sentido a su tío Edward
¿Recordáis cuando hicimos una fiesta en esta casa y alguien lanzó algo por la ventana? -rió Aidana mirando a la nombrada a lo lejos-
Es verdad -Rosalie sonrió con diversión mientras sujetaba la mano de su amada- ¿Qué era lo que lanzaron?
¿No era un jamón? -preguntó Betty bajando el volumen de la música y paseándose por la mesa-
¿Un jamón? -rió Emmett mientras pasaba el brazo por el respaldar de la silla de Aidana- creo que era la pierna de un oso
¿Y los que fueron a la fiesta no se traumaron? -preguntó Aidana mientras dejaba a James corretear cerca de su prima-
Creo que iban muy bebidos -negó Alice recolocandose en la silla-
¿Y la vez que dejaste calvo a mi gato? -miró acusatorismente Betty a Edward a lo que Bella, misteriosamente, rió y miró a su marido-
¿Eso es verdad, tío Ed? -preguntó Emily yendo hacia su padre-
En mi defensa, ese gato era horrible -se burló de Betty él-
Eso no es verdad, cariño -Betty miró a su hija pasando un mechón de su pelo tras su oreja-
¿Y dónde está ahora? -preguntó Rosalie a lo que Aidana ahogó una risa haciendo como que tosía-
¡No te rías, mamá! -James lloriqueó abrazando a su padre a lo que este sonrió con ternura-
Lo atropellaron... -le respondió Jasper acariciando la espalda de su mujer dándole apoyo a pesar de que todos se estaban aguantando las ganas de reír-
Un camión de helados... -añadió Aidana- iba con esa cancioncita...
¡Vale! Dejémoslo -pidió la que más amaba a su gato- Aidana, ¿recuerdas cuando llegamos con un collar de ajos?
Edward se molestó -Bella picó el pecho del nombrado mientras Renesme sonreía-
¡Me dejaron un ataúd en la habitación! -se excusó-
Bueno, deja de quejarte como un bebé. Estoy escuchando una gacela que pronto va a ser mi almuerzo -se levantó Emmett a lo que todos rieron ante su salvajismo-
Renesme, ¿podrías quedarte con los niños, por favor? -le pidió Betty sujetando la mano de su marido-
Pero yo quiero ir, mamá -la pequeña hizo un pucherito-
Créeme, preferirías no ver a tus tíos y tu padre ser unos salvajes -se burló de ellos para luego besar su frente-
Adiós, renacuajos -gritó Aidana empezando a correr tras la familia-
¡Espérame! -rió Betty corriendo tras el rubio. Soltó un pequeño grito al no percibirlo cargarla en brazos. Betty abrazó sus hombros y lo besó antes de que siguiera caminando-
¡Los osos no esperan! -gritó Emmett corriendo hacia el animal-
¿Nos hubieras visto aquí hace años? -preguntó Aidana tras llegar con los demás-
¿Siendo una vampira, estando casada, teniendo una hija, viviendo en Alaska? -enumeró Betty pasando su brazo por los hombros de su prima- no, pero si que seguiríamos juntas hasta el final
Eres una cursi. Y te amo -Aidana besó su mejilla-
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