❤ Olstan ❤
Nota: Chris Evans, Elizabeth Olsen, Scarlett, Sebastian y Anthony han quedado para pasar una noche juntos.
Advertencia: Nop

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-¡Elizabeth Olsen corre por tu vida!- gritaba Scarlett desde la cocina mientras se quitaba el chocolate que le había tirado Elizabeth en la cara.
-¡Ya lo hago!- gritaba Elizabeth mientras salía corriendo de la cocina, sabía que si Scarlett la pillaba nada bueno podía pasar.

Elizabeth subió a la segunda planta de la casa, ella no conocía ninguna habitación de esta, entonces al llegar a la segunda puerta no se lo pensó más veces y entró sin tocar y sin ver si alguien había dentro.

-Menos mal- habló ella cerrando la puerta y quedando en frente de ella.
-Se pregunta antes de ent...- Elizabeth no dejo terminar de hablar a la persona que había con ella en el baño ya que Scarlett gritaba desesperada por toda la casa, cuando parecía que ya e había alejado Elizabeth se apartó de la persona a la que agarraba.
-Lo siento pero Scarlett...- las palabras de Elizabeth iban desapareciendo mientras observaba el estado en el que estaba Sebastian. Ella levantó la mirada y sonrió como una niña inocente, sus mejillas ardían.
-¿Puedes salir para poder ponerme la ropa?- le preguntó Sebastian con un tono divertido.
-Si yo te cambiara de ropa...- esas palabras salieron inconscientemente de la boca de Elizabeth, ella estaba muy embobada y algo bebida.
-¿Que pasaría si tú me cambiaras de ropa?- le siguió el juego Sebastian.
-¿Qué?¿Que dices de la ropa?- habló Elizabeth saliendo de su trance.
-Nada Elizabeth, nada- Sebastian rió.
-¿Debajo de esa toalla llevas algo?- Elizabeth le señaló la toalla ajustada que llevaba en su cintura.
-No- dijo obvio Sebastian, - ¿porqué?- preguntó juguetón.
-A por nada es que he visto fotos, bueno mejor dicho una película- Elizabeth volvió a sonreír cuál niña pequeña. Sebastian solo rió.
-Te ha sentado mal las cervezas de antes.
-Puede ser- Elizabeth se apoyó en la puerta.
-Oye, ¿me vas a dejar cambiarme?
-Sí sí hombre- Elizabeth se separó y abrió la puerta para marcharse, la cerró pero segundos después la abrió, empezó a reír descontrolada mente, -tienes el culo blanquito- siguió riendo, Sebastian también rió pero no se dio la vuelta.
-Venga vete- dijo él.
-Ya me voy- Elizabeth cerró la puerta y se acomodó para gritar por la cerradura, -¡tienes un bonito culo!- y ahora sí, se marchó a la cocina. Sebastian no podía parar de reír por las palabras de la chica, nunca se hubiera imaginado a Elizabeth decir eso.

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Un Shot cortito que se me ha venido a la mente antes de dormir.

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