❤ Olstan ❤
Cast:
Elizabeth Olsen como Jennet.

Sebastian Stan como Jefferson.

Nota: Este Shot estará algo adaptado al capítulo "Hat Trick" de OUAT. (Escucha la  canción mientras lees, se que no tiene nada que ver pero me pareció que da rollo a la historia).
Advertencia: Creo que no.

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JENNET
Salí de mi casa dispuesta a irme, no quería volver a aguantar al idiota de mi novio, agarré las llaves de el auto y salí, estaba lloviendo intensamente pero me dio igual, entré en el coche lo más rápido que pude y arranqué, tuve que poner el parabrisas ya que las gotas de la lluvia me impedían ver la carretera, poco a poco iba dejando el pequeño pueblo donde vivía y me iba adentrando al oscuro bosque con carreteras estrechas y llenas de curvas.

En el trayecto comencé a pensar en cosas mías, eso hizo que me distrajese y cogiera mal la curva, choqué contra un enorme árbol y me quedé inconsciente por el golpe.

JEFFERSON
Eran la una de la noche y yo seguía andando por el monte, me quedaba poco para llegar a mi casa pero aún así no me iba a librar de calarme de pies a cabeza, mis botas estaban llenas de agua y tenía un frío insoportable, las manos me temblaban y las piernas se debatían en funcionar o dejarme caer al suelo, iba con cuidado por la carretera para que ningún coche me atropellase ya que era de noche y no se veía nada.

Me asusté al ver un coche estrellarse contra un árbol cerca de mí, me acerqué rápido hasta él y miré por las ventanas traseras no se veía nada, ahora me acerqué a la puerta de el piloto, ahí pase mi mano temblorosa por la ventanilla y esta me mostró a una chica rubia sangrando por la nariz, debió ser por el golpe. Abrí la puerta y cargué a la chica para llevármela a mi casa, podría ayudarme en mi plan de volver a mi hogar.

El trayecto se me hizo pesado ya que tenía que llevar a la chica en brazos.

Cuando llegué la dejé en el sofá y me fui a cambiar de ropa.

JENNET
Abrí los ojos lentamente y me quejé por el dolor que sentía, estaba confundida, no sabia por que estaba aquí ni de quién era esta casa. Sin darle importancia me levanté y silenciosamente fui hacia la entrada, abrí la puerta y esta estaba cerrada con desesperación empecé a mover la manivela pero no se abría, miré hacia mi alrededor y solo encontraba lujo y escaleras para llegar al piso de arriba, fui hasta ellas y antes de subir el primer escalón las miré detenidamente, tenía miedo de lo que me pudiera esperar arriba.

Las miré por última vez y el corazón se me paró al ver un hombre de cuerpo musculoso, más bien delgado con ropa algo extraña y pelo castaño corto, lo que más llamó la atención y lo que hizo que me aterrorizara era la pistola que llevaba en su mano derecha.

-¿Quien eres tú?- le pregunté cada vez alejándome más de las escaleras.
-¿Quien eres tú?- moví la cabeza algo confundida, ¿me estaba imitando o quiere saber mi nombre antes de que yo sepa el suyo?
-¿Eres tú quien me ha traído hasta aquí?- le volví a preguntar, en su cara se formó un leve sonrisa, esta daba miedo.
-Puede ser- ya había bajado todas las escaleras.
-Déjame marcharme- llegué otra vez hasta la puerta y choqué contra ella, el pasillo se había acabado y ya no tenía otra salida.
-No- levantó su arma y me apuntó, se que no me iba a disparar, aunque lo dudaba por que su mirada era igual que la de un loco.
-Por favor déjame marchar- le volví a pedir.
-Te dejaré marchar cuando me ayudes en algo.
-Que sea rápido- dije casi tartamudeando, tenerlo tan cerca me aterrorizaba, su mirada era oscura y llena de locura.
-Sígueme- bajó su arma y empezó a andar hacia las escaleras, yo le seguí dejando distancia entre él y yo.

Cuando llegamos a las escaleras el pulsó un botón que había en la pared y las escaleras cambiaron a unas subterráneas, me hizo una señal para que le siguiese y así lo hice, las bajamos hasta llegar a una puerta de metal.

Él la abrió y el miedo se apoderó de mi, la habitación tenía luz cálida, a sus alrededores habían cristaleras llenas de gorros, y en las mesas habían hilos para coser, agujas todo un taller de costureros.

Fui acercándome a las cristaleras y las observé detenidamente, habían carteles que decían "no funciona", eso hizo despertar curiosidad en mí.
-¿Por que pone que no funciona?- busque al sujeto por la habitación.
-No preguntes- me dijo cortante.
-¿En que quieres que te ayude?
-Prométeme que nunca se lo contarás a nadie o yo haré que nunca lo recuerdes- me dijo amenazante.
-Nunca se lo contaré a nadie.
-Necesito que hagas que funcione este sombrero- me lanzó un sombrero viejo, algo roto.
-¿En que sentido?
-Con magia- abrí los ojos y empecé a reírme, -no tiene gracia- dijo él yo por su seriedad pare inmediatamente de reír.
-Pero la magia no existe- aclaré yo.
-De dónde yo vengo sí.
-Espera, espera, a ti lo que te pasa es que tienes un trauma psicológico con Alicia en el país de las maravillas.
-No es una broma, haz que funcione- me apuntó con la pistola otra vez mientras se sentaba bruscamente en la silla.
-¡Estas loco!- exclamé, el dejó caer la pistola al suelo y presionó su barbilla contra la mesa, sus ojos se cristalizaron.
-¡No estoy loco!, joder, no estoy loco- su voz cada vez era más débil.
-Yo..., yo no puedo hacerlo- dije casi en un susurro.
-¡Pues lárgate!- me gritó y lanzó la mesa, yo salí de allí asustada sin mirar atrás.

Cuando llegué a la puerta la abrí, la cerradura estaba abierta, salí corriendo, me daba igual a dónde poro necesita estar lejos de ese hombre.

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Creo que me quedó bastante bien, hacérmelo saber en comentarios y decirme si os gustaría una segunda parte.

No olvidéis decirme vuestras peticiones en comentarios.

Una última cosilla, para navidad tendréis un especial.

Gracias por leer :)