— Joder — dijo con pesadez Volkov mientras caía sentado en la cama — ¿que acabó de soñar? — dijo confundido mientras se frotaba la cabeza.

— ¿Todo bien cariño? — preguntó Horacio el cual estaba recostado del espaldar de la cama mientras lo miraba extraño.

— Si — respondió volviendo a recostarse junto a este — solo tuve un sueño extraño...

— A ver — dijo ahora Horacio cerrando la laptop que estaba utilizando para terminar unos informes — cuéntele a su esposo lo que le perturba.

Volkov no pudo evitar soltar una risa mientras se acomodaba para quedar mirando a los ojos a Horacio.

— Me llamarás un loco pero — comenzó a decir el ruso dudoso mientras se frotaba la nuca — era sobre nosotros dos.

— Vaya con que aún luego de casados tienes sueños guarros conmigo — dijo pícaro Horacio ganándose haciendo que ambos rieran.

— No fue ese tipo de sueño solntse — respondió para luego continuar — era muy extraño, éramos nosotros pero no en nosotros.

— ¿Cómo? — preguntó confundido el menos mientras trataba de entender lo que había escuchado — explicate mejor porque no estoy entendiendo.

— Si si — reafirmó — que tú estabas en mi cuerpo y yo en el tuyo — explicó — pero era como si hubiese sucedido hace unos años, no estábamos juntos, como pareja me refiero.

Horacio cada vez entendía menos y pensaba que su esposo le estaba jugando una broma, pero al ver la seriedad con la que explicaba el relato decidió enfocarse en comprenderlo.

— Tu comenzaste a insultar a todos los rusos de mis contactos porque en ese entonces aún trabajaba con aquella infiltración que no acabó muy bien ¿recuerdas? — hizo una pausa para asegurarse que lo estuviera siguiendo.

— Si si — dijo mientras se esforzaba por recordar — la del conchudo ¿verdad?

— Correcto — confirmó — pues resulta que casi envías mi infiltración a la mierda, incluso me dejaste sin dinero, también le hiciste algo a mi columna porque a penas podía correr y terminamos en el hospital donde no nos creyeron ¡y me hiciste pasar por loco! — exclamó al final.

— Joder — dijo entre una risa — si suena a mi.

— Lo peor es que luego nos encontramos con Monier, Blake y Gastón, y seguimos actuando como si fuésemos el otro.

— ¿Y ellos no notaron nada? — preguntó curioso — digo, en ese entonces asumo que aún no sabía hablar ruso, y nuestros tonos de voz son muuuuuy diferentes.

— Pues si que notaron algo pero — se esforzó por recordar ese momento de su sueño — pero no llegó a más nada, creo que el hecho de haber golpeado a Blake con la porra por tomar café los convenció.

— No puedo creerlo — lo interrumpió riendo sin poder creerlo — ¿golpeaste a Blake? Joder, el mejor sueño de tu vida.

— Escúchame — le cortó para continuar — que luego acudimos a una joyería y ahí todo se volvió más surrealista — se preparó para explicar — tu con mi cuerpo, me diste una nalgada, bueno, te diste a ti mismo una nalgada, y luego empezaste a pedirme que te besara y decir que así se resolvería todo y volveríamos a nuestros cuerpos como en la películas.

— Madre mía — volvió a interrumpirlo Horacio — si lo que quieres es que te nalguee más seguido solo debes decírmelo.

— Pero que luego yo accedí al beso — le dijo dejándolo sorprendido.

— Eso sí que no me lo esperaba — le confesó a su esposo.

— Te pedí que nos apartáramos y cuando estuvimos solos te di un beso en la mejilla.

— Ojalá hubieses hecho algo así en ese entonces — le reprochó incrédulo — tal vez hubiésemos estado juntos desde mucho antes.

— Lose lose — respondió mientras tomaba su mano y la unía con la de Horacio a la vez que jugaba con el anillo de matrimonio de este.

— ¿Y luego? — preguntó curioso el de cresta — ¿cómo terminó el sueño?

— Pues... — volvió a recordar — solo, volvimos a la sede, hablamos sobre si todo había sido real o una obra del destino, el hilo rojo y esas cosas pero luego me levanté porque no recuerdo más.

— Joder, si que tuviste un sueño de locos — le dijo H una vez terminó para luego darle un corto beso en los labios y ponerse de pie — voy por algo de comer ¿me acompañas?

— Por supuesto — respondió con una sonrisa para luego seguir a su esposo.

No tenía idea de lo que había sido ese sueño, pero para él fue bonito recordar de una forma diferente como eran las cosas antes de que se casara con el amor de su vida, aunque en ese entonces aún no lo sabía, o tal vez si, solo que no lo comprendía.

Tal vez si hubiese tenido un sueño como ese, años atrás, se hubiese dado cuenta de todo mucho antes.

~•~