— Hermanito ¿estas bien? — escuchó a su hermana llamarle.

— Por supuesto — respondió de inmediato mientras secaba sus lágrimas al mismo tiempo que bloqueaba el móvil y volteaba a ver a su hermana — ¿porque lo preguntas?

Maia se acercó a este y tomó asiento junto a él — ¿aún nada?

— Si... — respondió en un tono bajo — por fin luego de dos días se dignó a contestarme...

— ¿Y bien? — quiso saber — ¿que te dijo?

— Quiere que hablemos en persona... pero ¿y si me va a rechazar otra vez? — le preguntó a su hermana mientras que volvían a caer lágrimas por sus ojos haciendo que el poco maquillaje que tenía siguiese corriéndose — no creo soportar otro rechazo de su parte...

— Tranquilo hermanito — lo abrazo — seguro te dará por fin esa respuesta que tanto tiempo llevas anhelando... tú confía... —finalizó para luego limpiar el rostro de su hermano — ahora ve a prepararte para que Volkov vea lo perra empoderada que eres.

Horacio sonrió y volvió a secar sus lágrimas, su hermana tenía razón. Volkov le había demostrado ya en otras situaciones lo que sentía por él. Solo que esta vez sería diferente, esta vez Volkov tendría que demostrárselo con palabras... no con acciones confusas.

— Viktor Volkov... allá voy...

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