Luego de que Volkov perdiera su memoria por el último encuentro con los payasos, este había pasado la mayoría del tiempo con sus otros compañeros quienes habian estado tratando de ayudarlo con sus recuerdos, y que a la vez lo acompañaban a sus citas con la psicóloga para que este no fuese solo. Sin embargo, con el paso de los días Horacio se había decidido a mostrarle la casa que ambos hombres compartían tras que la remodelación de esta estuviese hecha.

Actualmente habian pasado ya casi dos semanas desde que Volkov volvió a vivir con Horacio. Había sido un proceso algo agobiante para H al comienzo ya que le costaba un poco estar con el ruso y que este en algunos momentos se comportase tan diferente a como lo hacia previo de la amnesia. Todo este proceso no había querido comentarlo ni expresarlo a nadie, ni siquiera con Blake que se había convertido en su amigo más cercano. Prefería guardarse todas sus preocupaciones y sus miedos para así de alguna forma convencerse de que todo era temporal y que en menos de lo que pensaba todo iba a volver a la normalidad.

— Creo que me voy a la cama — le habló él de cresta al ruso que se encontraba sentado al otro lado del sofá — estoy algo cansado y mañana debo llegar temprano a la sede.

— De acuerdo H — le respondió este desviando su mirada de unos informes que estaba leyendo para tratar de ponerse al dia — que descanse...

Y ahí estaba de nuevo, esa indiferencia que había dejado de existir entre ellos desde hace ya muchos meses atrás. Lo peor de todo y lo más que le dolía era que este no recordara su relación, que este no dormía junto a él como lo habían comenzado a hacer hace unos meses. La realidad es que con todo lo que estaba pasando con los payasos y su padre francotirador, habian preferido mantener su relación oculta para evitar que algo les pasara o los usaran en contra del otro. Pero lamentablemente termino sucediendo de todas formas.

Volkov por otra parte, se sentía seguro y más tranquilo cuando estaba con Horacio, solo que no lograba entender todavía del todo el porque de estas sensaciones. Aún le estaba costando ponerse al dia, no tanto como antes ya que según la psicóloga había progresado más desde que se había mudado con el de cresta. Motivo por el cual le hacia pensar que este no le estaba siendo sincero del todo cuando le preguntaba sobre la relación que estos tenían. Entre tanto seguir dándole vueltas al tema comenzó a sentir como le pesaban los ojos, por lo que dejo los papeles de lado y subió las escaleras hasta llegar a su habitación en la cual se quedó dormido de inmediato.

— Porque me levanto cada día por ti...

— A mi lo que más me motiva es estar siempre a tu lado, sino hace tiempo que ya me habría ido...

Esas palabras rondaban la cabeza del ruso mientras dormía, hace ya varias noches que esas palabras daban vueltas en su mente, pero aún no lograba entender el contexto tras de estas.

— Yo cuando tomo Vodka me acuerdo de aquel dia en el apartamento recuerdo sentirme protegido...

— Yo entre al FBI por ti...

Cada noche más palabras y en algunos casos, imágenes borrosas comenzaban a invadir su mente, pero esto solo hacia que este se confundiera más. Sabia que algunas de esas palabras eran dichas por él, mientras que las otras eran dichas por una voz familiar.

— ¿Me lo prometes?

— Lo prometo...

Volkov se levantó, pero a diferencia de las otras ocasiones las imágenes siguieron llegando a su cabeza, sin embargo, estas parecían no tener relación con ninguna de las anteriores, ahora solo escuchaba gritos y una desesperación que comenzó a invadirlo provocando que su corazón latiera cada vez más rápido.

— Arriba las manos, baje el arma, esto es algo superior Horacio...

Y por primera vez un nombre era revelado para él, pero esto solo hacía que se confundiera debido a que no comprendía el porque de esta situación, lograba identificar a otro sujeto, este solo le repetía a Horacio que era una rata mientras él de cresta apuntaba con una pistola.

— Dile que se vaya, Dile que se vaya...

Escuchaba una y otra vez como este sujeto le gritaba a la única persona que identificaba. Volkov presionado por todo esto, comenzó a presionar su cabeza tratando de hacer que todo se detuviera. Todo se volvió más confuso cuando en medio de sus memoria escucho un disparo.

— ¿Que coño hace? — se escuchó a si mismo preguntar en repetidas ocasiones a la par que comenzaba a sentir un ardor en su pierna, mientras que solo lograba ver a Horacio que seguía apuntando con un arma.

De momento esta escena comenzó a repetirse en su cabeza. El ruso comenzó a sentir una mezcla en sus emociones y entre la decepción, la desesperación y la ira, terminó cogiendo su arma y se dirigió hacia la habitación de su compañero de casa.

— ¡Horacio! — lo llamó con ira mientras le apuntaba con el arma y con la otra mano se sostenía la cabeza — ¡Horacio despierta ya!

— ¿V? — le preguntó este desorientado mientras encendía la lámpara que estaba a su lado para encontrarse con la imagen de la persona que más amaba apuntándole con un arma mientras que sus ojos reflejaban odio — ¿Viktor que sucede? — le preguntó mientras alzaba sus manos y las colocaba en frente de este para intentar que el ruso se calmara un poco.

— ¡Tú me engañaste! — le recriminó mientras una lágrima caía por su rostro de manera inconsciente — ¡Me has estado engañando durante todo este tiempo!

— No se de que estas hablando — le respondió de manera desesperada y con los ojos llenos de preocupación — ¿Por qué no mejor me das el arma y hablamos?

— ¿Para qué? — le reprochó con rabia — ¿Para que vuelvas a dispararme en una pierna?

Luego de esas palabras, Horacio lo comprendido todo, Volkov había recordado lo ocurrido hace ya varios años. Lo que no entendía era porque la vida era tan injusta haciéndole recordar eso de entre tantos momentos por lo que han pasado juntos.

— Se lo que estás pensando V — le hablo acercándose un poco más a este — pero no es lo que parece, permíteme...

— ¡No! — lo interrumpió — ¡no puedo seguir confiando en ti, llevas mintiéndome todo este tiempo!

— Escúcheme por favor — le rogo ahora Horacio entre lágrimas — Se que ahora mismo te sientes traicionado, pero no es así — trató de hacerlo entrar en razón mientras que este seguía apuntándole con el arma — por favor Viktor, permíteme explicarte las cosas...

— ¡No lo haz hecho en todo este tiempo! — le recrimino — ¿Por qué lo harías ahora?

— Porque me prometí a mi mismo que no te iba a presionar — confesó — que si volvías a recordarme era porque lo que teníamos era más fuerte que cualquier adversidad — le decía cada vez con más dificultad pues las lágrimas comenzaban a complicarle el hablar — pero no puedo permitir que, de todos nuestros recuerdos, sea este el primero en llegar de nuevo a tu mente.

— Ya no se si puedo confiar en ti Horacio — le habló ahora el ruso entre lágrimas mientras que cada vez se le dificultaba más el mantenerse en pie y apuntarle de manera correcta a H.

— Te prometí una vez que seriamos felices — dicho esto Volkov recordó de nuevo esas palabras que habían recorrido su cabeza momentos antes de que despertara — no voy a permitir que ese horrible momento de nuestras vidas se interponga de nuevo entre nosotros — le dijo mientras se acercaba haciendo que este bajase el arma de apoco.

— Yo... — comenzó a decirle el ruso mientras veía como este se acercaba — yo quiero confiar en ti Horacio... — más lágrimas cayeron por su rostro al conectar su mirada con la de Horacio — pero todo es muy confuso ahora mismo..

— Lose — le respondió con tranquilidad una vez estuvo frente a él del todo y logró colocar su mano sobre la de Volkov haciendo que bajase el arma del todo — solo... permíteme ayudarte a recordar las cosas bien...

Volkov no pudo evitarlo más y se rompió a llorar de manera desesperada en los brazos de Horacio el cual le correspondió de inmediato, y al igual que este continúo llorando. Sin duda te esta situación era una que jamás pensaron que tendrían que enfrentar, pero confiaban el uno en el otro a pesar de todo y sabían que esta era la única forma en la que podrían cumplir su promesa. Solo así podrían volver a ser felices juntos.

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