Nada volverá a ser como antes...
Habían pasado ya 9 meses, 9 largos meses en los cuales Viktor Volkov no había podido pegar un ojo. Se había olvidado lo que descansar significaba y la oficina se había convertido en su nuevo hogar. Todo esto desde que se lo llevaron todo sucedió demasiado rápido, un día estaba feliz por estar casado con el amor de su vida y al siguiente se lo habían arrebatado como si de un objeto se tratase.
¿Lo peor? Que no había podido hacer nada.
Una vez regresaron a Los Santos luego de cumplir su misión en Londres, los recibió Madison junto a sus hombres. No habían podido ni si quiera despedirse. Mientras que uno era retenido y luchaba por liberarse, el otro rogaba porque se le permitiese despedirse. Desafortunadamente ninguno obtuvo lo que deseaba. Pronto Viktor hizo todo lo posible hasta que descubrió que habían sacado a Madison de su cargo por su aparente afiliación con la mentira de Philips.
Pero debían saber que esta no se marcharía sin conseguir lo que quería a Horacio Pérez.
Así que no le quedó nada más al ruso que asumir el mando del FBI nuevamente para encontrar a su amado. Tristemente, no habían tenido respuestas hasta ahora. Cuando una alerta puso a todos en dependencias federales en movimiento.
— Gira aquí a la izquierda — le indicó Blake quien lo acompañaba en el patrulla — marca aquí.
Volkov no habló y una vez llegó, se bajó del vehículo y sacó su arma, no descartaba el hecho de que se tratase de una trampa.
Pero nada lo preparaba para lo que estaba por ver. Justo en frente de él, se encontraba hecho una bolita en el suelo a su amor eterno. Temblando y murmurando en voz baja palabras que no comprendía.
— ¡Que nadie se acerque! — Les habló V a sus compañeros los cuales asintieron preocupados y formaron un perímetro.
Lo último que quería era asustar más de lo que ya estaba al menor. Por lo que con cuidado se acercó a él haciendo por primera vez contacto visual luego de tanto.
Y fue en ese momento en el que comenzó a apreciar lo destruido que estaba su esposo. Con cuidado le retiro la capucha que portaba para darse cuenta que su amada cresta había sido retirada. Para luego examinar su cuerpo y percatarse de las múltiples heridas que presentaba.
— Dios... — dijo este con los ojos cristalinos — ¿Que te han hecho solntset? — le preguntó para luego tratar de abrazarlo pero este se alejó.
— No — dijo casi en un murmullo — No quiero por favor — comenzó a llorar, pero estaba tan rendido con su vida que solo optó por acurrucarse consigo mismo — me duele demasiado, no puedo más...
— Pero Horacio — trató de calmarlo — No te haré daño, ven conmigo — pidió mientras trataba de tomar su mano — ya estás a salvo.
— No — interrumpió — no puedo confiar, nose si quiere llevarme de vuelta con ellos o hacerme más daño — dijo ahora más alto y desesperado mientras se ponía de pie y retrocedía.
— Pero — habló confundido — sabes que yo jamás te haría daño Horacio ¿recuerdas? en las buenas y en las malas — le mostró el anillo — siempre juntos...
Horacio lo miro confundido y fue cuando se percató de que tenía algo en su bolsillo, metió su mano para encontrarse con una nota y una cadena con un anillo similar al que le acaba de mostrar.
— ¿Que tienes ahí? — le preguntó el ruso y luego de que este mostrase seguir confundido, le pasó la nota.
— ¿Puede ayudarme ? — le pidió el de ojos bicolores — nose que debo hacer ahora...
— ¿Que dices? — preguntó confundido para luego ver cómo este retrocedía más y se volvía a hacer bolita en el suelo.
— ¡No quiero! — comenzó a gritar mientras se sostenía la cabeza — por favor me duele — repetía una y otra vez mientras que por su mente volvía a revivir todo por lo que había pasado — ayudame por favor, tú me dejaste — lloró para si mismo mientras seguía sosteniendo la cadena con la sortija con mucha fuerza.
A Volkov se le estrujó el corazón al verlo de esta forma y mientras se agachaba a su lado, abrió la nota que le había entregado Horacio. La cual terminó por romper su corazón luego de leerla intentó abrazar a su esposo, pero este simplemente sufría más.
— No te preocupes Horacio — le habló ahora mientras que las lágrimas caían por sus ojos y lo mantenía en su pecho a pesar de que este se movía y temblaba por el miedo — yo te voy a ayudar nunca te abandoné, nunca deje de buscarte y no permitiré que este sea nuestro final.
Volkov sabía que esa etapa tan oscura para ambos ni siquiera había terminado y es que la peor etapa de sus vidas a penas comenzaba. Jamás imaginaron que tendrían que afrontar algo así Pero como juraron cuando contrajeron matrimonio no se iban abandonar pasara lo que pasara
Nota: "A ver cómo haces que su mente vuelva a funcionar, fue complicado ya que resulto ser más fuerte que su padre y su hermana, pero suerte con organizar sus recuerdos, te aseguramos que no será nada fácil
Así fue como lamentablemente Horacio Pérez terminó siendo parte del triste destino de su padre y hermana. Solo que a este no lo manipularon para que fuese una máquina de matar o una persona sin sentimientos.
Sino que jugaron tanto con su mente y sus recuerdos que ahora sería imposible que volviese a ser la persona que alguna vez fue...
~•~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro