Por fin luego de mucho tiempo, Viktor Volkov se había animado a celebrar su cumpleaños. Sin embargo, no quería una gran fiesta ni nada extravagante con muchas personas. Se conformaba con una pequeña fiesta en casa a la cual asistieran sus más cercanos. Por lo que desde que le comento esto a su pareja, Horacio se había puesto manos en marcha para planificar y que todo saliese perfecto ese día.

— ¡Blake! — llamó el director a uno de sus mejores amigos el cual junto con Alanna lo habían estado ayudando a decorar la casa mientras que Volkov estaba siendo distraído por Gastón, Jota y Parker quienes se habían ofrecido para que estos pudiesen arreglar todo — ¿Porque aún no están las bebidas en el refrigerador?  Los chicos no podrán entretener a Viktor por mucho tiempo más y aún debo salir por su sorpresa — exclamó esto último demostrando su desespero.

— Tranquilo macho — le respondió este — que todo está bajo control.

Horacio iba a responder pero fue interrumpido por un mensaje que le llegó al móvil lo cual lo hizo tomarse unos segundos para respirar y volver a hablar con más tranquilidad.

— Debo salir ¿vale? — comenzó — pero Viktor ya debe de estar por venir, aunque lo disimule bien es un ansioso y debe estar conteniéndose para no mandarlos a tomar por culo y venir hasta acá.

— Quien lo diría — comentó Alanna con una sonrisa puesto que ninguno de los ahí presentes hace tiempo atrás hubiesen creído que Volkov iba a querer celebrar su cumpleaños con tanta motivación.

— Ya vez como es la vida — le respondió el de cresta — así que, debo salir, ustedes terminen, regreso lo más rápido que pueda.

— 10-4 — respondieron ambos para luego ver cómo este salía de la casa dejándoles la misión de tener terminarlo todo a tiempo.

~•~•~ Por Otro Lado ~•~•~

Viktor Volkov se encontraba un poco exasperado. La estaba pasando medianamente bien con sus compañeros y amigos, pero en un día como ese solo quería estar cerca de su novio y a este no lo veía desde hace unas casi tres horas.

— ¿Todo bien V? — le preguntó Jota sacándolo de sus pensamientos.

— Si si — se apresuró a responder — solo... creo que... quiero ir a casa, Horacio no me responde hace un buen rato y...

— Y nada hombre — le interrumpió Parker — que todo esta bien, si algo malo sucediera, ya Alanna me hubiese pegado el grito.

— Aún así... — insistió dándoles una mirada a los tres hombres quienes entendieron que ya no podía seguir reteniéndolo.

— De acuerdo — tomó la palabra Gastón — yo conduzco vamos.

Dijo mientras que aprovechó quedarse atrás para enviarle un mensaje a su jefe.

Ya vamos de camino, pero haré todo lo posible por retrasar nuestra llegada

Envío el mensaje para luego alcanzar a los demás e ingresar en el auto. Si no fuese porque H era el director y este le había dicho que hiciera todo lo que fuese necesario para que V no llegase a la casa antes de tiempo... seguro al día siguiente estaría despedido.

~•~•~ 20 minutos más tarde ~•~•~

— Dios ¿Donde esta? — preguntaba inquieto mientras miraba a las personas que salían del aeropuerto.

— ¿Horacio? — escuchó como lo llamaron con duda tras de sí para luego voltear y toparse con la persona que estaba buscando.

— Nikolai ¿no es así? — preguntó para confirmar y recibió un asentimiento por parte de este.

— Un placer por fin conocerte — lo saludo dándole la mano — Viktor me ha hablado mucho sobre ti.

— Lo mismo digo — respondió un poco nervioso, no todos los días conoces a la única familia de tu pareja — si te parece bien — comenzó a decir justo al mismo tiempo que recibía otro mensaje — podemos hablar mejor en la casa, es que... Vik está por llegar y los chicos no pueden seguir retrasándolo.

— ¿Como que retrasándolo? — preguntó Nikolai dejando escapar una risa al mismo tiempo que el menor tomaba la maleta de este y la guardaba en el maletero.

— No tienes idea de cuánto me ha costado entretenerlo y disimular tu visita sorpresa — confesó mientras que ahora ambos ingresaban al auto — no me lo vas a creer.

~•~•~ 15 minutos más tarde ~•~•~

— Hemos llegado — anunció Gastón mientras que estacionaba el auto en la entrada de la mansión de sus jefes para luego voltear a ver cómo el subdirector lo miraba enojado.

— Tardamos... casi 40 minutos — comenzó a decir el ruso en un tono de pocos amigos — en llegar a mi casa cuando fácilmente pudimos haber llegado en 10.

— Ya saben lo que dicen V — lo interrumpió — es mejor prevenir que lamentar.

— Joder... — se quejó para luego salir del auto y dirigirse a la puerta de su casa donde mientras sacaba sus llaves, sus amigos se bajaban del auto y se acercaban a este con una sonrisa que habían tratado de disimular.

— ¡SORPRESA! — fue lo primero que escuchó al abrir la puerta de su casa.

Si bien sabía que Horacio le estaba organizando algo, no pensó que fuese a esmerarse de esa forma. Muchos menos esperaba encontrarse con la persona que ya había dado por sentado que no vería hasta un buen tiempo.

— ¿Nikolai? — le llamó aún sin poder creerlo al ver cómo este se encontraba junto a Horacio con una sonrisa.

— Felicidades Viktor — lo saludo su cuñado una vez se acercó a este y pudieron abrazarse.

— ¿Pero cómo..? — seguía preguntando confundido pues seguía sin entender cómo Nikolai se encontraba ahí — ¿Cuándo llegaste? me hubieras notificado.

— Afortunadamente Viktor — comenzó a decirle este mientras volteaba a mirar a Horacio — tienes una persona maravillosa a tu lado que se encargó de hacer todo lo posible para que yo pudiese estar aquí.

— No es para tanto — dijo Horacio — solo tuve que hacer unas llamadas a sus jefes, ya sabes de algo tiene que servir ser el director del FBI... — se acercó a estos puesto que el ruso mayor lo estaba llamado con la mano hacia estos — ah y también robe el número de Nikolai de tu teléfono mientras de duchabas, pero solo tome su numero, juro que no mire ni revise nada más... — explico como si nada haciendo reír a todos los presentes — Sorpresa — dijo esto último en medio de una risa.

Volkov no lo pensó dos veces y se acercó a este para abrazarlo por la cintura y luego darle un beso en los labios.

— Gracias por esto Solntse — le dijo al separarse con una sonrisa.

— ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS! — se escuchó a Gastón gritar haciendo que los demás lo siguiesen mientras que se acercaba a estos con su videocámara — y esto mis fibelitas es amor de verdad — concluyó haciéndolos reír para luego volver a abrazarse.

Mientras que Volkov pensaba en lo mucho que había cambiado su vida en los últimos años y en lo afortunado que se sentía ahora con todos sus amigos y su cuñado a su alrededor... pero más importante, con Horacio entre sus brazos. Con eso era más que suficiente para tener un buen cumpleaños.

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