Horacio y Volkov se estaban quedado dormidos en el sofá. Eran las 9:48 de la noche y estaban esperando a que su hija llegase a casa. Esta había salido con unas amigas y debía de estar por llegar.

— ¿Te ha vuelto a escribir? — le preguntó Volkov al borde del sueño — ¿hace cuanto que te envío la última foto?

— Hace... — comenzó a responder mientras que desbloqueaba su teléfono para revisar el chat que tenían los tres — hace casi una hora y media — respondió volviendo a ver la foto que esta les había enviado junto con sus amigas, entre ellas la hija de sus amigos — me alegra que Alexandra se lleve bien con Isabella.

— Si... — respondió Viktor mientras se levantaba de encima de este donde había estado recostado hasta ahora — se cuidarán entre ellas siempre y siempre tendremos forma de saber donde está.

— Alanna ha de decir lo mismo — respondió riendo hasta que recibió una notificación de su teléfono — mira, me acaba de enviar otra foto — dijo mientras desbloqueaba nuevamente el teléfono y soltar otra risa — creo que no te gustará esto — le siguió diciendo riendo — mira donde estaba — le dijo y le pasó el teléfono para que viese la foto.

Volkov no dudó ni dos segundos en tomar el teléfono de su esposo para ver la imagen.

— ¿Y esto donde es? — preguntó al no conocer el lugar — no entiendo...

— TÚ hija — recalcó mientras reía solo para molestarlo — acaba de salir de hacerse un tatuaje — terminó de decir solo para ver cómo su esposo abría los ojos sorprendido.

— ¿Komo? — dijo Viktor — Pero que es una niña ¿como que se hizo un tatuaje?

— Pero Vik... vamos a ver — le dijo a este mientras se acercaba para tratar de calmarlo — que ya tiene 18 años, es una adulta, puede tomar sus propias decisiones.

— Si, pero con nuestro consentimiento — lo interrumpió — hacerse un tatuaje es algo que te acompañará toda tu vida... ¿y si luego no le gusta lo que se ha hecho?

— Pues entonces aprenderá su lección y no lo volverá a hacer — respondió con simpleza este — mira, nos pasó otra foto — dijo y su esposo no le dio tiempo a revisarlo cuando ya Volkov había entrado a ver.

— Está de camino... — le informó.

— No le hagas un drama cuando llegue por favor — le pidió a su esposo conociendo lo que pasaba por su mente y lo que le esperaba a su hija.

15 minutos pasaron hasta que Alexandra llegó. Y una vez cruzo por la puerta, se topó con sus padres.

— ¿Y bien jovencita? — comenzó a decirle Volkov — ¿algo que quieras explicarnos? — le preguntó mientras que Horacio contenía sus ganas de reírse ante la situación.

Si bien este no veía nada de mala con que su hija haya decidido hacerse un tatuaje, tampoco era que iba a restarle importancia a la opinión de su esposo al respecto. Ya luego hablaría con ambos.

— Hola papá... — saludó esta mientras que trataba de contagiarle su sonrisa a este pero no funcionó — ... de acuerdo... Isabella y yo nos hicimos un tatuaje de mejores amigas — le dijo mientras buscaba en su teléfono la imagen pues que esta debía permanecer con el área cubierta.

— ¿Con el permiso de quien? — le preguntó pero esta no le contestó y le mostró la foto.

— ¿Ves? — le dijo esta mientras que su padre miraba la foto — es algo sencillito... — se excusó para luego mostrarle a su otro papá.

— Está muy lindo princesa — le respondió Horacio — Pero aún así...

— Pero aún así nada — interrumpió Volkov — tienes que consultarnos antes de hacer estas cosas Alexandra, por Dios ¿Y si luego ya no te gusta? ¿Si después tienes una pelea con Isabella y ya no se hablan más?

— Lo que tu padre quiere decir... — volvió a tomar la palabra Horacio — es que nos gustaría que para una próxima ocasión, nos lo digas antes de que lo hagas, no después ¿vale!

— Si papá... — respondió está reconociendo que ese había sido su error.

— Y por lo demás... — continuó Horacio — no quiero hechar leña al fuego... pero casi dos horas me parece mucho tiempo solo para que te hayas hecho ese tatuaje... ¿cual es el otro?

— ¿Otro? — cuestionó Volkov — ¿Te hiciste dos tatuajes? — habló un poco exaltado.

— дерьмо — maldijo Alexandra — pensé que no lo notarían hasta que pudiese mostrárselos bien...

— Será mejor que te expliques jovencita — le advirtió Volkov. — De acuerdo... — comenzó esta nuevamente — ¿ustedes tienen un tatuaje juntos no? Que tiene un significado muy especial para ambos... igual todos los demás tatuajes que tiene papá H — volteó a mirar a Horacio — tienen un significado personal de acuerdo al momento de su vida en el que se los hizo...

— Así es cielo — le respondió este mientras sonría al recordar esto.

— Sigo sin entender que tienen que ver los tatuajes que tu padre y yo tengamos, con los que tú te has hecho hoy — le siguió hablando Volkov.

— Pues que quería algo que me recordase la bonita amistad que siempre hemos tenido Isabella y yo — comenzó a explicarse — ... y también... algo que me recordase a ustedes...

— ¿Que quieres decir? — le preguntó ahora Horacio, ya imaginándose un poco el camino por el que esta iba.

Mientras tanto Alexandra buscaba en su teléfono la foto se su segundo tatuaje — Miren — les pasó el teléfono — siempre dices que papá H es tu sol... y el dice que tú eres su luna... así que... que mejor manera para tenerlos siempre cerca de mi que tatuarme eso... — finalizó al mismo tiempo que Horacio la abrazaba.

— Te amo mucho mi pequeña — le dijo este mientras que esta le correspondía — ¿No tienes nada que decir ahora Viktor? — le habló a su esposo una vez se separó de su hija.

— Yo... — comenzó a decir este — supongo que si... que si los justificas de esa manera y... verdaderamente tienen un significado así para ti...

— Por Dios Viktor — lo interrumpió Horacio mientras se acercaba a este riendo al ver cómo había cambiado su parecer — venga un abrazo familiar — dijo mientras los tomaba ambos y los abrazaba.

Su hija no les había pedido su consentimiento porque sabía lo que estos le dirían al respecto. Que debía pensar bien las cosas, que debía tener un significado personal y todo eso. Cosa que ya ambos le habían enseñando el día que esta les preguntó sobre el tatuaje que ambos compartían. Ese día que jamás se le olvidaría y quedaría guardado en su memoria para siempre.

Sus padres le habían enseñado con su ejemplo, a que toda decisión que se tome debía ser en base al amor y las emociones que sientan en ese momento. Y esta con orgullo podría decir que su primer tatuaje, le recordaría para toda su vida a sus padres, quienes dieron todo el uno por el otro y también por ella.

Porque si, la idea principal de Alexandra había sido ir a hacerse solo uno; solo que luego se motivó junto a Isabella a hacerse el siguiente. Pero lo más importante para ella era no solo tener un recuerdo de sus padres en las fotos y videos que habían por toda la casa y en las memorias de sus teléfonos... sino también inmortalizarlos en su piel...

Justo como ellos se habían inmortalizado el uno al otro años atrás, con su tatuaje de la espalda...

~•~