Luego de haber pasado por lo que se había convertido en el peor dia de su vida en mucho tiempo, Hope, o mejor dicho, Horacio, tenía sentimientos encontrados y estos no eran para nada positivos.
Aún no podía entender nada, ¿quienes eran esas personas que le perseguían? ¿Porque lo hacían? Pero más importante ¿que ganaban llevándose a su madre y dejándolo a él ahí inconsciente?

— Siempre hago algo mal, siempre meto la pata — se decía así mismo mientras que se encontraba en el suelo de la cabaña donde había estado viviendo con su madre, o en el suelo que apenas quedaba de esta — ahora no se quienes son esas personas, no sé a dónde se la han llevado y estoy solo, no tengo a nadie que me ayude para ir a recuperarla — seguía recriminándose mientras las lágrimas iban cayendo sin parar por sus ojos — tal vez nunca debí marcharme, eso fue una estupidez...

Se puso de pie para seguidamente tomar las llaves del auto con el cual había llegado a la cabaña al igual que una chaqueta para luego ponerse en marcha sin rumbo alguno. Mientras iba conduciendo, a su mente seguían llegando recuerdos de como eran las cosas antes de que escapara con su madre. Las cosas ciertamente nunca habían sido perfectas o sencillas para él, pero siempre había logrado encontrar momentos pequeños de paz y tranquilidad.

— Joder... creo que no es buena idea pensar en todo esto ahora — se decía a si mismo de manera sarcástica cuando fue interrumpido por el sonido de su móvil. Soltó un suspiro y miro quien lo llamaba, pero al ver que era el ruso de los NFT siguió conduciendo, no tenía ánimos de hablar con nadie — ¡Jodeeeer! — gritó enojado pues su móvil volvió a sonar, haciendo que tuviese que detener el auto a una orilla de la carretera para ver quien le marcaba.

No sin antes permitirse unos segundos para respirara antes de contestar. Una vez mas calmado y con el rostro sin señales de lágrimas tomó su móvil y contesto.

— ¿Sí? — le respondió con el tono mas tranquilo y natural que le fue posible.

— M — le dijo del otro lado de la línea — eh no recuerdo bien que haber pasado, pero ¿puede venir a la sede de los taxis?

— No creo que sea un buen momento — le fue honesto luego de soltar un suspiro pero muy en el fondo sabía que debía asegurarse de que este no hubiese hablado de más por lo que le convenía ir a hablar con este — olvídalo... voy de camino — dijo para luego colgar.

Guardo su móvil para volver a ponerse en marcha. Aun estaba algo lejos, le quedaban unos 7kilometros por delante, tiempo suficiente para seguir pensando en su pasado. Momentos junto con los pollitos como con Volkov llegaban a su mente, claramente no cambiaba el tiempo que había estado pasando con su madre, pero la verdad es que no estaba siendo totalmente feliz. Seguía sintiendo un vacío en su interior y por más que intentaba llenarlo con los buenos momentos junto a ella, nunca lograban ser suficiente.

— Vale — se dijo una vez se estacionó una calle antes de la sede de los taxis — vamos con cuidado — dicho esto comenzó a caminar mientras mantenía su cabeza baja y se tapaba con la capucha del abrigo que este tenia para tratar de pasar desapercibido.

Una vez llego a la sede, esta se veía muy solitaria, aunque era de esperarse que a altas horas de la noche esta estaría menos concurrida de lo usual, solo habian unas cinco personas, pero ninguna de estas lucia como el ruso de los NFT. Así que, para no haber desperdiciado el viaje, se acercó a uno de los sujetos que se encontraba bajando de un taxi y parecía estar hablando por radio.

— Aquí Sokolov voy a hacer 10-10 — dijo este y lo primero que pudo identificar el moreno fue que era otro ruso.

— Lo que me falta... — dijo en su mente para luego tocar la espalda de este hombre para llamar su atención — Oye Estoy buscando a Mamalov, Mamalon o no sé muy bien cómo se llamaba, pero es algo así.

— Si, caballero ser amigo mío — dijo Boris a la vez que se volteaba para quedar frente a este. Momento en el que se percató de algo, pero cuando iba a comentar algo más su amigo los interrumpió.

— ¡Ey chicos! — los saludó Mamedov — veo que ya conocer a mi socio — le habló a el hombre que conocía como M mientras que este se esforzaba por esconder una sonrisa — este es Boris Sokolov el compañero que le dije sobre NFT.

Ambos hombres permanecieron callados, pero por dentro estaban sonriendo a más no poder, Horacio no podía cree que justo cuando más lo necesitaba, este volvía a aparecer en su vida de la manera menos inesperada posible.

— ¿Hola? — interrumpió Maksim al ver que estos no pronunciaban palabra alguna.

— Disculpa — tomo ahora la palabra Horacio — Es solo que se parece mucho al hombre del que me enamoré hace varios años atrás — dijo mirando a Sokolov con una sonrisa dejando a Mamedov confundido.

— Vaya — habló ahora Boris con un tono de voz desconocido para su compañero, pero uno muy familiar para el de cresta — ¿Y aún sigue usted amando a ese hombre? — le cuestionó con una media sonrisa.

El moreno bajo la mirada y sonrió conmovido para luego mirar a los ojos a este y tomarle la mano — Hay cosas que nunca van a cambiar Viktor — dijo para luego recibir un abrazo por parte de este. Acción que fue suficiente para hacer que ambos hombres se sintieran por primera vez en un largo tiempo en su hogar. Tal vez el destino estaba nuevamente a favor de ellos.

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