Aquí estaremos para ambos...
Había llegado tan pronto les comunicaron la noticia. Desde que recibió esa horrible llamada no perdió el tiempo y sacó tres boletos hacia London. Tan pronto aterrizaron no perdieron el tiempo y pidieron un taxi que las pudiese llevar a su destino de manera urgente.
- Muchas gracias - dijo mientras le pagaba al taxista - ¿puedes con eso madre?
- Si linda, tranquila - le respondió mientras se colocaba su mochila.
- Bien - dijo para luego mirar a su hija y entrar por fin al hospital - Vamos que no podemos perder más tiempo.
- Buenas señoritas ¿como puedo ayudarles? - preguntó el recepcionista.
- Mi hermano - informó y fue cuando su cabeza pudo procesar todo - mi hermano y su - ¿Cómo explico esto si no ellos mismos saben? Pensó para si misma - su
- Pareja - intervino Gaia - mis tíos están aquí internados desde hace tres días, Horacio Pérez y Viktor Volkov - informó mientras el recepcionista buscaba en su ordenador - mi abuelo debe estar con ellos Andrés Pérez.
- Correcto - contestó para luego informarles - habitación 717
- ¿Están bien? - preguntó ahora Charlotte la cual había estado mal de los nervios desde que su hija le comunicó la noticia pero trataba de no demostrárselos para mantener la calma.
- Si gustan puedo decirle a una compañera enfermera que pase por la habitación y les informe propuso amablemente el recepcionista luego de mirar las anotaciones del caso.
- Se lo agradecería mucho joven - agradeció para luego caminar hacia el elevador con su hija y nieta detrás.
- Todo va a estar bien - escucho Charlotte como Gaia trataba de tranquilizar a su madre.
- Es que todo esto es mi culpa - dijo esta mientras contenía sus lágrimas - si no le hubiese ocultado la información a mi hermano
- No - la interrumpió Charlotte para tomar la palabra - no hagas eso cielo, nada de esto es culpa de nadie los accidentes pasan.
Iba a seguir hablando cuando se abrió el elevador y con quien primero se toparon en el pasillo fue Andrés el cual estaba en medio de una llamada.
- Padre - lo llamo Maia anunciando su llegada.
- Luego te hablo Gambino, tengo asuntos familiares que resolver - dijo para luego colgar sin esperar respuesta y poder prestar atención a las tres rubias que acababan de llegar - llegaron antes de lo que pensaba.
- Es un caso de emergencia padre - respondió Maia - No podíamos tomarnos todo el tiempo del mundo para venir.
- ¿Se puede pasar? - preguntó Gaia.
Si - le respondió Andrés el cual se encontraba saludando a Charlotte con un abrazo - aún no despierta ninguno
Dicho esto los cuatro ingresaron en la habitación donde ambos hombres se encontraban aún inconscientes por el accidente en auto que habían tenido.
- Dios - dijo Charlotte casi en un susurro mientras se tapaba su boca.
- Se ven más grave de lo que nos dijiste - le dijo Maia a su padre y Gaia se acercaba a su tío H.
- Ellos son fuertes - dijo la más pequeña - esto no es nada para ellos, seguro dentro de poco despertarán y todo habrá quedado en un susto
- Esperemos que así sea - dijo Andrés mientras veía a Charlotte acercarse a su hijo para luego ir a observar cómo se encontraba Volkov.
- ¿El no tiene familia verdad? - preguntó con tristeza mientras lo arropaba mejor.
- Nuestro hijo es su única familia - respondió Andrés.
- Eso hace que sea también nuestra familia - dijo Charlotte decidida.
- Así es madre - aceptó Maia - iré a preguntar porque la enfermera tarda tanto en venir, ahora regreso.
- Gaia ¿quieres acompañarme a buscar unos cafés en la cafetería? - le preguntó Andrés - No podré yo solo con todos.
- Si - acepto para luego ponerse de pie y salir con su abuelo dejando a Charlotte sola con ambos hombres inconscientes.
- No se preocupen - Les hablo a ambos ya no están solos, ahora estamos todos aquí para estar con ustedes y vean rostros familiares cuando despierten - se acercó a su hijo y tomó su mano - No volverán a estar solos de nuevo - Finalizó con una sonrisa para luego sentir como Horacio apretaba un poco su mano.
- ¿Hijo? - preguntó dudosa - hijo ¿me escuchas? soy mami estoy aquí contigo - Dijo para ver cómo luego de unos segundos, el más pequeño de sus hijos abría con pesadez sus ojos bicolores.
- ¿Mamá? - preguntó dudo aún con la vista borrosa y la garganta seca - ¿donde donde estoy? - preguntó confundido hasta que cayó en cuenta de lo último que había pasado - Volkov - dijo ahora en un tono más alto - Mamá, Viktor...
- Tranquilo cielo - comenzó a calmarlo mientras pasaba su mano por su rostro - tranquilo esta aquí, míralo - le señaló - aún no despierta pero esta aquí llevan aquí unos tres días - le informó mientras le ofrecía agua de una botella que estaba cerrada sobre una mesa para ayudarlo a beber de ella.
- ¿Me estás diciendo que llevamos aquí tres días inconscientes? - preguntó aún sin comprender ientras que su madre asintió - joder ¿cómo está él? ¿Como llegaste tú aquí? - preguntó esto último ahora confundido.
- El hospital se comunico con tu padre y él con tu hermana - explicó - llegamos recién Gaia esta aquí también.
- Dios - dijo ahora mientras sostenía su cabeza - Todo esto es mi culpa, yo fui quien quien chocó el auto - sus ojos se cristalizaron - V debió pasar mucho miedo, hice que se asustara mamá su hermana falleció así - le explicó - y no hace mucho tuvo un accidente ¿recuerdas? - preguntó y esta asintió - joder...
- Tranquilo - lo interrumpió - nada de esto es tú culpa, como le dije a tu hermana, los accidentes pasan - tomo sus manos - lo importante es que ustedes, ambos, estén bien y ahora lo estarán más - dijo decidida - Volkov es parte de nuestra familia también, de aquí no nos iremos hasta asegurarnos que LOS DOS - recalcó con una sonrisa - estén sanos.
- Gracias mamá - le respondió entre lágrimas y una sonrisa para luego recibir un abrazo de esta.
Definitivamente Horacio tenía mucho que procesar, habían pasado muchas cosas y esperaba que su salud no fuese a convertirse en un problema para él nuevamente. Esperaría junto a Volkov todo el tiempo que fuese necesario hasta que este despertase. No lo iba a abandonar y le alegra saber que a pesar de lo extraña que era su familia estos fuesen a estar ahí para los dos.
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