Me reí en su cara nuevamente.
Pobre, pobre, pobre... ¿Acaso no sabía diferenciar entre lo bueno y lo malo? ¡JA! Y dice ser villano.

—Flug~ —lo miré sonriendo y él me devolvió la mirada.

—Dime —dejó de mirarme y siguió trabajando.

—Deja de hacer eso~ —me puse detrás de él abrazándolo —hagamos algo mejor... —murmuré en su oído para después besar su cuello.

—¿A... Ah? —estaba nervioso.

¡Casi lo consigo!

—Algo que mmphm... —volví a besar su cuello de nuevo lamiendo un poco —nos va a gustar a los dos~

Él negó rápidamente nervioso.

—Tengo que t... terminar de trabajar, aparte... —volteó a verme —¿Tú también tienes cosas que hacer no?

Negué.
Si tenía cosas que hacer pero en verdad quería que Flug dejará de ser tan "digno" si, ¡no era la primera vez que lo hacíamos!

—No importa, Black me dejará hacerlo después... Y sobre tu trabajo... No importa yo después te ayudo~

Él suspiró dejando las herramientas de lado mientras se quitaba la bolsa y se acercaba a besarme.

¡Perfecto! Cayó redondito en mi juego~

Aún besándonos le quité la bata mientras él desabotonaba mi camisa.

Alguien tocó la puerta.
Agh, molestias de personas, si tan sólo Black nos dejara salir.

Flug se separó de mi e inmediatamente lo volví a acercar. Algo andaba raro... Pero si esa persona que tocaba quería algo podría esperar.

Volví a besar a Flug y él correspondió sorprendido, mientras me rodeaba con sus brazos para abrazarme, mientras se quitaba los guantes y los tiraba.

Los golpes se hicieron más intensos y al ver que nadie abría, quien estaba ahí pateó la puerta abriéndola de un portazo, mientras Flug se alejaba asustado de mí y se ponía rápidamente la bata.

—¡Tú! —me señaló Demencia, esa loca que se la pasa molestándome agh —¡Arpía de la....! —suspiró. —¡Deja a Flug!

—¿Yo arpía? —reí. —¿Dejarlo? ¿A qué te refieres? ¿Te cansaste de Black y ahora quieres venir por lo mio? —me crucé de brazos.

—¿Por lo tuyo? —me miró Flug.

Asentí.

—¡No! Sólo lo protejo, porque me importa —sonrío. —Sin él no tendría a quien molestar

Flug suspiró.

—¡Pero ese no es él caso! Tú ni siquiera lo quieres —se acercó a mí.

—Pfff —reí.

—Y hay pruebas... Eras una maldita —me miró sonriendo mientras le enseñaba a Flug unos papeles.

Eso era acaso...
¡Demencia de la... Hija de tu... Aggh!

—¡No! —me acerqué a Flug rápidamente intentando quitarle los papeles pero me lo impidió, subiéndolos y aún leyendo.

—Oh... —su expresión no era muy buena que digamos, si ya con la bolsa se veía no puedo imaginarmela con ella —bueno...

—Eres digna de tu apodo, querida —Demencia me miró y río.

—¡Maldición! —murmuré. —Flug, no le creas, ella dice mentiras ya sabes como es...

—Por lo menos sé como es ella... Comparada contigo es mejor... —dejó los papeles en él escritorio.

—Pero....

—¡Largate! Y me da igual lo que diga Black Hat, quiero que te largues y no vuelvas a entrar aquí, dirigirme la mirada ni la palabra. No te quiero volver a ver —me gritó.

No era la única sorprendida, a Demencia también le sorprendió, y no la culpo.

—En serio eres digan de tu apodo, cariño —río Demencia diciéndome cuando salía.

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Él siguiente es de White Hat ewe