* Para entender los personajes de estas pequeñas historias, pueden leer mi libro Eir's Amulet. Estas son ideas de mi mente a los momentos tiernos o eróticos de Eir's Amulet, pero que no contribuyen mucho al desarrollo de la historia. Si alguien desea que las incluya alguna historia con su personaje favorito, no dude en escribirme.

Ubbe me visitaba casi todos los días, al mencionar que le permitiría cortejarme, había dado su mejor intento. Era caballero casi que lo desconocía. Me ofrecía caminata por la orilla del mar, me invitaba a cabalgar junto a el y me invitaba a comer con su familia. Y no intentaba acercarse mas a mi de lo normal, ni siquiera un intento de beso.

¿Eira me estas escuchando? – Me hablo Ubbe, uno de los tantos paseos en la orilla del mar.

No, lo siento. Estaba pensando. – Le explique, pero seguimos caminando.

¿En qué pensabas? – Me pregunto Intrigado – Me gusta tu mente. – Fruncí el ceño, al no entender sus palabras. – Me gusta como hablas, como te expresas, me gusta como te mueves, y me gusta cuando buscas hierbas o trabajas con ellas. Tu cara es pacífica. – Me sorprendí por su descripción, a mi me gustaba como besaba, como me cogió la vez pasada y como su ceja se levantaba cuando no entendía algo o cuando se sorprende.

Pues muchas gracias. – Tome de su mano para entrelazarla. Era algo que se estaba volviendo habitual entre ambos. Era el contacto más cercano que teníamos por el momento. – Estaba pensando en la paciencia y perseverancia que has tenido. –

Cuando dije que me interesabas, era cierto. – Apretó mi mano. – No me interesa otra mujer. - Dudaba de esas palabras. – ¿Tu deseas que me acueste con otras? –Hablo en plural.

No. Pero parecieras que no fueras Vikingo. – Ubbe me miro sorprendido.

Si quieres que vaya a acostarme con otra...- Se libero de mi mano y empezó a caminar a otra dirección.

Si puedes hacerlo, yo también podría hacerlo. – El paro en seco y dio vuelta su rostro con se ceja levantada. Que gesto tan erótico, sentía como mi entrepierna se humedecía por efecto de su mirada.

No. – Camino devuelta hacia a mí, con ese mismo gesto en su mirada. Vi que su boca se movía, diciendo otras palabras, pero no escuchaba. Mi excitación se había levantado y no podía parar ese sentimiento. – Deseas acostarte con otro hombre? – Escuche su ultima pregunta, se acerco tanto a mi que tuve que levantar mi mirada para ver sus ojos. El me sacaba unos centímetros de diferencia.

No. – Ubbe toco mis labios suavemente. Por inercia introducid su dedo en mi boca para succionarlo. El abrió ligeramente su boca, aguantando su respiración por la sorpresa. Sonreí mientras succioné su dedo lentamente. - Me hice una promesa hace un tiempo. – Le hable mientras saque su dedo de mi boca y succionaba otro dedo de él. –

¿Cuál promesa? – Pregunto con voz baja, mientras me miraba con deseo.

Que solo me iba acostar con alguien, si hubiera un deseo y... - Le di un pequeño beso en sus labios, el con rapidez coloco su mano en mi cintura, pero me aleje antes de que el beso se profundizará más. -  Y amor.

No conocía tu lado romántico. – Sonrió y apretó mi cintura con sus manos. Por un momento me iba a lanzarme a él, para sacarle toda su ropa y hacer el amor en la arena de la playa.

Aun no conoces todas mis facetas.  – Acaricie su cuello. – Pero quiero que las conozcas. – El sonrió ampliamente. Se acerco lentamente mirando mis labios, y cuando sus labios iban a tocar los míos. Escuchamos sonidos de pisadas.

¡Eira, Ubbe! – Grito Thora, vimos que se acercaba corriendo hacia nosotros. – Helga dice que esta lista la comida. – Vamos.

Vamos linda. – Le dijo Ubbe a Thora y ella se sonrojo enseguida. Le tendió la mano y ella la tomo alegremente para caminar juntos por la orilla del mar. Mientras yo iba detrás de ellos, mirando esa imagen y no pude evitar enternecerme. Y por un momento me imagine a Ubbe con un hijo de nosotros. Llegamos a casa de Helga y nos pusimos a comer en la mesa que estaba afuera.

¿Ustedes son novios? – Pregunto la pequeña helga dulcemente, mientras comíamos. Floki rio por la pregunta de la pequeña.

Creo que solo son amigos pequeña- Le respondió Angrboda a la niña. Con una voz neutra o de cansancio. Pero definitivamente no era la voz normal de ella.

No Angrboda, no somos amigos. Somos Novios. – Mire con sorpresa a Ubbe por sus palabras. – ¿Hacemos lo que hacen los novios, no es así Eira? – Pregunto con malicia en su voz. Floki rio aun mas por la escena, y su esposa rio junto a él.

¿Eira? – Menciono mi nombre la pequeña, esperando una respuesta.

Si pequeña Helga. Somos novios. – Ubbe sonrió como si hubiera ganado una batalla. -  Pero quizás mañana no, puede pasar cualquier cosa. – Le respondí a la pequeña con voz de malicia. Esperando una respuesta de Ubbe.

Me asegurare que no pase nada. – Respondió Ubbe y reí fuertemente por sus palabras. Y siguió mi risa, y luego lo de la mesa siguieron nuestras risas. Menos Angrboda y los pequeños que no entendían nuestra conversación. Después de la comida, me encamine junto a Ubbe para despedirme de él.

No tienes pudor cierto, eres – Me puse a pensar en la definición correcta para él. Pero no puedo encontrar ninguna. – Tienes mucha confianza en ti. Así como la primera vez que nos vimos. –

Eres tu la que tienes confianza, no titubeaste en ningún momento cuando veías mí. – Indico su entrepierna.

Soy una curandera, he visto muchas cosas. Pero no hablo de eso, hablo de que tienes confianza para decir esas palabras. – Acaricie su pecho. -Podría haber dicho que no.

Pero dijiste que sí. – Beso mi frente, y cerré los ojos al sentir su tacto. – Estaba dispuesto a correr el riesgo. – Siguió bajando hasta llegar a mi nariz. – En realidad me gustas mucho. – Beso mis mejillas dulcemente. – Y voy a esperar todo el tiempo que sea para que te entregues a mí, como aquella noche.

Una excelente noche. – Lo abrace para escuchar su corazón latir con rapidez. Maldición me estaba enamorando.