Habían pasado por una montaña rusa de emociones esa semana, descubrir que era adoptada, que sus padres habían muerto en un accidente aéreo, que no tenía parentesco con el chileno y que sus padres le habían ocultado todo sin importarle lo mucho que ella mereciera la verdad fue doloroso y chocante para Lucrecia Montesinos.

No le comento a nadie más que a Carla, y obviamente su antiguo medio hermano estaba al tanto de todo y fue su soporte, tanto así que sus padres notaron el cambio y por accidente los encontraron besándose, Felipe Montesinos no tenía cara para decirles nada, ellos sabían que habían sido descubiertos, era un secreto a voces en la casa del que no se hablaba, que tenía a su padre un poco irritado, y a ellos más liberados.

Pasaron todas las noches juntos desde ese día, casi siempre abrazados, la mexicana estaba un poco rota, pero prefería eso a seguir abrumada por la culpa que sentía a causa del "incesto", no se arrepentía de abrir una carta escondida detrás de una fotografía de ella de bebe que se cayó de casualidad del escritorio de su padre mientras estaba en un momento intenso con su medio hermano.

Abandono sus pensamientos, cuando escucho el ronquido que provenía del pelinegro a su lado, recordó que tenía a su tormento detrás de ella sujetando su cintura, recordó que lo mejor era salir a su cuarto para evitar provocar a su padre, pues si estaba siendo tolerante era por la situación de falta en la que se encontraba y pronto empezaría a reñirlos por su relación. Se volteo o al menos lo intento, pero el chileno se aferró a ella, la mexicana solo sonrió tomo sus brazos y lo volteo hasta quedar sobre él, despertándolo de inmediato.

-Buen día – Lu rozando sus labios

- ¿Sigues aquí? –Val abrazándola por la cintura

- Alguien no me dejaba salir – Lu besando su nariz

- No quiero que te vayas- Val dando un corto beso en sus labios

- No quiero irme, pero si papa nos encuentra...-Lu siendo callada por los labios del chileno

La escena era sumamente romántica y hermosa hasta que fueron vilmente interrumpidos.

-Valerio, necesito que...-Sr. Montesinos entrando al cuarto de su hijo sin tocar la puerta llevándose una espantosa sorpresa, al ver a su "hija" encima del chileno besándose, ambos desnudos y con su ropa esparcida por todo el piso de la habitación.

Inmediatamente cerro los ojos y se dio media vuelta, no sin gritarles mientras no los veía y ordenándoles dirigirse a su despacho después de vestirse.

Los medio hermanos se levantaron avergonzados, Lucrecia preocupada y el chileno medio riéndose por haber sido atrapados in fragati, la mexicana le dirigió una mirada de reproche y comenzó a vestirse, siendo imitada por el pelinegro.

Caminaron callados hasta donde se encontraba su padre, notablemente molesto detrás de su escritorio, los invito a sentarse frente a él y empezó a pensar en sus palabras mientras los miraba duramente.

-Alguno me podría explicar ¿Qué demonios fue lo que paso hace un rato? - Sr. Montesinos

- Papa...-Lu

-Creo que sabes lo que viste –Val

- Valerio- Lu

-Muchacho insolente, impertinente...-Sr. M

- Papa-Lu

- Ningún papa, que no sean hermanos no significa que puedan follar todo el día a mis espaldas, sigues siendo mi hija y eres mi responsabilidad, no tengo la menor intención de ser abuelo-Sr. M

- Tampoco exageres, nos estamos cuidando –Val

- Lucrecia toma pastillas –Val

- No, las deje por la gastritis, ¿No te estabas protegiendo tú? –Lu

- No, creí que tu...-Val

- Carajo, pero que bien que se están cuidando... ya les advertí, los vuelvo a encontrar y te regreso a Chile- Sr. M

- Lucrecia, te pediré mantengas a tu hermano a raya, por su bien, por el de ambos- Sr. M

- Si papa –Lu