Velatorio 2
Cerro la puerta del auto y se acomodo la bufanda de forma que cubriese el chupeton pero se viera elegante, como la diseñadora de modas que era, cuya imagen valía oro.
Acompaño a su madre con los invitados mas importantes, aquellos con los que trabajaría para mantener los negocios familiares a flote, pero eran de los primeros en alegrarse del deceso de su padre pues cual lobos buscarían el modo de poner el camino difícil a su sucesora para obtener algún beneficio personal. En especial su madre se encargo de acercarla a Pablo,a quien ya no prestaba el mismo interés inicial, la morena solo se dedicaba ansiosamente a chequear la hora esperando que fuesen las ocho para reunirse con su amado, pero el tiempo parecía no pasar. Tenia al chileno a menos de seis metros pero no podía hablarle, se sentía una tortura.
Mas aun porque unas secretarias se le tiraban encima al pelinegro, provocando los celos de la mexicana. Pero no le quedaba de otra mas que disimular,si su madre se enteraba de que había recaído en su relación con el chileno, su vida podría irse fácilmente al demonio, literalmente.
Cuando por fin se dio por terminada la ceremonia, se despido y dispuso a marcharse.
-¿No vienes conmigo hija?-Sra. M
-No mama, he comprado un departamento, me quedare alli, no quiero incomodarte-Lu
-Pero hija, es tu casa-Sra. M
-Nunca lo ha sido, y tu y yo lo sabemos bien-Lu con una pizca de rencor
-¿No me vas a acompañar en estos momentos?-Sra. M
-Mama, ya cumplí con venir, no me pidas mas de lo que tu me has dado en toda mi vida-Lu
-Hazlo por tu padre al menos-Sra. M
-Ese sujeto, nos dejo a Valerio y a mi en la calle sin un centavo, no quiero discutir mama, nos vemos otro día-Lu
-Pablo nos invito a cenar-Sra. M
-Paso-Lu enojada cerrando la puerta del uber.
No tenia ánimos de lidiar con su madre, ni mucho menos relacionarse mas alla de una grata amistad con Pablo, pues aunque fuese una persona agradable, no lo consideraba su tipo y no le movía ni un pelo. Peor aun ahora que habia vuelto a surgir la llama del amor entre ella y Valerio.
Pov. Val
Mientras tanto el chileno veia desde lejos la pequeña riña entre madre e hija, espero a que la mexicana se marchara del cementerio para acercarse a su antigua madrastra.
-Buenas, ¿Quiere que la lleve?-Val
-No gracias Valerio, el chófer esta en camino-Sra. M
-Bueno, adiós-Val
-Espera-Sra. M
-¿Diga?-Val
-¿Como puedes estar aquí después de todo lo que ha pasado?-Sra. M
-Se llama perdonar-Val
-Ni siquiera las plañideras mostraron mas tristeza que tu-Sra. M
-Era mi padre después de todo-Val
-¿Después de que te desheredo?-Sra. M confundida
-Después de todo, y vine para cerrar esta etapa de mi vida-Val
-¿Te alejaras de nosotras?-Sra. M a lo que el chileno no supo responder
-Te quiero lejos de mi hija Valerio Montesinos-Sra. M
-Nunca-Val dándose la vuelta y marchándose camino al departamento de la mexicana.
Una vez que llego
-Bienvenido cari-Lu
-Hola bombón-Val sonriente
-Traje tu champan favorito-Val abriendo la botella
-¿Que celebramos?-Lu tomando una copa vacía
-Nuestro reencuentro y lo que se viene-Val sirviendole
-Salud-Lu chocando su copa y bebiéndola posteriormente.
-Te amo-Lu después de acabar la botella, habían bebido sin intercambiar palabras, no solo porque estas sobraban sino por que se comunicaban mejor con la mirada, mostrando sus almas.
-Siempre te ame, solo quería escucharlo de tus labios-Val besándola al instante, para luego descender por su cuello, mientras ella saltaba y lo rodeaba con las piernas.
Cayeron al sillón sin dejar de besarse en ningún momento, desnudándose sin apenas separar sus labios, lentamente disfrutando el momento.
Hicieron el amor innumerables veces, susurrándose promesas de amor que nunca olvidarían y que definitivamente cumplirían. Pues años después y contra todo pronostico se casarían y formarían una familia juntos. Cerrando la historia que quedo inconclusa cuando el no fue por ella al aeropuerto.
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