Fue una semana un tanto más tranquila para la mexicana quien ya no tenía que pasarse horas y horas estudiando para competir contra la musulmana (sus mareos y dolor de cuerpo ya no le permitía competir como antes de su embarazo), mando su solicitud a muchas universidades en Madrid y gano un par de becas muy buenas, solo tenía que decidir la universidad y listo, estudiaría economía o administración de negocios internacionales, lo que prefiriera.

Ya había hablado con el notario amigo de su padre y dentro de dos meses el mismo día de su cumpleaños se le haría entrega de la herencia de su abuela, por lo que fue poniendo la casa de esta en venta y comenzó a buscar un mini departamento para vivir.

- Lu – Val

- Lu – Val siguiéndola pues 'parecía estar ignorándolo

- Lu no huyas –Val deteniéndola

- ¿Quién está huyendo querido?, solo estoy apurada a diferencia tuya tengo cosas importantes que hacer- Lu

- Me debes una explicación – Val

- Yo no te debo nada cari – Lu

- Vas a enviar tu futuro al grifo – Val

- Ah, eso – Lu

- Estoy esperando – Val

- Pues espera sentado – Lu

- Lu – Val cerrándole el paso y cruzando los brazos

- No te iras mientras no me digas lo que está sucediendo, soy tu hermano después de todo, déjame ayudarte- Val

- Ahora lo recuerdas, te acuerdas de que somos hermanos cuando ya es demasiado tarde – Lu empujándolo enojada, más el apenas se movió, sino que tomo sus manos con las suyas.

- Suéltame, tu saltas yo salto, ¿Acaso olvidaste nuestras promesas? ¿A que vacío te estas lanzando de cabeza? – Val

- Las promesas que nos hallamos hecho borrachos o después de acostarnos no cuentan – Lu intentando alejarse.

- ¿Ah no? Si eras tú quien las comenzaba –Val abrazándola por la cintura y acercándola a el

- El alcohol y las mierdas que me dabas me hacían decir cosas estúpidas – Lu

- ¿Y las que me decías todas las noches en mi habitación? – Val

- Después de acostarnos no...- Lu

- Cuándo te daba dolor de cabeza – Val

- Olvida el pasado y concéntrate en el ahora – Lu

- De acuerdo, ¿Por qué vas a renunciar a la beca? – Val

- Ya lo hice – Lu

- ¿Por qué? – Val

- No te incumbe – Lu

- Si me importa – Val

- Pues no te lo puedo decir – Lu gritando en el momento que fueron interrumpidos por la campana

- ¿Por qué no? – Val

- Mira hermanito, los dos estamos desheredados, así que como mínimo espero terminemos la escuela ¿Me dejaras pasar? ¿O me encargo de que te expulsen? – Lu amenazante

El chileno solo se hizo a un lado, y ella camino triunfante a su salón, seguida de cerca por el refunfuñando.

Perdón por la demora estaba agobiada por las exposiciones....

Les recomiendo esta historia esta buenísima:

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