ventas rotas y algo más 。
AU: Sin vigilantes/superhéroes pero la familia Wayne se mantiene igual.
≻⭒✩⭒≺
Bernard Dowd nunca había considerado alguien en su escuela, siempre fue el rubio tonto de teorías locas y que contaba buenos chistes en clase, para no llamarlo raro en todo el sentido de la palabra. No le importaba mientras tuviera a su mejor amiga, Darla Aquista, ella era. . . peculiar. Su padre tenía mucho dinero y adoraba a su hijita, siempre había dos grandes guardaespaldas esperándola después de clases para escoltarla a casa, los chicos deportistas siempre estaban detrás de ella prácticamente todo el tiempo y a todos la conocían, pero era agradable estar junto a ella y a Darla parecía gustarle pasar tiempo con él, incluso si sus teorías muy serias le parecían tontas y rebuscadas.
A mitad de año, la profesora de química decidió que era el momento perfecto para hacer un proyecto en equipos de tres, Darla como siempre se acercó a él, pero todavía les hacía falta un integrante en el equipo, si bien todos en la clase morirían por estar en equipo con Darla, Bernard no era tan popular. Y es en ese preciso momento que el mundo de Bernard de sacude por completo.
El nuevo chico Wayne entra por la puerta del salón de química en ese preciso momento, agitado y con la mochila medio abierta.
── ¡Lo siento mucho! ── gritó Tim Drake casi sin aliento, parecía que acababa de correr un maratón y esta era sólo la primera clase del día. Todos en el salón se voltearon para verlo, lo cuál hizo que el pelinegro se pusiera rojo de la vergüenza. Bernard casi se rió, pero se contuvo.
── Es tu primer día de clases, Wayne, no creas que tu apellido te garantiza un trato especial aquí ── La profesora no parecía estar de buen humor el día de hoy.
── Es Drake-Wayne en realidad ── se tomó un segundo para aclararse la garganta ── Lo siento mucho Profesora, prometo que no volverá a pasar.
── Será mejor que así sea, llegas justo a tiempo, de todos modos. . . Sólo queda un equipo incompleto, tendrás que trabajar con ellos ── La profesora señaló al chico rubio de ojos verdes con gafas de sol y una chica pelinegra con rulos bastante irritada.
Drake-Wayne parecía estar a punto de decir algo, sin embargo la profesora no hizo más que lanzar una mirada que respondía de antemano a lo que sea que Tim fuera a preguntar con un "No acepto quejas y no puedes trabajar sólo"
Dios, esto sin duda iba a ser un completo desastre.
Ahora no sólo podía trabajar con su mejor amiga en paz, no, el destino quiso que el nuevo hijo adoptivo del maldito Bruce Wayne se sumará a la experiencia. ¿No era maravilloso?
Los chicos Wayne siempre se habían caracterizado por destacar en cualquier cosa que se propongan.
Este chico Wayne en específico, recientemente se había unido a la familia, Tim Drake-Wayne, Bernard nunca lo había conocido ni visto en la escuela antes, pero ha oído los rumores, ese chico parecía ser un genio, o por lo menos un una clase de superdotado, además de ser bueno en las artes marciales y el skate. Solía estar en un internado pagado por sus ya fallecidos padres. Sin embargo, ahora que ha sido adoptado por Wayne, empezará a asistir a Louis Grieve Memorial como el resto de sus hermanos.
Y maldita sea, ¿por qué nadie le dijo que Tim Drake era tan jodidamente lindo?
Aparentemente no era el único en pensar eso al ver con más detalle al pelinegro, de reojo pudo mirar como varias de las chicas y chicos del salón parecían chismosear y compartir su interés por el alumno recién llegado.
Tim se sentó frente a él y junto Darla, algo tímido y con cierta inseguridad. La Profesora pidió a todos que comenzarán a organizarse y salió del salón con las evaluaciones del semestre pasado en sus manos. Mierda, se había olvidado de eso, tendría que darle una explicación a sus padres, más tarde. . .
── Soy Darla, Darla Aquista y el rubio con gafas de sol tontas en frente de tuyo es Bernie Dowd, un gusto conocerte.
── ¡Me llamo Bernard Dowd! En realidad. . . ── gritó, y luego se arrepintió al darse cuenta de lo alto que se escuchó, Darla sólo se rió.
── Tim, Tim Drake, es un gusto trabajar con ustedes ── saludó tímidamente tendiendo su mano a la chica que la estrechó con una sonrisa en su rostro y luego al chico rubio, esta vez más inseguro por la reacción de este.
── El gusto es todo mío ── "Sus manos son muy cálidas" pensó Dowd.
── Y dime, Tim, ¿por qué cambiaste de escuela a mitad de año?
── Bruce─, quiero decir, mi Padre insistió.
── No tienes que hablar de eso, si no quieres─
── ¡No! Está bien, lo prometo, no he hablado con nadie más de la escuela hasta ahora.
── ¿Ves? No soy tan insensible como crees, Dowd ── dijo Darla con una sonrisa burlona en sus labios que hizo que el propio Tim se riera.
"Y su risa es muy linda" el cerebro de Bernard realmente lo estaba traicionando esta mañana.
── Cómo sea, tal vez deberíamos empezar a planear el trabajo.
Ninguno protestó a las palabras de Darla. Pero Bernard no estaba poniendo mucha atención a lo que ella decía, no cuándo Drake se había apoderado de sus pensamientos, que molestia.
Más tarde ese día durante el almuerzo, Bernard pudo ver al chico pelinegro entre la multitud de alumnos, más que nervioso parecía incómodo, antes de que el rubio pudiera salir del comedor Tim lo vio y camino rápidamente hacía dónde estaba él.
"No, no, no por favor no en frente de todos"
── Hola, te he estado buscando. ── Tim sonrió timidamente cuando ser acerco a él lo suficiente como para que un gran número de personas voltearan a mirarlos.
── ¿Por qué? Qui─ quiero decir, ¿por qué a mi?
── Eres la única persona que conozco y Darla me dijo que no tienes muchos amigos en la escuela, bueno. . . Yo tampoco.
Darla, Debió suponerlo, ella se preocupaba por él a su manera, la apreciaba muchísimo más de lo que parecía.
── ¡Traje mi almuerzo! no tienes que esperar a que salga de la fila, ya sabes. . .
── No, está bien. ¿Darla no te obligó a que vengas a verme, verdad?
── ¿De qué estás ha─? ── el chico rubio no lo dejó terminar su frase cuando puso su mano sobre la boca del pelinegro.
── Olvídalo, no le digas que te dije eso, por favor.
── ¿De acuerdo? ── hizo una mueca rara, totalmente desconcertado.
"Vamos Bernard, el hijo de Bruce Wayne se está acercando a ti para ser tu amigo, no es el momento para joderlo todo"
En un intento por intentar llegar a un lugar con menos gente entrometida observándolo tomo a Tim de su camisa y lo arrastró fuera del comedor.
── Escucha, ella es mi mejor amiga y está algo preocupada por mi, no es nada malo, lo prometo.
Drake sonrió, y Bernard probablemente debería dejar de analizar el rostro de Tim de forma tan detallada, porque no pudo apartar la vista de sus oyuelos y como sus ojos se cerraban un poco cada que sus labios se curvaban.
── Hey, vine a empezar desde cero aquí y honestamente, eres la persona más agradable que me he topado en esta maldita escuela durante todo el día.
── Pfft─ no me soportaras por mucho tiempo, créeme.
"Nadie lo hace, nadie se queda"
── Ya lo veremos, Bernie. ── Le dió un codazo, suave, pero fue suficiente para que Bernard fingiera ofenderse por el apodo.
── Podemos ir a dónde quieras, no es obligatorio quedarnos en el o cerca del comedor durante el almuerzo.
Para su sorpresa, Tim lo tomo de la mano, sobresaltando a su ahora amigo.
── Odio las multitudes, ¿el patio trasero suele ser concurrido a esta hora?
── No, supongo que no ── Bernard le devolvió la sonrisa y ambos salieron corriendo por el pasillo de piso blanco perfecto.
"Esto podría ser el inicio de algo que realmente dure" Pensaba Bernard mientras sostenía la mano de Tim durante todo el camino.
≻⭒✩⭒≺
Unos meses después de que Tim Drake se uniera a su círculo cercano, Bernard Dowd ha llegado a considerarlo su mejor amigo. Había aprendido mucho sobre él en realidad, los rumores eran ciertos, pero lejos de intimidarlo sólo le hicieron sentir mucho más interés por él, para Bernard, Tim era una especie de enigma que se había propuesto a descifrar por su cuenta.
Entre su lista de cosas averiguadas sobre el sujeto de estudio en cuestión, estas eran, según él, las más importantes: Tim casi siempre usaba playeras con mangas largas y chaquetas, su color favorito era el rojo, tenía otros amigos cercanos pero vivían en otras ciudades, siempre organizaba sus carpetas por colores y no por materia, su segundo nombre era Jackson y era un gran fan de Green Day y Foo Fighters.
Y fue genial conversar con él, estar con él, ir a la sala de video juegos juntos, ir al cine juntos. . . ¡Bernard incluso le mostró su tablero de teorías! Tim se rió de cada una de ellas, pero en el fondo no le importo.
Ambos estaban caminando por el pasillo principal, justo dónde estaba el casillero de Bernard, era casi el final del día y ninguno de los dos estaba de humor para asistir a la clase de matemáticas.
── Darla hará una fiesta esta noche, supongo que te invitó, Timbo.
── Si, ella me comentó algo.
── ¿Si quiera estás pensando en ir? ── Bernard sacó algunos libros del casillero para ponerlos en su mochila, Tim lo cerro bruscamente y suspiró cuando el rubio se dió la vuelta para irse, haciendo un moviento raro con la mano que básicamente significa "vamonos"
── Claro que voy a ir, ¡También irá Stephanie! es la oportunidad perfecta Berns.
Cierto. Le gustaba pretender que no recordaba ese dato sobre Tim, claro que lo recordaba, pero era mejor pretender que lo hacía.
Su mejor amigo estaba interesado en Stephanie Brown, la mejor amiga de su hermana Cassandra. Era rubia, sólo unos pocos centímetros más baja que Tim y siempre llevaba ropa morada.
Se conocían desde hace mucho antes al parecer, Bernard jamás preguntaba mucho sobre ella, no soportaba ese pinchazo extraño en su corazón cada que los ojos de Tim se iluminaban al mencionarla.
── Genial entonces, pero no creo poder ayudarte esta vez Timmy.
── ¿No quieres ir?
── Mis viejos siguen enojados, ¿recuerdas? ── durante las primeras semanas de Tim en la escuela entregaron las evaluaciones del semestre pasado, y bueno las notas de su amigo no fueron tan buenas como sus padres esperaban.
── ¡Vamos hombre! Han pasado meses y ni siquiera reprobaste nada. Puedo tratar de convencerlos por ti.
── Mi papá te odia Tim ── El rubio se rió cuando su amigo dejo salir un gruñido de frustración y agarro con fuerza su camiseta azul.
── ¡No tienen que saber que irás! Puedo ir por ti, a escondidas. . .
── Eso podría funcionar, además Darla encontraría una forma de arrastrarme hasta allí si no me presentó en su puerta.
── Definitivamente. ── Ambos rieron y Tim puso su brazo alrededor del cuello de Bernard para recargarse en él, para molestia del rubio pues eso significa tener que agacharse hasta la altura del otro.
Esta noche iba a ser un maldito desastre.
Cuando salieron de la entrada de la escuela, una limusina negra se acercó hasta Tim y este se despidió de Bernard rápidamente.
── ¡Te veo en la noche!
La puerta del auto se cerró antes de que Bernard tuviera la oportunidad de contestar.
── Nos vemos, supongo.
Ese día tuvo probablemente el viaje más largo hasta su casa de su vida, ni siquiera estuvo prestando atención a dónde pisaba. Probabablemente debió mandarle un mensaje a Darla disculpándose por no poder ir, probablemente. Inventaria cualquier excusa para no ir, no estaba de ánimos para ver a su mejor amigo declararse a la chica que le gustaba y ver como esta le correspondía.
Ni siquiera entendía porque estaba celoso, no le gustaba Stephanie ¡ni siquiera la conocía!
Cenó con sus padres y, para su buena suerte, no protestaron por lo poco que comió esta vez, dijo que tenía sueño y aunque su padre parecía querer decirle algo, su madre lo detuvo y lo dejó subir a su habitación, cerró su puerta bruscamente cuando llegó allí
Tomó su camiseta de Joy Division junto unos pantoles de mezclilla oscuros, y se puso una chaqueta azul sólo por si acaso. Bien, ahora tenía que pensar en como salir de su casa sin despertar a sus padres.
No tuvo mucho tiempo para pensar cuando el sonido de vidrio rompiéndose resonó en sus oídos. ¿Qué carajo?
Había una maldita roca con una nota amarrada a ella en el piso de su habitación
"Berns no te asustes, he venido a sacarte de tu encierro como el noble príncipe que soy ;)
── Tim Drake"
Bernard corrió rápidamente hacía la ventana, para abrirla, rezando para que el ruido no hubiera despertado a sus padres. Tim lo saludó desde el árbol más cercano a la ventana de su habitación en el segundo piso.
── ¡Tú no vas de tratarme como una princesa de un cuento de hadas, Drake!
Esperaba no despertar a sus vecinos, pero para ser sincero su existencia les importaba tan poco que ni siquiera se molestarían en quejarse con sus padres por el escándalo que estaba a punto de hacer.
── ¡Te ves como una en este momento! Con el cabello rubio brillante, atrapado en una torre porque su padre no lo deja explorar el mundo exterior y─
──¡Ya entendí! Ugh. . . Pero ¿por qué tuviste que romper la ventana de mi habitación con una roca? ¡Pudiste haberme llamado como una persona normal!
── Vamos, Berns, usualmente yo soy el el aguafiestas de los dos, ¡hubiera sido aburrido y poco dramático sólo llamarte! además creo que mi teléfono está un poco jodido.
Bernard no quería preguntar que le pasó, a Tim siempre le pasaban cosas muy raras de todos modos.
── Bien, sólo. . . sácame de aquí Tim.
Bernard sonrió mientras subía sus piernas a la ventana para sentarse ahí antes de bajar, Tim sacó una soga de su mochila y la lanzó hacía Bernard antes de bajarse del árbol y ponerse justo dejado de la ventana de la habitación. El rubio amarró la cuerda al gancho de la cortina, con la esperanza de que no se rompiera mientras bajaba.
Se deslizó por la cuerda evitando a toda costa mirar hacia abajo y de un momento a otro sintió como la gravedad lo atraía más de la cuenta.
Mierda, el gancho se soltó y Dowd perdió el aliento demasiado pronto cómo para gritar.
── ¡Te tengo! ── Sin saber cómo o cuándo, Bernard ya tenía ambos brazos al rededor del cuello de Tim mientras el pelinegro lo cargaba como una princesa.
── Mi héroe.
En ese momento las piernas de Tim flaquearon, tambaleandose por unos segundos hasta su dio paso atrás y los tiro a ambos al suelo. Cayeron en el césped del patio de Bernard, así que no fue una caida dolorosa, el rubio se quitó de encima de Tim tan rápido como pudo, y le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.
── Un príncipe de verdad no me hubiera dejado caer ── se rió y en respuesta sólo obtuvo un codazo.
── Vamanos de aquí, lo más probable es que tus padres hayan notado el ruido.
Bernard sonrió cuando Tim entrelazó sus dedos y esta vez lo miró con más detalle. Su cabello negro estaba un poco más largo casi llegando a los hombros, estaba usando una playera roja por encima de un polo con mangas largas de rayas blancas y negras, junto con sus pantalones negros de siempre. También se veía más pálido que de costumbre.
── ¿Estás bien? ── Pregunta, soltando su mano.
── Si, sólo. . . creo que mis gafas se rompieron.
── ¡Lo siento hombre! te conseguiré unas nuevas.
Bernard sonrió ante la mueca de preocupación de Tim.
── Sé que lo harás.
Al llegar al puente del pequeño rio de esta área de la ciudad, Bernard no tuvo mejor idea que fijarse en el reflejo de el agua, Tim lo miró con desconcierto por unos segundos, mientras Bernard sonreía al ver el cielo nocturno reflejado en él río. Tim volvió a tomar su mano, está vez tomando por sorpresa a su amigo quien lo miró sorprendido.
El rubio notó un tono rosado en las mejillas de Tim, justo antes de que se diera la vuelta para decir "Vámonos"
Siguieron caminando por un rato hasta la casa, casi mansión, de Darla. Había algunas personas allí afuera, más que nada algunas parejas y otras que parecían más bien borrachas.
Tim odiaba las multitudes, así que jaló a Bernard hasta la parte trasera de la casa para entrar por ahí, una vez que entraron saludaron a algunas caras conocidas que estaban ahí, Bernard podía ver perfectamente en el rostro de Tim su poco interés por ellos.
Esquivaron a la multitud hasta llegar al área de bebidas. Tim tomó una sólo para olfatearla
── Realmente tienen alcohol, ¿Crees que Darla sepa de esto?
── Tal vez, no creo que cause muchos problemas, ya la conoces.
── ¿Quieres una, Berns?
── Creo que pasaré está vez, no creo que mis padres se pongan contentos si además de haberme escapado tomará alcohol.
── Mhm, como tú quieras, necesito beber algo para al menos tener el valor de saludarla ── Dijo antes de tomar la mitad del vaso de un trago.
── Suerte con tu chica, iré a arriba, quiero ver a Darla.
Se despidió de Tim antes de subir por las largas escaleras de la casa de Darla, con la esperanza de encontrarla en su habitación. Y supuso correctamente, allí estaba ella, abrió la puerta para encontrarla tirada en el piso de su habitación intentando limpiar su blusa rosa, ella se sobresaltó e instintivamente agarró lo que tenía a la mano.
── ¡Maldita sea Berns, toca antes de entrar! Casi te lanzó un perfume a la cara.
── ¡Perdón! ¿Te estabas cambiando? Te prometo que no vi nada.
── Pftt, por su puesto que no─ Sólo, pasa.
Bernard cerró la puerta detrás de él rápidamente, le tendió la mano a Darla para levantarla.
── Te ves terrible ── Él se rió mientras ella sólo hizo un puchero, algo falso, le gustaba exagerar.
── Mi blusa quedó manchada de ponche ¿ves? Ese idiota no fue capaz de aceptar un "no" como respuesta.
── ¿Quién?
── Terry, hombre, ya lo he rechazo muchas veces, está vez bebió de más y cuando le grité me tiró su bebida. ── Suspiró molesta. ── Lo eché justo después de eso, ni siquiera sus amigos lo defendieron, espero que no vuelva a acercarse ni un metro a mi después de hoy. ── Darla sacó algo se su armario y Bernard se dió la vuelta para mirar a la pared mientras ella se cambiaba
── Él siempre ha sido un idiota, ¿por qué lo invitaste a venir?
── ¡No lo hice! se colo entre la gente. ── Dejó escapar su suspiro de frustración. ── Ya puedes voltearte.
Se había cambiado la blusa rosa manchada por una verde con la palabra peace estampada en ella.
── A quién tampoco estaba esperando es a ti, por cierto ── la pelinegra se sentó en su cama, mientras que él se quedó sentado en el piso con las piernas crusadas.
── Wow, eso fue cruel.
── ¡No me refería a eso! Me guste que estés aquí, pero me habías dicho que no estabas seguro de venir. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
── Tim me arrastró hasta aquí, rompió una ventana de mi casa y todo.
Darla sonrió maliciosamente.
── Ya veo, estás aquí por Tim. ¿Qué pasa entre ustedes dos?
── Creo que no entiendo que quieres decir. ── Estaba rojo como un tómate, no sabía si era por vergüenza o frustración. ── Quiere declararse a Stephanie Brown, por eso está aquí.
── ¿Y eso es lo que te tiene de mal humor?
── No lo sé, Darla, No sé como sentirme con todo esto.
La música que sonaba en el piso de abajo empezaba a incrementar su volumen y también los gritos de los demás.
── Hey, lamento si te presioné para venir, no tienes porque estar aquí si no quieres. ── Se acercó a él y lo abrazo, él devolvió el abrazo de inmediato.
── Gracias, pensaba en irme de hecho, pero no iba a ser tan grosero como para no saludarte.
── No te guardaría rencor por algo tan estúpido, Dowd. ── Se despidieron por última vez y ambos salieron de la habitación, Darla bajo hacía la sala en dónde todos estaban bailando mientras que Bernard fue hacia la terraza de la casa.
"Desearía estar en cualquier otro lugar, excepto aquí"
La música era muy ruidosa, todos estaban borrachos y gritando, el lugar olía fuertemente a alcohol y las luces multicolores del lugar lo estaban mareando. Y miró al cielo, la oscuridad de la noche no lo ayudo a despejar su mente, al contrario, sólo le recordaba al bonito cabello negro de Tim.
Era tan injusto como no podía sacar a Tim de sus pensamientos ni siquiera un momento, porque Tim ni siquiera estaba pensando en él ahora mismo.
Suspiró, metiéndo la mano en uno de los bolsillos de su chaqueta, sacó un cigarillo de la caja de estos y encendedor, colocó en cigarrillo entre sus labios y lo encendió, Esperaba al menos relajarse. ¿Por qué acepto venir en primer lugar?
Entonces, el maldito estruendo de la puerta de vidrio que separaba el balcón del resto de la casa lo aturdio e instintivamente se volteó a ver que había pasado.
── ¡Bear! Te he estado buscando, por todas partes ── Era Tim, tenía las orejas rojas y sus rodillas parecían algo débiles, estaba templando, pero sólo un poco.
── ¿Qué carajo─? ¿Te paso algo?
── ¡No! no. . . paso nada
── ¿Te rechazaron y por eso viniste corriendo a buscarme? ¿O te acobardaste otra vez? ── sonrió mientras se cruzaba de brazos, como si lo estuviera regañando
── Ya no voy a seguir siendo cobarde, está vez haré las cosas bien. Te lo prometo ── Tim tomó su mano por un momento, su mirada fija en él. Bernard ni siquiera pudo formular una respuesta para eso.
Bernard nunca lo había notado pero los ojos de Tim eran de un azul tan oscuro que en lugar de recordarle al cielo de un día soleado, le recordaban al cielo nocturno que tanto adorana, era como si através de los ojos de Tim pudiera contemplar todas las estrellas y galaxias del universo.
Tim se apartó para subirse al tejado, dejándolo confundido. Después de unos segundos, Drake extendió su mano invitando a Bernard a subir con él.
── Ven conmigo, Berns. No te tiraré está vez.
── No eres tan divertido cómo crees, Timmy. ── Bernard ni siquiera tuvo tiempo de protestar, en cuestión de segundos ya estaba arriba del barandal del balcón, con Tim sosteniendolo para subir al tejado junto a él.
Podía ver a Tim sonreír mientras subía, tenía las mejillas rojas, probablemente por alcohol que bebió cuándo llegaron.
Bernard dejo escapar una risa cuando finalmente logró subir al tejado, una risa que hizo que el corazón de Tim se derritiera.
Se recostaron uno a lado del otro, contemplado el cielo oscuro que irónicamente se veía más brillante que nunca, sus meñiques casi tocándose, casi.
── ¿Hablaste con ella?
── ¿Quién?
── Stephanie.
── Un poco.
Bernard no respondió, no tenia el valor de preguntar y recibir una respuesta que le lastimará, no era culpa ni de Tim ni de Steph, pero prefería mantenerse al margen.
Esto era extrañamente tranquilo, desde esta altura la música de la fiesta apenas se escuchaba, el aire corría lo suficientemente fuerte como para levantar sus cabellos un poco ocasionalmente, y estaba usando toda si fuerza de voluntad y dignidad restante para no ceder al impulso de entrelazar sus dedos con los de Tim.
Tim lo hizo por él, afortunadamente.
Bernard volteó a mirarlo, y oh bueno.
El chico estaba sonriendo, sus ojos estaban cerrados a medias, pero brillantes y sus labios se curvaron tan perfectamente que Bernard no podía dejar de mirarlos.
"Quiero besarlo, ¿Debería besarlo?"
── Quería estar contigo, en realidad.
── Me prometiste que te ibas a declarar─
── ¡Lo haré! sólo estoy esperando el momento perfecto, ¿sabes?
── Maldita sea, Drake ¿qué fue lo que te detuvo esta noche?
Tim suspiró y se levantó de golpe, ahora sentado mientras abrazaba sus piernas, Bernard también se levanto para sentarse junto a Tim.
── No quiero que me odies si te lo digo.
── Dudo que pueda odiarte por algo así, Tim
── ¿Sabes que Darla cree que hay algo entre nosotros?
¿Qué quería Tim que él respondiera ante eso? ¿Qué tenía miedo? ¿Y si fuera verdad? ¿Y si ese algo sólo era real para Bernard y no para ti?
── Si, lo sé, ¿qué hay con eso?
── Eres mi mejor amigo, Berns, no quiero que nada entre nosotros cambie si es que arruino las cosas contigo
── ¡Tim! Yo no tengo nada que ver entre tú y─
Fue interrumpido por la presión que Tim ejerció en sus labios con los suyos cerrando la brecha entre ellos, estaba agarrando a Bernard de su chaqueta azul, pero sus manos seguían temblando. Y Bernard cerró los ojos, disfrutando de la sensación del momento, los labios de Tim eran fríos pero suaves. No quería vivir sin esa sensación nunca más.
El pelinegro se apartó para tomar aire, con el rostro rojo y los ojos llorosos, sintiéndose culpable.
── Ella nunca me gustó, sé que te mentí pero estaba confundido, y realmente intenté convencerme a mi mismo de que no sentía nada por ti y─ cuando me preguntaste quién me gustaba no pude pensar en otra respuesta algo creíble y─
── Tim.
── ¡Me hubiera encantado bailar contigo esta noche! Quería pasar esta noche contigo, y besarte, tenía tantas ganas de besarte ¡Y lo hice! Pero no te pregunté si querías que te besará─
Ahora casi estaba llorando.
── Tim.
── ¡Y ahora lo arruine todo! Berns, en serio lo sien─
El rubios se acercó está vez, tomando el rostro de Tim entre sus manos, juntando sus rostros lo suficiente para que sus narices se rozarán.
── Bésame, Tim.
Y sus labios volvieron a juntarse, esta vez un poco más desesperados que antes, un beso más real, uno que recordarán vividamente mañana.
Tim finalmente se relajó y dejo que Bernard mordiera su labio inferior con cariño, se separaron nuevamente, sin aliento.
── Creo que estoy un poco enamorado de ti ── Tim dijo cuando volvieron a recostarse en el tejado, ahora estaban abrazados, Tim estaba encima de Bernard mientras jugaba con los cabellos rubios de Bernard.
── ¿Sólo un poco?
── Cállate ── rieron antes de besarse suavemente.
Bueno, si Tim lo seguía besando de esta manera Bernard podría perdonarlo por su ventana rota.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro