27. Gabriel. P2
Gabriel, aka, trickster.
...
—¡Por favor, Rose, más rápido!— grité, mi hermana solo me miraba por el espejo retrovisor.
— Calma, [T/N], ya estamos cerca.— yo comencé a respirar rápidamente. Las dos íbamos en camino al hospital general de Sioux Falls, por que yo estaba apunto de parir. Si, el bebé ya no resiste más.
Ibamos en el auto de mi hermana,pero atrás, nos seguían el tío Bobby, y los hermanos Winchester. Hombres, que no pudieron reaccionar rápido.
― Te das cuenta, que si no llegamos, ¡él nacerá aquí!―exclamé, pero ella me volvió a callar. Estaba nerviosa, no quería que mi pequeño naciera en camino al hospital, menos, si algún clan de ángeles nos pillaban. Por esa misma razón, nos acompañaban los hermanos Winchester. Ellos serian los encargados de proteger el hospital con runas, o cosas así para que ningún estúpido ángel interrumpa el parto.
De repente, el auto comenzó a bajar de velocidad, indicando que ya habíamos llegado. Yo comencé a gritar con más fuerza.
― ¡Hey! ¡Está apunto de parir!― escuché a mi hermana decir, unos paramedicos se acercaron con una camilla, para luego tumbarme en esta y comenzar a correr. El bebé nacería ahora.
― Tranquila, amor.― escuché susurros lejanos, no se si eran alucinaciones, ya que dudo que los doctores traten así a sus pacientes. De seguro era algo de mi cabeza.
― Doctor, está apunto de parir. Se ve que es riesgoso. ¿Procederá a cirugía, o al natural?― escuché a una de las enfermeras. Yo me alteré.
―¡Y UNA MIERDA, SAQUENLO YA!― grité, la enfermera se asustó un momento, luego, miré el techo, blanco totalmente. Mis ojos se fueron cerrando de apoco.
[...]
―Vamos cariño, está apunto de nacer.― escuché otra vez esa voz lejana, que se me hacía muy familiar. Comencé a abrir mis ojos de apoco, luz, era todo lo que veía. Cuando ya todo se me aclaró un poco más, supe que estaba en el quirofano. La típica tela azul tapaba mis vista del trabajo de los doctores. Miré a mis alrededores. Hasta que lo vi a él. Pero como...
― Gabriel...―susurré apenas, él me miró enternecido.
― Eh, princesa. Estoy aquí.― dijo a mientras tomaba mi mano. Yo lo miré anonada. ¿Como era posible? Estaba exactamente como lo recordaba, aunque, mi vista aún era algo borrosa. Debe ser por los efectos de la anestesia.
― Estás aquí.― hablé, él comenzó a acariciar mi mejilla.
― Siempre estoy contigo, amor.― luego miró hacia el otro lado de la tela.― Gracias a dios, que no puedes ver el otro lado de la tela.
Yo apenas reí. Él volvió a mirarme.
― Dios, Gabriel... te he extrañado tanto.― susurré, él se agachó para quedar a mi altura.
― Lo sé cariño, pero aquí estoy.― un sonido nos interrumpió, era el llanto de un bebé. Mis ojos comenzaron a cristalizarse.
― Doctor, es una bella bebé, de 3 kilos con 800 gramos.― habló una de las enfermeras, yo miré a Gabriel con ilusión, él estaba igual que yo. La tela despareció, para mostrarme a la enfermera con mi pequeña en sus brazos. Al mirarla bien, pude notar lo hermosa que era. Ella me la iba a tender, pero mis ojos querían cerrarse. Miré hacia mi lado, en busca de Gabriel, pero él ya no estaba. Yo fruncí el ceño.
― Gabriel...― quise gritar, aunque salió más como un susurro, pero el doctor solo me miró extrañado. No, no pudo haber sido producto de mi mente. Yo lo ví.
Pero, él nunca estuvo aquí.
― Doctor, los signos vitales están bajando. Si no paramos ahora la hemorragia, la podríamos perder.― hablaron, la bebé comenzó a llorar. Mis ojos comenzaron a cerrar.
― Cariño, resiste.― fue lo último que escuché a lo lejos. Mi conciencia se fue perdiendo, hasta ver solo negro.
...
Hola chicas, aquí está la segunda parte del one shoh, de Gabriel. Está algo kkita, i know.
Y bueno, debo los otros pedidos (que ya ni ustedes deben acordarse, del todo el tiempo que ha pasado) pero estoy intentando retomar todo esto. Y eso, nos leemos luego :)
-Danna.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro