
Lakshmí × Harem
- Lakshmí × Harem -
***
– … Qué día más tranquilo…
– Claro que si… Lo sería mucho más si solo estuviéramos solos nosotros, y no contigo.
– Es mi deber estar aquí. Después de todo somos esposos.
– … Eso se oyó muy mal.
– … Si, tienes razón.
Un par de dioses del Svarga, sentados bajo la sombra de un árbol y disfrutando de la calidez de aquella media tarde: Rudra, el violento dios de la tormenta que pudo derrocar a los 1116 dioses del Svarga, y Vishnú, el calmado dios de la preservación que había conquistado la cima de los más fuertes por varios milenios…
Espera, ¿Acaso estos dioses de polos opuestos acaban de decir que eran esposos? ¿Esto es un indicio para que florezca la imaginación de posibles lectores fujoshi?
No, no se trata de es. Es más bien un malentendido dado al poco contexto que ambos dioses han ofrecido…
Así que hablemos del contexto completo: poligamia, que se refiere a una persona que sostiene varios matrimonios con personas distintas. En ese caso, los miembros de tal matrimonio compuesto están casados unos con otros de forma indirecta.
En este caso esa es la respuesta: Rudra y Vishnú comparten un matrimonio en común con una tercera persona…
Lakshmí, la benévola y silenciosa diosa de la buena fortuna: ella es la responsable de haber creado ese matrimonio triple.
En realidad, ese trío de dioses estaban disfrutando de la media tarde con tranquilidad, bajo la sombra de un árbol, y ambos hombres a su manera degustaban de su hermosa esposa:
Rudra con la espalda recargada en el tronco del árbol, con Lakshmí recostada sobre él, de forma que su cabello negro azabache y su espalda semi desnuda caía sobre los pectorales del dios de la tormenta.
Vishnú recostado en el suelo entre las piernas de Lakshmí, enredado entre sus suaves y confortantes extremidades, de forma que su cabeza llegaba hasta su vientre en dónde reposaba y daba su calor a la diosa.
– Oye, solo porque estas ahí no creas que tienes ventaja… – Rudra usó un par de brazos para rodear el tronco de Lakshmí y acercarla más a él.
– No creas que quiero ventaja… Solo que aquí estoy muy cómodo. Y no quiero estar sentado junto a ti.
– … Yo tampoco… – admitió Rudra, aunque celoso que Vishnú estuviera en esa posición.
Por su parte, ¿No debería Lakshmí considerar controlar los celos y problemas que ocasionaban sus esposos? No lo haría puesto que estaba profundamente dormida, acurrucada entre ambos dioses, con sus tiernos ojos cerrados y sus gruesos labios abiertos en una pequeña rendilla por la cual pasaba aire que elevaba y bajaba su pecho de forma suave, sin contar que entre las hojas del árbol la luz del sol pegaba en sol piel provocando algunos brillos muy seductores…
Una buena vista de la que se percató Rudra después de discutir con Vishnú, lo cual le hizo no sentir tanta envidia; de hecho, esa vista estaba tan cerca de su rostro que fácilmente, si se lo proponía, podría robar sus labios para sí…
– Oye… – Vishnú interrumpió los pensamientos de Rudra, al darse cuenta de su rostro tan cerca de ella – No porque estás allí arriba tienes más ventaja que yo.
– … A diferencia de ti, a mí si me gusta tener ventaja… – Rudra levantó su tercer brazo para envolver la cara de Lakshmí, con el objetivo de acariciar sus mejillas – Pero no haré nada… Quiero que mi ventaja sea cuando ella esté despierta y presente, nada de trucos, para ver su rostro sonriente.
– Si, eso sería lo mejor… Para ti.
– ¿Qué dijiste?
– ¿Qué dije?
– ¡Oye, repite eso!
– Shhhhh… La despertarás.
– Hmph… No creas que esto se ha quedado así.
Ambos dioses la amaban perdidamente y demostraban su amor: Rudra, el más fuerte y agresivo, siempre buscaba el contacto físico y hacer las cosas de frente, para recibir los elogios y cariños de la diosa. Por otra parte, Vishnú el más calmado y poco expresivo, le gustaban los detalles y dedicar de su tiempo a ella, además que prefería bombardear a la diosa siempre que estuviera dormida o despistada, como si fuera un juego coqueto para él.
Formas distintas de mostrar aquel amor tan fuerte que sentían por la diosa; un amor que debían exprimir hasta la última gota, ahora que disfrutaban de la calma después de la terrible tormenta…
La tormenta que fue el segundo Ragnarok.
Fue durante la sexta ronda que las cosas se vieron muy difíciles para Lakshmí, quién tras recibir un ataque mortal de su oponente estuvo a punto de perder la vida. Pero, gracias al amor que sentía por ambos dioses, como por su pueblo Svarga y por los dioses, Lakshmí se levantó una vez más y logró atravesar el cuerpo de su oponente Gangadevi…
Después de ello, se dio un informe que con la victoria de Lakshmí, la anterior peleadora Nut también hizo un cambio de victoria, por lo que el marcador quedó 5 a 1 favor los dioses. Las batallas siguientes fueron desesperadas para la humanidad, y la valkiria Geir tuvo que usar métodos sucios para retomar el marcador y evitar que la humanidad fuera eliminada…
Pero eso es otra historia; en realidad, ni Lakshmí ni el par se enteraron de quién ganó el segundo Ragnarok puesto que, ni bien Lakshmí terminó de ser curada de sus heridas, se fueron de inmediato al Svarga. Fue allí, tanto en el ala médica de los Campos Elíseos como en el reino de los dioses hindúes, que Lakshmí confesó lo que sentía en realidad: amor por ambos dioses que quería corresponder por igual.
Al principio Rudra y Vishnú se mostraron confundidos y, aunque dijeron que estaba de acuerdo con la decisión de la diosa…
***
En realidad, estaban en completo desacuerdo.
– ¡Yo debería estar con ella en todos esos días!
– Claro que no. No tendrás ventaja sobre mi.
– ¿¡Qué rayos dices!? ¡Ella es mía!
– De acuerdo a sus palabras, en realidad es "nuestra" así que debemos compartirla.
– ¡Deja de entrometerte!
Rudra y Vishnú se la pasaban mucho tiempo discutiendo después que terminó el segundo Ragnarok, puesto que a ninguno le gustaba la idea de que ella estuviera con uno más que con el otro.
Así que, en un momento de claridad, llegaron a un acuerdo: dividir sus tiempos para que cada uno pudiera estar con Lakshmí, dándole también sus tiempos libres para estar con sus hermanas o con sus mejores amigas Parvati y Saraswati.
Y era en esos días libres que se reunían para volver a decidir cuales serían los tiempos divinos para cada uno, durante las semanas y meses que seguirían.
– ¡Estos 3 días son para mi! En eso habíamos quedado.
– Claro que no, quedamos un día si y uno no. No quieras tomar 3 días de golpe.
– ¡Pero ya habíamos quedado que me tocaban las quincenas!
– ¿Quieres aprovecharte de eso? En ese caso… Yo puedo demandar todo el fin de semana de ese mes, y con lo que me toca de cajón, serían en total 4 días para ella y yo.
– ¡Oye, no te quieras pasar de listo!
– Estoy usando tu misma lógica. Si tú quedas con estos 3 días, yo estaré con ella mis 4 días en las aguas ter--
– … ¿En dónde? ¿¡En dónde!?
– No es nada.
– Acaso… ¿¡Tienen un lugar secreto al que van sin que yo esté enterado!?
– … Está bien, te dejaré esos 3 días… y yo solo tomaré 3 días.
– ¡Deja de evadir el tema y respóndeme!
– ¡Pero qué escandalosos son, ya cállense!
Shiva entró a la habitación de golpe, asustando al par.
– ¡¿Qué haces aquí!?
– Te dijimos que estábamos en una sesión privada.
– ¿Privada de dónde? ¡Su discusión se oye en todos lados, que ni siquiera me pueden dejar dormir en paz! ¡Ni se sorprendan si Lakshmí se entera de sus "reuniones privadas"!
– ¿Dormir? Pero eso llevas haciendo desde ayer…
Shiva bostezó y se acercó al par de dioses, sorprendiéndose de la actitud de Rudra.
– Has cambiado bastante, todo por culpa de Lakshmí… – Shiva rió un poco divertido – ¡Me encanta ver este nuevo lado de ti!
– C-Cállate… – Rudra desvió la mirada un poco avergonzado – Es solo que… No importa.
– ¿Qué tanto están discutiendo? – Shiva se percató de la mesa en donde ambos dioses tenían un calendario y un par de marcadores, uno para cada uno – ¿Estos garabatos qué son?
– Son… – Vishnú también se avergonzó un poco de tener que sacar la verdad – Es un calendario… para repartir nuestro tiempo… Con Lakshmí.
– … ¿En serio?
– En serio.
Al cabo de uns segundos, Shiva estalló en carcajadas.
– ¿¡Es en serio!? ¿¡Me están jodiendo!? – el dios cayó de espaldas al suelo mientras seguía riéndose con toda la fuerza que tenía – ¡Deben estar bromeando! ¡Ni que fueran humanos para buscarse tantos problemas!
– ¡Cállate!
En otro pequeño momento de milagro Rudra y Vishnú se pusieron de acuerdo en algo: darle un cabezazo al idiota de Shiva. El problema para ambos fue olvidar que la cabeza del dios morado era la más resistente en el Svarga; tuvieron que pagar las consecuencias de su mente olvidadiza con una jaqueca que tumbó a ambos dioses al suelo.
– En serio… ¿En serio están haciendo algo tan inmaduro?
– ¡No es inmaduro! – Rudra se levantó de golpe para encarar a su mejor amigo – Es la mejor solución que hemos tenido.
– Después de aceptar la propuesta de Lakshmí… – Vishnú también se levantó, con una mano en su frente – Solo la aceptamos porque ella lo pidió, pero…
– Pero la verdad es que no puedo soportar esa idea… ¡Qué mi hermosa Lakshmí esté en los brazos de este tonto!
– Y tampoco puedo soportar la idea que mi querida Lakshmí sea manoseada por este tipo con todas esas manos llenas de pecado.
– ¡Tampoco puedo permitir que este idiota le haya robado su primer beso!
– Ella fue la que se me acercó. Al menos soy más caballeroso, que el tipo que se metió al baño cuando ella estaba desnuda y la tocó sin su consentimiento.
– ¡Ya te dije que solo fue una vez, y de no haber hecho nada, ella se habría ahogado en esa tina de leche!
– Además, hemos hecho este acuerdo para evitar tomarnos de golpe… Yo quería hacer un picnic con ella, pero me encontraba que Rudra ya estaba con ella en una sesión de masaje de pareja…
– Y yo a veces quería hacer un poco de ejercicio con ella, peor ya se encontraba tomando el té con Vishnú…
– Así que decidimos hacer un calendario para repartir nuestros tiempos. Evitar que nos encontremos de golpe uno con el otro, y repartir nuestro amor con ella.
– Es la mejor solución que hemos tenido… Él toma un día y yo tomo otro día… A veces por motivos de festividades o por períodos, tomamos algunos días extra.
– Más bien, él se aprovecha para tomar todos los tiempos extras que quiera, para estar con mi querida Lakshmí.
– Lo dices con el mismo descaro con que dijiste que irías a las aguas no sé qué con ella otra vez… Algo me dice que has estado haciendo trampa, ¿No es así?
– ¿Cómo podría hacer trampa cuando no lo necesito?
– ¡Ya cállense!
Shiva empujó a ambos al suelo mientras tomaba posesión del calendario y de los marcadores.
– Tengo una idea que pondrá fin a todo este sin sentido.
– ¿¡Qué haces Shiva!?
El dios de la destrucción procedió a usar ambos marcadores para hacer unos rayones en el calendario, intercambiando de color a cada rato. Después de unos momentos, terminó su obra maestra que mostró a ambos:
– ¡Aquí está la solución!
– … ¿¡Qué!?.
Ambos dioses quedaron sorprendidos y boquiabiertos, así como sonrojados, al ver la propuesta del dios: un matrimonio triple, dibujado con Lakshmí sosteniendo a ambos dioses y con anillos para ambos… O, al menos así se suponía que debían interpretar el dibujo mal hecho del dios.
– ¿Quieres que…?
– ¿Nos casemos con ella?
– ¿¡Qué ambos nos casemos con ella!?
– … ¿Qué tiene de malo?
– ¡Tiene todo de malo! – ambos dioses se levantaron para encarar al dios de la destrucción – ¡¿Cómo se te ocurre ofrecer una idea loca como esa!?
– No podemos casarnos ambos… ¡Debería haber algo legal que lo impida!
– Por si no lo sabían, zoquetes, yo soy el líder del Svarga… Yo hago las reglas. Además, yo estoy casado con 3 hermosas mujeres… ¿Cuál es el problema?
– Eso es diferente. Una cosa es ver a un hombre con muchas mujeres, y en tu caso es normal con tu comportamiento lujurioso y tonto. Pero…
– Cuando la gente nos vea con Lakshmí… Una mujer con muchos hombres… Eso haría daño a su reputación.
– ¿Hablan en serio? ¡Es la más fuerte diosa de la fortuna en este lugar! ¡Nadie se atrevería a meterse con ella, después de ver su espectáculo de fortuna en el Ragnarok!
» Además… La única gente con quienes convive vive en el Svarga… ¡La misma gente que ya sabe que está en un extraño noviazgo con ustedes! ¡Seguramente todos están esperando que se casen los 3!
– … Eso último por… por culpa de alguien que cuando volvimos gritó… "¡Lakshmí será mi compañera de harem!"
– Tarde o temprano se iban a dar cuenta… ¿Crees que sería buena reputación ver como la inocente diosa de la fortuna tiene citas con 2 dioses en distintos días, tan perfectamente organizado que uno no se da cuenta del otro? ¿No piensan que eso sería mucho más sospechoso?
Al darse cuenta de la razón de Shiva en esas últimas palabras, ambos dioses se sonrojaron un poco y desviaron sus miradas.
– ¡El punto es…! Si… si hacemos eso, entonces…
– Él y yo estaríamos… estaríamos…
– … ¡Definitivamente no puedo estar casado también con este idiota! – Ambos señalaron al otro de manera acusatoria.
– ¡Oigan, oigan! No es necesario que haya nada entre ustedes, más que un matrimonio en común con Lakshmí… Aunque, si les gusta batear a ambos lados, supongo que sería premio doble.
– ¡Claro que no!
– Pero volviendo al punto… ¿No están preocupados por la felicidad y amor de Lakshmí?
– ¡Claro que si!
– Haríamos todo lo posible para que ella sea la más feliz en el cosmos.
– … Bueno, supongo que ya llevan mucha ventaja en ese terreno…
Shiva volvió a su postura seria, lo cual sorprendió un poco a ambos dioses dado su comportamiento usual.
– Cómo bien saben, ella sigue trabajando en el palacio conmigo, aún siendo un pasatiempo… Después que tomé la cima y ella comenzó a trabajar conmigo Miles de años atrás, siempre lo hacía en silencio y sin expresar nada mas que "si" y "no"; la veía muy triste y apagada, comparada con la Lakshmí que conocí cuando fuimos a la cima. Cuando apareció Vishnú y empezaron su "relación", se le veía un poco más contenta en sus expresiones y respuestas pero seguía en silencio…
» Pero, después del Ragnarok y de haber aceptado lo que siente por ambos, y haberles pedido ser sus compañeros… Ella empezó a tararear. Al principio pensé que era mi imaginación, pero un día la descubrí cantando por lo bajo… Su actitud se veía mucho más radiante, y su rostro sonreía todavía más que durante su proceso para quitarle las heridas que resultaron de su batalla.
» Yo hubiera pensado que se trataba de una felicidad pasajera dada su victoria en el Ragnarok y que se sentía mucho más satisfecha, lo cual… Cuando le pregunté, tenía razón en eso, pero también…
» Se siente muy feliz por haberse expresado correctamente con ambos al declararles su amor. Con Rudra, le gusta tu espíritu agresivo y firme, dispuesto a pelear por ella contra cualquiera, y siempre tratando los asuntos de frente, desde algún problema hasta… Los momentos coquetos. Con Vishnú, le gusta tu espíritu calmado y determinado, protegiéndola y cuidándola incluso desde las sombras, y asombrándola con sorpresas amistosas y amorosas…
» A ambos los ama por igual, cada uno a su manera distinta… Pero es un amor equitativo y muy fuerte. Esa vez que le pregunté… Es la primera vez que la oí hablar por tanto tiempo sin trabarse la lengua ni tartamudear. Y todo lo que pudo hacer fue hablar de ustedes.
» Deberían considerar mejor sus sentimientos, ¿No? Tanto hablan de cuidarla, protegerla de lo que sea, y hasta discuten para que ella tenga un poco de ambos al mismo tiempo… ¿Por qué no darle todo de una vez? ¿Por qué frenar tanto esa pasión que han encendido en ella? O es que acaso…
» ¿Ustedes no la aman con la misma fuerza?
– No digas eso. – el primero en responder fue Vishnú – Claro que… la amo con todo mi corazón. Y… estoy dispuesto a hacer lo que sea por ella.
– … ¿Y tu Rudra? ¿Qué me dices?
El dios de la tormenta suspiró por lo bajo, para después levantar una de sus manos hasta golpear el hombro de su mejor amigo.
– … No creas que no me di cuenta que la mitad de tu monólogo fue para intentar convencernos de hacer lo mismo que tú, y formar un harem solo que para que tengas algo que hablar con Lakshmí.
– … ¿Y no funcionó? – Shiva rió por lo bajo al darse cuenta que no podía ocultar sus verdaderas intenciones de su mejor amigo.
– Eres un… – Rudra respiró por lo bajo antes de intentar golpear al dios de la destrucción – Pero… Tienes razón.
» Yo también la amo con todo lo que soy… Estuve dispuesto a dejarla ir una vez, para que ella pudiera encontrar las respuestas que conmigo no podría obtener. Y ahora… Estoy dispuesto a nunca dejarla ir de mi lado.
Shiva sonrió por lo bajo y aplaudió con fuerza.
– Muy bien, con esto ha quedado resuelto el asunto entre ustedes, pero todavía falta algo…
» ¡Ya sé! ¡Lakshmí, ya puedes salir!
– … Espera, ¿Qué?
De la misma puerta por donde había entrado el dios de la destrucción, apareció en cabello negro azabache lacio junto con la oscura piel tersa y el par de ojos turquesa, todos pertenecientes a la silenciosa y curiosa diosa de la fortuna Lakshmí.
– ¡¿Ehhhh!? ¡E-Espera…!
– ¿¡Lakshmí…!? ¿¡E-Estabas ahí!?
– … Si…
– ¿¡Desde hace cuánto tiempo!? ¿¡Escuchaste todo!?
– … Si…
– ¡Idiota…! – Rudra con la cara roja de la vergüenza corrió a atacar a su amigo – ¿¡Sabías que estaba ahí!? ¿¡Por qué no dijiste nada!?
– ¿Cómo les iba a decir? ¡Fue mi idea traerla! ¡Lo he estado planeando por meses!
– ¿¡Qué rayos te pasa!? – Vishnú se unió a Rudra para atacar a Shiva – ¿¡Por qué hiciste eso!? ¿¡Sabes que hemos sido muy cuidadosos en hacer estas reuniones!?
– ¡Rudra, Vishnú…! ¡Dejen al señor Shiva!
Lakshmí entró corriendo para detener al par de dioses antes que matasen al líder del Svarga; una vez que los hubo tranquilizado, Lakshmí sujetó a ambos dioses con una mano.
– … Yo ya… Lo sabía todo…
– ¿¡Qué dices!?
– Yo se los dije primero… – Shiva bostezó por lo bajo – Hacen mucho ruido. No se sorprendan que incluso ella hubiera escuchado todo su escándalo.
– … Si lo sabía, pero… Pero no quería decir nada…
» Yo los veía en esa forma… Tan concentrados y determinados para… Para darme cada uno un tiempo especial, solo para mi… Eso me hace muy feliz. Que estén interesados en que yo esté con ustedes, y ustedes conmigo… Me alegra ver que ustedes sienten tanto amor por mi.
» Pero… Pensar en que… No puedo estar con ambos… Solo uno por día… Eso ya no me gusta. Por eso yo… Yo se los dije… Quiero a ambos, no a uno solo… Los amo a ambos… Los quiero para mi…
Lakshmí estaba haciendo un gran esfuerzo para soltar todas esas declaraciones mientras hervía su cuerpo y su cara roja ardía como una tetera, víctima de una gran vergüenza que la estaba consumiendo.
– Los quiero… Los amo a ambos… son ambos o no es nadie…
– ¡Hey, hey! – Rudra fue el primero en tomar a Lakshmí de los hombros para intentar tranquilizarla – No es necesario que llegues a ese extremo.
– … Si, es el… extremo al que quiero… Quiero llegar… – Lakshmí volteó tanto a Rudra como a Vishnú – Ustedes me hacen sentir muy feliz… muy amada…
» Mi corazón se llena de pasión cuando estoy con ustedes… Quiero sentir esa pasión todos los días de mi vida. Y quiero… Quiero que sean ambos quienes me llenen de pasión…
Lakshmí no pudo más y estalló en vergüenza.
– ¡Ay, no, no, no! ¡Ya no puedo decir todas estas cosas! ¡Lo siento, señor Shiva, no puedo seguir el monólogo que me dio!
– ¿¡Otra vez tú!? – Rudra dejó a Lakshmí para ir a golpear a su mejor amigo – ¿¡Qué clase de ideas pervertidas le estás metiendo en la cabeza!?
– No, claro que no son ideas de él.
Ahora fue el turno de Vishnú, aferrándose a Lakshmí para darle un suave abrazo que pudiera calmar sus emociones hirvientes.
– Tú nunca dirías algo como eso solo porque te lo piden… Es un deseo de tu corazón, pero que no tienes las palabras para expresarlo…
– … Si… Es… Es eso…
Lakshmí se separó un poco de Vishnú, para estirar una de sus manos hasta tocar al dios de la tormenta, a quien lo arrastró para acercarla al abrazo; de modo que Vishnú le abrazaba de frente, con la cabeza de la diosa en su pecho, y Rudra rodeaba su cintura con sus brazos desde la espalda.
– … Los quiero a ambos… Los amo a ambos… Quiero estar con ustedes… por siempre…
Rudra y Vishnú no pudieron evitar sonrojarse un poco por la manera en que estaban abrazando a la diosa, mientras que ella detrás de su rostro hirviente de pena también estaba mostrando sus verdaderos sentimientos.
– … Así que… Esto es lo que de verdad quieres…
– … A ambos de… De esa manera…
– … Si… Ya no quiero que sigan peleando por… quién tiene más tiempo con quién… Yo les quiero dar todo mi tiempo, y quiero tener todo su tiempo…
Lakshmí levantó una de sus manos para acariciar la mejilla de Vishnú, siendo al que tenía más cerca suyo, para darle un beso en esa misma zona; después volvió su cabeza hacia sus espaldas donde estaba Rudra, levantando una de sus manos para alcanzar su mejilla y repetir la acción…
Solo que Rudra fue más listo al aprovechar la postura que había tomado la diosa, para que al acercarse a ella pudiera darle de golpe un beso en los labios; no muy duradero ni con tanto contacto, solo un pico de labios.
Lakshmí se sorprendió bastante y no pudo evitar estallar en rojo vivo de la sorpresa, mientras que Vishnú se molestó bastante.
– ¡Oye! ¿Qué fue eso?
– Solo un pequeño beso, para recuperar la ventaja que me quitaste. Además… Puedo hacerlo, cuántas veces quiera, con la mujer que será mi esposa.
– Corrección… Nuestra esposa.
Vishnú se quitó la máscara facial con que se cubría la boca, para con su otra mano libre tomar a Lakshmí de su barbilla, acercarla a él, y ahora darle un beso de labios; solo que él se tomó su tiempo para que fuese un beso más duradero, de forma que Lakshmí volvió a estallar en rojo vivo.
– ¡Oye, oye! ¡Solo lo hice por un momento! ¡¿Puedes dejar de comerte a mi esposa!?
Una vez que Vishnú terminó su actuación, Rudra repitió los mismos pasos que el dios de la preservación: tomando la barbilla de Lakshmí y levantando su cabeza también le dio un beso en los labios, de igual o más duración que el de Vishnú, bastante intenso de modo que a la diosa comenzó a faltarle el aire y empezó a sudar.
– ¿En serio harás eso? No importa. Puedo quedarme con estos…
Aprovechando ese momento y posición, Vishnú se acercó lo más posible a su abrazo grupal para aplastar su cara contra los pechos de la diosa.
Rudra se percató de ello, por lo que al terminar su apasionante beso el dios se aferró más a las caderas y vientre de la diosa con todos sus brazos.
– Por mi está bien. Yo puedo tener estos.
– … Me parece bien.
– ¡Me parece bien!
Ni siquiera en ese momento de haber soltado sus emociones verdaderas, aquel par de dioses eran incapaces de llevarse del todo bien, a lo cual Lakshmí tuvo que haber expresado su inconformidad con esa situación…
Solo que Lakshmí no estaba pensando en lo absoluto en aquello; solo tenía en la cabeza lo que el berrinche de ese par de dioses acababa de causar en ella:
Unos cuantos besos que subieron de intensidad hasta hacerla sudar, la cabeza de su segundo amor hundida en sus pechos y rebotando con sus latidos acelerados, su primer amor abrazando sus caderas y vientre de forma sugestiva y atrevida…
En este preciso momento, podríamos decir que Lakshmí en verdad era la diosa de la fortuna… Más bien, la diosa más afortunada.
– … Señor… señor Shiva… – su cabeza hirviente se volvió hacia el dios de la destrucción, que había presenciado todo el espectáculo – … ¿Esto es…? ¿Esto es…?
– ¡Una auténtica fortuna divina! – Shiva rió a carcajadas – Algo así me sucedió la primera vez que estuve a solas con Parvati, Kali y Durga… ¡Pero ellas se llevaban mejor!
» ¡Así que, vete acostumbrando a esas peleas que te dejarán… temblando literalmente! ¡Bienvenida a la hermosa y placentera es la vida del harem, mi querida Lakshmí!
La disoa se sorprendió y volvió a sonrojarse con gran intensidad… Pero ahora era diferente. Sabiendo que ese tipo de vida era la que le esperaba, discusiones de ambos dioses así como un poco de fanservice acumulativo para ella…
Pero más que nada, tener el amor de ambos dioses solo para ella como tanto deseaba…
Eso dibujó una alegre sonrisa detrás de sus emociones explosivas; sabiendo que probablemente el Padma reaccionaría pronto y volvería aquella escena romántica en un caos, la diosa dejó llevarse por sus emociones de tener a ambos dioses tan pegados a ella, llevando su mano izquierda para sostener la cabeza de Vishnú, y la mano derecha para sostener la de Rudra.
– … Los amo…
– Muy bien… ¡Con esto resolvemos todo este maldito problema! – exclamó Shiva con una sonrisa y un aplauso – ¡Le diré de inmediato a Parvati para que oficiemos la boda triple que estamos atestiguando! ¡Empezamos el día de mañana!
– … Qué… Qué así sea…
– ¡Qué así sea! – repitieron Rudra y Vishnú, cada uno aferrándose más a la diosa de la fortuna que ya estaba a segundos de explotar.
***
– … Creo que nos portamos un poco inmaduros en esa ocasión.
– ¿Un poco? – Rudra rió por lo bajo – Demasiado inmaduros.
– … Tienes razón. De todas formas… Estando con ella, seguimos siendo inmaduros.
– … ¿Tú crees? No creo que sea así…
Rudra paseaba una de sus manos por la cabellera y cuello de la diosa de forma un tanto coqueta, mientras se recostaba con un largo suspiro en el trono del árbol.
– … No me gusta admitirlo, pero… Me alegro que hayamos llegado a este acuerdo.
– Yo también… – Vishnú terminó también admitiendo, acomodando su cabeza sobre el regazo de la diosa – No me refiero a esto del matrimonio indirecto, sino…
– Si, lo entiendo. Estar con ella, todo el tiempo.
– Es cierto; no podía soportar tener que aceptar no estar con ella todos los días.
– … Yo tampoco. Pensar en todas las cosas que ustedes 2 hacían estando solos… ese lugar de "aguas no sé qué" al que siguen yendo todavía me hace mal.
– … ¿Qué? ¿Cómo sabes de…?
– Ella me lo contó: dijo que tenían un lugar secreto para ustedes 2, y se la pasaban ahí cuando estábamos separados, pero ahora que estamos juntos… Se buscan la manera de que yo no esté para escaparse ahí.
– Ah… Sobre eso, ella me había dicho que--
– Me molesta que lo hagan, pero… Ya dejé de pensar mal. Además, ella me contó todo porque sentía culpabilidad de hacer eso a mis espaldas.
– … Entonces supongo que está bien.
– Claro que si, y solo por cortesía, te contaré que ella y yo nos conseguimos un lugar especial solo para nosotros.
– … ¿Huh?
– Se lo propuse después que me contó todo eso… Le encantó la idea y nosotros también nos escapamos de ti para ir a ese lugar… Desde hace tiempo que lo hemos hecho, y recuerdo que ella me dijo que te lo diría… ¿O no fue así?
Vishnú levantó la cabeza con los ojos muy abiertos, para después suspirar por lo bajo y volverse a recostar en el cuerpo de la diosa.
– … Si, también lo sabía. Ella me lo contó al día siguiente.
– ¿¡Huh!? ¿¡Y por qué dibujaste esa cara de tonto!?
– Solo quise hacerte sentir victorioso una vez… Un tonto capricho.
– … Ugh… – Rudra suspiró por lo bajo con derrota, siendo que realmente esperaba que aquello le hubiera dado más ventaja sobre Vishnú – Si, en definitiva seguimos siendo inmaduros.
– Demasiado inmaduros… Los inmaduros que pueden amarla como ella se merece.
– En eso tienes razón… Ella se merece todo el amor de este mundo.
Rudra no pudo resistirse más y acercó su rostro a la cabeza de Lakshmí para darle un beso tierno en su mejilla; del mismo modo Vishnú no quiso quedarse atrás y terminó dándole un beso delicado a uno de sus muslos, para después ambos suspirar y acurrucarse en la dormida diosa…
Pero, lo que ninguno de ellos sabía, era que Lakshmí había estado fingiendo dormir solo para escuchar el cambio de comportamiento de sus esposos; mucha alegría interna le causó haber escuchado sus palabras de amor y un escalofrío le recorrió el cuerpo sentir los labios de ambos dioses sobre su cuerpo.
Encerrada en ese par de hombres dispuestos a hacer todo lo que ella quisiera para darles su amor, desde protegerla de todo lo malo aunque ella fuera más fuerte, hasta cumplir sus deseos llenos de pasión producto de sus caprichos femeninos…
« … Los amo muchísimo… Mucho, mucho, mucho, mucho… Los amo a ambos con todo mi corazón… »
Verdaderamente Lakshmí era la diosa de la buena fortuna… O mejor dicho, Lakshmí era la diosa más afortunada.
***
Imagen especial
Lakshmí × Harem
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Nota de autor: Muy buenas mis queridos Ragnabrothers
Primero que nada, créditos de idea a IrnGuerrero (hubo algunos cambios y omisiones respecto a la idea propuesta, pero decidí dejar algunas cosas de fuera en caso de volver a hacer una historia sobre ellos UwU).
También, sobre las "aguas no sé qué" que menciona Rudra, es una referencia a la historia "Crónicas del Más Allá" del mismo IrnGuerrero; aquí en comentarios dejaré el enlace a ese capítulo en concreto por si desean leerlo.
Un pequeño y bonito especial para esta triple pareja que debió tener su tiempo para brillar UwU. Seguramente podríamos tener mucho material de ellos a futuro, para más cosas que solo discusiones de celos y una diosa muy afortunada.
Con esto, doy por terminado el especial de San Valentín *feliz por haberlo terminado antes de que pasara un año*. Ahora tocan los especiales de mamis y de papis…
Y un especial muy especial, que se vendrá en unos días. No diré de qué se trata, hasta que ustedes lo lean UwU.
Sin más qué decir, ¡Muchas gracias por su atención y apoyo! ¡Los leo en el siguiente especial!
Fecha de publicación: 17/11/24
ASFD
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