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Guerreros

Finamente habían aplacado a Vah Ruta, tras una larga e intensa lucha, finalmente la bestia había dejado de lanzar agua y atacarlos con su poder de crionis. Los dos guerreros que habían logrado vencer a Ruta se acercaban lentamente a ella.

- ¡Bien! ¡Lo lograste! - dijo el príncipe Zora mientras miraba a su compañero que estaba montado sobre su espalda - La bestia divina ya no expulsa agua. Aunque... Lo difícil viene justo ahora ¿verdad? Quien sabe lo que te espera adentro -.

- Estaré bien - le respondió el rubio con su característica expresión seria en su rostro.

El Zora se acerco lo suficiente para que Link pudiera saltar hacia una pequeña plataforma que tenía Vah Ruta.

- ¡Suerte, aventurero! Te estaré esperando en el palacio ¡Nos vemos allá! - exclamó el ojiambar con un enorme sonrisa en su rostro.

Entonces... El ojiazul se abalanzó sobre el y le dio un apasionado beso, Sidon abrió los ojos como platos mientras un color rojizo se apoderaba de sus mejillas, quedando del mismo color que sus escamas.

No negaba que se había sentido levemente atraído por el rubio al verlo en el puente Inogo. El sentimiento había aumentado tras su viaje hacia la región de los Zora, Sidon lo había acompañado nadando por el río mientras el Hyliano viajaba por tierra...

El ojiazul podía ser frío y no mostrar emociones, pero al estar solo junto al Zora sonreía ocasionalmente o soltaba una risa ante las bromas de su compañero.

Y ahora Sidon lo tenía frente a él, dándole un apasionado beso, de esos que te roban el aliento, por suerte Sidon podía respirar por sus branquias... Sintió como el espadachín jugaba con su lengua mientras rodeaba su cuello con sus brazos. Sidon trataba de seguir el juego, pero el rubio tenía el control de la situación.

(Lectoras: Oh por dios Link es seme... ¡¡VAMOS A MORIR!!

Escritora: Si Yuri puede ser seme con su modo Eros ¿Por qué no Link con su modo salvaje? 7u7 )

Al separarse, un hilo de saliva unía sus bocas, Sidon lo miraba con un enorme sonrojo en sus mejillas, mientras el rubio le dedicaba una mirada seductora para luego lamerse los labios.

- Como lo pensé... Sabes delicioso - dijo el héroe mientras se subía sobre la plataforma de Vah Ruta - Nos vemos en el dominio Zora -.

La bestia divina comenzó surgir del agua, elevando a Link, Sidon comenzó a alejarse de la bestia nadando lentamente, miro al espadachín a lo lejos y grito con todas sus fuerzas.

- ¡Link, yo confío en ti! -.

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Sidon se encontraba en el dominio Zora, caminando de un lado a otro, estaba nervioso... Las pocas horas que habían pasado se le habían hecho interminables al ojiambar... Rogaba a Hylia porque el campeón se encontrará bien...

Entonces vio en la entrada del reino una luz, rápidamente corrió hacia ella, encontrándose con el Hyliano.

Sidon no cabía en su emoción, le dio un fuerte abrazo a su amigo, este le señaló aquella enorme montaña en medio del monte Do Bon y el monte Ruto, ahí se encontraba la bestia divina, estaba apuntando hacia el castillo de Hyrule, preparándose para atacar a Ganon.

- El espíritu de Mipha es libre... Ahora ya puede descansar en paz - le susurro Link.

Sidon sintió como sus ojos se llenaban se lágrimas, abrazo con fuerza al Hyliano mientras derramaba varias lágrimas, el rubio correspondió al abrazo con ternura.

- Gracias Link... -.

Se hizo una enorme fiesta para celebrar que el reino Zora ya no sufría la ira de la bestia divina, sin mencionar el hecho de que Vah Ruta y Mipha por fin eran libres de Ganon.

Durante el festejo, el ojiambar tomó la mano del Hyliano y lo guio por el palacio, hasta llegar a su habitación, el príncipe Zora cerró la puerta con llave para asegurarse de que nadie los molestara, seguido, se sentó a los pies de la cama de agua, junto al rubio.

- L-Link... ¿Por que me besaste? - preguntó nervioso el Zora mientras jugaba con sus dedos.

- Bueno... Por si me pasaba algo... No quería morir sin haberte besado... - dijo mientras se encogia de hombros.

- ¿C-Creíste que ibas a morir? -.

- No... Pero era una posibilidad... Por suerte tenía una buena motivación para volver con vida... Volver a verte - el rubio lo miro con una cálida sonrisa, que hizo que el Zora se cubriera el rostro con sus manos, para ocultar su enorme sonrojo.

- ¿A-Ahora que harás? -.

- Debo liberar al resto de las bestias divinas... Sin mencionar derrotar a Ganon... -.

- ¿Te iras? - el ojiambar bajo la mirada con tristeza mientras apretaba los puños.

- Si... Pero volveré a la región Zora una vez todo termine... Y no volveré a separarme de ti - le respondió el elegido mientras sujetaba su mano.

- L-Link - el Zora lo miraba nervioso, el rubio se estaba acercando peligrosamente a él, como un depredador salvaje que acecha a su presa.

Link lo acorralo contra su cama, si, podía ser pequeño comparado con Sidon... Pero tenía su lado salvaje a su favor.

- Sidon... Dame una buena motivación para liberar al resto de las bestias - le susurro con un tono seductor, para luego besarlo con pasión.

El beso era cálido y húmedo, ambos jugaban con sus lenguas sacándose pequeños gemidos, el Hyliano comenzó a recorrer el marcado torso del Zora con sus ágiles manos.

- L-Link... Te amo - soltó inconscientemente Sidon, avergonzado cubrió su boca y desvío la mirada, pero el héroe tomó su mano y le dio un suave y corto beso en sus labios.

- Yo también te amo Sidon... -.

Aquella noche ambos guerrero dejaron salir la pasión que encerraban en sus corazones...

(Escritora: Debería ser poeta 7u7 *la golpean por arruinar el momento* Auch... )

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Hace un par de meses que Link se había ido, pero Sidon recibía siempre una carta de su amado, junto con algún regalo de los lugares más recónditos de Hyrule.

Link le relataba cada detalle de sus viajes... Cada lugar que había visitado, cada monstruo o prueba que había vencido, y todos los amigos que había hecho...

Una vez cuando recibió carta del Hyliano después de que este venciera a Vah Medoh, sintió celos, pues Link le contaba que un guerrero Orni llamado Teba le había ayudado a aplacar a la bestia y se habían hecho grandes amigos. Pero uno párrafos después el rubio le explicaba que Teba tenía esposa y un hijo, además de mencionar el hecho de que sólo pudo liberar a la bestia divina pensando en el príncipe Zora...

El ojiambar sintió como su corazón latía a mil por hora tras leer aquellas palabras. También el rubio le había enviado un bello broche adornado con hermosas plumas Orni.

El príncipe suspiraba como colegiala enamorada al ver aquellos tiernos detalles del rubio... Esperaba con ansias el día que su héroe regresará.

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Finalmente el día había llegado... Link se enfrentaría a Ganon, Sidon trataba de mantenerse tranquilo, pero solo podía pensar en el peligro que corría el rubio.

Entonces vio como Ruta disparaba un poderoso rayo hacia el castillo de Hyrule, junto al resto de las bestias divinas. Sidon sonrió para sus adentros... "Mipha, por favor cuida de Link" pensó el Zora.

Un enorme terremoto azotó Hyrule, al mismo tiempo que un enorme muro de fuego cubría la llanura que había frente al palacio y el cielo se teñia de color rojo sangre.

- Link... - fue lo primero que pensó el príncipe.

Los gritos de una bestia resonaron por todo el reino... El rubio estaba teniendo una ardua batalla con el monstruo de las tinieblas.

De pronto, una hermosa luz dorada cubrió la llanura, para después crear un fuerte resplandor que cegó durante unos segundos a todos los que lo vieron... El muro de fuego desapareció... El cielo rojo sangre se tiño de un suave color anaranjado, anunciando el atardecer...

Hyrule esta a salvo...

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Sidon se encontraba en el punto Inogo, aguardando por la llegada del espadachín... Los días se le habían hecho interminables, deseaba con todo su corazón ver a su amado... Miro a lo lejos y vio aquella figura encapuchado que conocía a la perfección, rápidamente bajo de un salto para correr hacia ella.

- ¡Link! -.

- ¡Sidon! -.

El Hyliano se arrojó sobre el, tirándole sobre la hierba mientras lo abrazaba, ambos reían para luego darse un dulce beso que habían ansiado desde el momento de su separación.

Por fin los guerrero que habían luchado juntos contra Vah Ruta se habían reunido... Y ahora nunca volverían a separarse.

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