Había pasado un tiempo desde aquel encuentro en Kakariko... Sidon y Link se habían vuelto grandes amigos y pasaban mucho tiempo juntos...
Ahora mismo se encontraban en los jardines del castillo, sentados en una banca mientras contemplaban la nieve caer... El rubio sacó un montón de dulces de su alforja y se los ofrecía al ojiambar.
- Una pregunta... Siempre te veo comer todo tipo de dulces, excepto grageas Bertie Bott de todos los sabores... ¿No te gustan? - le pregunto con curiosidad el pelirrojo.
- Ugh... No, les tengo repulsión desde que Revali me dio una con sabor a moco... Será mi amigo y todo... Pero cuando quiere es un desgraciado infeliz - le respondió el rubio mientras hacía una mueca de asco.
Sidon soltó una pequeña risita tras oír la divertida anécdota del ojiazul, sin darse cuenta rozó levemente su mano, inmediatamente se sonrojo y se separo unos centímetros de su amigo... Deseaba poder confesarle aquellos sentimientos que tenía por el, pero tenía miedo de ser rechazado... No tenía idea de que era lo que sentía el ojiazul, o al menos una pista, Link siempre era alegre y amable con todo el mundo, por lo cual el hecho de que siempre le sonriera no significaba mucho...
Habían pasado un par de días desde entonces... Y el baile de navidad se acercaba rápidamente, el ojiambar deseaba con locura invitar al rubio como su pareja, pero apostaba a que ya tenía pareja.
- A este ritmo iras solo al baile - le dijo con un tono burlon el peliazul - Todos en el grupo tienen pareja... Excepto tu -.
- ¿Todos? No te creo - le respondió desinteresado el pelirrojo, estaba acostumbrado a que el alumno de Slytherin lo molestara.
- Pues si, Zelda irá con Urbosa, Apaya con Riju y Abril con Iván un alumno de Gryffindor -.
- ¿Y tu? Parece que también estás sin pareja - le contestó Sidon con una sonrisa burlona.
- Con tu hermana -.
- Ese chiste ya pasó de moda... -.
- No es un chiste, iré con Mipha -.
El pelirrojo se quedó en silencio unos segundos analizando lo que acababan de decirle.
- ¡¿Que?! - exclamó enojado.
- Invite a tu hermana al baile y me dijo que si... Así que si ves mi corbata en el pomo de la puerta de la torre, no me interrumpas - y tras decir esta pequeña broma, salió huyendo lo más rápido que pudo.
- ¡¡¡Vuelve aquí!!! - grito furioso el ojiambar mientras lo perseguía.
El ojiverde seguía siendo más rápido y ágil que el, estaba empezando a perderlo de vista, al doblar en una esquina del castillo, choco con alguien y ambos cayeron estrepitosamente al suelo.
- L-Lo siento... - dijo tímidamente el pelirrojo, al abrir los ojos se dio cuenta de que habia chocado y caído encima de Link...
- T-Tranquilo - dijo el rubio mientras se ponía lentamente de pie con ayuda de Sidon - Pero a la próxima no corras en los pasillos... La profesora Impa siempre me ha regañado por eso - el ojiazul comenzó a recoger unos libros de pociones que se le habían caído.
- S-Si... Dejame ayudarte - le respondio Sidon mientras le ayudaba a recoger los libros.
- Gracias, debo llevarlos a la sala de pociones ¿Me acompañas? -.
- ¡Claro! -.
Ambos se dirigieron a la respectiva aula, Link abrió el armario y guardo los libro dentro de este, el rubio miro con curiosidad unas pociones que habían dejado en la mesa, tomó una botella de color rosa con un brillo blanco y la destapó, un vapor ascendente en forma de espiral salió de esta y un dulce aroma invadió la nariz del ojiazul. Sidon reconoció inmediatamente la poción, era Amortentia... Un filtro de amor muy poderoso, tenía la extraña característica de oler distinto para cada persona, según las cosas que más le gustaran...
Para Sidon, aquella poción olía a las flores que crecían en su región, al los dulces que siempre le compraba su hermana cuando era pequeño y... A césped recién cortado, el aroma de Link...
- Tiene un agradable olor... ¿No es así? - le pregunto con curiosidad el ojiambar, dedujo que al ser mitad Muggle no conocía aquella poción, por lo cual le daba curiosidad saber que aromas percibía el rubio.
- Es raro... Son varios olores distintos... Huele a madera de escoba... Las manzanas con miel que mi mamá siempre prepara y... Es raro pero... Tiene ese agradable olor a agua salada... Igual que tu -.
El corazón de Sidon comenzó a latir a gran velocidad ante esas palabras... Link si sentía algo por el...
- Raro ¿Verdad? - tras decir esto tapo la botella para dejarla en su lugar, mientras un sutil color carmesí teñia sus mejillas.
Sidon recordó lo que había dicho Revali... El mencionó que todos en el grupo tenían pareja... Pero no mencionó a Link... Podría ser su oportunidad.
- L-Link... ¿T-Tu... Tienes pareja para el baile de navidad? - le pregunto tímidamente.
- En realidad no me gustan esos eventos, no soy muy buen bailarín, solo voy por la comida... Así que, no, no tengo pareja -.
- Yo, quería saber si... ¿Te gustaría ir conmigo? -.
Link lo miro sorprendido y sonrojado durante unos segundos... Para luego darle una dulce sonrisa.
- Me encantaría... Siempre y cuando no te moleste que te pise al bailar - tras decir esto soltó una suave risa.
- No me molesta en lo más mínimo... - le contesto con una sincera sonrisa en su rostro.
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- No puedo creer que vayas a ir con el idiota de Revali... - se quejo Sidon mientras hacia un puchero.
Mipha rodó los ojos ante aquel comentario, mientras seguía ayudando a su hermano a colocarse sus adornos de plata, típicos de la región Zora.
- Se que parece alguien malo... Pero en el fondo es un buen chico... - acomodo el pañuelo del ojiambar para luego acariciar su mejilla - Ya estas listos -.
Sidon usaba un elegante traje de gala de color rojo, decorado con varios accesorios de plata, Mipha usaba un vestido de tul de color blanco con encaje, al igual que su hermano utilizaba joyas de plata adornadas con zafiros y opalos.
- Vamos, Link debe estar esperándote -.
Se dirigieron a la entrada del bastión central, donde todas las parejas de estaban reuniendo... Apaya usaba un bello kimono blanco con detalles de color azul oscuro, Riju y Urbosa usaban vestidos típicos de oriente con adornos de oro, Zelda usaba un vestido violeta con detalles rosas con bordados dorados y Revali usaba un traje de gala con adornos de plumas.
- ¡Ya llegamos! - dijo Abril, ella usaba un vestido largo de color aguamarina con bordados de flores tropicales en su falda y traía su cabello recogido en una trenza lateral, inmediatamente fue a reunirse con su pareja que la estaba esperando junto a las escaleras.
Detrás de ella venía Link... Tenía su rebelde cabello rubio peinado, usaba un traje de color azul marino con detalles carmesí y con bordsjes dorados, al igual que unos guantes y botas blancas.
Ambos se quedaron viendo fijamente durante varios segundos, ganándose varias burlas por parte del peliazul. Finalmente la profesora Impa abrio las puertas del bastión central, permitiéndoles a los alumnos entrar. El salón estaba decorado con bellos adornos invernales, las paredes y el suelo daban la ilusión de estar hechos de hielo... Nieve caía del techo, y para finalizar, en medio había un enorme árbol de navidad finamente decorado. Las parejas comenzaron a entrar al salón tomadas del brazo...
- ¿Vamos? - el pelirrojo le extendió su mano al ojiazul.
Link le sonrió para luego asentir y sujetar su mano, una vez todas las parejas entraron al bastión central, los músicos comenzaron a tocar.
Todas las parejas comenzaron a bailar al ritmo de la música, Link sujeto la mano derecha de Sidon, mientras apoyaba la izquierda sobre su hombro, el ojiambar por su parte sujetaba la cintura del rubio. Todo el mundo bailaba alrededor del salón, de verdad era algo "mágico", aún en una escuela de magia y hechicería...
De pronto, Sidon tomó al su compañero de la barbilla, y aprovechando que todos los invitados estaban concentrados en bailar y nadie les prestaba atención, le dio un suave beso en sus labios.
Link se quedó estático durante un segundo... Aquel sabor era más dulce que cualquier caramelo que hubiera probado alguna vez en su vida... Sentía un agradable calor en su pecho, al igual que en sus mejillas...
Al separarse, el ojiambar desvío la mirada avergonzado, pero grande fue su sorpresa cuando Link coloco sus manos sobre sus mejillas y le dio un apasionado beso...
Definitivamente... Cada vez que estaba a su lado se sentía como si hubiera bebido Amortentia...
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