Sidon se encontraba en el parque de la ciudad... Era una reconocido fotógrafo cuyas obras eran mundialmente conocidas... Pero desde hace un tiempo ya no le encontraba belleza a absolutamente nada... Nada lograba despertar el más mínimo sentimiento en su interior...

Todo le daba igual... Últimamente solo tomaba fotografías para cumplir con los contratos que le ofrecían, pero ya había dejado de tomarlas por gusto...

Miro el cielo, ya estaba atardeciendo, por lo que el cielo se había teñido de un precioso color naranja, casi dorado...

"Supongo que esto servirá" pensó sin entusiasmo el pelirrojo, seguido tomó su cámara y ajusto el lente mientras enfocaba al cielo...

Hasta que un chico se interpuso, era un joven de unos 18 años...

- Disculpa... - dijo el ojiambar tratando de llamar su atención, pero el chico no se movió - Oye... - nuevamente no hubo respuesta - ¿Te importaría moverte por favor? - nada... Ya enojado, se acerco al chico y lo tomó de su hombro - ¿Puedes dejar de ignorarme? -.

Entonces quedó paralizado al ver joven... Poseía un cabello largo y liso de color dorado, unas mejillas de un color rosa pálido, labios carnosos, unos bellos ojos azules que resplandecían como dos hermosos zafiros, adornados con unas gruesas y largas pestañas...

"Es precioso... Un ángel... Una aparición divina" pensó inconscientemente el pelirrojo mientras miraba al rubio...

- L-Lo siento... No quise asustarte - se disculpo tímidamente, aunque el ojiazul seguía mirándolo confundido.

El chico sacó su teléfono de su bolsillo y comenzó a teclear en el, para luego mostrarle la pantalla del aparato al mayor.

- Lo siento señor, no puedo oírlo... Soy sordo.

- Oh dios... L-Lo siento mucho... Y-Y yo como idiota gritandote, aunque... T-Te estoy hablando ahora mismo y no puedes oírme... Maldita sea soy un imbecil... -.

El rubio lo miraba arqueado una ceja, Sidon decidió sacar su teléfono y comenzó a escribir con el teclado táctil.

- Lo lamento mucho...

- No se preocupe señor ¿Como iba a saberlo? Fue solo un malentendido.

El ojiazul le dedico una dulce sonrisa al ojiambar, que provocó que se sonrojara levemente... Al fin había encontrado aquello que necesitaba, aquello que despertara nuevamente sus emociones...

- ¿Como te llamas?

- Link.

-Un placer conocerte... Yo soy Sidon.

- Igualmente.

Siguieron hablando, o más bien escribiendose, durante un rato...

- Bueno... Ya es tarde, debo irme.

- Espera... ¿Puedes darme tu número? Me gustó hablar contigo... Podríamos ser amigos.

- ¡Claro! Me encantaría.

Ambos intercambiaron sus números telefónicos y comenzaron a textearse para comunicarse, así ambos aprendieron cosas el uno del otro...

Link era un estudiante del último año de preparatoria, estudiaba en la escuela Hyrule y practicaba Kendo, esperaba obtener una beca deportiva para estudiar gastronomía en la universidad, pues adoraba cocinar... Vivía con su madre y su hermana menor, su padre había muerto hace unos años en un accidente. Trabajaba medio tiempo como cocinero en el restaurante de una mujer llamada Thelma, para ayudar a su madre con los gastos.

Sidon le relato que era fotógrafo, impulsado por su hermana mayor, quien ahora se encontraba en Termina, trabajando como doctora en un prestigioso hospital.

Ambos se encontraban en una cafetería, texteandose el uno al otro.

- La verdad no quería que se fuera... Pues desde la muerte de mis padres ella es la única familia que tengo... Pero no podía ser egoísta, sabía que su sueño era ser una gran doctora... Por lo cual le dije que aceptará el trabajo.

- Lo lamento mucho Sidon... Se que es doloroso perder a un familiar.

Link coloco su mano sobre su hombro, el ojiambar lo miro con una dulce sonrisa mientras le revolvía levemente el cabello.

Sidon no podía evitar admirarlo... A pesar de tener una vida difícil seguía sonriendo...

Tras terminar su café y pagar la cuenta, ambos decidieron caminar por los alrededores, llegaron hasta el gran río Hylia que cruzaba por toda ciudad, Link se apoyo en el barandal, admirando como el cielo se reflejaba en el agua, tiñiendolo todo de los hermosos colores del atardecer...

- ¿Es hermoso no crees? Muchas veces la gente cree que es solo algo cotidiano y no vale la pena admirarlo... Pero para mi es algo maravilloso.

Sidon se dio cuenta de a lo que se refería el rubio... Para alguien como el, el atardecer no le provocaba emoción alguna, pero a Link... Quien dependía de su vista, le parecía algo sumamente hermoso...

- Yo creo que tu eres más hermoso... - dijo inconscientemente.

- Bueno, ya es tarde... Sera mejor que me vaya, mañana tengo turno en el restaurante, adiós Sidon.

- Adiós Link.

El tiempo siguió transcurriendo... Y ambos se iban acercando más y más... Un día, Sidon estaba esperando a Link afuera del restaurante de Thelma, el rubio ya había terminado su turno y ahora ambos saldrían... Hasta que una conversación llamó la atención del pelirrojo...

- ¿Y? ¿Ya nos alcanza para el regalo de Link? -.

El ojiambar volteo a su izquierda, ahí estaban una chica de cabello corto y claro de ojos verdes y un chico peliazul con el cabello largo y trenzado, Sidon reconoció a la joven, era una chica que trabajaba junto a Link en el restaurante, su nombre era Ilia...

- Bueno... Con nuestros ahorros, la donación de Thelma y Leonardo, ya tenemos más de la mitad... - suspiro el mayor.

- Demonios... Su cumpleaños se acerca cada vez más - la rubia hizo un puchero.

- Lo se Ilia, pero ya hemos tratado de todo para reunir el dinero para sus aparatos auditivos... - le respondió el ojiverde - Anda vamonos, antes de que Link nos vea... - le extendió un sobre blanco a Ilia - Daselo a Zelda para que lo guarde junto a lo demás que hemos juntado -.

Tras terminar la conversación, ambos chicos se fueron, Sidon se quedó pensando unos minutos... Aquellos chicos estaban esforzándose para que su amigo tuviera la oportunidad de escuchar, recordó que el ojiazul había mencionado que su cumpleaños sería a fin de mes... De pronto un toque en su hombro lo sacó de sus pensamientos, se giro hacia su derecha encontrándose con el rubio.

"Hola Sidon ¿Nos vamos?" le pregunto mediante señas, el ojiambar le había pedido a Link que le enseñará lenguaje de señas, para poder comunicarse mejor con el... Ya llevaban unas semanas con las lecciones y el mayor ya conocía a la perfección las señas básicas para deletrear cualquier palabra...

"Claro Link..." le respondió el pelirrojo.

Caminaron un largo rato mientras platicaban, hasta llegar a la plaza Lanayru, Link se sentó al borde de la fuente y Sidon lo imitó, sentándose a su derecha.

"Link...".

"¿Que sucede tiburóncin?" le preguntó el rubio con una dulce sonrisa, hace varios días el ojiazul le había dado ese tierno apodo...

"A ti... ¿Te gustaría poder escuchar?".

El joven lo miro unos segundos, para luego cerrar los ojos y colocar su mano en su mentón, analizando la pregunta.

"Pues... Solo hay una cosa que quisiera escuchar, al menos una vez en mi vida...".

"¿Que cosa?".

"Es un secreto" le respondió mientras sacaba su lengua en una divertida mueca, el ojiambar soltó una pequeña risita para luego revolver su cabello "Bueno... Claro, me encantaría escuchar, como a cualquier persona... Pero los aparatos auditivos son sumamente costosos, nunca podría pagarlos por mi cuenta, además prefiero ayudar a mi madre con los gastos de la casa...".

El menor suspiro mientras observaba la fuente del parque, en como unas pequeñas hojas flotaban delicadamente en el agua, la cual reflejaba el bello color azul que el cielo tenía en ese instante.

"Lamento si mi pregunta te incomodo..." se disculpo el ojiambar.

"No te preocupes tiburóncin, estoy bien".

Sidon sintió como sus manos se tocaban por inercia, tímidamente tomó la mano del rubio, Link lo miro asombrado y levemente sonrojado, para luego sujetar con fuerza su mano, entrelazando sus dedos... Ambos sintieron su corazón latir a mil por hora, ninguno quería que ese momento terminara... Pero Link se fijo en que ya estaba oscureciendo, el ojiazul soltó la mano de su amigo para poder comunicarse.

"Bueno, ya es tarde... Mejor me voy, no quiero preocupar a mi mamá y a mi hermana".

El pelirrojo sujeto su hombro, Link lo miro confundido, el pelirrojo lo tomo con ternura del mentón y le dio un suave y dulce beso en sus labios... El rubio se sonrojo pero inmediatamente cerró sus ojos y correspondió al beso... Se sentía como si el tiempo se hubiera detenido en aquel preciso instante...

(Tiene 18, es legal ¡¡Dale tiburóncin, dale!!)

Cuando el ojiazul se separo de él, argumentando que debía ir a casa, Sidon aprovecho de tomar su teléfono y hacer una llamada.

- Muzun... Quiero que hagas una subasta de mis últimas fotografías - y sin decir más, colgó la llamada.

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- Disculpa... -.

Ilia, quien estaba con su uniforme de mesera limpiando una de las mesas del restaurante, se giro hacia el pelirrojo y lo miro confundida.

- Oh... Espera no me digas... ¿Eres el novio de Link, verdad? - le pregunto la ojiverde con una sonrisa.

- S-Si... - respondió el ojiambar mientras sus mejillas se tornaba del mismo color que su cabello.

- Lo lamento pero Link no se encuentra aquí, hoy es su día libre... -.

- Lo sé... Vine a hablar contigo -.

- ¿E-Eh? -.

- Veras... Se lo que tu y sus amigos están haciendo por el... Y quería darles esto - el pelirrojo le extendió un sobre blanco, la ojiverde lo abrió y casi sufrio un desmayo al ver que dentro habían una enorme cantidad de dinero.

- ¡N-No puedo aceptarlo! E-Es demasiado... E-Es mucho más de lo que hemos logrado reunir entre todos - dijo tímidamente la rubia mientras trataba de devolverle el sobre.

- Por favor... Yo... Quiero ayudarlos -.

- ... ¿De verdad lo amas no es así? - le cuestionó Ilia con una sonrisa, el ojiambar asintió sonrojado - Link tiene suerte de tenerte... -.

- Al contrario... Yo tengo suerte de tenerlo a él -.

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Sidon esperaba a Link impaciente, en el mismo parque donde se conocieron... El rubio le pidió que se vieran ahí, tras la fiesta de cumpleaños que sus amigos le harían en la escuela. Estuvo un par de minutos caminando en círculos... Hasta que sintió una presencia detrás de él, rápidamente se giro encontrándose con esos ojos azules que conocía a la perfección.

"Hola" sus ojos estaban algo rojos, al parecer había llorado.

"Link ¿Estas bien?" le preguntó preocupado el ojiambar, el rubio asintió.

"Es sólo... Que unos amigos me sorprendieron con un bello regalo... Y quiero probarlo contigo".

El joven sacó una caja de su mochila, al abrirla se vio que dentro de ella habían unos aparatos auditivos, el ojiazul se coloco con cuidado los audífonos y los encendió... Entonces el ojiambar recordó lo que Link le había dicho hace un tiempo.

"Pues... Solo hay una cosa que quisiera escuchar, al menos una vez en mi vida...".

Link lo miraba fijamente, Sidon por fin comprendió a lo que Link se refería...

- Te amo Link -.

El rubio ensancho los ojos mientras sus mejillas se teñian de color carmesí... Abrazo con fuerza al pelirrojo para luego ocuktar su rostro en su pecho mientras derramaba varias lágrimas de felicidad...

"Yo también te amo".

Sidon miro la hermosa sonrisa de Link, tenía un par de lágrimas en sus largas pestañas, sus ojos azules resplandecían... A pesar de haber fotografiado gran cantidad de hermosas escenas y paisajes, seguía pensando que nada se compraba con la genuina belleza de Link...

Ambos se dieron un dulce beso... Para después darse un pequeño abrazo, Sidon saco la cámara de su mochila y abrazo a Link, mientras ambos sonreían mirando hacia el lente del aparato...

La foto más hermosa que el pelirrojo había tomado en toda su carrera...