Mi querida Aome II
Mi cuerpo se queda estático, no puedo hacer más que seguir viendo a través del espejo como él toma el pañuelo que siempre usa para dormirme y se va acercando poco apoco a mi sin yo poder hacer nada.
No no no no
Mis lágrimas comienzan a caer
— ¡NO!¡NO!
— ¡Aome cálmate, basta!
Siento como alguien intenta acostarme y yo solo sigo forcejeando
— ¡Suéltame! ¡No me toques! ¡ALEJATE! — doy un golpe limpio al rostro de la persona y la empujó para poder liberarme
— ¡Hermanita clamate por favor!
Vuelvo en mi al ser conciente de que todo fue un sueño, en verdad ese día logre escapar de la casa en el bosque.
— Eso es...tranquila todo está bien — toma mi rostro y limpia mis lágrimas — ya estás con nosotros.
— Lo siento, lo siento mucho, no quería lastimarte...— digo con lágrimas en los ojos.
— Ya no importa, lo importante es que estés bien... Tienes que ir al psicólogo Aome esto no puede seguir así.
— No quiero, siento que él está en todas partes, siento que puede manipular mi entorno a su antojo, no quiero volver a pasar por lo mismo — digo comenzando a entrar en pánico.
— Eso no va a pasar Aome, él posiblemente ya esté muerto, dudo que haya podido salir con vida de la casa, y más porque te llevaste el único auto que había a su disposición... — toma mi rostro en sus manos y limpia mis lágrimas — cariño, tienes que tratarte y volver a tener una vida normal.
Asiento y comienzo a llorar porque después de lo que viví a lado de Seshomaru mi vida se a reducido a la paranoia constante y a las pesadillas diarias que tengo sobre quedarme paralizada y dejar que él hiciera conmigo lo que quisiera... Aunque fue realmente lo contrario.
FB
Fuí directo al tocado que en la parte de abajo tenía cajones y un par de de puertas para poner zapatos, las abrí y descubrí el cloroformo, me levante lo abri pero cuando quise ver a través del espejo si Seshomaru estaba aún acostado...
— Así que la bella durmiente despertó sin el beso de amor verdadero eh
Pude apreciar unos ojos dorados muy brillantes por el reflejo de la luz de la luna en ellos, unos ojos que me veían de una manera escalofriante.
Todo transcurrió en camara lenta por un momento y el terror se apoderó de mi cuerpo, esto solo duró unos segundos ya que una rabia comenzó a crecer desde el centro de mi y se fue regando por todo mi cuerpo de manera rápida.
Él comenzó a acercarme a mi, pero antes de que pudiera tocarme grité con tanta rabia a la ves que me agachaba y abalanzaba sobre sus piernas.
Logré tirarlo y rápidamente me coloque sobre él en medio de muchos gritos. Al ser mucho más pequeña que él logró colocarse encima de mi pero está ves no me dejaría vencer, peliaria hasta el final
Logré incorporarme un poco y mordí su ante brazo lo más fuerte que pude, él por la sorpresa y dolor me soltó, cosa que yo aproveché para volver a tomar el control pero está ves tomé un jarón de barro que estaba en una mesa cerca de dónde habíamos caído y la impacte dos veces en su cabeza hasta que este se rompió y unas cuantas manchas pequeñas de sangre salpicaran mi ropa.
Después de eso ví impactada como su rostro estaba lleno de sangre y caía inconsciente.
Me sentí mal y culpable por haberlo herido de esa forma, y más que nada por el hecho de que si no estaba muerto ya, lo haría en algunas horas.
Salí de la recamara, obstrui la salida y busque las llaves de la casa y la camioneta que el solía usar para ir a la ciudad. Cuando las encontré me fuge y busque a mi hermana para después rogarle irnos a Nagasaki para que él no nos encontrará.
FB
Después de eso quedé completamente mal psicólogicamente, me volví paranoica en todos lados lo veía y entraba en pánico llegando a lastimar a personas que intentaban sacarme de mi transe. Por está misma razón perdí mis dos últimos años de carrera, y perdí a los pocos amigo que aún me quedaban.
🥀🥀
— Buenos días Aome, siéntate por favor.
Me encontraba en un hospital psiquiátrico, al fin me decidí a venir a terapia, pero no ha sido nada fácil.
Debido a mis episodios de paranoia mi hermana había tenido que llevarme al auto abrazándome para tranquilizarme y todo el trayecto me la pasé con los ojos cerrados y para bajar del auto y entrar al hospital fue lo mismo.
— Yo soy Sango y voy a ser tu psicóloga, me puedes decir lo que sea aquí no jugamos a nadie.
— Bien, ¿por dónde empiezo?
— Si quieres por como era tu relación con tu antigua pareja, me dijiste que habías tenido problemas con él... Aunque por dónde empieces no es de importación, si no el evento que ha desatado incomodidades en tu interior.
Le conté primero todo lo que viví a lado de Seshomaru, al parecer mi propio cerebro quería expulsar de una ves todo la mierda en un solo golpe. En el transcurso lloré me puse algo isterica y nerviosa pero Sango sabía cómo calmarme, realmente tenía un aura relajante que me ayudaba a no caer en la locura.
— Todo esto es muy normal Aome, lo que has vivido no es cualquier cosa y es obvio que tu mente se haya quedado en un estado de shok grave, pero no es nada que no se pueda solucionar.
— Gracias y en verdad tratare de controlarme más la próxima vez.
— Está bien, ahora ve a descansar. Nos vemos mañana.
Me sentía muy tranquila por sacar todo lo que llevaba dentro de golpe, me sentía ligera y un poco segura, aunque se que de ahora en adelante mi avance dependerá de mi y que el camino puede no ser el más fácil de recorrer.
🥀🥀
— Buenos días Aome, ¿como estás?
— Un poco mejor creo — dije con una sonrisa nerviosa.
— Eso es bueno — sango sonrió gentil — mira, te precento a Kagura Nakamura. Devido a qué tú problema va más allá de un simple shok emociónal el hospital ha decidido asignarte a una terapeuta especializada que te atenderá a través de pláticas y te resetara algunos medicamentos que te ayudarán demasiado.
He de suponer que mi cara de confusión y pánico la llevo a seguir hablando.
— No te preocupes, la doctora es una profesional y jamás te haría daño de ninguna forma, todos aquí estamos capacitados para ayudar de la mejor manera a nuestros pacientes.Te aseguro que el Hospital jamás permitiría que le llegará a pasar algo a alguno de los que está aquí. Solo confía un poco Aome.
Sango se había acercado mientras hablaba y tomo ligeramente mis manos de forma cálida y protectora provocando que mantuviera la calma y no saliera corriendo.
— Está bien... g-gracias por la ayuda
Ella solo sonrió y me dejó con la doctora Kagura.
— Bien Aome, ya tengo el expediente que hizo Sango y haré todo lo que esté en mis manos para ayudarte a salir de este problema.
No contesté. Aún así la doctora me sonrió y me pidió gentilmente la acompañara a una de las salas más alejadas, supongo que a las personas con transtornos difíciles las llevan a otros lugares.
La sala era blanca y todo estaba en orden, esto me provocó mucha paz, además de que las pequeñas velas que había en la mesita de centro eran aromáticas haciendo del espacio algo acogedor.
— Se que no debe ser nada fácil para ti hablar de nuevo lo que te paso, pero necesito conocer la historia tanto como la conoce Sango, ¿me podrías hablar como a ella?
Kagura en verdad parecía un algel, tenía un aura vastante relajante y sus movimientos y gestos parecían los de una persona en la que puedes confiar. Era casi igual a Sango, pero simplemente las palabras no me salían para hablar de nuevo lo que me pasó.
— No te presiones, es normal que tú mente se bloquee y no quiera revivir esos momentos, la plática debe surgir de forma natural así que si no quieres decir nada, ¿solo relájate está bien?... Para ayudarte vamos a hacer lo siguiente.
Me enseñó como hacerme un auto masaje relajante, me sentí más en confianza debido a que jamás me tocó ni se movió de su lugar, eso me hizo sentir mucho mejor y poco a poco las palabras flulleron
Un año después.
Este año ha estado lleno de muchos retos para mí, empezando por qué me he hobligado a mi misma, por recomendación de Kagura, a salir aunque sea a dar una vuelta a la cuadra en la que vivo, al principio solo era a salir a la puerta de mi casa, después a recorrer una de las calles y así hasta que podía dar sin ningún problema una vuelta a la cuadra sola.
Posteriormente, con ayuda de Kikyo me aventure a ir caminando al hospital, tomamos taxis, camiones y diferentes métodos de transporte, hasta que ya podía tomar sin ningún problema el coche y manejar a y trasladarme a diferentes lugares, pero aún me falta algo... y era superar mi miedo a los bosques y lugares lejanos a la cuidad, aún me entraban ciertos ataques de pánico cuando me hacercaba a las salidas de la ciudad, pues tenía miedo de que alguien me fuera siguiendo y me orillara a alejarme para después hacerme algo.
— Muy bien Aome, tus estudios salieron muchísimo mejor, tus ataques de ansiedad, paranoia y pánico disminuyeron un 80%, eso es un gran logro.
Kagura ha sido una exelente terapeuta y en verdad me ha ayudado mucho, pero no solo me ha ayudado en cuestión de salud mental sino... En cuestión de actuación, su papel de terapeuta intachable me ayudó para yo poder hacer mi papel de víctima ingenua y aparentar no saber nada de lo que realmente estaba pasando...
— Bien, como no queremos ponerte en peligro, lo mejor será que la última etapa que consiste en que le pierdas el miedo a salir de la ciudad sea en compañía mía. Yo te llevaré de ida y de regreso de las cabañas en la laguna para que no pase nada que podamos lamentar.
— Me parece bien, ¿te veo mañana en la entrada del hospital?
— Claro, hasta entonces Aome.
Me despedí con una sonrisa y me fui a mi casa a organizar todo.
🥀🥀
— Ponte cómoda en lo que voy a arreglar algunos asuntos del hospedaje, no me tardó.
— Claro, no hay problema.
Ya estábamos en las cabañas de la laguna que estaba a las afueras de la ciudad. El trayecto fue de las peores torturas, tenía que reprimir todo el tiempo el miedo y las inmensas ganas de abrir la puerta del auto y saltar, y este nerviosismo aumento cuando Kagura bajo los botones de seguridad del auto, pero tenía que ser valiente y aguantar para lo que viene.
Fui directo a la recamara más grande que era en donde yo me iba a hospedar y prepare todo lo que necesitaba.
— ¡Ya regresé Aome! vamos a ponernos cómodas para iniciar con las secciones
La vi entrar desde atrás de la puerta y di dos serteros disparos en sus piernas, aunque no sé escucho más que un zumbido por el silenciador.
— ¡Que demonios te pasa! — gritó llorando
— Cállate y siéntate en esa silla... ¡RAPIDO! — en ningún momento deje de apuntarle a la cabeza.
Cuando logro sentarse la amarre y le puse un masquin en la boca para que hiciera el menor ruido.
— Crelleron que no me daría cuenta de su asqueroso plan ¿verdad? Pues... ¡Sorpresa! Formé parte de su teatro y ahora los dos se van a arrepentir... Si haces un solo ruido, no dudaré en terminar contigo.
No pasó ni un minuto cuando escuché pasos que se acercaban.
Me volví a acomodar detrás de la puerta y le indique a Kagura que hiciera silencio.
— ¡Que demonios! ¿Kagura?
— Al fin el lobo feroz se digno en aparecer
Él me vio por ensima de su hombro.
— A este lobito le gusta asechar a niñas indefensas para después llevarlas a un bosques ¿No es así?
Él se volteo completamente y ahí pude apreciar bien su estado.
Aquel rostro angelical que me atrapó hace unos años se había reducido a facciones toscas, uno de sus ojos dorados que tanto me embelezaban estaba opaco y sin vida (aparentemente ciego), y por toda esa piel tan terza y pulcra había cicatrices vastante notorias y macabras.
Me asombre un poco por lo que ví, pero volví a mostrarme fría y decidida antes de que fuera tarde.
— Siéntate — señale la silla vacía a lado de Kagura — No te muevas o te juro que te llenaré de plomo.
Lo até al igual que a la psicóloga y después me aparte un poco sin dejar de apuntarle sin miedo
— ¿Por qué rayos estás aquí? ¡Te deje inconciente y sangrando en medio de la nada! ¿¡PORQUE CHINGADOS SIGUES VIVO!?
Me estaba alterando.
— ¿Creiste que así de fácil te escaparias de mi? — comenzó a reír — Un grupo de exploradores encontró la casa y al adentrarse me vieron inconsciente, me llevaron al hospital más cercano y me recupere... Ahora vine por ti, para que regreses a mis brazos amor.
Kagura seguía llorando y eso me estaba alterando más
— Estás loco, completamente loco
— Tu no estás mejor que yo, eres una paranoica y esa paranoia fue la que te llevo a descubrirnos ¿O me equivoco? Seguramente seguiste a Kagura todo este tiempo, fuiste su más grande acosadora... Y lo hiciste muy bien porque ninguno de los dos advertimos que nos habías descubierto.
— ¡Si, pero todo lo hice para protegerme! ¡Pero todo lo que tú me hiciste fue porque querías dañarme!
Y la psicóloga seguía con sus gimoteos
— ¡Lo hice porque te amo! ¡Quería tenerte siempre conmigo y quería protegerte de todos!
— ¡Matando a mis amigos y alejándome de mi fam!... ¡YA CALLATE MALDITA PERRA TRAIDORA! — sin pensar dispare tres veces directo a su cabeza.
Estaba colérica y no sabía ni siquiera lo que hacía.
— Lo ves — sonrió y cintinuo — estás tan dañada que la acabas de matar... Estás tan loca como yo, somos la pareja perfecta amor, somos seres que se complementan, tú necesitas de mi locura como yo necesito de la tuya... Vámonos lejos de todo esto, vamos a un lugar en el que solo estemos tu y yo.
_Tal ves el tenía razón, tal ves somos tan iguales que debemos estar juntos, tal ves ya esté tan dañada que no pueda estar con nadie más que él_
Sin pensarlo deje el arma en el suelo y corrí a desatarlo, una ves que estuvo libre me atrajo hacia él y me besó. Era un beso muy diferente a todos los que he experimentado, tenía un sabor agridulce y me provocaba un dolor en mi pecho que me gustaba.
— Vámonos antes de que alguien nos vea.
Corrí a la cocina y tome las llaves que estaban sobre la barra para después dirigirme a la salida, me coloque en el asiento del conductor y Seshomaru en el de copiloto.
— ¿A dónde iremos? — preguntó él.
— No lo sé, ya encontraremos algo en el camino.
Conduje sin ningún cuidado por el camino de tierra que nos sacaría del parque y nos llevaría a la carretera, ahí comencé a manejar a exceso de velocidad y solo algo pasaba por mi mente:
_Estaremos siempre juntos_
El camino se estaba tornando peligroso, ya que habíamos entrado a un conjunto de serros y el camino comenzaba a zixagear, además de que había muchas barrancas y en cualquier descuido podíamos caer.
— Aome es mejor que bajes la velocidad.
— ¿Por que? ¿No te gustan las cosas extremas? No sabía que eras tan miedoso Seshy
— Tenemos que llegar bien a donde sea que vamos, sino como vamos a ser felices.
— ¿Y como es que "vamos a ser felices" según tu?
— Primero debemos encontrar un lugar seguro y apartado, yo iré a trabajar y tú te quedarás segura en la casa cuidando de nuestros hijos, yo regresaré y encontrare a mi familia feliz y cenando. Así será el resto de nuestras vidas
Después de escuchar lo que Seshomaru tenía planeado comencé a retirar cosa que a él no le gustó.
— No Seshy, no... Tu y yo estaremos juntos siempre — pise más a fondo el acelerador — pero solo tu y yo — voltee a verlo y sonreí
— ¿Que hacer? ¡Mira hacía el frente! Estás llendo muy rápido... ¡Aome voltea! ¡Carajo ve hacia donde...!
El auto coliciono contra las vallas y por la velocidad y fuerza voló y callo en una barranca a muchos metros de distancia.
Todo se veía borroso y solo podía escuchar un pitido persistente. No sentía nada de mi cuerpo y tampoco podía moverme. Al tratar de enfocar solo pude apreciar el cuerpo inserte de Seshomaru a lado mío, estaba lleno de sangre en su rostro y su pecho.
Sonreí
— Está... Es la... Verdadera felicidad.
Ya l fin todo dejo de correr
Fin
¡Por fin pude terminar de escribir está continuación!, la verdad si me costó algo de trabajo pero creo no quedo tan mal ¿O ustedes que piensan?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro