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Locos IV

Seshomaru

- La hice ver con sus propios ojos como Inuyasha cogía con su hermana sin remordimiento alguno, ¿y ella que hizo? Se fue directo a sus brazos como si nada. - tome mi último trago de vodca al tiempo que terminaba de contarle a Miroku lo que había pasado con Aome

- Pues que te digo mi amigo, las mujeres a veces son muy extrañas y nunca terminarás de comprenderlas.
- No me quiero quedar así, de verdad la quiero, quiero que salga de ese lugar tan jodido, no puedo dormir de pensar ¿que más está dispuesta a aguantar por Inuyasha?

- Ya déjala en paz hermano, ¿que no ves que a ella le encanta estar sumergida en esa mierda? Si no fuera así ella ya habría terminado esa relación, pero parece que cada que le muestran una parte más obscura de su amado más se enamora de él.

Lo veo de mala manera para después no prestarle atención.

- Si realmente la quieres sacar de ahí, lo mejor será que dejes de querés que vea una parte miserable de tu hermano y mejor te centres en conquistarla con detalles y palabras lindas - está ves tenía toda mi atención - las mujeres en cuanto llega alguien a tratarlas mejor ahora sí empiezan a comparar a su novio con el otro, y les ayuda a saber que quieren y que no quieren... Aunque la damita con la que te cargas parece no querer salir de dónde está... Pero bueno, puedes intentarlo, al final podrías tenerla entre tus brazos y tratarla como ninguno, o podrías quedarte sin nada o con algo completamente diferente a lo que esperas. Pero quién no arriesga no gana ¿no es así?

Miroku tenía razón, tal ves debería cambiar de técnica para conquistar a Aome, tal ves sea hora de consultar un poco con Irazue para que me ayude con los detalles que puedo tener con mi azabache.
- Bien... Me arriesgaré... Está ves cambiaré de técnica a ver qué sale

- ¡Bien! Un brindis por eso, por tu inminente desastre - reír como si realmente hubiera hecho el mensaje chiste del mundo

Después de esa conversación me acerque a mi madre para que por primera ves me asesorara en estás cosas

- Irazue...
- ¿Que pasa? - pregunta sin voltear a verme y continuado con su labor de mezclar la masa para unos pastelillos
- ¿Cómo fue que Toga te conquistó? - en el momento en el que pregunté ella dejo el batidor a un lado y lentamente me miró sonrojada y con una pequeña sonrisa.
- ¿Quien es? ¿La conozco?

Tal ves fui muy obvio
- Es una sorpresa, y si, si la conoces... Así que dime, como fue que pasó lo de papá y tú

Ella sonrió a labios cerrados y bajo la mirada.

- Pues al principio yo no le hacía caso, se me hacía un tipo fanfarrón y egocéntrico, creí que solo se estaba acercando a mí para demostrar que podía con cualquiera. Hasta que dejó de acosarme por los pasillos y dejó de mirarme con interés cada que pasaba junto a él; creí que se había dado por vencido, pero no fue así, siempre por las mañanas dejaba una flor en mi escritorio. También me dejaba cartas o notas con frases lindas, incluso poemas que él se inventaba. Con esas cosas él se fue ganando cada ves más mi confianza, tanto que a veces nos fugabamos un fin de semana a cualquier lugar lejos de la ciudad, y así hasta que me pidió ser su novia aunque no pasó mucho tiempo para después hacernos marido y mujer -

En todo el relato ella parecía estar en las nubes, era la primera ves que la veía así, y eso me transmitió una sensación muy cálida. Por un momento me permití pensar en Aome hablando de esa forma a cualquier persona o... Incluso a nuestros hijos.

Primero debes conquistarla para después pensar en eso

- Bien, eso fue cursi - dije para después irme pero escuche la risa de mi madre detrás de mi.

Ya tenía una ligera idea de lo que podía hacer con mi pequeña azabache.

Aome

Me siento diferente, desde la plática con mi hermana ya no veo a Inuyasha de la misma forma. Si, es cierto que sigo con él y que al parecer no a cambiado ni un poco pero eso de alguna manera ya me daba igual, ya no era como antes que lloraba o me sentía mal si él no me mostraba cariño o se enojaba por cualquier cosa, ya solo lo dejaba pasar sin queja, y era lo mismo cuando por alguna extraña razón él comenzaba a portarse cariñoso y atento, ya no significaba mucho para mí, y eso era muy extraño... Pero más extraño aún, es que a pesar de eso, cuando Sango o Kikyo me dicen que lo deje me da miedo y no me gusta ni imaginarme sin él.

- Aome, te llegó esto, aunque no tiene remitente.

Kikyo había entrado a mi cuarto con un sobre en las manos, parecía una carta.

- No se de quién pueda ser - dije y la abrí, dentro, como sospechaba venía una pequeña hoja y a simple vista se apreciaba una bella caligrafía.

- ¿Que dice? - pregunto asomándose, a lo que yo reaccione pegando la carta a mi pecho.
- Que mi hermana no debe leer nada.
- Ash que mala eres - sin más salió dejándome sola.

Aome, quiero que sepas que estoy muy arrepentido de haberte gritado y hablado de una mala manera el día que te enteraste de lo de Inuyasha, no debí tratarte así, solo espero que entiendas que lo que dije fue para que entendieras algunas cosas nada más, no quería ofenderte ni algo por el estilo. Espero aceptes mis disculpas, mi bello Lirio

Atte: S.T

No sabía cómo reaccionar ante tal carta, no era un texto romántico ni tampoco un texto molesto con sus típicas acusaciones hacía Inuyasha, solo era una sencilla disculpa, aunque no entiendo por qué la envío en una carta y no en un mensaje de texto.

No le tome tanta importancia después, solo guarde la carta en un cajón y no volví a leerla.

- ¡Aome! El desayuno ya está listo cariño, baja antes de que se enfríe.

Mi día después de eso fue normal, fui a la escuela, estuve un rato con Inuyasha y después me fui a mí trabajo, que era en una tienda de ropa.

En la tienda teníamos una especie de casillero dónde poníamos nuestras cosas, o comida que trajeramos, y los únicos que teníamos acceso a ellos eran nuestros supervisores y nosotros.

Llegué y al abrir la puerta de mi casillero me sorprendió ver una rosa y un pequeño pastel de chocolate que tenía una nota.

Espero que hayas tenido un lindo día, y como parte de mi disculpa te dejo esta rosa y este pastel, se que es tu favorito y pensé que quizás te gustaría el detalle

Atte: S.T

Esto me estaba confundiendo mucho, nunca nadie me había pedido una disculpa de esta manera, aunque a decir verdad, jamás por nada había recibido algo así, se sentía algo extraño en mi pecho.

Dejé ahí los regalos esperando que ninguno se maltratara para el final de mi turno.

Seshomaru

Creí que tal ves mandarle notas a su casa y trabajo podría lograr parecer más romántico o algo así. Le pedí permiso a uno de sus supervisores para poder dejarle los regalos en el casillero correspondiente y él accedió. La verdad no sabía bien que estaba haciendo, pero quería pensar que tal ves estaba haciendo las cosas bien.

Al día siguiente me levanté muy temprano y me percaté que hacía más frío del acostumbrado, así que me dispuse a checar el pronóstico. Encontré que la mayor parte del día iba a estar nublado y que muy posiblemente lloveria.
Así que busqué entre mis cajones alguna sudadera o suéter que no estuviera tan grande, preparé café lo puse en un pequeño termo, tome un bizcocho y lo puse en una bolsa de papel. Ese día podía esperarla cerca de su casa, y si comenzaba a llover podría llevarla a la universidad y pasar un rato agradaba con ella.

Salí del departamento con las cosas en mano,un abrigo y me dirigí a su casa para pasar por ella.

Aome

- ¡Aome hoy entras temprano!

Escuche a Kikyo gritar fuera de mi cuarto, y me levanté como resorte de mi cama

- ¡Faltan 20 minutos para que entre! - me cambié lo mas rápido que pude, me puse un pantalón de mezclilla entubado, una camisa azul y unos tenis blancos - creo que no está tan mal.

Baje corriendo, saludé a todos y tome mis cosas

- ¿No vas a desayunar?
- ¡Voy tardísimo mamá! Ya no me da tiempo - salí corriendo de mi casa y me puse en camino, al poco rato comenzó a chispear y yo no traía ni si quiera un suéter - ¡Muy bien, lo que me faltaba!

Seguí caminado un poco más rápido, pero escuche el sonido de un claxon. Voltee y vi un carro gris estacionarse a mi lado, no esperaba ver a Seshomaru bajar de él.

- Sube antes de que te mojes más

No espere más y subí, estaba un poco húmeda ya por las gotas y no quería llegar a estar empapada.

- Vas a la universidad, supongo
- Si, solo que se me hizo un poco tarde - dije apenada
- Hmp

Me abrace a mi misma por el frío que hacía, no había ni alcanzado a tomar un suéter ligero, solo traía mi camisa que ya se había mojado.

- Ten, ponte esto - me extendió una sudadera gris con gorro - tal ves te quede grande, pero de algo te ayudará.

La tomé y me la puse sin decir nada.

Era muy calientita y pronto deje de sentir frío, y olía muy bien, olía a esa fragancia varonil que el suele usar, ese olor tan exquisito.
- Por cierto... Gracias por los detalles del otro día, fue lindo encontrar el pastel y la rosa en el casillero y... No te preocupes por lo de esa noche, es algo que ya pasó y que es mejor olvidar...

No podía verlo a los ojos al decir esas cosas, se que es algo cruel de mi parte pedirle que se olvide de lo que me dijo y lo que pasó entre nosotros, pero es mejor que todo se quede así

- Hmp... No puedo olvidar nada de lo que pasó ese día.

Fue lo único que dijo hasta que llegamos.

- Muchas gracias por traerme, enserio te debo una - me incliné y bese su mejilla para después salir al frío de la mañana.

Estaba por entrar hasta que alguien me detuvo

- Ten, supongo que tampoco desayunaste nada, así que toma esto
- Oh no, no es necesario, no te preocupes yo me las arreglo sola.

Él tomó mis manos y me "obligó" a tomar tanto el termo como la bolsa de papel. Aparte de el desayuno, me dió el paraguas que traía, pues seguía brisanso demasiado

- Así me deberás dos, y después podré cobrarme esos favores - dijo algo cerca de mi rostro y con una muy pequeña sonrisa que me dejó embelesada.

Tanto, que no note cuando se acercaba a darme un dulce beso en mi mejilla y decía

- Que tengas un lindo día, Aome

Y sin más se fue dejándome algo confundida y con una sensación cálida en mi pecho.

Seshomaru

Al parecer no voy tan mal porque la chiquilla no se ha portado tan arisca como las otras veces, tal ves esto sea más fácil de lo que pensé. Debí hacer esto desde un principio.

- Dónde has estado, vamos tarde para el juicio del señor Arata, si no ganas está ves te darán un descenso.
- Cálmate ya llegué,ganaremos el caso sin ningún contratiempo.

El resto del día fue algo estresante para mí, la abogada del demandante era realmente buena, con argumentos muy sólidos, pero no era tan perspicaz y por eso termine dando la vuelta al juicio.

En fin, después de un estresante día decidí que pasaría de regreso a recoger a Aome, la invitaría a comer aprovechando que ese día no le tocaba trabajar, lo sé gracias a su superior.

Me pare enfrente de la universidad a la que asistía para esperarla, ya había pasado antes a mi departamento para cambiar mi traje por algo más casual.

La vía a lo lejos con su amiga sango, y cuando estuvo serca me acerque a ambas.

- Buenas tardes señoritas.
- Seshomaru, bienes por tu sudadera no es así?.
- No precisamente, de hecho vengo a invitarte a comer
- No puedo, In...
- ¡¡Eeh!! ¿Nos permites un momento por favor? - dijo Sango para después arrastrar a Aome a unos metros de dónde estábamos

Después de verlas discutir un rato, regresaron.

- Está bien, comamos juntos - dijo ella con una sonrisa

Nos pusimos en camino, ella dijo que se le antojaba comer una hamburguesa y papas fritas, así que fuimos por ellas.

- Gracias por lo de la mañana, en serio me salvaste de llegar tarde, de tener un resfriado y de pasar hambre en las primeras clases.
- ¿Te han dicho que te ves chistosa sonrojada?

Ella volteo a verme con los ojos bien abiertos y se sonrojo todavía más, yo sonreí un poco y para evitar que se molestará cambié de tema.

- ¿Cómo te fue hoy?
- B-bien gracias... Amm estuve trabajando un poco en mi tesis y otros trabajos que nos encargaron.
- Que bien, si necesitas ayuda con la tesis puedes buscarme.
- Gracias - mencionó bajando la mirada a su plato.

Después de un rato ella pregunto por mi día y así platicamos un poco, hasta que ella río divertida viéndome a la cara, a lo que yo solo alce una ceja en manera de interrogación.

- Es que, te manchaste de salsa.
- ¿Dónde?
- Aquí...- señaló su propio rostro pero para mí fue difícil entender en dónde y ella río más.
Tomó su servilleta y se acercó para limpiar mi rostro.

Al estar sentada a mi lado quedamos más serca el uno del otro, y pude apreciar de una mejor manera su rostro, cada detalle de él y su sonrojo al estar acercandose tanto a mi.

No pude evitar perderme en sus bellos ojos azules, eran tan puros, tan llenos de emociones, eran como dos ventanas abiertas a sus sentimientos, era algo tan bello.

- Tus ojos son tan bellos como las Dalias.

Ella volteo a verme y parecía asombrada y algo avergonzada, pero aún así no se apartó ni un milímetro de mi.

- Los tuyos parecen unos soles tan brillantes - dijo en un susurro

Yo me acerque más para intentar darle un beso, quería volver a sentirlos, sentir esa suavidad en los míos, endulzarme al probarlos, quería tenerla de nuevo serca.

- ¿Desean algo más?

Por la intromisión tan inoportuna del mesero nos hizo separarnos de repente

- No, todo está bien - mientras lo decía lo miraba con tanto enojo que el chico se fue rápido a otra mesa

- B-Bueno, tengo... Que irme ya... Mi madre se va a preocupar si llego tarde

- Bien, vamos...
- No hace falta, puedo ir sola.
- Claro que no, te llevaré.

Cuando voltee a verla me di cuenta que su cara estaba completamente roja y se notaba estaba confundida y abrumada.

- En serio puedo ir sola, no te preocupes
- Bien, entonces nos vemos luego.

Tome mis cosas y me fuí dejándola sola.

Aome

Eso no estaba bien, no estaba bien que yo quisiera que el me besara, era el hermano de e mi actual pareja, no podía verlo más que como mi cuñado.

- Sango, necesito hablar contigo, te espero en mi casa en 10 minutos - la llamé pero no la deje contestar

Me dirigí a mi casa y en cuanto entre y vi a Kikyo la tomé del brazo y la guíe a mi cuarto.

- ¿Estás bien?
- No, estoy muy lejos de estar bien.
- ¿Pero que pasa explícame?
- En cuánto llegué Sango les explico todo, por lo mientras necesito un abrazo - Ella abrió sus brazos y me acunó en ellos acariciando mi espalda

A pesar de las cosas que han pasado entre nosotras sigue siendo mi hermana y una de mis confidentes, tenía que hablar esto con ella también.

Escuchamos que tocaban la puerta de mi cuarto, era Sango.

- ¿Como estás?¿Que pasó?...- cuando me vio abrazada a Kikyo se sorprendió un poco- Yo creí que ustedes dos... Ya no se hablaban.
- Ante todo somos hermanas y todo mundo se puede equivocar, además ya lo que pasó pasó y no puede cambiarse por nada del mundo.
- Bien... Entonces, de que querías hablar.
- Seshomaru me invitó a comer, estuvimos platicando un poco y todo bien hasta que pasó algo y él me dijo palabras muy lindas y no pude evitar responde de la misma forma, después él se empezó a acercar más, pensé que me besaría pero se apartó en cuanto uno de los meseros pregunto si no nos faltaba nada - lo dije demasiado rápido por la emoción

- ¡Ay por dios! ¡Estuvo a punto de besarte, que emoción! ¡Debió haber sido lo más bello del mundo!

- ¡No! No lo fue.

Ambas dejaron de sonreír.

- ¿Por que? - pregunta Kikyo
- Porque no está bien, él es solo mi cuñado, no puede ser más que eso... Y lo peor... Es que a pesar de eso... En verdad quería que me besara - terminó tapándome la cara.

- Ay Aome, un beso no es nada a comparación con lo que ya han hecho, es normal que quisieras ser besada por él.
- No, no es normal... No es normal querer ser infiel ni haberlo sido.
- Si lo que te preocupa es Inuyasha, es una tonterías, él te ha sido infiel muchas más veces.
- Pues si, pero no se trata de ser igual que él o pagarle con la misma moneda, eso jamás ha estado bien.
- Pues entonces solo termina con Inuyasha y date la oportunidad de conocer más a Seshomaru, digo si ya te acostaste con él y deseabas que te besara pues ya dale una oportunidad a una nueva relación - intervino mi hermana
- ¡No! - suspiro - Saben... No me están ayudando en nada.
- ¿Que quieres mujer? ¿Que te digamos que sigas con una relación que claramente ya no da para más? Pues no, no te lo vamos a decir, nosotras estamos a favor de que te des la oportunidad de estar con alguien más que si te valore.
- Bien ya no necesito ningún consejo, adiós, se pueden ir

Me dirigí al baño de mi cuarto y ahí me encerre hasta escuche que se fueron.

Continuará...

Espero no estarlas aburriendo con esta historia jeje

Tal ves la siguiente parte ya la tenga lista en algunos días, y espero ahora sí poder darle un buen final a esta historia.

Hasta pronto! ✨

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