—Senku… Minami me dio esto. —Le mostró una simple hoja escrita, color rosa con muchos corazones rojos—. Dice que es un "test" de pareja, de la revista que hace en colaboración con Gen.

—¿Y qué con eso?

—Bueno, tú me pediste matrimonio… —Hace unos cuantos días, completamente de la nada.

—Ajá.

—Y te dije que lo pensaría… —Antes ni siquiera había querido confirmar que eran novios y luego le salió con eso, así que Kohaku se sintió abrumada.

—Soy consciente.

—Estaba hablando de eso con las chicas y Minami me dijo que si sacabas más de sesenta puntos debería decirte que sí.

—Bien, hagámoslo.

—¡¿En serio?!

—Sí, sí, solo empieza. Acabemos con esto.

—Bueno… Primera pregunta: ¿Qué piensas de mis ojos?

1. Crees que son como los ojos de un ángel.

2. Crees que son sensuales.

3. Crees que esconden secretos.

4. Ninguna de las anteriores.

—Opción cuatro —dijo él sin dudarlo.

—Oh… —Un poco decepcionada, Kohaku pasó a la siguiente pregunta—. Segunda pregunta: ¿Qué piensas de mi sonrisa?

1. Es la sonrisa más dulce del mundo.

2. Es una sonrisa sexy y provocadora.

3. Una sonrisa misteriosa.

4. Ninguna de las anteriores.

—Opción cuatro —dijo él sin dudarlo una vez más.

Un poco molesta, Kohaku continuó.

—¿Qué piensas de mi cuerpo?

1. Solo verme es un deleite para ti.

2. Provocó en ti un deseo incontenible.

3. Me ves como una diosa inalcanzable.

4. Ninguna de las anteriores.

Esperó expectante la respuesta de Senku, que lo pensó bastante antes de contestar.

—Opción cuatro.

Las manos de Kohaku temblaron mientras volvía a leer.

—Última pregunta, Senku… ¿Qué tanto te gusta estar conmigo?

1. Todo el tiempo que puedas.

2. Solo en las noches.

3. Cuando yo te busque.

4. Ninguna de las anteriores.

No se animó a mirarlo, cerró los ojos, esperando por su respuesta.

—Opinión cuatro. —Una vez más la decepcionó, tanto que apretó con fuerza el papel en sus manos, rompiéndolo parcialmente.

—Maldita sea… —Con un poco de pánico, volteó la hoja, esperando que los resultados aún fueran visibles. Lo eran, pero no eran buenos—. Sacaste un cuatro… De cien puntos, solo sacaste cuatro. —Lo miró profundamente decepcionada.

—Bueno, este tiene que ser el primer examen que desapruebo… Por supuesto que era uno de amor. —Bufó.

—¡JA! ¡Y por supuesto que mi respuesta a tu propuesta es NO! —Le dio la espalda, con la barbilla en alto.

—Espera, leona. Eso es diez billones por ciento injusto. No es mi culpa que la estúpida prueba tuviera tan pocas opciones…

—¡¿Pocas opciones?! ¡Si siempre elegías lo mismo!

—Porque las respuestas no eran correctas. —Encogió los hombros, antes de hurgar en su oído con el meñique—. ¿Qué pienso de tus ojos? Primero, tú no eres un ángel, eres una leona.

—¡¿Cómo te atreves?! —Volteó a verlo echando fuego por la boca.

—Segundo… —Sonrió ladinamente—. Decir que me parecen simplemente "sensuales" es absurdamente insuficiente, le agregaría otros diez billones de adjetivos. Y decir que guardan secretos sería ridículo. Tus ojos son demasiado expresivos, eres demasiado sincera, directa y transparente. Y una de las razones por las cuales quiero casarme contigo es porque no nos guardamos nada, nos conocemos demasiado bien para eso. La opción lógica era la cuatro.

Kohaku lo escuchó en silencio, sintiendo su ira lentamente desvanecerse. Pero aún tenía sus dudas.

—Pero las otras preguntas…

—La segunda era "¿qué pienso de tu sonrisa?", y las opciones eran terriblemente limitadas. Incluso combinando la primera y la segunda habría sido insuficiente. Aunque también puedes sonreír misteriosamente, como cuando estamos en la cama y planeas tus trucos sucios. —Sonrió divertido mientras ella se ponía más roja que un tomate—. Pero tampoco podría limitarme a esa opción. La más lógica sigue siendo la número cuatro.

—Entiendo… —murmuró, aún luchando por bajar su rubor.

—Y respecto a qué pienso de tu cuerpo… —Se acercó a ella lentamente, provocando que todo su esfuerzo por volver su rostro a la normalidad fuera en vano—. Las opciones eran diez billones por ciento demasiado absurdamente insuficientes —dijo con su boca contra su oído, haciéndola estremecerse—. Sería la subestimación más grande en dos millones de años de historia humana elegir solo una de esas. —Posó sus manos en sus caderas—. La opción número cuatro era la más lógica.

—I-idiota… —Se apartó rápidamente, recordándose que seguía molesta—. ¿Y qué hay de la última pregunta? Creo que la opción de "todo el tiempo que puedas" era muy lógica.

—En eso te equivocas. —Rió entre dientes, volviendo a acercarse a ella—. También quiero estar contigo todo el tiempo que no puedo.

Kohaku se volteó de inmediato, con la boca abierta y el corazón latiéndole locamente en el pecho.

—Senku…

—Y en las noches, y en los días… Y cuando tú me busques y cuando no me busques también. —Encogió los hombros, con una sonrisa despreocupada—. Así que evidentemente la opción más lógica era la número cuatro.

Kohaku arrojó despectivamente el papel que le había dado Minami y se lanzó a besar a su Senku, con pasión y entusiasmo, dejándolos sin aliento.

—Diez billones de puntos para ti. —Sonrió alegremente.

—Oh, esos son más de sesenta puntos. —Sonrió traviesamente —. Conoces la regla, leona. Ahora debes decirme que sí.

Ella rodó los ojos, con una sonrisa aún más alegre, antes de volver a besar a su prometido.

Fin.

Holaaaaaaaaaaaa :D

Les traigo algo cursi a la madrugada porque quería hacerle un regalo a una querida amiga que tambien tiene problemas de insomnio como yo uwu

Ojalá que les haya gustado y no los haya hecho vomitar tantos arcoíris XD

No olviden que los amo!~ ❤

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaa!