Teoría Correcta
Senku y Kohaku llevaban más de diez años de conocerse, habían asistido a preparatoria juntos, y Senku, que estaba decidido a impulsar y mejorar el desarrollo aeroespacial de Japón, también inspiró a Kohaku a convertirse en astronauta, a lo que ella siguió ese sueño y logró ser la primera japonesa mujer en pisar la luna.
Y claro que ella voló en un cohete diseñado por Senku, que trabajaba en la JAXA actualmente, luego de un par de años de entrenar bajo su tutela.
Por esto se habían vuelto más cercanos últimamente, pero...
Luego de que Kohaku regresara de su viaje para ensamblar maquinaría en la superficie lunar, había decidido tomarse un tiempo para estar con su familia, ya que apenas y sí había podido ver a su sobrino durante su entrenamiento y...
Senku sentía... cierta... ¿nostalgia? ante su ausencia.
Bueno, quizás no nostalgia. Quizás... Quizás estaba aburrido, sí, eso. Se sentía un poco aburrido sin Kohaku ya que eran amigos desde hace muchos años y su presencia siempre era agradable.
Entonces... de cierta forma, muy levemente, la echaba de menos... solo un poco. Muy, muy ligeramente.
Por alguna razón, muy a menudo siguió pensando en eso, en ella, hasta que ella regresó a trabajar al lugar, preparándose para otra misión de calibre similar que harían a futuro.
Creyó que eso le traería alivio, que ya no estaría aburrido, que ya no iba a pensar en ella al tenerla allí, pero... más bien fue todo lo contrario.
Siguió pensando en ella... y peor.
Hasta pensaba demasiado en ella... y cosas raras, cosas que antes ni siquiera notaba.
Cuando llegaba a la sede y lo saludaba, él siempre se fijaba en cómo iba vestida. Si usaba algo muy ajustado, no podía evitar sentir una especie de calor extraño. Si usaba algo muy flojo o incluso grande para ella, no podía evitar pensar que se veía... ¿adorable? Ugh, no, de ninguna manera pensaba eso. ¡Infantil, sí, se veía infantil!
El punto era que nunca antes se había fijado en nada de eso. ¿Por qué ahora sí? No tenía ni un milímetro de lógica.
Y eso era solo el principio.
Cuando almorzaban juntos y ella se sentaba a su lado, él era dolorosamente consciente del perfume que usaba, de su champú, hasta del maldito jabón que usaba para lavar su ropa, no podía evitar que todos sus sentidos estuvieran alerta ante ella, y lo peor era que le gustaba.
Su teoría inicial: se estaba volviendo loco.
También, cuando supervisaba su entrenamiento y preparación para la siguiente misión que probablemente tomaría más de un año en realizarse, entrenamiento que ella hacía con otras personas, no podía evitar que gran parte del tiempo su vista solo se fijara en ella, cosa de la que no se dio cuenta sino hasta que Sai, su compañero de trabajo encargado del área de programación, se lo señaló.
—Eh... Creo que deberías fijarte en los otros reclutas también, no solo Kohaku —dijo con confusión—. Uno acaba de cometer un error de ensamblaje.
—¿Qué? ¿Cuál? —Su vista pasó rápidamente por los otros aspirantes a astronauta, hasta que todo su cuerpo se congeló al darse cuenta de que Sai tenía razón, que no les había estado prestando atención en absoluto, que solo miraba a Kohaku como un rarito.
—El aspirante Ginro, pero su hermano Kinro ya lo corrigió. —Lo miró perplejo—. ¿Crees que la señorita Kohaku no es adecuada para esta misión? ¿Por eso estás tan atento a ella?
—No, no es... eso... —Se llevó una mano a la barbilla, pensativo.
No era eso, creía a Kohaku una persona completamente capaz y eficiente, pero le gustaría que fuera eso, porque era una razón lógica, razonable, una que explicaría su comportamiento.
Sin embargo, no era cierta.
Entonces, ¿qué le pasaba?
Segunda teoría: sufría de alguna enfermedad que alteraba su capacidad de razonamiento lógico.
No obstante, luego de tres visitas a tres diferentes médicos, concluyó que estaba en perfecto estado de salud.
Entonces, ¿qué le estaba pasando?
Decidió comentar el asunto con sus amigos... grave error.
—¡Estás enamorado! —gritaron Gen y Ryusui al mismo tiempo, con grandes y estúpidas sonrisas en sus estúpidas caras.
—Eso no tiene ni un milímetro de sentido. —Rascó su oído con fastidio—. El amor no tiene nada de lógica, es solo una molestia evolutiva para garantizar la reproducción de las especies, y ya hay suficientes personas dispuestas a lidiar con esa molestia, a mí no me interesa.
—Lo dices como si el amor fuera algo que puedes elegir o controlar. —Ukyo lo miró como si fuera un niñito que no sabía de qué hablaba.
—¡El amor es como el mar! —exclamó Ryusui chasqueando sus dedos—. ¡Crees que puedes navegarlo sin sucumbir a él, pero en cualquier momento llega la ola perfecta, gigante e inevitable y hace que te hundas hasta lo más profundo! ¡JA, JA, es imposible escapar!
—No es algo que puedas elegir que nunca te pase —acotó Gen—. Y una vez te pase, no es algo de lo que puedas escapar~.
—Pues yo no creo que esté enamorado, menos de Kohaku, ella no es una mujer, es un gorila. —Chrome bufó—. Además, ella tampoco se enamoraría de ti.
Las palabras de Chrome, que normalmente no le importarían o que incluso le parecerían divertidas, de repente lo hicieron sentir ofendido, primero por decir que Kohaku no era una mujer, y segundo por decir que no se enamoraría de él.
Una parte de él quería rebatir, protestar, aclarar que nada de eso era cierto, pero eso sería absurdamente irracional, así que apretó la mandíbula y no dijo nada.
—¡Yo creo que es genial que estés enamorado, Senku! —Taiju alzó un puño con emoción—. ¡Sí te casas, puedo ser el padrino en tu boda, como tú en mi boda, aunque solo te quedaste media hora!
Senku hizo una mueca de disgusto.
—Creo que estás pensando solo en las desventajas de una relación amorosa —comentó Tsukasa, que recientemente se había casado—. ¿No has intentado pensar en los beneficios?
¿Beneficios? ¿Qué clase de beneficio podría tener una asfixiante e incómoda relación amorosa con Kohaku?...
Casi de inmediato, la imagen de los labios de Kohaku se le vinieron a la mente y los ojos casi se le salen de las cuencas al darse cuenta de que, de hecho, cada célula en su cuerpo le pedía a gritos experimentar la sensación de besarla.
Por las sonrisas asquerosamente complacidas de Gen y Ryusui, supo que había hecho una expresión que delataba sus pensamientos, así que rápidamente inventó una excusa y se fue de allí casi corriendo.
Y claro, no pudo dejar de pensar en eso.
Tercera teoría: estaba ¿enamorado?
Era poco probable, pero nunca había que descartar una hipótesis sin antes intentar comprobarla.
Pero... ¿cómo comprobar un enamoramiento?
Quizás besándola... Y no es que se muriera de ganas de hacerlo, solo le parecía un buen método de prueba.
Ahora... ¿Cómo lograba besarla?
Como no quería morir, robarle un beso no parecía una buena opción.
Entonces... probablemente debería... ¿decirle lo que quería y esperar que no lo matara y estuviera de acuerdo?
Ugh, qué asquerosamente complicado y ridículo. ¿Realmente era necesario? No, no lo era. ¡Así que no lo haría!
Sin embargo, al día siguiente, Kohaku llegó a su oficina cuando estaba solo, invitándolo a almorzar juntos como todos los días.
Y él comenzó a mirarle los labios otra vez.
—Eh... ¿Senku? ¿Pasa algo?
Él carraspeó.
—No, leona, de hecho... Quería decirte algo. —Maldición, ni siquiera había querido decir eso, se le escapó.
Cuarta teoría: Ella trajo un parásito extraterrestre de la luna, se lo contagió y ahora este controlaba su cerebro, instándolo a la reproducción para poder extender sus raíces hasta controlar el mundo entero.
Sí, eso tenía más sentido.
No, esperen, era una locura... O quizás eso era lo que el parásito quería que pensara...
—¿Qué quieres decirme? —Ella lo miró con una sonrisita curiosa que lo hizo salir de sus pensamientos y volver a ser consumido por la idea de besarla. Sin embargo, su sonrisa se deshizo al darse cuenta de algo—. ¡Y no soy una leona! —Pero incluso con su boca torcida por la ira, igual quería besarla.
Bien, al diablo, era solo para comprobar una teoría... solo por eso.
—Tengo que... confesart... —Se tapó la boca al instante cuando casi le dice que quería confesarle sus sentimientos.
La teoría del parásito controlador de mentes estaba cobrando más y más fuerza.
—¿Confesar? —Lo miró con la boca abierta—. ¿Qué debes confesar?... —De repente pareció preocupada—. ¿Acaso... debes confesar... tus sentimientos... a alguien?
—Eh... Sí... —Maldición, de nuevo habló sin pensar demasiado.
Quizás debería dejar de mirarle los labios cada vez que abría la boca.
—¿A quién?... —Se abrazó a sí misma, su boca curvandose de forma que su labio inferior resaltaba más, haciendo que su cerebro se volviera todavía más incapaz de conectar dos neuronas correctamente.
—A t... Eso no importa. —Carraspeó, sacudiendo la cabeza—. No lo voy a hacer.
Era ridículo, no podía perder el tiempo en ese tipo de cosas.
—¿Por qué no? —Lo miró sorprendida—. Si alguien te gusta, debes decirle. Ja, no esperaba de ti que fueras tan indeciso y cobarde, Senku. —Sonrió, aunque la sonrisa se veía algo forzada.
¿Indeciso y cobarde él?
Frunció el ceño y se levantó de golpe de su escritorio, rodeándolo hasta estar delante de ella, a solo un paso de distancia.
Ella retrocedió un poco, con los ojos muy abiertos.
—Bien, te lo diré... C-como prueba —aclaró luego de una pausa, recordando que esto era solo para comprobar su teoría.
—¿Dices... que vas a practicar conmigo como si yo fuera la chica que te gusta? —Claro, ella no lo entendió y asumió eso.
—Eh... Sí, sí, eso. —Frotó su oído, de nuevo comenzando a fastidiarse.
Se quedaron en silencio un largo rato hasta que ella alzó una ceja.
—¿Y bien? Si no sabes como empezar, simplemente di "me gustas".
—Me gustas —dijo de inmediato, y se sorprendió por lo natural que le salieron las palabras.
Comenzaba a creer que... de hecho, podía ser verdad.
—Y... —Kohaku tragó saliva por la intensidad de su mirada clavada en ella—. Podrías decirle... lo que te gusta de ella o algo así.
—Me gusta... tu fuerza... tu... eficiencia... —Seguía mirándola, y se acercó un paso más, a lo que ella retrocedió otro—. Me gusta como cuidas a los tuyos... como siempre te esfuerzas por hacer bien las cosas, y te esfuerzas hasta tu último aliento... hasta que lo consigues. —Sonrió y dio otro paso, y esta vez ella no retrocedió—. Me gusta hasta cuando te enfadas... ya sea cuando hago cosas moralmente incorrectas o.... cuando te llamó leona... —Ella abrió mucho los ojos—. Me gusta estar contigo... Me gustas tú...
Y entonces, finalmente se acercó más... y la besó.
Ella le correspondió de inmediato, con sorpresa, pero también con entusiasmo, demostrando así que ella sentía lo mismo.
"¡En tu cara, Chrome!"
La pasión contenida por tanto tiempo hizo que no se separaran en un buen rato, pero incluso cuando se separaron, fue para escaparse del trabajo e irse a pasar el resto del día juntos.
Al parecer, la teoría correcta era esa a la que tanto se negó...
Por otro lado, todavía no descartaba al parásito extraterrestre, pero si esto era gracias a un parásito, bienvenido sea, felizmente le cedía el control de su mente.
Valía la pena.
Fin.
Holaaaaaaa :D
Lamento haber estado tan ausente, como dije antes, la vida adulta apesta :'(
Este fic es una comisión para mi querido Francisco! Muchas gracias por tu apoyo y espero q el fic te guste :'D
Por cierto, si alguien quiere pedir una comisión, estoy con todas las ganas ahora OwO
De verdad extraño demasiado escribir más de mi hermosa OTP TTwTT
Muchas gracias por la paciencia y por su apoyo! Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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