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Falta de respeto

(ADVERTENCIA: LEMON).

-¡Buenos días, Ishigami-sensei! -Un grupo de chicas entró con entusiasmo a la clase del apuesto y joven profesor que impartía la materia de química aplicada en la carrera de criminalística, con miradas brillantes y rostros sonrojados.

-Sensei, leí el libro que recomendó en su última clase. -La líder del pequeño grupo, la que se consideraba la más bonita de toda la clase y toda la universidad para el caso, se acercó a él balanceando las caderas, inclinándose para dejar a la vista de su profesor sus pechos operados.

Y, por primera vez en meses estudiando con él, Ishigami-sensei se sonrojó al mirarla.

Ella y sus amigas no pudieron contener sus jadeos de emoción.

-Vaya... -Él rio nerviosamente, haciendo jadear todavía más a sus estudiantes-. Me alegra escuchar eso, Asakita, podemos... -Se atragantó con su propia saliva de pronto, luciendo más nervioso mientras Asakita se inclinaba más sobre su escritorio-. Podemos hablar de eso en la próxima clase. V-ve a sentarte. Ahora.

-¡Claro, sensei! -Le guiñó un ojo y se pavoneó felizmente a su asiento junto a sus amigas, todas felicitándola por haber logrado afectar al más imperturbable y aplicado profesor inalcanzable.

Asakita no dejó de presumir ser la responsable del rostro sonrojado de Ishigami Senku a cada nuevo estudiante que entrara al salón, sin preocuparse en ser discreta, prácticamente gritándolo, y viendo complacida que cuando lo decía lo suficientemente fuerte para que su profesor la escuchara, él se sonrojaba más. ¡En definitiva tenía que intentar un movimiento con él después de clases!

La mente de Asakita comenzó a llenarse de locas fantasías, y siguió presumiendo gustosa su logro, totalmente inconsciente de la enorme irritación y disgusto que Senku sentía hacia ella desde que llegó, y que solo crecía y crecía cada vez que la escuchaba abrir la boca. Aunque, por otro lado, una parte de él en realidad quería agradecerle a Asakita que presumiera tanto el "haberlo dejado embobado".

Cada vez que Asakita afirmaba ser la razón del sonrojo de Senku, Kohaku debajo del escritorio le chupaba con mucha más fuerza la verga, llevándola hasta el fondo de su garganta.

Senku siempre se jactó de tener un buen autocontrol en muchos aspectos de su vida, pero había cosas que lo superaban, y la boquita caliente y húmeda de su novia era lo segundo en su lista capaz de hacerlo olvidarse hasta de quién era. Lo primero, obviamente, era su exquisita vagina, que le encantaría tener frente a su rostro ahora mismo, en vez de estar expuesto a las miradas de decenas de sus estudiantes.

Esto era la mayor falta de respeto que había cometido ante su institución, sus honorarios, su profesión y sus principios, y mierda que lo ponía más caliente que el núcleo de una estrella supergigante azul. ¡Pero todo era culpa de esa leona!

Él daba varias clases en la misma carrera, aparte de otras, y tuvo varias veces a Hizashi Kohaku entre sus estudiantes, una chica que amaba con pasión la carrera, pero le costaba muchísimo estudiar, y más en las materias que Senku impartía.

Y él la veía. Veía lo mucho que se esforzaba, la vio varias veces hasta tarde en la biblioteca de la universidad, frustrándose mientras intentaba entender lo necesario, veía las ojeras bajo sus ojos azules, y cuando empezó a notar que hasta bajaba de peso y descuidaba su otra pasión, las artes marciales, no pudo quedarse callado y le ofreció su ayuda para estudiar.

Empezaron quedándose después de clases en la biblioteca, pero luego empezaron a ir a casa de Kohaku o a casa de él, y un día ella le ofreció vino y... se demostraron algunas cosas que desde hace tiempo habían comenzado a sentir bajo la influencia de menos alcohol del que les gustaría admitir.

Comenzaron a salir en secreto, y llevaban casi un año así, incluso aunque a él le tocó ser su profesor en otra materia y le tocaría otra materia más antes de que se graduara. De hecho, antes de la clase de ahora había estado dándole clases a ella, que se esperó a que sus compañeros salieran del aula para lanzarse a besarlo desesperadamente.

-¿Qué diablos, leona? -murmuró con dificultad en medio del beso-. Te dije que nada... de besos aquí. -A pesar de sus palabras, el pervertido no dudo en tomar sus muslos y mecer sus caderas juntas.

-Eso te pasa por dejarme con las ganas esta mañana. -Molió con más ánimo contra él.

-Aun así, esto no... -calló cuando ella gimió al sentir su erección comenzar a crecer muy a pesar de todas sus quejas, y eso solo lo hizo ponerse más duro.

-¿Cuánto falta para tu siguiente clase? -susurró desesperada, desabrochándole los pantalones sin pensarlo dos veces.

-¿Qué demonios haces? -Palideció, mirando con pánico hacia la puerta-. Es en quince minutos, pero... -Calló cuando ella volvió a besarlo, forzando sus labios a abrirse para jugar con su lengua, sin dejarlo hablar.

-Quince minutos bastaran, será rápido. -Se apartó solo unos segundos para sonreírle con malicia.

-Leona, entiende que... -De nuevo no lo dejó hablar, casi atragantándolo con sus besos.

Se subió la falda, apartó sus bragas y sacó su miembro de sus pantalones, introduciéndolo dentro de su necesitada cavidad, apartándose de su boca para morderse la lengua con fuerza, intentando no chillar y alertar a todo el mundo de lo que estaban haciendo.

Empezó a brincar sobre él sin dejar de morderse la lengua, sintiendo sus ojos cerrarse por lo mucho que le estaba encantando hacer esto en este lugar, a pesar de lo incorrecto y sucio que era.

-Se-Senku... -Chasqueando la lengua, él abrazó su cintura, pegándola a su abdomen, y llevó su mano libre a frotar su clítoris con fuerza, haciéndola jadear ruidosamente y correrse a los pocos segundos, arqueando todo su cuerpo y temblando de forma incontrolable-. ¡Mierda, mierda! -gritó tras su mano.

-Mierda es lo que debo decir yo. -Haciendo uso de toda su fuerza de voluntad y toda su escasa fuerza de pulga, Senku se la quitó de encima, sentándola sobre su escritorio-. Leona, aunque la clase sea en quince minutos, los estudiantes siempre llegan antes. Tienes que irte ahora. -Miró con pánico la hora en su celular.

-No me digas leona. -Lo miró con molestia, aun jadeando por su orgasmo.

-¡Ese no es el punto! Tienes que irte. Faltan diez minutos.

-Pero... -Miró con ojos entrecerrados su erección latente, y hasta tuvo el descaro de poner la punta de su dedo índice sobre su glande, haciéndolo estremecerse de pies a cabeza cuando una gota de líquido preseminal brotó y ella la aplastó, esparciéndola en movimientos circulares alrededor de esa sensible zona-. Sigues duro -señaló triunfante.

-Kohaku... -le gruñó con molestia, mirándola con advertencia.

-Será rápido, lo prometo... -Quiso volver a sentarse sobre él, pero entonces la puerta se abrió de golpe y Kohaku fue lo suficientemente rápida para esconderse bajo el escritorio y jalar la silla de Senku hacia el hueco, donde no se notaría su miembro erguido y empapado en los fluidos del orgasmo que ella acababa de tener.

Afortunadamente, el grupo de chicas estaba muy ocupado sacándose selfis, y cuando le desearon los buenos días Senku y Kohaku suspiraron de alivio porque no notaron nada.

No obstante, cuando detectó el tono coqueto y descarado de una chica hacia su novio, Kohaku ardió en celos y una idea malvada se le ocurrió al tener el pene de su novio prácticamente abofeteándole el rostro bajo su escritorio. Lo rodeó y comenzó a lamerlo suavemente, aguantando la risa al sentirlo estremecerse e intentar apartar su cabeza con su mano.

Su plan no le sirvió para nada, la chica creyó que Senku se estaba sonrojando por ella y comenzó a presumirlo a los cuatro vientos, y en toda respuesta Kohaku rodeó la base con su mano y lo hundió en su boca hasta el punto en el que sintió arcadas, pero ni así quiso detenerse, ni siquiera al sentir la mano de Senku desesperadamente intentando apartarla.

Senku estaba desesperado, a un pelo de correrse y sin saber qué demonios hacer con todos sus estudiantes mirándolo expectantes, a la espera de que comenzara con la clase.

Lo único bueno era que aparentemente no tendría que dar una excusa de porqué estaba tan rojo y nervioso, Asakita ya hizo a todos creer que era a causa de ella, y prefería eso antes de que supieran que estaba recibiendo sexo oral en ese mismo instante, frente a todos ellos.

Tragó saliva y pensó desesperadamente en qué hacer, forzando su brillante mente a concentrarse en una forma de sobrevivir a esto y no en su hermosa novia dándole placer de la forma más retorcida posible.

-Bueno... -Su voz salió demasiado aguda en un principio y rápidamente carraspeó-. Buenos días.

-¡Buenos días, sensei! -contestaron con la normalidad de siempre, sin notar nada.

¿Qué dirían si supieran lo que estaba pasando? Probablemente nadie podría creerlo de él y sin duda lo despedirían y a ella la expulsarían, aunque estaba seguro de que apenas se le pasaran las toneladas de libido que inundaban ese pequeño cuerpo sensual su leona iba a ser la que más se avergonzaría, pero también sería un escándalo vergonzoso para él. Y lo peor es que en este momento no podría importarle menos.

-Para la clase de hoy, vamos a... -Se calló de pronto, quedándose con la boca abierta al sentirse en el fondo de su garganta otra vez. ¡¿Acaso quería matarlo?!

-¿Está bien, sensei? -preguntó una alumna al frente.

Senku cubrió su boca y bajó la cabeza, sintiendo a Kohaku retroceder lentamente, asegurándose de que sintiera su lengua cálida acariciándolo en todo el camino hacia fuera.

-S-sí... Tendrán que disculparme. -Carraspeó-. Estoy resfriado. -Llevó su mano hacia su cabeza y jaló con reproche su coleta, esperando que nadie más haya escuchado la risita malvada que le siguió a eso-. ¿Quiénes hicieron la tarea para hoy?

Varias manos se alzaron, pero Asakita hasta se levantó de su asiento, con ambas manos levantadas.

-¡Yo, sensei, yo!

-B-bien. -Se sonrojó más al sentir la molestia de Kohaku en lo fuerte que estaba succionándolo ahora. ¿Nadie más podía escucharla, verdad? Estarían tan jodidos-. Por favor lee en voz alta las consignas y tus respuestas.

Más feliz al verlo sonrojarse otra vez, Asakita leyó con orgullo, y su voz solo pareció enfadar más a Kohaku, que comenzó a masturbarlo con rapidez, con las dos manos, mientras ocupaba esa boquita sucia suya en lamer la piel bajo sus testículos, antes de envolver uno con su boca, chuparlo con suavidad y pasar al otro. Senku luchó por mantener los ojos abiertos, pero su respiración ya estaba descontrolada y su pelvis comenzó a sacudirse levemente.

Mientras Asakita seguía leyendo, sus ojos bajaron hacia Kohaku, que ahora estaba chupando su glande, masajeando sus testículos con una mano, y su boca cayó al ver que su otra mano estaba metida bajo sus bragas, con tres dedos entrando con fuerza en su cavidad y su pulgar frotando con furia su clítoris. Esa descarada, indecente y caliente novia suya... Mierda...

Cuando Kohaku se corrió con sus dedos, ahogó sus gemidos llevando su verga hasta el fondo de su garganta, y Senku ya no lo pudo soportar más. Llevó la cabeza violentamente hacia atrás, estrellándola contra el maldito pizarrón y soltando un gruñido que hizo que toda su clase volteara a verlo con los ojos muy abiertos mientras él se corría en la boca de su leona.

Él se cubrió la boca rápidamente, mirando con los ojos muy abiertos a sus estudiantes mientras luchaba por regular su respiración.

Totalmente ajena a su horror, Kohaku lamió con cariño los restos de su semen antes de subirle la ropa interior y los pantalones, abrochándolos con orgullo por la tarea que había realizado.

-¿Se-sensei? -La estudiante de antes fue la primera en atreverse a hablar, mirándolo con la boca abierta.

"Piensa rápido", Senku se abrochó los botones de abajo de su bata de laboratorio para cubrir sus pantalones manchados por el primer orgasmo de Kohaku y se puso de pie, llevando los brazos detrás de su espalda y dedicando su mirada más fría a Asakita, que se estremeció con miedo.

-Asakita, esas fueron las peores respuestas a una tarea que he escuchado en todos mis años impartiendo como profesor. -Nada, no había escuchado ni una palabra, pero era su única excusa-. ¿Así planeas aprobar mi materia? ¡Es una vergüenza! -Gruñó con furia (intentando imitar la forma en la que había gruñido antes) y ella volvió a estremecerse, igual que toda la clase-. Espero que todos ustedes aquí sepan señalar los graves errores de Asakita, porque de lo contrario les haré un examen ahora mismo, como prueba de que merecen estar en mi clase y no en primero de primaria.

Ahora bien, Senku jamás había sido un profesor así, jamás quería dar miedo ni presionar a sus estudiantes, ¡¿pero de qué otra forma iba a salvarse?! Aún estaba temblando de la corrida que ahora mismo estaba bajando por la garganta de esa leona posesiva.

Asakita se sentó con los ojos llenos de lágrimas y los puños temblándole con rabia, y Senku supo que al menos ser cruel le había quitado a una coqueta más de encima. Por suerte, muchas de sus respuestas tenían errores, así que sus otros estudiantes rápidamente comenzaron a corregirla, solo haciéndola enfadar más.

Senku decidió no darles tarea y dejarlos salir antes a cambio del mal trago que los hizo pasar, y pudo ver que con eso se ganó de nuevo el favor de sus estudiantes.

Cuando ya no quedaba nadie, Kohaku salió de debajo del escritorio, con el rostro rojo de la vergüenza porque efectivamente, la lujuria ya no la cegaba y ahora probablemente estaría avergonzada todo el día.

Senku rio resignado y se acercó a besarla a modo de agradecimiento.

-A pesar de todo, eso fue diez billones por ciento increíble. -Pasó sus manos por su cintura, haciéndola sonreír aún con el rostro en llamas-. Pero no lo vuelvas a hacer, ¿quieres? Solo un año más y ya no tendremos que aguantar a más estudiantes como Asakita despertando tu lado de leona territorial. -Rio.

-No soy una leona. -Bufó-. Ja, y más te vale. Aunque seguro ni pudiendo decir que somos pareja te dejarán de fastidiar, Senku-sensei. -Se apartó de él, cruzando los brazos.

-Bueno, siempre podemos decir que somos un matrimonio. -Le sonrió con diversión y salió tranquilamente del salón.

-Ja, creo que ni así dejaran de... -Calló de pronto, dándose cuenta de la implicación-. ¡E-espera, Senku! ¡¿Hablas en serio?! -Corrió tras él, que solo se limitó a seguir riendo.

Fin.

Holaaaaaaaaaaaaa :D

Aquí el lemon q ya es costumbre a fin de mes uwu

El tema de hoy es profesor x estudiante!

El próximo mes NO habrá lemon de fin de mes porq como ya deberían saber es un evento del grupo de facebook de Senku & Kohaku y no queremos presionar a los miembros en épocas festivas así q ni modo x'D

Ojala les haya gustado!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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