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¿Destino o coincidencia?

(ADVERTENCIA: LEMON).

Senku nunca fue el alma de la fiesta, pero en esta fiesta en particular estaba de un humor especialmente malo, lo que provocaba que todo lo que hiciera fuera beber vino sin parar.

Mañana tenía muchos asuntos que tratar en su empresa, una junta importante, contratación de personal, lanzamiento de su último invento y además el cumpleaños de su hermana, que quería celebrarlo en el salón de la empresa.

¿Por qué se dejó arrastrar por sus amigos?

Mayormente fue culpa de Taiju y Yuzuriha, que no dejaron de insistir e insistir hasta que aceptó. Yuzuriha incluso le hizo un disfraz para la fiesta, un traje que pertenecía a un esqueleto llamado Jack de una película Disney o algo así, hasta lo maquillo un poco para hacer que tuviera unas marcas de sonrisa cocida a la cara o algo así.

Así que aquí estaba, disfrazado de protagonista de Disney en una fiesta de Halloween, amargado y ahogado de borracho.

Como si las cosas no fueran lo suficientemente mala, Gen y Ryusui se le acercaron de pronto.

—¡Senku-chan! ¡Pero si estás disfrazado del gran Jack Skellington!

—¡Ja, ja, te queda bien! ¡También era un investigador, aunque de festividades!

—Y también se veía muy solitario gran parte de su película... —Gen sonrió misteriosamente—. Pero ¡vaya! ¡¿No es esa de ahí Sally, la novia de Jack Skellington?! —Volteó la cabeza hacia la otra punta de la barra del bar, viendo a una chica disfrazada de muñeca de trapo.

Ella los miró confundida, pero por su mirada desorientada parecía que también estaba borracha.

—¡Parece que vinieran en disfraces combinados! —Ryusui chasqueó los dedos, riendo escandalosamente—. ¡Deberías invitarla a bailar, es una bellísima dama!

—No me gusta bailar. —Ella hizo una mueca de disgusto.

Senku rio suavemente.

—A mí tampoco. Y ya dejen de molestarme a mí y a esta chica, no nos conocemos para nada. Lo de los disfraces es una coincidencia. —Bebió otra copa de vino.

—Más que una coincidencia, diría que es el destino~. —Gen sonrió con una de sus sonrisas desagradablemente sospechosas—. Al menos invítale una bebida, ya que tienen en común que no les gusta bailar. Son como almas gemelas~.

—¡No te dejaremos de molestar hasta que lo hagas! —Ryusui rio malvadamente.

Fastidiado hasta la medula, Senku decidió pagar un wiski para la chica con disfraz de muñeca de trapo.

Al ver que la chica lo aceptó sin problemas y se puso en pie para acercarse a él, Gen y Ryusui se sonrieron y finalmente se marcharon.

La tal "Sally" se sentó a su lado, bebiendo de su vaso con una sonrisa borracha.

—Solo te dijeron que me compres una bebida, ¿por qué tenía que ser una tan cara? —Su sonrisa resplandeciente lo hizo pestañear aturdido por un momento.

—Tengo mucho dinero, puedo permitírmelo —murmuró, incómodo.

—¿Pero algo tan caro aparte de delicioso? —Rio—. Pues te lo agradezco, Jack.

—De nada, Sally. —Se puso de mejor humor al escuchar su tono juguetón—. Me llamó Senku, por cierto.

—Soy Kohaku. —Su sonrisa se agrandó y él empezó a mirar su boca, sin estar realmente seguro de porqué—. ¿Eres fan de la película? El extraño mundo de Jack, quiero decir.

—No realmente, creo que la vi de niño pero no la recuerdo bien. —Encogió los hombros—. ¿Qué hay de ti?

—Oh, sí, me encanta. —Asintió—. También porque me encanta la navidad. Sirve para ambas fechas, Navidad y Halloween.

—Bueno, también me gusta navidad. —Su mirada se ablandó—. Tengo muy buenos recuerdos, en realidad fue gracias a una navidad que empecé a realizar mis sueños.

—Vaya, eso es increíble. —Ella sonrió suavemente, con sus ojos azules tan brillantes como sus sonrisas—. ¿Fue un regalo muy especial el que te hicieron tus padres?

—Mi padre. No tuve una madre hasta mi adolescencia. —Rio ante el recuerdo—. El viejo con todo y sus cuarenta años pudo encontrarse a una esposa joven, exitosa, talentosa y amorosa.

—Parece que tú también la quieres mucho. —Su mirada se ablandó.

—Por supuesto, aunque no suelo decírselo mucho pero ella lo sabe. No soy de decir ese tipo de cosas.

—No eres de hablar de tus sentimientos, ni de fiestas, ni de bailar. Imaginó que tu novia debe ser muy paciente contigo.

—No tengo novia, esas cosas tampoco me interesan.

—¿Eres...?

—No, no soy gay. —La miró con irritación y ella rio burlonamente.

—Ja, solo iba a preguntarte si eres de esos que aman más su trabajo. Yo tampoco tengo interés en esas cosas. —Encogió los hombros.

—¿Oh? —Su interés en ella aumentó—. ¿Puedo preguntar por qué? ¿Malas experiencias?

—No, simplemente no me interesa, no me interesó nunca. —Terminó su bebida—. Soy una mujer ocupada, quiero cumplir mis sueños y una pareja sería una molestia.

Los ojos de Senku se iluminaron.

—Vaya, no creí que encontraría a alguien tan sensata aquí. Y eso que no te creía muy lógica cuando viniste a sentarte conmigo solo por una bebida.

—Me llamaste la atención, eso es todo. —Sonrió, viéndolo fijamente—. En realidad no sé por qué...

Siguieron hablando durante una hora más, hablando y bebiendo, tanto que sus mentes comenzaron a nublarse y, cada vez que la veía sonreír, Senku ya no se molestaba en disimular estar mirando descaradamente a sus labios, y ella, que parecía más tolerante al alcohol que él, se dio cuenta sin problema alguno.

—¿No que no te interesaban estas cosas? —Apoyó los codos en la barra del bar—. Parece que quieres besarme...

—No me interesa tener una relación... pero admito que sí quiero besarte. —Rio descaradamente, sin pensar dos veces en lo que estaba diciendo.

Y sin pensar en apartarla cuando ella se paró de su asiento, tambaleante, y se sentó en su regazo, acercando muchísimo su rostro al suyo.

—Entonces, bésame.

Una vez más no lo pensó dos veces y la besó, cediendo a sus más primitivos e ilógicos instintos.

Empezaron con fuerza, besándose como si quisieran devorarse, siento tan descarados que hasta empezaron a meter las manos bajo la ropa del otro y el barman les gritó que se controlaran.

—Tomen. —El barman les tendió una llave—. Es una habitación arriba en el segundo piso, la última al final del pasillo, vayan a hacer lo suyo allá, indecentes.

Demasiado borracho como para que le importe, o como para siquiera pensar, Senku tomó la llave y jaló a Kohaku de la mano, queriendo estar a solas para seguir besándola sin que los interrumpan.

Ella lo siguió riéndose todo el tiempo, dándole besitos en la mejilla y mandíbula mientras caminaban.

Apenas entraron a la habitación, volvieron a besarse con ganas.

Senku tiró de sus labios con los suyos, los mordió, los chupó y los abrió para invadirla con su lengua, disfrutando de escucharla casi ronronear mientras paseaba sus manos por su cintura.

—Más que una muñeca de trapo debiste disfrazarte de gata... o de leona, más bien. —Se rio contra sus labios, sujetando su nuca para no dejarla apartarse.

—No me digas así. —Lo miró irritada, mordiéndole el labio con fuerza a modo de castigo.

Él gimió de dolor... pero una parte de él lo disfrutó, y sintió su miembro comenzar a endurecerse.

—Lo siento... leona. —Ella volvió a morderlo y él gimió de gusto, llevando sus manos a su trasero para empujarla contra su erección.

Ella gimió sorprendida, pero también enrojeció aún más y meneó sus caderas para seguir frotando su entrepierna contra su excitación. Él enterró la cara en su cuello, cambiando ligeramente el ángulo para frotar directamente su clítoris. Su gemido de gusto solo ayudó a quitarle lo poco que le quedaba de cordura.

Volvió a besarla con pasión que ella correspondió con salvajismo, llevando una mano a su culo para hacerlo frotarse contra ella con más dureza, provocando que ambos se apartaran, echando la cabeza hacia atrás.

Tenían el maquillaje corrido ahora, dándoles un toque de negro a sus rostros enrojecidos.

Cuando volvieron a besarse, Kohaku comenzó a desabotonar la chaqueta y camisa del disfraz, pero le dejó el ridículo moño del traje, y eso lo animó a llevar las manos a su vestido hecho de trapos cocidos, levantándolo mientras paseaba las manos por sus piernas. Mierda que tenía unas piernas espectaculares. ¿Esta mujer siquiera era real?

Se detuvo al llegar a sus muslos, sin atreverse a levantar más el vestido por más descaro que tuvieran al frotarse el uno que el otro, pero eso no pareció gustarle. Se hizo atrás por un momento, se quitó el vestido y volvió a besarlo, sin darle tiempo a recuperarse del shock de ver que no traía sujetador.

Sentir sus pechos desnudos contra la piel de su pecho lo terminó de volver loco, más cuando ella gimió suavemente cuando sus pezones se endurecieron con el contacto de su piel caliente. Llevó una mano entre sus cuerpos y la metió en sus bragas, haciéndola jadear cuando sintió con sus dedos su centro rebosante de humedad.

La tanteó solo un poco, viendo con agrado sus reacciones, la forma en la que su cuerpo se arqueaba y sus ojos querían irse hacia atrás, sus dientes mordisqueando sus labios hinchados y sus suaves gritos, todo por dos de sus dedos jugueteando con su clítoris.

—Eres muy sensible, ¿eh?... —Los pantalones ajustados del estúpido disfraz se sentían tan apretados que era casi doloroso—. ¿Te gustaría que haga algo... más?

—¿M-más?... —Lo miró nerviosa y expectante, aún jadeando por sus caricias.

Casi con dulzura, abrazó su cintura y la guio a la cama de la habitación, haciéndola recostarse y separando sus piernas gentilmente.

—¿S-Senku? —Lo miró con los ojos muy abiertos, absurda y adorablemente sonrojada.

Él bajó la cabeza lentamente, dándole tiempo a detenerlo. Cuando no lo hizo, decidió ir directo al grano y probar sus jugos, hundiendo su lengua hasta lo más lejos que pudiera llegar, todavía frotando su clítoris con sus dedos, escuchándola gritar y viendo con satisfacción como se retorcía en la cama, gritando mientras extendía sus piernas bien abiertas para darle más acceso.

Le gustaba demasiado estarle dando tanto placer, le gustaba demasiado sentir su cuerpo retorcerse. Ya no podía aguantar más, sentía que podría correrse solo de verla y escucharla.

Lamió insistentemente su clítoris por un momento, antes de apartarse y quitarse el pantalón, suspirando de alivio al liberar su miembro dolorosamente duro.

Ella se sentó, jadeando pesadamente, y lo sorprendió al tomarlo de los hombros y arrojarlo a la cama.

No hubo más juegos, se le subió encima y la hizo penetrarla, arrancándole un gruñido a ambos.

Era tan apretada y caliente... definitivamente no iba a aguantar.

Gimió desde el fondo de su garganta cuando ella empezó a moverse, al principio lento, pero luego tan rápido y fuerte que no pudo seguirle el ritmo y simplemente apretó los dientes, juntando toda su fuerza de voluntad para no venirse y cerrando los ojos para que la vista de su cuerpo desnudo brillante por el sudor brincando sobre él no lo terminara de derrumbar. Aunque cerrar los ojos no lo salvó de escucharla gemir y gritar su nombre, ni del sonido de sus cuerpos chocando una y otra y otra vez. Era demasiado, no podía aguantar, ¡no podía!

El golpe de adrenalina de sentir tan cerca su orgasmo le devolvió las fuerzas para seguirle el ritmo, haciéndola atragantarse en medio de un grito mientras la penetraba con todas sus fuerzas, llevándolos a ambos al clímax.

Aún sudorosos y jadeantes, se abrazaron y se cubrieron con las sabanas, durmiéndose rápidamente.

Al despertar a la mañana siguiente, la resaca para Senku fue horrible... pero no tanto como ver que el alcohol finalmente lo había hecho caer en brazos de una completa desconocida.

—Mierda.

No quería lidiar con nada de esto, ni tenía el tiempo tampoco, le esperaba un día muy agitado en la oficina.

No tuvo más remedio que volver a colocarse el traje de Jack o como se llame, y salir de la habitación desaliñado, lleno de mordidas, arañazos y el cabello más desastroso de lo habitual. Ciertamente se notaba a leguas lo que había estado haciendo, pero se dijo que no le importaba y fue hacia su auto aún en el estacionamiento.

Miró hacia atrás, pensando en esa mujer que lo había cautivado lo suficiente para hacerlo caer. Le habría gustado quedarse con ella, pero tenía mucho trabajo y... realmente no era buena idea. Por primera vez, sentía que corría peligro de acabar enamorándose.

Fue a su departamento a ponerse algo decente, para luego irse a la oficina aún sintiendo los efectos de la resaca. Se topó a Ryusui y Gen con sus sonrisas de hijos de puta y se apresuró a esquivarlos, yendo a su oficina para empezar con este atareado día.

Tenía mucho trabajo que hacer, aunque lo bueno es que con la ampliación del personal finalmente le habían conseguido una nueva asistente, ya que la última renunció al no poder con sus exigencias y le habían dicho que esta era una más eficiente.

Aunque comenzó a dudar que eso fuera cierto cuando pasaron los minutos y la asistente no apareció.

¿Impuntual el primer día? Eso era empezar mal.

Cuando finalmente tocaron a su puerta, Senku suspiró hastiado y aliviado en la misma medida.

—Adelante.

Para colmo de colmos, después de escuchar su voz la chica no entró, así que Senku tuvo que repetirse, aún más fastidiado que antes.

Cuando por fin entró a la oficina, levantó la cabeza con toda la intención de reprocharle sus faltas, solo para congelarse al ver esos familiares ojos azules.

Oh, mierda...

Senku y Kohaku se miraron horrorizados, ambos dándose cuenta de que les esperaban muchos problemas por delante.

Después de todo, él no cedería fácilmente a los encantos de esa leona, y ella no perdonaría fácilmente su abandono de esta mañana. Esta historia acababa de empezar.

Fin.

Holaaaaaaaaaa :D

Aquí tienen el lemon del final del mes gracias a q el evento del grupo de face de Senku & Kohaku se celebro en paralelo con el evento de Halloween uwu

Hice este fic con el tema de disfraces combinados y también por unos dibujos muy bonitos q hizo una amiga mía :3

Ojala les haya gustado owo

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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