Ángel del Destino 2
(N/A: Necesitan haber leído mi fic llamado "Ángel del Destino" para entender este fic).
Senku siguió visitando a Kohaku un par de veces a lo largo del siguiente mes en lo que ella se recuperaba en el hospital. ¡Todo sin que el ángel Tront tuviera que inducirlo a ello!
¿Sería Kohaku la mujer perfecta para él, en verdad?
Pero había algo que le molestaba y eso era que por más visitas al hospital que Senku hiciera, aún no lograba convencerlo de que le pidiera su número a Kohaku.
—¿Qué voy a hacer cuándo le den de alta? ¡Mi plan anterior se arruinó debido al problema con el criminal! ¡Y aún temo que Senku lo arruine en cualquier momento!
—Sí que le tienes poca fe. —Su compañera, la ángel guardián Lein, se rió nerviosamente—. Relájate, todo marcha bien hasta ahora.
—No puedo relajarme, no con Senku. —Entrecerró sus ojos azules—. Debo ser constante, ¡atacar, atacar, atacar! No puedo dejarlo respirar, debo lograr que caiga. —Apretó los puños.
—Suenas como un villano. —Lein le dio un golpe en la cabeza, no muy suave.
—¡Sueno como él! ¡Ya llevo demasiados años aguantándolo! —Lloriqueó, con sus alas caídas—. Quiero terminar esta misión y volver con parejas normales… Extrañó verlos organizar cenas románticas o escribir cartas de amor…
—Tal vez Senku podría hacer eso algún… —Calló al ver el gesto incrédulo y amargado del ángel Tront—. ¿Qué? Si logramos que se enamore tal vez pueda ser un poco romántico…
—Ya sería el logro imposible hacer que se enamore, pedirle ser romántico además sería simplemente inimaginable. —Se estremeció, asqueado—. No sé qué haré si Kohaku no lo logra… El mundo estará condenado.
No quería ni imaginarse el regaño que recibiría si el alma no nacida jamás llegaba a la Tierra y por lo tanto la humanidad llegaba a su fin antes de tiempo.
—¡P-pues demos lo mejor de nosotros para que se enamoren! ¡Yo creo que no están tan lejos, se llevan muy bien!
—Hay algo que me preocupa de Kohaku… aparte del hecho de que no puedo lograr que Senku le pida su número. —Se llevó una mano a la barbilla—. Ella se ha mostrado agradecida y admirada por él, pero no parece tener interés en verlo como más que un amigo, tampoco ha dicho nada romántico ni coqueto, no estoy seguro de sus intenciones.
—¿No puedes leer su mente o sentir sus emociones? Creí que los ángeles del destino podían hacer eso.
—Nadie puede hacer eso, no podemos hacer nada invasivo ni que intervenga con su libre albedrío. Lo único que yo puedo hacer es sentir el llamado "amor verdadero", porque cuando lo sienta en su máximo punto ya puedo unir a una pareja con el hilo rojo del destino.
—Oh. —Ángel Lein se quedó pensativa—. Bueno, si no puedes convencer a Senku de pedirle su número a Kohaku, ¿por qué no haces que ella le pida su número a él?
—¡Oh! —Sus alas se agitaron con emoción—. No lo había pensado. Normalmente suelo buscar un truco o estrategia para que él le dé su número a las candidatas, pero supongo que será mucho más fácil convencerla a ella. ¡Gran trabajo, Lein! ¡Serías un excelente ángel del destino!
—Gracias, gracias~.
Un par de semanas después, el ángel Tront tampoco había logrado hacer que Kohaku le pidiera su número a Senku, mucho menos él a ella. Y le dieron de alta del hospital sin que lograra nada.
¡Esos dos eran un enorme dolor de cabeza!
Toda la ciudad tuvo mal clima después de eso, mientras Tront lidiaba con su mal humor por no haber logrado su objetivo.
Aunque a la semana siguiente se llevó una sorpresa.
Senku fue a la cafetería donde tenía comida gratis de por vida por sí mismo, y poco después Kohaku llegó también. De inmediato ella se sentó en la mesa de él sin siquiera pedir permiso, y él no se quejó.
—¡Es tu oportunidad! ¡Debes hacer que intercambien números! —exclamó Lein con entusiasmo.
—Espera, espera. Necesito que se cree un ambiente. Normalmente se intercambian los números al final de la cita.
—No creo que esto cuente como una cita —señaló cómo Senku estaba intentando convencer a Kohaku de comprar uno de sus robots, como si fuera un vendedor cualquiera en vez de su amigo.
—Vamos, te haré un descuento del 5%.
—Sigue siendo muy caro, Senku. —Lo miró escéptica—. Ja, aunque me gustan los beneficios y se nota que es muy útil, no creo necesitar algo tan costoso en mi departamento. No insistas.
—Bien, descuento del 10%.
—No.
—Vamos, dijiste que tienes problemas para administrar tu tiempo entre tu trabajo y tu amor por las artes marciales. Además, hasta podría modificarlo para que te ayude a llevar un mejor ritmo de tus entrenamientos.
—Senku, me encanta la idea, pero no voy a gastar tanto por algo que he estado haciendo sola perfectamente toda mi vida. Bueno, no tan perfectamente, pero aún me las arregló.
Silencio.
—¿Y qué tal un descuento del 15%? Última oferta.
Kohaku suspiró profundamente.
—Voy a pensarlo. —Senku sonrió complacido, pero Kohaku se mantuvo pensativa—. Deberías darme tu número, por si decido comprar el rei-bot.
Senku alzó una ceja, mientras que la mandíbula del ángel Tront cayó hasta el piso.
—Claro… Dame el tuyo también así puedo seguir haciéndote ofertas e irás corriendo a la tienda electrónica más cercana por tu rei-bot casero. —Sonrió ladinamente, sacando su celular.
—¡Ja, no me hagas arrepentirme!
Mientras ellos reían, ángel Lein abanico con pánico al ángel Tront, que estaba desmayado en un rincón de la cafetería, aún con su mandíbula dislocada.
Después de una semana, al ver que ninguno se escribía, el mal humor del ángel Tront regresó.
—Sí que hay un clima de mierda últimamente… —murmuró Senku ya sacando un paraguas para ir a trabajar.
—No lo habría si te dignaras a escribirle a la chica —gruñó Tront, incluso sabiendo que él no podía escucharlo.
Cuando pasó otra semana sin progreso, Tront decidió retomar su plan anterior.
Sería complicado, involucraba su intervención con varios humanos de mucho poder económico que podían influenciar en muchas vidas, ¡pero no debían subestimar su habilidad como ángel del destino! Lograría su objetivo diez billones por ciento seguro.
Al darse cuenta de que ya estaba hasta pensando como Senku, el ángel Tront se estremeció con asco en medio de seguir a uno de los humanos que era una pieza clave en su plan.
¡De verdad que quería librarse de esta misión lo antes posible!
Su plan tomaría tiempo, pero estaba impaciente porque hubiera un acercamiento con la nueva chica, así que manipuló las cosas con ayuda de Lein para que volvieran a encontrarse en la cafetería una vez más.
Costó, pero volvieron a reunirlos, aunque Kohaku iba acompañada de la pequeña Suika esta vez.
—¿Por qué esa cara? ¡Finalmente logramos que vuelvan a encontrarse! ¡Es algo muy bueno! —El ángel Lein estaba muy contenta con la situación, a diferencia de su compañero que no acababa de contentarse.
—No me gusta que haya alguien más aquí. ¡Es imposible fomentar el romance así!
Era una oportunidad desperdiciada.
—Entonces… —Después de que les sirvieran sus pedidos, Suika miró con curiosidad a Kohaku, que ya le había explicado a Senku que era su hermana adoptiva—. ¿Él es tu novio?
Kohaku escupió el café al que acababa de dar el primer sorbo.
—¡¿Qué?! ¡Claro que no!
—Pero dijiste que es lindo. —Sonrió inocentemente.
Senku alzó una ceja y el ángel Tront sonrió esperanzado.
—Eso no quiere decir que sea mi novio, Suika.
—¿Entonces solo estás enamorada de él?
—¡No, nada de eso!
Senku solo se rió de todo, comiendo tranquilamente.
—¿Y tú, Senku-nii?
—¿Eh? —Dejó de lado su café para mirar con curiosidad a la niña.
—¿Crees que Kohaku-nee es linda? —Lo miró emocionada.
Senku dio un sorbo a su café antes de contestar, mirando de reojo a Kohaku, que apartó la mirada nerviosamente.
—No está mal… para ser una leona.
—¡Agh, escoria! —Ella de inmediato le arrojó un pastelillo a la cara.
—¡Oye! —El pastelillo aterrizó en su frente y la crema llegó a sus ojos.
—Ups… —Arrepentida, Kohaku tomó una servilleta y comenzó a ayudarlo a limpiarse el rostro—. Lo siento, ¡pero no soy una leona!
—Bien, bien, lo que sea. —Suspiró exageradamente una vez se quitó la crema de los ojos—. Y gracias.
Kohaku sonrió suavemente, antes de volver a su asiento.
El ángel Tront asintió con aprobación al ver la escena.
—Te juzgue mal, pequeña Suika. ¡Puedo ver tu potencial como una gran aliada! —Se acercó a la niña con ojos brillantes, aunque claro que no podría verlo.
Después de esa salida, Senku le envió un mensaje de texto por primera vez a Kohaku:
"Solo para que lo sepas, por tu culpa ya no me gustan ni un milímetro los pastelillos de crema".
Y ella le contestó un simple mensaje que Tront nunca esperó podría ser tan importante:
"Ja, te lo merecías. ¡Aunque si probaras los pastelillos de la esposa de mi jefe te aseguró que cambiarías de opinión!"
"¿Trabajas como guardaespaldas de los dueños de un restaurante o algo así?"
"No, mi jefe es un empresario que se casó con su mayordomo. Era un chef de primera. Sigue cocinando porque simplemente todo lo que hace es delicioso".
"¿De casualidad tu jefe no es Nanami Ryusui? Suena a que es él".
"Sí, es él. ¿Lo conoces?"
"Nop, ni un milímetro, pero me han estado planteando la posibilidad de hacer un negocio con él, cosa de la que no estaba seguro porque no sé qué tan fiable es".
"Puede ser muy pesado, pero es una buena persona. Si trabajas con él buscará con todo su empeño que su negocio funcione de la mejor manera".
"¿Con que sí? Eso es diez billones por ciento emocionante. En ese caso me interesa trabajar con él".
El ángel Tront miró boquiabierto el intercambio de mensajes.
Su plan maestro involucraba que Senku y Ryusui se volvieran socios de negocios, pero aún no podía lograr la forma de darle un motivo sólido a Senku para buscar esa alianza. ¡¿Y Kohaku lo lograba a través de mensajes de texto?!
Nada mal…
Fue cuestión de una semana para que Ryusui y Senku se reunieran y acordaran trabajar juntos, incluso se llevaron demasiado bien y hasta acordaron salir a un bar, donde Ryusui le presentó a Gen y los tres se llevaron muy bien.
Desgraciadamente aún no se encontraba con Kohaku, pero ya habría tiempo para eso luego.
Mientras sus encargos dormían, su compañera el ángel Lein solía visitarlo de vez en cuando para planear sus estrategias.
—Kohaku es un imán de problemas. —Ella también tenía sus quejas sobre su encargo—. ¡Ahora quiere aprender a conducir! ¡No tienes idea de cuántas veces estuvo a punto de morir en las prácticas! ¡Nunca antes me habían asignado a alguien tan difícil de cuidar!
—Tú y yo tenemos mala suerte. —Ambos suspiraron con resignación.
—Sí… Pero al menos tú serás libre cuando logres que se casen y tengan al alma jamás nacida. Los encargos de los ángeles guardianes son de por vida.
—Tú pareces muy convencida de que se quedarán juntos…
—¿Tú no?
—No. —Encogió los hombros—. Ya he pasado por muchas chicas, no me voy a ilusionar fácilmente.
—Bueno, yo creo que Kohaku si es la correcta. —Sonrió, muy segura de sus palabras—. ¿No has notado que ambos tuvieron trece reencarnaciones?
—¿Y qué con eso?
—Y ambos siempre nacían en el mismo año, o uno más o uno menos.
—¿Y qué con eso?
—Y siempre en el mismo pueblo, reino o país.
—¿Y qué con…?... Espera, ¿en serio? —Eso no lo había notado.
—¡Sí! Y nunca demasiado lejos —señaló, emocionada—. Los dos están en su reencarnación número catorce. En las anteriores siempre tenían casi la misma edad y siempre hablaban el mismo idioma y vivían cerca. Ninguno se casó nunca ni tuvieron hijos jamás. ¡Creo que estaban destinados a encontrarse! —Se llevó las manos a las mejillas, sonrojada.
—Pero eso no tiene sentido… Son los ángeles del destino los que controlan ese tipo de cosas. —Se cruzó de brazos—. Y sé muy bien que soy el único ángel del destino que fue asignado al alma de Ishigami Senku.
—Pero los ángeles del destino no controlan todo el destino ¿o sí?
—Bueno, técnicamente no…
—¡Entonces son el uno para el otro!
—Eh…
—¡Manos a la obra, Tront, debemos hacer nacer a esa alma jamás nacida!
Tront rodó los ojos, pero decidió contarle su plan.
—Estuve planeando esto por meses. Senku se ha hecho amigo de Ryusui, bueno, de él y de su amigo Gen, así que lo convencerán de ir en el crucero que cruzará el Pacífico para dar conferencias sobre la tecnología que planea implementar en la flota Nanami. Ryusui claramente deberá llevar guardaespaldas con él y entre esos estará Kohaku.
—¿Cómo estás tan seguro de que la llevará?
—¿Con quién crees que hablas? ¡Soy un ángel del destino! Esto es un juego de niños para mí.
Cuando llegó el día en el que Ryusui debía escoger a los guardaespaldas para llevar en el crucero, el ángel Tront estaba tan confiado en que eso sería pan comido que se le pasó por completo y antes de que se diera cuenta Ryusui ya había elegido.
—Vendrán ustedes dos, ustedes cinco, ustedes tres también, tú, tú, tú y tú.
El ángel Tront se quedó con la boca abierta al ver que Kohaku no había sido elegida. ¡Y es que no esperaba que Ryusui simplemente llegaría señalando a la gente!
Lein lo miró burlonamente.
—¿Con que un juego de niños, eh?
—¡Cállate, claramente no dejaré que esto se quedé así!
Enfadado, al día siguiente hizo que varios de los guardaespaldas seleccionados se enfermaran, y con un susurro angelical hizo pensar a Ryusui que sería bueno llevar a alguien tan buena como Kohaku, a lo que el empresario accedió sin siquiera dudarlo.
El viaje sería el próximo mes, por mientras Senku y Kohaku seguían escribiéndose de vez en cuando, aunque nada romántico como le gustaría pero algo era algo.
"Si se lo programa para ello, un rei-bot puede incluso ayudar con la tarea de Suika".
"Te dije que lo compraré si me haces un descuento del 20% o no lo quiero, Senku".
"¿Realmente crees que no vale su precio? ¡Incluso puede reproducir tus canciones favoritas!"
"20% o nada".
"¿Ya dije que sabe hacer helado casero? Y exquisito".
El ángel Tront bufó.
Esperaba que la estrategia del crucero funcionara.
Como Ryusui era una persona demasiado generosa o mejor dicho demasiado derrochadora, dejó que incluso sus guardaespaldas llevaran a sus familias al crucero, así que Kohaku llevó a Suika y a Ruri junto a su ahora esposo Chrome con el que tenía un bebé al que decidieron dejar con su abuelo.
—Afortunadamente en este crucero no debe de haber muchos peligros para Kohaku. —Lein suspiró aliviada mientras volaban siguiendo el gran barco por mar.
—Si que te tiene estresada, ¿eh?
—¡Mucho! ¡Es difícil mantener con vida a esa chica! ¿Pero y qué hay de ti? Han pasado meses y apenas hemos avanzado.
—Estoy en eso. —Hizo pucheros—. Las estrategias convencionales no funcionan en Senku, tengo que ser muy creativo. No es como que pueda hacer que Kohaku use un bikini y ya caerá. Probablemente podría encerrarlos en una habitación desnudos y no la miraría a menos que esté cubierta de cálculos matemáticos. —Lloriqueó.
—¿Será asexual?...
—Ni lo digas, la humanidad estaría condenada… Además, creo que una persona realmente asexual me daría menos problemas para mi trabajo que Senku. —Bufó.
—¿Y entonces qué vas a hacer?
—Espera y verás.
Tomaría tiempo, pero si jugaba bien sus cartas entonces finalmente podría tener un avance.
Aunque no es que tuviera mucha fe en que de verdad funcione. Pero usaría todas sus habilidades para al menos darles la oportunidad.
El crucero avanzó bien, aunque lo que Tront no esperaba era que el cuñado de Kohaku asistiera a las conferencias de Senku, se interesara mucho y se acercara a hablar con él, y entonces los dos acabarán haciéndose amigos y Senku lo presentará a Gen y Ryusui también.
Tront decidió aprovechar la oportunidad y atrajo a Kohaku a la cabina de Ryusui para reportar un problema menor, haciéndola encontrarse a los cuatro amigos.
—¿Chrome? —Ella miró sorprendida a su cuñado—. ¿Qué haces aquí?
—¿La conoces? —Senku volteó con curiosidad hacia su nuevo amigo.
—¿Tú la conoces? Ella es mi cuñada.
—Ah, así que tú eres el famoso amante de la geología, debería haberlo sabido. —Rió divertido.
—¿De dónde se conocen ustedes dos? —Chrome seguía sorprendido.
—Él me ayudó cuando pasó ese accidente del árbol que se cayó por un rayo —informó Kohaku, acercándose a Ryusui con una libreta—. Me sorprende que estén aquí ahora, aunque siempre pensé que se llevarían bien. —Sonrió, antes de concentrarse en anotar algo y darle el papel a Ryusui—. Lamento la intromisión, Nanami-sama, pero debo informar de un problema con la tripulación. Si me da permiso, yo misma me encargaré, ¿o prefiere dejar esto en sus manos?
—Mmm. —Ryusui leyó el papel con ojos interesados—. Es un problema bastante menor. Sí, tú encárgate.
El ángel Tront estaba a punto de hacer su siguiente movimiento para sutilmente hacer que la atención vuelva a Senku y Kohaku, pero entonces notó a Gen acercarse a la chica.
—Entonces~... ¿Senku-chan es el caballero de brillante armadura que salvó a esta bella dama?~ ¿Y aparentemente siguieron en contacto, ya que ella le ha hablado mucho de su cuñado?~ —Miró intencionadamente a su amigo de cabello extravagante—. ¡Suena muy interesante! ¡Una bonita amistad! O quizás… —Sonrió traviesamente—. ¿Una historia de amor?~
—No. —Tanto Senku como Kohaku hicieron muecas de profundo desagrado.
—¡Oh, vamos!~ No pueden negar que es muy normal pensar eso luego de saber cómo se conocieron~.
—Lo niego.
—¡Qué amargados!~ ¡Son el uno para el otro, sin duda!~
—¡Claro que no! —Kohaku empezó a molestarse.
—Ya cállate, mentalista.
—¡JA, JA, pero qué interesante! —Ryusui chasqueó los dedos por encima de su cabeza, llamando la atención—. Deberías ir a encargarte de ese problema ahora, bella Kohaku-chan, luego regresa, ¡estás oficialmente invitada al banquete privado que tendremos esta noche!
—P-pero no puedo, tengo mucho que…
—¡Sin peros! ¡Te estaremos esperando!
—Sí, señor. —Ella se marchó cabizbaja.
El ángel Tront miró complacido a Gen y Ryusui, que no dejaban de reírse a costa de la mala cara de Senku.
Acababa de encontrar otros dos grandes aliados.
Ryusui parecía aceptar la mayoría de susurros angelicales, así que le dio la idea de invitar a toda la familia Hizashi, diciéndole a Chrome que llevará al banquete a Ruri y Suika también.
Suika también era una gran aliada y según el ángel Lein Ruri estaba interesada en la relación de su hermana con Senku, así que posiblemente esto facilitaría su trabajo.
Le dio la idea a Ruri de ir muy elegantes, así que ella preparó a Kohaku con su mejor vestido para la ocasión.
Esta era una oportunidad muy buena para implementar lo que ya había estado planeando, quizás las cosas le resultarían incluso mejor de lo que pensó.
"Bueno, eso solo si Senku no lo arruina primero".
Por una vez pensó que era mejor ser optimista y empezó los preparativos para su plan maestro, matando el tiempo hasta que llegó la hora del banquete.
No habían muchas personas, pero era muy ostentoso.
Kohaku parecía muy incómoda como una invitada de su jefe, pero Suika empezó a hablarle y pronto se relajó.
—¡JA, JA! ¡Esperó que la comida de Francois sea suficiente para llenarlos! ¡Yo siempre deseo más! —Ryusui alzó una copa de vino mientras su esposa se sentaba a su lado—. ¡Buen provecho!
Empezaron a comer con una amena charla, principalmente Ryusui hablaba con Gen, mientras que Chrome y Senku ahora habían conocido a un nuevo amigo de Ryusui llamado Ukyo, que era muy conocedor sobre marítima y también había asistido a las conferencias científicas. Kohaku hablaba con Ruri y Suika, aunque de vez en cuando también con el jefe de seguridad que igualmente había sido invitado al banquete, un tal Matsukaze.
El ángel Tront estaba esperando el momento para desviar la atención a Senku y Kohaku, pero sus aliados se adelantaron.
—Según recuerdo, Senku, tú dijiste que una amiga te aseguro que yo era un socio confiable, ¿o no? —Ryusui sonrió ladinamente— ¿Fue esa amiga la bella Kohaku-chan?
—Fue ella. —Le frunció el ceño—. ¿Qué con eso?
—¡Oh, nada, solo me alegra que mis empleados tengan tan buena opinión de mí! —Chasqueó los dedos—. De hecho, ¡mereces un ascenso por tu aporte a empresas Nanami, bella Kohaku-chan!
—Eso no es necesario, señor. —Sonrió nerviosamente—. Yo solo dije la verdad.
—¡Y yo quiero a gente honesta en mi equipo principal! ¡Desde ahora estarás con mi élite directamente debajo del mando de Matsukaze!
Kohaku se quedó con la boca abierta.
—¡L-lo agradezco mucho, Nanami-sama! ¡Prometo dar lo mejor de mí! —Se levantó de su asiento solo para hacer una reverencia.
—Sé que lo harás, mi instinto nunca se equivoca. —Sorbió tranquilamente de su copa de vino—. A partir de mañana trabajas bajo el mando directo de Matsukaze, o sea que harás guardia cerca de mí y mi esposa… y mis amigos. —Miró de reojo a Senku, que rodó los ojos.
—¡Muy bien, señor, no le fallaré! —Kohaku no pareció darse cuenta de las segundas intenciones de su jefe.
Muy bien, Ryusui sin duda era un muy buen aliado, el ángel Tront se aseguraría de aprovechar su ayuda en el futuro, pero ahora era momento de comenzar con su plan maestro.
—¿No crees que esto es un poco demasiado peligroso? —Lein observó con nerviosismo como entraba a la habitación de Kohaku y abría la ventana.
—Tranquila, puedo controlar estas cosas sin problema. —Voló fuera de la habitación y del barco, viendo en el cielo ya unas grandes nubes oscuras cubriendo el barco—. Solo será un pequeño rayo…
—¡Estoy comenzando a sospechar que la misión de encontrarle pareja a Senku te volvió loco!
—Tal vez es cierto. —Voló hasta las nubes, dejando que los relámpagos y truenos comenzaran a hacerse ver y oír—. ¡Pero no voy a sacrificar mi cordura en vano! —Capturó un rayo con una mano y con la otra lo dirigió a donde quería.
Por supuesto, el barco estaba construido de tal forma que prácticamente todo estaba protegido de los rayos, pero con un poco de manipulación del clima fue muy fácil para el ángel Tront que la descarga eléctrica llegará dentro de la habitación, chamuscando todo a su paso y dejando destruida e inutilizable la cama. Una vez ese objetivo se cumplió, desvió el resto de la electricidad hacia afuera para que terminara en el agua.
Ambos ángeles suspiraron aliviados, pero eso no impidió que Lein le diera un pequeño golpe en el hombro.
—¿Y ahora qué, Cupido?
—Que no me digas así. —La miró mal—. Ahora, el olor a quemado atraerá al personal… —Dicho y hecho, pronto varias personas entraron a la habitación—. Y le notificarán a Kohaku y a su jefe lo que pasó.
Siguieron a la tripulación hasta donde se celebraba el banquete, viendo con sorpresa y alegría que Senku estaba enseñándole sobre tortugas de mar a Suika, que estaba sentada en el regazo de Kohaku.
—Eso es, Kohaku, Senku sería un gran padre para tu hija o hijo salvador del mundo —le dijo a la chica, aunque claro que lastimosamente no podía oírlo.
—¡Nanami-sama, tenemos problemas! —Finalmente llegaron a informar de la situación, atrayendo la atención de todos.
Cuando explicaron que un rayo destruyó una habitación, todos se sorprendieron, pero cuando dijeron que fue la habitación de Kohaku, todos se fueron de espaldas.
—Y yo que creía que tenía mala suerte. —Senku rió entre dientes, ganándose una mala mirada de la rubia afectada.
—¡Cállate, seguro que tu mala suerte es contagiosa!
—Eso no tiene ni un milímetro de sentido.
Varios se marcharon para ver el daño de la habitación, incluidos Ryusui y claro que Kohaku y su familia también.
Tront uso el susurro angelical para darle a Senku la idea de ir a ver la habitación también. Afortunadamente esta vez aceptó hacerlo.
—¿Y cuál es el sentido de dejar a mi encargo sin habitación? —Su compañera seguía escéptica.
—Dame unos minutos, ya verás.
Luego de examinar el daño, Ryusui determinó que la habitación estaba inutilizada y que no podría ser usada por el resto del viaje.
Kohaku pudo salvar sus maletas, ya que Tront no había dejado que el rayo las tocase.
—¿Dónde dormiré ahora? —se quejó Kohaku con mala cara.
—Lamentamos mucho esto, es algo muy inusual. —Ryusui ajustó su sombrero de capitán con una mueca pensativa—. Lamentablemente esta vez no tenemos más habitaciones ni espacio, ni siquiera camas extra.
—Todo cubierto. —Tront le guiñó un ojo a Lein.
—Supongo que puedo dormir con mi familia…
—Sabes que hubo un error y en nuestra habitación hay solo una cama matrimonial y Suika a veces duerme contigo y a veces con nosotros —señaló Chrome—. Pero ahora deberá dormir con nosotros y apenas entramos los tres, mucho menos entrarás tú.
—Chrome podría dormir en el piso… —murmuró Ruri, pensativa.
—¡¿Le harías eso a tu esposo?!
Mientras ellos discutían, Tront le sonrió con arrogancia a Lein, antes de acercarse a Ryusui (que ya sabía que nunca rechazaba sus susurros angelicales) y le recordó algo que ya había arreglado previamente.
—¡Oh! —Ryusui sonrió traviesamente—. En realidad, hay una cama disponible…
—¿La hay? —Kohaku pareció esperanzada.
—Lo de ustedes no fue el único error con las habitaciones. A Senku le dieron una habitación con dos camas individuales~.
El aludido alzó las cejas.
—¿Qué demonios estás insinuando? Ella no va a dormir conmigo, imbécil.
—No, no. Aún. —Rió maliciosamente—. Dormirá en la cama junto a la tuya.
—¡Jamás! —Kohaku se horrorizó—. ¿No puedo solo llevar esa cama a la habitación de Chrome y Ruri-nee?
—Las camas están fijadas, obviamente.
—¿Y no podemos intercambiar habitaciones y ya? —preguntó Senku, justo mientras Tront preparaba la contramedida ya susurrandole la solución a su buen aliado Ryusui.
—Lastimosamente las camas matrimoniales en este crucero están cubiertas de laca, y si no mal recuerdo eres alérgico, ¿o no?
Senku gruñó por lo bajo y Tront cantó victoria en su mente.
—Como sea, a mí me da igual. —Hurgó en su oído con fastidio—. Pero no creo que la leona esté de acuerdo.
—¡No soy una leona! ¡Y claro que no estoy de acuerdo! —Cruzó los brazos—. ¡Prefiero dormir en el suelo!
—Qué terca… —Tront empezó a sudar frío.
—Te lo dije… —Lein suspiró.
—¡Nunca permitiré que un pasajero y mucho menos una dama viaje en mi crucero de lujo en esas condiciones! ¡Como tu jefe, te ordenó compartir habitación con Senku!
—¡N-no puede hacer eso!
—Ya lo hice. —Sonrió inocentemente, antes de retirarse en compañía de Gen que apenas podía controlar su risa.
Derrotada, Kohaku tomó sus maletas y se acercó a Senku arrastrando los pies.
—Vamos. —Él le dio la espalda y comenzó a guiarla a su habitación.
Tront y Lein chocaron los cinco.
—¡Eres un genio!
—Gracias, gracias. Aunque nuestro trabajo apenas ha comenzado. —Alzó un puño—. Ahora vamos a presionar más que nunca.
—¡Atacar, atacar, atacar! —gritaron ambos al mismo tiempo.
Siguieron a sus encargos hasta la habitación del científico, que rápidamente le dijo que se pusiera cómoda.
—La mayoría del tiempo no estaré en la habitación de todos modos, solo te pido que no me molestes cuando esté. Y que no toques mis cosas. —Kohaku rodó los ojos.
—Yo tampoco estaré mucho por aquí, tengo que trabajar.
Apenas dejó sus cosas, Kohaku salió para ir a hablar con su familia y Senku sacó una computadora y empezó a trabajar en cálculos de quién sabe qué.
—Eso no salió tan bien… —Lein lo miró preocupada.
—Tranquila, vamos un paso a la vez.
—¿Y cuál es tu siguiente plan para…?... —Se calló de pronto, con rostro muy serio.
—¿Qué? ¿Qué pasa?
—Siento que mi Kohaku está en peligro… ¡Tengo que ir con ella! —Salió disparada volando a una velocidad que solo un ángel guardián podría alcanzar.
Tront pestañeó aturdido, antes de volar a toda velocidad para seguirla, llegando hasta la cubierta donde vio como Lein solo pudo gritar horrorizada al ver a dos tipos enmascarados arrojar por la cubierta a Kohaku hacia el frío océano.
—Eso le enseñará a delatarnos con Ryusui-sama.
—Si es que no se muere.
Los tipos se alejaron riendo, pasando a Lein que estaba tan furiosa que sacó su espada y acuchilló las almas de ambos, dejándoles un tono rojo sangre que, si no se arrepentían de sus pecados antes de morir, los mandaría al infierno.
Luego de eso, Lein se lanzó a salvar a Kohaku.
Ella estaba nadando, tratando de alcanzar al barco, pero este se alejaba a gran velocidad.
En pánico, Tront corrió a averiar el motor del barco, logrando disminuir poco a poco su velocidad, pero para cuando se detuvo por completo estaba bastante lejos de Kohaku, tanto que incluso su buena vista no podía verlo.
Lein guió a Kohaku por el camino correcto y le dio fuerzas para seguir nadando, Tront hizo cuanto pudo para frenar a la tripulación de reparar el motor, pero sus influencias sobre los humanos tenían un límite. No tenían mucho tiempo.
Kohaku increíblemente logró llegar al barco, pero el cansancio y el frío era tanto que ella solo se abrazó a las escaleras de emergencia sin poder moverse ni gritar, tiritando.
Si el barco arrancaba con ella allí, seguramente la mataría.
—Vamos, bonita, sube. —Lein intentó transmitirle más fuerza, pero Kohaku parecía en su límite y apenas se movió—. Vamos, ¡por favor!
—¿Por qué demonios tardan tanto en reparar el motor? —Justo cuando se estaban desesperando, Senku salió a la cubierta con mala cara—. Luego Ryusui tiene el descaro de decir que tiene a los mejores ingenieros del mundo. —Intentó ir hacia la puerta que daba a la sala de máquinas, pero Tront la trabó de inmediato—. ¿Qué…?... Agh, suerte de mierda. —Luchó para abrir la puerta.
—¡Lein, haz que Kohaku grite por ayuda! ¡Debe escucharla!
—¡No puede! ¡Está al borde de desmayarse! —Lein no dejaba de abrazarla para darle calor, sin ella muy probablemente Kohaku ya habría muerto.
Tront vio con pánico que Senku sacó una llave maestra para abrir la puerta, ¡sí se iba sin ver a la chica renunciaría sin que le importe nada lo que digan los designios divinos!
Pensó por un segundo, preguntándose con desesperación qué debería hacer, y entonces jadeó al ocurrírsele una gran idea.
No perdió tiempo y creó una rápida ráfaga de viento que sopló con furia contra Kohaku, dándole más frío pero también desatando su cabello y elevando el lazo que traía hacia arriba.
Sin querer perder el tiempo con un susurro angelical, hizo que a Senku le diera un calambre en la nuca que directamente lo hizo girar la cabeza hacia la dirección que quería.
—Auch, mierda. —Él frotó su cuello con fastidio, pero entonces sus ojos captaron el lazo para el cabello.
Tront ahora sí usó el susurro angelical para susurrarle el nombre de Kohaku y así hacerle recordar que ese lazo era de ella.
Senku corrió a recoger el lazo, confundido, y fue entonces que miró hacia abajo, justo cuando Kohaku miraba hacia arriba.
Ambos se quedaron sin aliento.
—Ko… —Sacudió la cabeza, antes de mirar hacia las puertas que daban al interior—. ¡AYUDA! ¡ALGUIEN AYÚDEME! —gritó desesperado, antes de maldecir y lanzarse al agua.
Cayó cerca de Kohaku y de inmediato la hizo apoyarse en él de modo que no se cayera mientras luchaba por subir las escaleras con ella a cuestas.
—¿Senku?... —ella habló en un susurro apenas audible y débil.
—No te preocupes, estarás bien. —Sus brazos temblaban por el esfuerzo que estaba haciendo, pero él no dejó de subir—. Luego me dirás cómo demonios llegaste allí, leona imprudente.
—No soy… una leona… —Ella apenas podía mantenerse consciente.
La ayuda llegó cuando estaban casi al final de las escaleras, los ayudaron a subir y de inmediato los llevaron a la enfermería.
De inmediato los pusieron debajo de la calefacción, con muchas mantas, y empezaron a hacer muchas preguntas que ellos no pudieron contestar.
—Por favor no le digan a mi familia… —susurró Kohaku antes de desmayarse.
Lein permaneció abrazando a Kohaku, asegurándose de que no se enfermará y se recuperará sin problemas.
Senku empezó a presentar fiebre, pero nada grave, y pronto se dirigió a hablar con Ryusui para exigirle que hallara a los responsables del asunto, aunque respetando el deseo de Kohaku de no decirle a su familia.
Luego de un par de horas, no encontraron a los culpables y Kohaku despertó.
—¿Cómo que no sabes quiénes fueron? —Después de que explicara lo sucedido, que simplemente la sorprendieron por la espalda y la arrastraron a la cubierta, Senku se mostró muy frustrado—. ¿No pudiste escuchar sus voces?
—Solo los escuche reírse… Pero estaba muy ocupada intentando librarme así que no escuche bien. —Suspiró—. No sé quiénes eran ni porqué lo hicieron.
—Los malditos sabían evitar las cámaras, así que la única pista que tenemos es que debieron ser empleados. —Bufó—. Como sea, luego seguiremos. Ahora debes… —Estornudó de pronto—. Ahora debes dormir…
—Tú también. —Lo miró con una pequeña sonrisa.
—Sí, sí. —Ambos salieron de la enfermería y se dirigieron a la habitación que compartían, ya con ropas secas pero aún cubiertos con gruesas mantas.
Los ángeles los siguieron con sonrisas resignadas.
Había sido un largo día, por esta vez los dejarían estar.
Apenas cerraron la puerta de la habitación, sin embargo, tanto ángel Tront como ángel Lein se quedaron con la boca abierta cuando de repente Kohaku se lanzó a abrazar a Senku.
Él abrió mucho los ojos y alzó las cejas al sentir una mano en su nuca y la otra en su espalda mientras ella enterraba la nariz en su hombro, con sus ojos fuertemente cerrados.
Finalmente, Senku rió por lo bajo y se llevó las manos a la cintura, sin corresponder al abrazo pero sonriendo de una forma tan cálida y con una expresión tan suave que parecía irreconocible.
Después de un momento, Kohaku se apartó con ojos brillantes y una expresión agradecida.
Ambos se miraron fijamente con esas expresiones tan… vulnerables, por solo un mísero segundo, antes de darse la vuelta e ir cada uno a su cama, sin decir nada.
Apagaron las luces como si nada, dejando a Tront y Lein hechos un completo caos, con las mandíbulas por el piso y los ojos queriendo escaparse de sus cuencas.
Finalmente, Lein dejó escapar un chillido que hizo a Tront volar fuera del barco por el puro susto.
Ella lo siguió riendo como loca.
—¡¿Viste ESO?! ¡Fue tan romántico! —volvió a chillar agudamente.
El ángel Tront rió con nerviosismo, frotando su nuca.
—Fue un gran avance. Me tomó por sorpresa…
—¡¿Solo un gran avance?! ¡Fue el gran avance! ¡Ahora es obvio que ella es la chica correcta! ¡Son el uno para el otro! ¡Se están enamorando! —Volvió a chillar agudamente.
—Eh, no lo creo. —Hizo una mueca—. Odio cortar tu entusiasmo pero necesitaremos más que esto para cazar a Senku. Por ahora solo son amigos y creo que Kohaku también está lejos de caer…
—¡¿Pero de qué hablas?! ¡Si acaban de compartir un hermoso e íntimo momento!
—No creo que sea suficiente…
—¿Acaso Senku se ha dejado abrazar así por otras chicas?
—Solo por su hermana Rei, hija de sus padres adoptivos.
—¿Y acaso él se quedó haciéndole ojitos a su hermana con una sonrisita coqueta?
—No… pero eso no fue una sonrisa coqueta. ¡Te estoy diciendo, son solo amigos aún!
—¡Los amigos no se miran así!
—¡No intentes convencerme! ¡No voy a ilusionarme en vano!
—¡Se van a quedar juntos, yo lo sé! —Siguió chillando.
—¡No quieras darme esperanzas! ¡Aún son solo amigos! —Lloriqueó.
—¡Ciego!
—¡Ilusa!
Siguieron discutiendo hasta que sus humanos despertaron y tuvieron que comenzar un nuevo día de trabajo.
No obstante, estuvieran lejos o cerca del objetivo de enamorarlos y lograr que el alma jamás nacida llegara a salvar este mundo, no pensaban rendirse con esta extraña pareja.
Había una chispa allí. Había una esperanza.
Fin.
¿O no?
No lo sé xD Siento que con la continuación me quedó aún más raro x'D
Me sorprendió que les gustara, ojalá esta segunda parte les guste también QwQ
De verdad espero que no esté demasiado raro, y si quieren continuación les debo advertir que se pondrá incluso más raro XD Solo digo~
Bueno, muchas, muchas, muchísimas gracias por todo su apoyo! No olviden que se les ama con todo el kokoro!~ :3
Me despido!
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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