Advertencia; felación, somnofilia consentida.

La somnofilia es un tipo de parafilia en la cual la excitación sexual y/o el orgasmo son obtenidos al mantener relaciones sexuales con un desconocido cuando éste está dormido. 

Estar ocupado todos los días era agotador, pero cada vez que (M/n) tenía que irse durante varios días seguidos, le resultaba difícil contenerse. Al menos, llegar a casa todos los días significaría que Kakucho tendría un alivio, más comúnmente masturbación mutua -generalmente en la ducha antes de acostarse-, y los días donde (M/n) tenía más tiempo libre eran los fines de semana cuando follar tanto como quisieran, mientras pudieran.

Cuando tenía que irse por más de tres días seguidos, (M/n) le indicaba a Kakucho que no se diera placer, al principio enjaulando su pene y llevándose la llave con él, pero cuando comenzó a confiar en el autocontrol de Kaku, él Deje que el macho se ocupe de sus impulsos por sí mismo, y fue bastante bueno para manejarlos y contenerlos.

Pero, esta vez, (M/n) ha estado ausente por casi dos semanas, y al pobre Kakucho le estaba costando resistirse. Su polla palpitaba ante el mero pensamiento de su novio, su agujero temblaba de necesidad y anticipación, esperando a que él regresara.

Y cuando lo hizo, Kaku hizo lo único que podía hacer. Sus brazos sostuvieron (M/n) en el momento en que cruzó la puerta, cerrándose detrás de él.

"Por favor, fóllame... ¡Estuve bien mientras no estabas! Ni siquiera me toqué", suplicó, con una mirada de súplica en sus ojos. (M/n) lo miró fijamente, igual de cachondo que Kakucho, pero estaba más cansado que cachondo. Y como ya había cenado, solo quería darse una ducha e irse a la cama, dormir bien después de solo haber dormido cinco horas en los últimos tres días.

"Estoy cansado, cariño, tal vez en otro momento-" Sin dejar que el (h/c) pelirrojo se alejara, Kakucho envolvió sus brazos alrededor de su cintura, su dura y temblorosa polla presionando contra sus muslos, frotándose contra él, gimiendo. junto a su oído causando escalofríos en la columna de (M/n).

"No puedo, por favor, no puedo-", gimió y murmuró, sus caderas se movían más rápido pero no podía correrse, "Quiero correrme, por favor ... Necesito que me hagas m- cum..." Ciertamente disfrutando de la vista que le regalaron, (M/n) sonrió, moviendo el cabello de Kakucho hacia atrás, observando su expresión sonrojada, sus ojos llorosos y desenfocados, su cicatriz sobresaliendo más debido a su sonrojo, se veía hermoso, y (M/n) le gustaba verlo llorar, rogando por su liberación.

"¿Crees que mereces una recompensa?" Gimiendo ante sus palabras, Kakucho asintió frenéticamente, cayó de rodillas, mirando a (M/n) con la boca entreabierta, su cuerpo retorciéndose y una erección muy evidente presionando su ropa interior, manchándola con líquido preseminal. "Bien, esto es todo lo que tendrás por hoy", se desabrochó los pantalones y sacó su pene, acariciándolo lentamente hasta que estuvo completamente erecto, "Asegúrate de disfrutarlo ~"

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Ya en la cama, el cuerpo de Kakucho aún estaba caliente, con ganas de más. Miró a su lado donde (M/n) dormía plácidamente, y se sintió sucio por siquiera pensar en hacerlo, pero recordó a (M/n) mientras se acostaban en la cama.

"Haz lo que quieras mientras estoy dormido, o puedes esperar hasta la mañana, aunque... Realmente dudo que puedas contenerte", murmuró con una mirada de suficiencia en su rostro, pronto apoyando la cabeza en su almohada, cerrando los ojos y quedándose dormido en segundos.

Kakucho sabía que (M/n) tenía razón, y aunque quisiera demostrarle que estaba equivocado, su cuerpo no podía esperar más.

Aprovechando el hecho de que ambos estaban desnudos, Kakucho chupó sus dedos por unos segundos, humedeciéndolos con su saliva antes de llegar entre sus piernas, frotando su pulsante entrada y penetrándose, estirando sus entrañas lo suficiente como para que se sintiera bien a pesar de todo. el leve dolor que sentiría.

Se sentó a horcajadas sobre las caderas de (M/n) una vez que terminó, y sus manos acariciaron su suave polla, haciéndola dura en cuestión de segundos, su respiración era pesada y entrecortada, alineando su entrada con la de (M/n). pene, y hundiéndose en él, cada centímetro dentro de él, haciendo que se corriera en el acto. Sus ojos se pusieron en blanco en la parte posterior de su cabeza mientras comenzaba a rebotar, moviendo sus caderas hacia adelante y hacia atrás e inclinándose hacia atrás para sostenerse, sus manos en los muslos de (M/n).