Calentamiento de garganta 

A pesar de encontrar extraña la repentina invitación, (M/n) accedió a pasar un rato con Idia en su habitación, disfrutando de la compañía de su novio, aunque ni siquiera estuvieran hablando.

Pero en un momento, Idia se quitó los auriculares y giró su silla de juego, sus afilados dientes visibles mientras sonreía. "¿Jugar con la ronda para mí?" Preguntó, su cabello ondeando pero sin cambiar de color. (M/n) levantó las cejas, confundido por la petición, pero se levantó de la cama de todos modos, caminó más cerca de Idia y se sentó en su silla una vez que se puso de pie y se alejó.

Después de asegurarse de que estuvieras lo suficientemente cómodo en su silla, silenció su micrófono en discord y comenzó el partido para (M/n). Era un juego de fps y (M/n) se preparó para dar lo mejor de sí.

Pero eso iba a ser un poco difícil de lograr.

Idia se había metido debajo del escritorio cuando fingió que se le cayó algo y rodó por debajo, así que (M/n) se movió un poco hacia atrás para dejar que él se metiera debajo. Después de unos minutos, (M/n) frunció el ceño al darse cuenta de que Idia no había vuelto a salir, así que miró hacia abajo y vio que el rostro de Idia se sonrojaba.

Sintiéndose como si estuviera siendo observada, Idia miró hacia arriba e inmediatamente agarró los apoyabrazos de la silla y se acercó al escritorio nuevamente, "¡¿Idia-?! ¿Qué estás-?"

"Concéntrate en el juego, (M/n)", murmuró con un tono serio, y el macho lo hizo de mala gana. Fue entonces cuando sintió las manos de Idia agarrando la cinturilla de sus pantalones, tirando de ellos lo suficiente como para mostrar su ropa interior.

Idia se inclinó más cerca y olió el aroma de (M/n), gimiendo cuando sintió escalofríos recorrer su espalda. Sus manos se movieron hasta que se colocaron sobre su bulto, tocándolo con ambas manos y acariciando el eje con una mano, acariciando sus bolas con la otra a través de su ropa interior, sus hábiles manos pusieron erecto el pene de (M/n) con un pocos trazos

(M/n) miró a Idia, sin importarle que su personaje estuviera al aire libre donde fácilmente podría recibir un disparo de muerte.

"Idia..." Le susurró al peliazul, pero Idia solo le bajó la ropa interior hasta que su dura polla salió disparada.

"Siéntete libre de correrte cuando quieras~" dijo antes de proceder a abrir su boca, sus labios se envolvieron ligeramente alrededor de sus dientes para no lastimar a (M/n), y lentamente comenzó a tomar su polla en su boca.

Centímetro a centímetro, Idia tomó la polla de (M/n) más profundamente, respirando hondo antes de que llegara a su garganta, y pronto se quedó completamente quieta, dejando el espacio suficiente en su boca para que el aire entrara y saliera de alguna manera.

Cerrando los ojos, (M/n) se retorció en la silla y agarró el mouse con fuerza, disparando accidentalmente en el juego.

Bueno, así, le costaba un poco concentrarse en el juego. Especialmente cada vez que Idia movía su lengua, acariciando sus palpitantes venas, haciéndolo fruncir el ceño y apretar la mandíbula. (M/n) no le importaba una mierda seguir jugando, sus muslos temblaban mientras trataba de contener su orgasmo.

Y entonces Idia empezó a tararear para llamar su atención.

La espalda de (M/n) se arqueó ligeramente alejándose de la silla, echando la cabeza hacia atrás, sus caderas ligeramente confiadas hacia arriba para recibir más estimulación. Idia golpeó su muslo varias veces hasta que (M/n) respiró hondo y lo miró.

"Qué...?" Susurró sin aliento, sus ojos aturdidos y desenfocados, el sudor comenzando a hacerse visible en su rostro. Idia levantó la vista y con la mano hizo una señal, diciéndole que siguiera jugando, (M/n) sacudió la cabeza varias veces, "No puedo jugar... con mi p-polla en tu garganta..."

Levantando una ceja, Idia lentamente comenzó a moverse hacia adelante, acariciando intencionalmente su filo sobre la polla de (M/n), tarareando con desaprobación ante las palabras del macho. Con el rostro contraído de placer, las manos temblorosas de (M/n) se estiraron para agarrar el cabello de Idia, sin importarle las posibles quemaduras que iba a recibir, en este momento quería correrse en su boca, sabiendo que cada gota de su semen iba a dispararle por la garganta, obligándolo a tragarlo todo.

"Dijiste que podía correrme... cuando quisiera, pero... nunca dijiste que solo podía correrme una vez", los ojos de Idia se abrieron como platos por un momento, antes de cruzarse al sentir el semen caliente de (M/n). deslizándose por su garganta, su polla temblando y rezumando líquido preseminal dentro de su ropa interior.

No le importaba la idea de que usaran su garganta como un Fleshlight, en realidad lo amaba, tanto~.