Escuchaba atentamente desde el lado de su habitación los gemidos de quién ahora era su madrasta. Hasta acá podía darse cuenta de los ojos del de cabello blanco llenos de lágrimas, sonidos que le ponían demasiado y por ende se dedicaba a masturbarse con ellos esperando su turno. Bajando y subiendo su mano con lentitud pues quería aprovechar al máximo los sonidos que el mayor le proporcionaba sin darse cuenta. No era tonto, ya que por algo había elegido la habitación a lado de sus padres que era justamente para eso.

   —¡E..error! ¡Mhg!— Era embestido brutalmente por su contrario mientras estaba sentado encima de sus piernas, las suyas temblaban y se dedicaba a dar besos en los labios del contrario. Esperaba que está vez no le dejara con las ganas como otras veces, el moreno tomo su mentón para darle un beso apasionado en el cuál metió su lengua de igual forma mientras golpeaba el interior de su menor de forma bestial. Sin querer alejarse ni soltarlo —No me dejes con las ganas hoy t..tampoco... Por favor...

   —No lo haré...— Soltó una suave risa que sonó tan sexy para su contrario, provocando que este se mordiera su labio inferior —Me correré en ti para que pienses en mi el resto del día... ¿Entiendes?— Le susurró en su oído haciendo que el menor se sintiera totalmente desorientado. Cuánto le gustaba cuando la voz tan sensual de su contrario le susurrara al oído, sin saber que lo ponía mucho más caliente.

   —¡A..ah! ¡T..te amo mucho, Error!... M..mha...— Con una de sus manos tapo su boca al darse cuenta que estaba haciendo más ruido de lo normal, pero nuevamente recordó que realmente no importaba así que la destapó para dejar libres su gemidos y jadeos nuevamente.

   Oh dios, Paper ya deseaba el momento en dónde gimiera y jadeara su nombre está vez. La voz de su contrario eran tan hermosa en todos los sentidos que aumento la velocidad en su mano para finalmente correrse escuchando en parte otro gemido de parte del de cabello blanco desde la otra habitación. Indicándole que ya se había venido su papá dentro suyo.

   —E..error... Mhg... Te amo...— Beso los labios del moreno sonriendo de manera leve, sus piernas temblaban de igual forma al sentir la esencia del contrario llenarlo totalmente. Aunque al darse cuenta que eso significaba que tenía que irse a trabajar lo ponía muy triste —¿Enserio tienes que ir?

   —Me van a correr si no lo hago, me encantaría quedarme pero sabes que tengo que hacerlo...

   —Sí, lo sé...

   El moreno simplemente sonrió para después besar por última vez los labios de su novio. Para después bajarlo de sus piernas sentandolo en la cama, yéndose a bañar. El menor jugaba con sus manos mientras tanto, esperando a que su contrario saliera para también meterse a bañar pues no se pondría ropa nada más así. Mientras tanto Paper ya estaba desesperado de que su papá se fuera de casa pues quería tener su turno.

   —Ya me voy, Berry...— Se acercó una última vez para besar la frente de su menor, tomando sus mejillas con suavidad para acariciarlas antes —Recuerda que te amo

   —Yo también te amo...— Sonrió de forma leve para después sentir como el moreno quitaba sus manos sus mejillas, para después soltar una suave risita.

   Después de que Error abandono la habitación, se levantó de la cama a buscar ropa nueva para ponerse. Pero los escalofríos lo invadieron al sentir como alguien lo abrazaba por detrás, pero sabía de quién se trataba totalmente, de unos de sus sobrinos (ahora hijastro) favoritos. Se sonrojo al instante pues sus manos apretaban todo su cuerpo, aparte seguía intentando recuperar el aliento del ejercicio que había tenido antes; pero sin más se volteo para al instante recibir un beso apasionado de su contrario quién tampoco dudo en meter su lengua mientras sus manos se dirigían a apretar su trasero con suavidad.

   —P..parece que estás muy ansioso Paper...— Soltó una suave risa sintiendo como apretaba con un poco más de fuerza. Aunque debía admitir que el también estaba ansioso de tener sexo con el moreno de una vez por todas —No creo que Error haya salido de la casa todavía...

   —No importa, con tal de que no hagas ruido todo estará bien...— Respondío al instante, aunque noto que su contrario lo miraba con el ceño fruncido. Provocando que el frunciera el ceño de igual forma pues no le gustaba, porque sabía que lo regañaria.

   —¡No deberías ser tan ansioso!

   —Uhg, me molesta cuando me regañas. ¿Sabes?— Oh no, ahora lo miraba feo y su tío se había dado cuenta. Porque el moreno dejo de apretar su trasero para sentarse en una de las orillas de la cama sin quitarle la vista de encima en ningún momento.

   —Paper...— Simplemente se acercó algo triste de la reacción del contrario ante lo que había hecho antes —Perdón...— Sabía lo que tenía que hacer, así que simplemente se arrodilló entre las piernas de su contrario, empezando a desabrochar el pantalón de este. Ni siquiera tuvo que preguntar pues sabía que Paper esperaba todo eso.

   Tomo entre sus manos el miembro de su contrario mirándolo algo emocionado, amaba cuando le tocaba follar con su contrario en realidad y no se quejaba para nada. Empezó a masturbarlo moviendo su mano de arriba hacia bajo con lentitud, recibiendo gruñidos de su contrario como resultado. Cosa que provocó que sus mejillas se ruborizaran casi al instante, ya que su contrario no le perdía nada a su padre.

   Después de un rato decidió meter su miembro en su boca, solamente alcanzó a meter el glande hasta ahora. Pero conforme se acostumbraba a lo ancho y grande del moreno, finalmente lo metió casi por completo a su boca. Llegando a la mitad, en dónde comenzó a hacer un vaiven lento con su boca.

   —Nhg...— Paper dirigió una de sus manos a acariciar su cabello, enredandolo entre sus dedos un poco susurrándole que era un buen chico. Y eso Blue lo sabía; que es un buen chico.

   ...

   Sus gemidos no cesaban en ningún momento, y los movimientos de su contrario tampoco paraban. Habían pasado aproximadamente treinta minutos y su contrario ya se había venido dentro se Blue, pero aún no tenía suficiente así que había empezado de nuevo. Teniendo a su tío totalmente rendido ante sus pies, con sus piernas temblando aparte.

   Pasarían unas buenas horas más haciendo lo mismo. Aunque sentía que el de cabello blanco ya no aguantaría mucho pues le pedía que fuera más lento todavía.

   Aunque tampoco se quejaba de que fuera rápido cuando quisiera, un trío tampoco sonaba mal en su cabeza pero tambien sonaba totalmente imposible.

   —¡A..ah!— Escondió su cara en el pecho contrario al sentir como lo llenaba totalmente. Y se sintió mejor porque todavía porque se junto con la esencia que había soltado Error desde que se fue.

   Oh mierda, se sentía tan lleno.