La nieve caía con suavidad, y Fresh miraba con atención a través de la ventana. Le gustaba que todo estuviera tan blanco y bonito a su parecer, los copos de nieve que se veían tan pequeños tenían formas maravillosas que no podemos ver de lejos. Solamente si tenías el suficiente tiempo como para ponerlas debajo de un microscopio antes de que se hicieran agua por completo. Después de unos minutos de admirar como la nieve caía fuera de la cabaña, sintió la mano de su novio tomar una de sus manos, sonriendo levemente al sentir la calidez de está.

   —Hice galletas— Comentó Fatal mientras entrelazaba sus dedos con los de su contrario. Mirando por un momento sus manos tomadas.

   —¿De chispas de chocolate?

   —De chispas de chocolate— Repitió para confirmarlo, y después jalar la mano de su contrario, con eso Fresh comenzó a caminar hacia donde lo estaba dirigiendo su contrario.

   Finalmente, justo enfrente de la chimenea se sentaron, obvio con tener una alfombra bajo de ellos porque tampoco querían ensuciarse. Lo único que deseaba Fatal era abrazar a su contrario hasta que finalmente encontrarán otra cosa más interesante que hacer. Habían decidido alejarse de todo por un tiempo y ir a un lugar donde ellos dos estuvieran juntos, hacían muchas diferentes relacionados con la nieve. Lo que más les gustaba hacer eran ángeles de nieve cuando tenían la oportunidad, Fatal en realidad lo hacía solamente por Fresh y no tenía ningún problema. Amaba al novio infantil que tenía y no le molestaba nada de lo que hacían juntos, para él, su colorido era una de sus personas favoritas en la tierra. Nadie más.

   —Fresh

   —¿Sí?

   —Te amo demasiado— Comentó, para tomar una de las galletas y dársela en la boca a su contrario, quién soltó una pequeña risa después de comerla.

   —Yo también te amo, Fatal

   —Bien sabes, que no se siquiera como obtuve tu amor...— Respondió, para pasar uno de sus brazos alrededor de la cintura de su contrario, apoyando su mentón sobre su cabeza.

   —No hace falta preguntar, simplemente lo tienes, tienes algo que me gusta demasiado. Eres especial— De regreso respondió, cerrando sus ojos tranquilo al sentir el pequeño abrazo que le estaba dando.

   No dijo nada más el resto de la noche en el que se la pasaron enfrente de la chimenea. Diciéndose cosas bonitas mientras se daban pequeños besos en los labios, recordando nuevamente que se amaban y eso era lo importante sin cuestionar nuevamente.

[...]

   Al día siguiente, Fatal había despertado con una horrible gripa. Causa de que había salido ayer a hacer los ángeles de nieve sin su gorro y bufanda, aún cuándo Fresh le advirtió claramente que se podia resfriar y tendría que pasarla en cama por varios días.

   Pero no le hizo caso igual.

   —¿Qué te dije ayer?— Preguntó el de ropa colorida mientras posicionaba el paño con agua fría encima de su frente. Teniendo el rollo de papel a la mano por si quería estornudar.

   —Qué me pusiera mi gorro y bufanda...

   —¿Y qué hiciste?

   —No lo hice...

   —Fatal, bebé. Eres muy bobo— Soltó una suave risa al decir eso y simplemente tomo su manito apretandola —te besaría pero estás enfermo

   —Hazlo, así nos la pasamos juntos todo el día en la cama

   —No gracias, ¿entonces quien hará la comida?

   —Tienes razón...

   Simplemente se despidió dándole otra pequeña apretada a su mano, iría a hacerle un rico omelet para que se recuperará.