Destinados
Dedicado a Lightblue34
¡Ya está lista su orden!
~•★•~
Rick era realmente brillante, no había duda alguna, y eso era lo que lo había llevado a conocer a Unity. Ella era realmente increíble, con su poder de asimilar la mente de cualquier ser vivo y su enorme amabilidad.
No entendía cómo pudieron terminar así. Se amaban ¿No?
Eran felices juntos ¿No es así?
¿Qué falló?
Pues, ni con 50 años más de vida de los que ya tenía podría saberlo, a menos que...
Tirado en la cama, con botellas vacías en el suelo, un arma que veía de vez en cuando de reojo estaba situada en la mesita de luz, la televisión estaba prendida a un volumen moderado, era la única fuente de luz que había en esa pequeña habitación. No había salido de allí en días, estaba destrozado.
Levantó el brazo con intensión de tomar la pistola antes mencionada cuando una sección de un noticiero llamó su atención. Estaban hablando sobre distintas leyendas con respecto al amor en distintas culturas, ahora conversaban acerca del hilo rojo del destino.
—... Esta leyenda cuenta que las personas tienen un hilo rojo invisible atado al dedo meñique que los une a la persona con la cual están destinadas a vivir el resto de sus vidas. Se dice que no importa la distancia o el tiempo, este hilo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romperse...
Dejó de escuchar después de eso.
Quizá era por las tantas sustancias que había consumido o simplemente buscaba una pizca de esperanza en su destrozado corazón, pero decidió que buscaría la forma de encontrar el otro extremo de "su hilo del destino". Cruzó por aquel piso que rentaba para ir al laboratorio donde había dejado tantos experimentos sin terminar.
Después de dos largas semanas pudo conseguir lo que quería: unos lentes capaces de ver aquel dichoso hilo, que, por muy raro que parezca, existía realmente. Pudo comprobarlo al ver el suyo, un hijo un tanto grueso de un rojo bastante llamativo estaba atado a su dedo meñique que atravesaba toda la habitación hasta la puerta.
Con ese dispositivo pudo notar que el otro extremo no se encontraba muy lejos. Sorprendido, siguió el rastro y fue a parar a la planta baja donde un chico y una chica estaban conversando mientras sacaban algunas cajas de un camión de mudanzas, eran nuevos en el lugar, aparentemente. Ella era algo alta, pelirroja, llevaba una camiseta de tirantes rosada, un pantalón blanco y unas bailarinas negras. Él era un poco enano, llevaba una camiseta amarilla de mangas cortas, un pantalón de jean y unas deportivas blancas.
Como estaban juntos no pudo distinguir de quién era el extremo de su hilo, supuso que era la chica, la cual en apariencia no le desagradaba tanto. Pero esta idea fue descartada cuando aquella pelirroja se alejo y dejó solo al chico, quién tenía el otro extremo de su hilo.
«¡¿Qué carajo?! ¿Mi destino es estar con ese enclenque?» Pensó mientras miraba de lejos al chico del cual dudaba que siquiera haya terminado la secundaria. Un suspiro y unos pasos más tarde ya estaba frente a él, ofreciendo ayuda amablemente para llevar sus cosas a su piso, sorprendiendo a varios vecinos, ya que él no era conocido exactamente por ser amable.
El castaño, algo tímido, se negó a recibir su ayuda, pero al ver que apenas podía levantar una caja, el mayor insistió.
Mientras subían las cosas se iban presentando. El pequeño se presentó como Mortimer, pero le gustaba que le digan Morty. El más grande se presentó como Richard, pero le dio permiso de llamarle Rick. Y la chica que estaba siendo algo ignorada se presentó como Summer.
Al parecer el castaño se había mudado junto con su hermana luego de huir de casa, ella trabajaba y él pronto iría a la universidad. Fue una gran sorpresa, pues ni siquiera su estatura coincidía con sus 17 años.
Por alguna razón que ya no recordaba debía ganarse el amor de aquel adolescente, así que les ofreció ayuda en todo lo que pudo, a él y a su hermana.
Mientras que los demás habitantes del edificio les decían acerca de él y de que tenían que tener cuidado, ellos lo encontraban realmente agradable. A veces iban a su departamento, pasaban el tiempo juntos.
Un día como cualquier otro Morty estaba corriendo hacia el edificio mientras dos chicos más grandes que él, eran los que siempre lo molestaban en la escuela, su ropa estaba algo sucia y en su cara se podían observar algunos golpes. Cuando quiso entrar se topó con Rick, quien al ver el estado del chico y a los abusadores no dudó en sacar un arma extraña de entre sus ropas y dispararles, congelándolos casi instantáneamente.
El menor estaba asustado, pero el contrario le explicó todo lo sucedido mientras curaba sus heridas en su piso. Le mostró todo aquel laboratorio que tenía escondido, le enseñó los planes que tenía y le explicó todo lo que pudo en esa tarde.
Fue entonces cuando comenzaron a verse más seguido, Morty incluso faltaba a clases para ir a ayudarlo con sus experimentos, a veces se quedaba dormido en el sofá del mayor y este tenía que llevarlo cargando hasta su departamento. Poco a poco se fueron acercando más y más, y en poco tiempo, aquellas simples palabras y nobles gestos se convertían en abrazos, besos, caricias y... Bueno, saben a que me refiero.
Y una vez que terminó el colegio, se disculpó con Summer, y le dijo que quería estar con Rick.
Y ella no tuvo ningún problema, conocía a aquél hombre (no tanto como creía, pero sí lo suficiente) y podía confiar en que su hermanito estaba en buenas manos.
~•★•~
¡AL FIN! YEEEEEAH! No saben lo que me costó escribir esto:'u
La escuela ya me está chupando la vida, y eso que sólo llevo una semana y media ahí.
Sin más que decir, me voy.
Good bye!
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