Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Namelessshipping

—¿Realmente... era tan difícil?

Pregunté al aire mientras me tiraba a la cama, echando un suspiro agotado y girando en la misma hasta quedar completamente girado, con mi rostro ocultándose en una de las almohadas de la cama matrimonial. El lado donde una vez dormiste estaba vacío, otra vez.

Pero no podía llorar, no quería permitirme llorar.

¿Era tan difícil que pudiéramos pasar unas vacaciones juntos sin que algo saliera mal? Llevamos mucho tiempo separados, siempre te encuentras en aquel monte cuyo nombre no tengo el valor de pronunciar debido al odio que le proceso.

Me vuelvo a girar, buscando oxígeno mientras diviso tu figura con mis ojos cerrados, imaginando por un momento que todavía estás aquí. Sabía que algo saldría mal, que no podríamos terminar juntos las vacaciones de verano, que no soportarías estar tanto tiempo fuera de tu malditamente amado monte.

¿O es que acaso no me soportas a mí? Solo quise pensar que sería un buen tiempo para nosotros dos, que nuestra relación mejoraría lo que había empeorado tras conocer ese monte, pero no, obviamente no.

Enseguida quisiste volver a ese monte, el calor de Alola te agobiaba, decías, pero aun así, no puedo evitar pensar que estar a mi lado es una carga para ti.

¿Tan difícil es... poder seguir juntos? Te amo como el primer día, te amo igual de fuerte que el día en que te lo dije, ¿sabes? Me tragué el orgullo para abrazarte, decirte que te amaba y pedirte que no te fueras por unos días. Y fue bien un tiempo, volvías ocasionalmente a verme, pero como parece tan difícil poder hacer que nuestra relación fluctúe, empezaste a tardar más en venir, de semanas, pasaron a meses, a veces eran más de dos o tres sin tener ninguna noticia del hombre que dice amarme.

Y la verdad, pese a que sigo enamorado de ti, a veces pienso que no quiero continuar esta relación.

Estoy harto de cómo fluyen las cosas, de que vuelvas tras mucho tiempo y te quedes por muy poco, de que solo tengamos sexo sin hablar por un momento todo lo que necesitamos hablar, sin escuchar la voz del otro más que para decir que nos amamos y decir adiós cuando te vas.

A veces me gustaría poder abrazarte y, no sé, hablar contigo por horas como lo solíamos hacer de niños... tal vez una ver una serie juntos mientras comemos una pizza que tras cocinarla juntos ha salido más o menos bien, y luego dormir abrazados en la misma cama sin el miedo latente a despertar sin ti. Solo quisiera una vida de pareja normal, sin un hola, follar, un par de te amo y adiós.

¿Y ahora que nos vamos a Passio, qué pasará? Me da miedo imaginar que puedas conocer a alguien con quien te sientas más libre que yo, alguien que en el fondo sea mejor que yo, veo nuestra relación muriendo y me da miedo no poder detenerlo.

—Azul...

Y como si estuviera bajo el efecto de alguna droga, escuché tu voz, pero no, estabas ahí, en la ventana de la habitación, pidiéndome entras solo con tu mirada, dándote yo el visto bueno ladeando la cabeza.

Y nunca olvidaré lo que hiciste en ese momento.

Me abrazaste.

—¿Rojo?

—Déjame hablar —me pediste—... Azul, yo... desde que volví al Monte Plateado —-me asqueé al escuchar ese nombre— he estado pensando mucho en nuestra relación... y esto no puede seguir así.

—¿A qué te refieres?

—Lo siento... —musitaste, provocando en mí una amarga sensación que decía que me ibas a dejar— he sido muy egoísta, he pensado solamente en mí, nunca he tomado en cuenta lo solo que debías sentirte cada vez que me iba y no volvía durante meses, ni de lo frías que se estaban volviendo nuestras interacciones, ni tan solo de que no estaba apreciando tu esfuerzo por tener unas buenas vacaciones juntos. Yo... lo siento mucho.

—Rojo...

—Por eso mismo —me aferraste a ti un poco más— te ruego una oportunidad más, si es que no quieres dejarme... te prometo que será todo mucho mejor y no dejaré de estar en contacto contigo.

Me quedé anonadado por unos segundos, no terminaba de creerme lo que estaba oyendo, ya de por sí era raro escucharte hablar tanto, ya de por sí era raro que me abrazases, ya de por sí era raro que no fuera yo quien pidiese disculpas por algo. Realmente me emocioné.

—¿Es una promesa, Rojo?

—Lo es, Azul.

Ahora era yo quien se estaba aferrando más a ti; ¿cuánto tiempo hace desde que no nos abrazamos con mimo sin preocuparnos de nada más? Todavía no podía creerlo del todo, pero me daba igual, solo quería disfrutar de tus musculosos brazos de nuevo, sentir el calor que estos me proporcionan y que me proporcionarán de ahora en adelante, porque no puedo evitar creerte y perdonarte por todo, mi amor por ti vale la pena.

Estoy seguro de que vamos a mejorar.

El abrazo terminó y nos volvimos hacia la cama, seguros de que esa noche volveríamos a dormir juntos.

—Aunque la verdad no me extraña —dije—, ¿cómo no ibas a querer estar junto al gran Azul Oak?

Mi corazón dio por lo menos setecientos vuelcos y sentí mil sensaciones cálidas cuando, tras decir mi frase pedante del día, te escuché reír en alto. Me giré a verte, y tardando no más de tres segundos, te tomé del cuello de la chaqueta y estampé mis labios sobre los tuyos.

Me abrazaste por la cintura, para profundizar el beso que tanto tiempo habíamos estado esperando y que tanto necesitábamos para volver a ser los niños de antes, ahora, empero, sin ser unos niños, y ni tan siquiera adolescentes; somos dos adultos que están seguros de haber encontrado al amor de su vida, y que solo necesitan hablar para poder ser felices juntos.

Nuestros labios se movieron desesperados, en busca de la atención de los labios del contrario, pidiendo a gritos que no se acabase nunca ese momento, era esencial para nosotros, y lo sigue siendo a día de hoy, que nos dirigimos a Passio en busca de reempezar la relación con esperanza de vivir hasta el final de nuestros días juntos.

Tras aquel casto beso, lleno de amor y sentimientos que carecían de pasión y lujuria ambos nos fuimos a dormir; nunca olvidaré lo maravilloso que fue poder volver a dormir abrazado a ti, sin nada que me moleste, ni ningún miedo que me atormente.

Esa noche se acabaron todas las preocupaciones, todos los malos momentos que pasamos juntos —o quizá debí decir separados—, esa noche daba todo igual, solo éramos tú y yo.

Fecha de publicación original: 8 de mayo de 2021

Comentario:

Se me ocurrió este relato hablando con -endlesshope por WhatsApp sobre este ship y no pude evitar escribirlo, por eso se lo dedico a él. Estoy muy contento de haber podido volver a escribir un shot de 1000 palabras ;;

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro