«Tener sentimientos es bonito».

Esa es la frase por la que llevo rumiando durante años. El pequeño Chris —quien ahora debe de ser un adulto hecho y derecho— la dijo mientras hablábamos de ti, Helio. 

La primera vez que la escuché me quedé estática, recuperé, empero, la compostura en pocos segundos, dispuesta a seguir escuchando los vocablos que salían de la boca de aquel niño, además del joven entrenador de Pikachu que le acompañaba. En aquel momento no sé qué pasó por mi cabeza, pero las convicciones de un par de niños me ablandaron, y no solo a mí, pues asumo que a Malta y Camila les debió impactar de igual forma.

¿Nunca has sido cautivado por la bondad de un niño, Helio? No tienen ideas oscuras o egoístas —al menos no de forma intencionada—, solo sonríen todo el día, se pelean, lloran, se abrazan y todo sigue igual que siempre, es sin duda envidiable, y duele creer que tú y yo fuimos así. Cuentan las habladurías que eras un niño solitario, que se pasaba los días jugando con máquinas, pero nunca olvidaré las palabras de Chris, y estoy segura de que tú tampoco lo harás.

¿Has sido feliz alguna vez, no? Pondría la mano en las llamas de un Ponyta por asegurar que alguna vez has esbozado una sonrisa, y me llena de incertidumbre, duda y enigma saber por qué rechazas el feliz cantar de las lagrimeantes Sunfloras, pues dulce vida se marchita con tus desgarradoras palabras.

Viviste cegado por tu egoísmo puro y duro, te atreviste a negar las cuencas del mundo, ilusionado por ideas crueles y sin resuello para nadie. ¿Y sabes? En todo momento fuiste imperfecto, en todo momento sentiste, por mucho que quisieras negarlo.

Eres humano, Helio. Y me alegro de que Maya poco a poco te vaya abriendo los ojos.

¿Alguna vez te has parado a escuchar la áurea melodía de los Kricketune, con sus graves relajantes y sus agudos excitantes? Créeme que, si permitieras a tus orejas deleitar, te habrías dado cuenta hace mucho de cuán burdas eran tus ideas. Es así, empero, como cualquiera esperaría que madurases, tristemente errado por la esperanza. Es innegable y sin posible discusión que tu punto de vista se ha diluido, sin embargo ahí sigues, obcecado con la melómana idea de crear un nuevo mundo.

Muchas veces me he preguntado qué te ha llevado a pensar así, sobre qué tanta tristeza, sufrimiento y melancolía has tenido que pasar para sentirte así. Y es cuando me doy cuenta de que, por mucho que lo rumie, tener sentimientos es bonito, y que mi mayor deseo era que fuérase tu pensamiento absurdo de tu cabeza, porque al fin y al cabo, tras comprobar todo lo que has avanzado junto a tu psicóloga de melena algo azulada, disfruto de tu compañía y de hablar contigo.

Mis demonios son de esa forma, al colocarse en mi hombro me piden que reste a tu lado un tiempo más, me gusta verte mejorar, me gusta verte madurar, me gusta verte cambiar, y anhelo un día en el que poder ver cómo debiste ser en realidad. Muchas veces me he ido a dormir, pretendiendo fantasear etéreas cosas, sin saber que soñaba realmente con una sonrisa candente de tus labios inocentes.

Y sigues cegado por crear un nuevo mundo, ignorando mis intentos de crear algo contigo, algo que llevar en mi vientre y en tu destino. Y sigues promulgando vocablos hirientes, crueles y vacíos, y sigues ignorando los sentimientos que sendos compartimos.

Y yo al final me acabaré yendo bajo el cantar de las Sunflora, mientras tú, perdido y sin razón, sigues esperando tu final espectacular.

Fecha de publicación original: 25 de agosto de 2021

Este ship me era indiferente hasta hace unas horas y decidí que estaría bien escribir un relato sobre ello, está totalmente basado en el evento de Masters para obtener a Helio y Palkia, por cierto.

Por si no ha quedado claro, la narradora es Cintia, y Maya es la psicóloga de Helio.

Hope you liked it!