Cerrabas los ojos 
bajo el aleteo de los Ledian,
envuelto en mil antojos 
de los que pocos te bastan.

—¿Lo sientes, León? 

Me preguntaste relajado, causando cierta confusión en mí, mientras procedías a abrir los ojos y mostrarme lo distinto de nuestras realidades, puesto que tus ojos, llenos de pasión y de vida, eran opuestos a los míos, hartos de la vida y llenos de desidia.

Mirares de tormentas, 
bosques y centellas,
que expresan un rugido 
de los que espantan cualquier nido.

Envidio cada pigmento de tu iris, llena de vida e ilusión, con un brillo que deshoja las mentiras y maldades que atormentan a todo el mundo. No eres una persona en exceso alegre, pero tú, Alecrán, con tu mirada llena de sinceridad, logras hacer que me descoloque por completo, buscando insaciablemente la forma de ser como tú.

—No te fijes en nada, solo cierra los ojos, respira, no pienses en nada, ni tan siquiera en mí, solo respira y déjate llevar por lo que sientas.

Te hice caso, y me dejé llevar. El aire inundó mis pobres pulmones, que ansiaban la tranquilidad que aquí se profesaba.

El céfiro que purificaba 
las cuencas de las que abnegaba 
mientras me tranquilizaba 
escuchando esa bella serenata.

—Alecrán... la siento.

La melodía que mis oídos deleitaban no podía ser descrita por palabras, era una sensación que nunca antes había deseado sentir, y a partir de ahora adoraría.

—Es la voz del bosque— comentó, mientras yo, aún con los ojos cerrados, notaba cómo me tomaba las manos—. Algo que todos necesitamos sentir alguna vez.

—Es... mucho más bonita de lo que pensaba.

—Ahora escúchame un momento. Sé que lo has pasado mal, se que aún lo pasas mal, pero no te rindas, no te rindas cuando sientas que no puedes más, es solo tu cerebro, que te intenta inhibir de lo que puedes hacer realmente, tú eres quien decide, León, puedes mucho más, sigue adelante, y superar este bache.

La sonrisa chispeante 
me azota tintineante,
con mis latidos volantes 
que se divierten estallando 
en mi pecho, ahora descansando.

—No lo haré, no me rendiré, Alecrán.

Y tras esto, por fin siento tus labios presionar los míos, lo que mis latidos tanto esperaban, y lo que mis labios tanto deseaban.

Por fin, he disfrutado de esta tierra,
he disfrutado de esta tierra.

Fecha de publicación original: 24 de julio de 2021

Hace unos días me compré un libro del autor español Federico García Lorca, ya que quería adentrarme en el mundo de la poesía, y la verdad es que me está encantando. Entonces anteayer se me ocurrió mezclar poesía y narración en un relato, y esto ha surgido.

Me gusta bastante este crackship, yo a Alecrán le veo unos dos o tres años mayor que León solamente.

¡Espero que os haya gustado!