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¿Qué tiene de especial?

"Vegeta & Bulma"

Aquella tuerca atorada en el robot era demasiado terca en no querer salir, se supone que ya la debió haber sacado de ahí desde hace media hora. Esa maldita tuerca no hacía más que retrasarla a reparar aquel robot destruido, y a más tardar tendría que estar listo mañana en la tarde.

-¿Me estás escuchando al menos?-escucho decir su ahora ex-novio, Yamcha.

-No tengo tiempo de hablar.-contesto con indiferencia.-Si me disculpas tengo cosas que hacer.

-Solo escúchame unos minutos más ¿Si?

-Recuerdo haberte dicho que no me interesaba tener cualquier tipo de conversación contigo.-dijo mientras quitaba su mirada azulada de aquel robot y la colocaba encima de su ex-novio.

-Bulma por favor solo dame unos pequeños minutos.-suplico.-No puedes arruinar esto.

-¿Arruinar que? ¿El hecho de que no te perdone una infidelidad tuya?

-Eso no fue lo que pasó.

-¿Ah no?-pregunto incrédula.-Que fue aquella chica la que se te insinuó ¿Eso me dirás?

-Porque es cierto.

-Tu lengua en su boca me decía otra cosa.

Yamcha se había quedado callado tras lo dicho por Bulma, en aquella respuesta no había ninguna excusa mas.

Desde hacía un tiempo que Bulma había notado que su relación no se encontraba del todo bien, y debido a que ya llevaban mucho tiempo juntos no lo quería aceptar, siempre decía que solo eran unos pequeños problemas que cualquier pareja tendría. Se maldecia a si misma porque tuvo que presenciar una infidelidad para finalmente abrir los ojos.

-Si ya no tienes nada más que decirme, te pido de la manera más amable posible que salgas de mi laboratorio y posteriormente de mi casa.-dijo señalando la puerta.

Bulma le dió la espalda y regreso con lo que estaba haciendo, de reparar aquel robot dónde aquella tuerca se rehusaba a salir.

Yamcha desvío su mirada de ella y toda su atención se coloco sobre un escritorio de hierro donde reposaba una armadura parecida a la de los saiyajin aún no terminada. El humano de la cicatriz se acercó para ver si es que no era su imaginación.

-¿Y esta armadura?-pregunto hostil.

Bulma dejo salir de su boca un bufido exasperada.

-Es para Vegeta.-dijo sin siquiera darle la cara.

-¡¿Que?!-exclamo sorprendido.-¿Estas loca, como puedes permitir que Vegeta te pida esto?

-Yo me ofrecí a construirle una nueva armadura.

-No deberías hacer esto y más con alguien quien sólo te está utilizando por la maldita nave de entrenamiento.

La peli azul no lo aguanto más y azotó el destornillador que tenía en la mano, sobre la mesa. ¿Como se atrevía a decir semejante cosa? Ella fue la que seguía esforzandose para que las cosas entre ambos siguieran funcionando. Es más, acepta que estuvo bastante tentada cuando otros hombres coqueteaban con ella, pero jamás les correspondió por respeto a Yamcha y a su relación, pero él se fue con la primera mujer que se le apareció al frente sin importarle si eso la lastimaria.

Bulma dio media vuelta y lo observó con determinación.

-Al menos él no me está tratando como un objeto que puedes reemplazar cuando tengas la oportunidad.

-Yo jamás te vi de esa manera.

-¡Pero así me hiciste sentir!-grito.-Aunque parezca que Vegeta sería capaz de matarme en todo este tiempo que ha estado en mi casa, no lo hizo, ni siquiera se ha sobrepasado conmigo.

-Hablas de él como si fuera tu pareja.-musito Yamcha aún con ira.

La científica desvío su mirada de él y la posó sobre la pared del laboratorio, con un pequeño sonrojo incómoda.

Yamcha captó esta acción como afirmando lo que le había dicho ¿Debía ser una maldita broma? En ese tiempo que la peli azul se negó a verlo, no debió haber pasado algo entre ella y Vegeta. ¡No debía ser posible! Vegeta no la merecía, ese saiyajin no la trataría como de verdad lo merecía.

-¿Están juntos?-Yamcha apretó su puño tras la pregunta salida por su misma boca.

-No es de tu incumbencia.

-La razón por la que estoy aquí es porque quería hablar contigo sobre lo nuestro, así que si me incumbe demasiado.-dijo mientras se cruzaba de brazos.

-¿Y qué si es estoy con él? A ti no te debería importar, y más aún cuando he tomado la decisión de ya no estar más contigo.-volvio la mirada a él con un ceño fruncido.-¡Mierda Yamcha porque no me dejas en paz y te largas!

-¡Porque me importas!-Respondio con rabia.-¿Que tiene de especial él para que lo prefieras antes que a mí?

Bulma no respondió en ese instante, no era porque no supiera, más bien era en como decírselo con las palabras correctas sin que la discusión se volviera más fuerte. Lo único que quería era que Yamcha se fuera, especialmente porque Vegeta se encontraba dentro de la casa y le había dejado en claro que no quería ver a Yamcha dentro de la vivienda especialmente cerca suyo.

-No lo entenderias.-contesto finalmente en voz baja.

-Joder Bulma, él ni siquiera tendria la capacidad suficiente de amarte tanto como yo lo hago. Recuerda lo que hizo cuando llego a la tierra con su otro amigo saiyajin.

-Se lo que hizo y no niego que estuvo mal. Pero he conocido otras facetas suyas y eso me hizo cambiar mi opinión sobre él.-Bulma apretó sus puños a cada lado suyo sin apartar sus ojos llenos de ira.-Pero tú no lo entenderías, porque a ti lo único que te importa es tenerme comiendo de tu mano a la vez que quieres tener a varias mujeres detrás tuyo.

Él laboratorio se encontro en un abrupto silencio tras lo mencionado por la científica. Bulma por primera vez en todo el año sentía que se habia liberado de una enorme presión en su pecho tras decirle todas sus verdades a su ex-novio. Tantos años juntos le iba a ser imposible el no sentirse adolorida de su corazón, y fue Vegeta, quien se encargó de repararlo.

-Quiero que te vayas de una vez.-dijo con su habitual tono de voz sereno.

-Bulma lo siento yo...

-Ya me has dado suficientes disculpas.-interrumpio.-Asi que reitero, quiero que te vayas.

-Bulma por favor si me dejaras...

-Ella dijo que te largaras.-Esta vez interrumpió una voz gruesa en la entrada del laboratorio.

Los dos presentes llevaron su atención al lugar proveniente de la voz y fue grande su sorpresa al encontrar a Vegeta recargado en el marco de la puerta con una expresión dura en su rostro con los brazos cruzados sobre su pecho, vestido con una sudadera negra y unos jeans grises.

-Vegeta...-susurro Bulma temblorosa de lo que pudiera suceder en esos instantes.

-¿Qué acaso eres sordo? Dijeron que te largaras.-señalo la puerta con indiferencia.

Yamcha lo fulminó con la mirada mientras apretaba su mandíbula y sus puños. Esta acción no fue desapercibida por el Príncipe de los saiyajin, ya que una sonrisa de lado se formo en su rostro.

-¿Qué, quieres pelear?-le preguntó lleno de gracia.-Hazlo si quieres pero dudo mucho que vayas a salir vivo de este lugar.-Vegeta soltó una pequeña risa burlona.

Yamcha no negaba que tenía unas enormes ganas de darle una buena paliza pero era claro que sí él hacía semejante cosa, terminaría perdiendo la pelea y sería una tremenda humillación.

-¡Eres un canalla!-insulto dando unos pequeños pasos con la intención de intimidarlo.

Obviamente para Vegeta esto no hizo más que causarle risa.

-¿Encerio crees que diciéndome esas simples palabras me vas a lograr intimidar Insecto?-sonrio de manera más amplia.-Ni siquiera eres un digno oponente para mí.

Yamcha por su parte no sabía más que decir, con cualquier palabra que le dijera él no iba a inmutarse para nada y si le soltaba aunque sea un mísero rasguño, terminaría siendo asesinado por el Príncipe de los saiyajin con mucha facilidad. Lleno de rabia aceptaba que en ese momento estaba más que jodido. El humano de la cicatriz en la mejilla solo gruñó de rabia.

-Y bueno ¿Qué esperas para largarte?-Vegeta borro su sonrisa para por fin contestarle con su habitual ceño fruncido.

Yamcha se giró de nuevo hacia Bulma y le susurró un: -hablamos después.- para encaminarse a la puerta.

Vegeta escucho aquella palabra, así que antes de que Yamcha se fuera por completo, con violencia lo detuvo por el hombro.

-Tú no le vas a hablar por nada del mundo, si te veo cerca de ella de manera inconvincente date por muerto.-amenazó en voz baja. Yamcha solo asintio con la cabeza y se fue por el pasillo.

Bulma estaba un poco pasmada por lo ocurrido, nunca imaginó que Vegeta se controlaría de esa manera, a ese punto ya tendría que haber matado a su ex-novio. Pero ahora se encontraba sola con Vegeta, quien esté solo se dedicaba a observarla de manera intensa.

-Gracias.-agradecio dedicando una pequeña sonrisa al Príncipe de los saiyajin.

No recibió ninguna respuesta por parte de Vegeta quien esté solamente permanecía serio como siempre solía hacerlo. Pero debido a este silencio Bulma empezó a sentirse incomoda.

-¿Estás enfadado conmigo?-preguntó perpleja.

-¿Porque tendría que estarlo?-pregunto de vuelta el saiyajin.

-Por lo que acaba de ocurrir. No quiero que pienses que yo lo cite para hablar, mi Madre lo dejo entrar para que Yamcha y yo aclarasemos algunas cosas. Pero obviamente ella no tiene idea de que tú y yo...-sonrio nerviosamente mientras cruzaba los dedos.

-No estoy enojado contigo, la razón por la que estoy aquí, es porque pude sentir el KI de esa sabandija dentro de la casa y sabía que lo ibas a poner en su lugar, pero su KI incremento de manera inestable, supuse que se había enfadado así que vine a ver qué sucedía.

-Estabas preocupado por mi.-un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de la de ojos azules. De igual manera un pequeño sonrojo apareció en las mejillas del saiyajin quien esté solo desvío su mirada de Bulma.

-No te confundas.

Bulma solo soltó una pequeña risa como respuesta, le gustaba mucho que Vegeta se pusiera nervioso en su presencia.

-Me imaginó que tienes hambre qué tal si vamos a almorzar juntos.-propusó sin borrar su sonrisa del rostro.

Bulma se quitó su bata blanca del laboratorio y la dejo aún lado de la mesa. Al volverse en si, ya tenía el rostro de Vegeta cerca del suyo. Él saiyajin tomo con una de sus manos la mejilla de la peli azul con suma delicadeza, como si aquella piel fuera a quebrarse con un solo toque. Fue entonces que ambos se fundieron en un profundo y tierno beso.

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