Nota: One-shot ubicado en el mundo de Trunks del Futuro.

"Gohan & Videl"

Su mandíbula se estrujaba con fuerza con tal de mantener los gemidos de dolor que querían salir de su garganta. La tierra revuelta alrededor estaba desapareciendo tras ser arrojado de una fuerte patada.

—¡Diablos!—exclamo Gohan adolorido.

Un hilo de sangre salía de su boca, su dogi naranja estaba destrozado. Se puso de pie e intento colocarse en posición de defensa, observando con sus ojos inyectados en ira contra las dos sombras que se veían a través del humo de tierra que se había formado.

—¡Vaya!—exclamo la voz femenina.—La primera vez que peleamos no aguantaste ni un solo golpe.

La tierra de disipó y de esta emergieron dos personas un hombre de cabello negro y una mujer hermosa con cabello rubio. Los androides.

Ambos miraban al mitad saiyajin con una sonrisa burlona.

—Sin duda alguna te has vuelto muy fuerte Gohan.—dijo 17 mientras tenía una mano en su cintura.—Me has dejado muy sorprendido.

—En esos tiempos no había alcanzado esa transformación que vuelve su cabello dorado.—miro 18 a su hermano.—Y no nos divertimos mucho con él como fueron con Vegeta, Piccolo y todos esos insectos.

La androide comenzó a reír divertida mientras sostenía su estómago y se erguía hacia adelante.

—¡No hablen de mis amigos como si no valieran nada!

—Nos divertimos mucho cuando peleamos con ellos pero no fueron rivales para nosotros, así que ellos no valían más que una basura.—hablo 17 con frialdad en sus ojos.

—Malditos androides.—insulto.—Vengare a mis amigos ¡Los exterminare pase lo que pase!

Gohan se abalanzó contra 17 propinándole un golpe en su rostro. El androide retrocedió hacia atrás esquivando los golpes del mitad saiyajin con mucha facilidad, hasta que se cansó y le propinó un golpe en la cara y otro en el estómago mandándolo a volar directo a los pies de 18.

18 sin borrar su sonrisa le propinó un punta pie en el estómago, mandándolo a volar hacia atrás con fuerza esta vez estrellándose contra un enorme edificio. La transformación del super saiyajin desapareció ocasionando que el cabello de Gohan volviera a su estado natural.

—Fue divertido combatir contra ti...—aterrizo a su lado 18.

—...pero lastimosamente te estás convirtiendo en una molestia.—continuo 17.

Gohan agonizaba de dolor, sus músculos no le respondían. La sangre brotaba de su boca y podía sentir su rostro sangrante. Estaba temblando de miedo, miedo a morir. Las cosas no podían acabar así, no aún... Debía preparar a Trunks, volver a ver a su Madre y a ella...

El pie de 17 se posó sobre su pecho y comenzó a hacer presión en este causándole dolor. Gohan empezó a gritar de dolor.

—Aunque será aburrido ya no tener a nadie con quién jugar.

17 observaba con sadismo el dolor que le provocaba al mitad saiyajin, la satisfacción de provocarle dolor y miedo a alguien era satisfactoria, quería volver a sentir esa sensación desde que asesino al Dr.Gero.

—Vamos 17 no seas malo.—se acerco 18 y colocando un mechón de su rubio cabello detrás de su oreja.—Ya le has provocado suficiente dolor, lo mejor es acabar con él para seguir destruyendo la ciudad.

—Creo que tienes razón.

Una enorme esfera de energía se formó en la mano del androide con la intención de arrojarsela contra Gohan y hacerlo cenizas. Gohan solo lo miro debilitado, con su rostro sangrante y la boca entre abierta.

Una fuerte roca fue impactada contra la cabeza del androide de cabello negro, sus ojos se abrieron con sorpresa. La esfera de energía desapareció de su mano y puso toda su atención al lugar de donde provenía el impulso de aquella roca. Encima de un auto se encontraba una chica de cabello negro, vestía una camisa blanca lo que parecía ser un vestido, abajo tenía un pequeño mayon y portaba unos guantes negros. Aquella chica miraba con determinación e irá a ambos androides, parecía no tenerles miedo.

—Aléjense de él ¡Ahora!

—Videl...—dijo Gohan adolorido.

—Parece que tenemos una molestia más.

18 se burlo mientras veía de arriba a abajo a aquella chica humana. No era para nada bonita.

—Tiene mucho valor para venir arrojarme una roca en la cabeza aún sabiendo que la puedo matar.

—Eso te pasa por no estar siempre alerta a tu alrededor.

—No estoy para sermones ahora Número 18.—dijo el androide sin quitarle la mirada de encima a aquella chica.

Videl pudo ver que aquel androide de cabello negro estaba furioso debido a sus ojos, podía ver qué brillaban en fuego tras la enorme mirada fría que siempre cargaba en su rostro. Videl comenzó a temblar de miedo... ¡No! No debe mostrárselo. Eso es lo que quiere que ella tema de él.

—¿Quién te crees que eres para atacarme?

El androide comenzó a acercarse amenazante a la chica, una esfera de energía comenzó a formarse en su dedo apuntándole directamente a Videl.

—¡17 no la toques!

Intento levantarse Gohan pero fue retenido por la rubia con su pie.

Videl miraba a los ojos aquel androide que le apuntaba con su dedo brillante de energía con determinación. Estaba aterrada, jamás en su vida habia estado tan cerca de ambos androides responsables por la muerte de su Padre. Gohan no la defendería en esta ocasión de ellos porque estaba débil, casi al borde de la muerte. Cuando vio que quien combatía con los Androides era Gohan corrió hasta él para verlo y asegurarse de que no muriese... Porque se había enamorado de él. Del chico serio y frio pero que cuando sonreía para ella, era muy cálido hasta parecía alguien muy inocente y gentil. Era la única persona que le quedaba en este mundo y no iba a tolerar perder a alguien tan valioso.

Cuando su Padre murió, Gohan comenzó a estar muy cerca de ella. Como si estuviese protegiéndola, de asegurarse que no cometiera ninguna locura. Gohan parecía estar cerca de ella. Videl tenía un carácter duro que no negaba que llegaba a ver a Gohan atemorizado de ella. Pero él seguía ahí a su lado.

Cuando lloraba en las noches por la muerte de su Padre, Gohan con su rostro frío pero sereno le brindaba un pañuelo y le tendia su mano. Era muy raro que él la abrazara con dulzura. Cuando supo la verdad sobre los poderes sobrenaturales de Gohan, le causo mucha curiosidad el mundo que lo rodeaba. Pero claro siempre era precavida, porque cuando le hacía preguntas sobre su pasado especialmente sobre sus amigos asesinados por los androides o sobre su Padre, que falleció por una terrible enfermedad en el corazón, Gohan comenzaba a desprender oscuridad y su seriedad y frialdez incrementaba más.

Era extraño que aún con su actitud fría y sería llegaba a comportarse como un niño, como alguien inocente. Una sonrisa que la hechizaba por completo. Y ese lado es lo que más gustaba de Gohan. Sin darse cuenta se enamoro de él, y era un amor puro e intenso lo que sentía. Sabía que los androides no le permitirían vivir una vida tranquila junto a Gohan, donde ambos pudiesen ser novios con tranquilidad. Tomo la grata decisión de decirle sus sentimientos y fue tanta su sorpresa que Gohan los acepto.

Esa misma noche donde ambos se confesaron lo que sentían uno por el otro, se besaron e hicieron el amor como si no hubiese un mañana. Entre caricias y besos salían de la terrible realidad de los androides. Ambos entraron a un paraíso que no deseaban abandonar.

Pasaron meses desde aquella noche juntos, solían verse muy poco. Especialmente porque Gohan peleaba contra los androides y este quedaba muy malherido tras cada combate. Pero esta vez la pelea había sido cerca donde se encontraba escondida.

Atacar a uno de los androides con una simple roca serviría para que al menos Gohan se recupere un poco y pueda combatir contra ellos y así escapar. A Videl no le importaba si ella moría, lo único que quería era que Gohan estuviera a salvo.

El rayo proveniente del dedo del androide salió disparado directo a ella y le atravesó el pecho, comenzando a brotar sangre. Videl grito de dolor y cayó al suelo.

—¡Videl!

Furioso, Gohan tomo el tobillo de 18 y la tacleo al suelo dándole un fuerte puñetazo en el rostro, uno tan fuerte que la mando hacia abajo, atravesando el subsuelo. Número 17 estuvo por abalanzarse contra Gohan pero este fue mucho más rápido y le lanzó energía de su mano lo que termino mandándolo a volar hacia atrás.

Gohan corrió hasta Videl y la sostuvo en brazos, y salió del edificio con ella. Llegando a una montaña que rodeaba la ciudad, Gohan se sentó en el suelo con ella sobre su regazo. De su pantalón intento sacar una pequeña bolsita donde estaban semillas del ermitaño, pero para su mala suerte se habían acabado todas.

—¡No ahora!

Videl escupía sangre de su boca, el dolor era inmenso sobre su pecho... Su respiración estaba fallando, podía sentir su corazón latir con velocidad con la intención de seguir bombeando sangre.

—Resiste por favor...—suplico y agarro entre sus manos la cabeza de Videl.

Lágrimas empezaban a brotar de los ojos de Gohan y una de ellas cayó sobre el rostro de Videl. La chica sabía que no tenía ninguna salvación, que su vida estaba llegando a su fin. Pero jamás en su vida había visto al chico llorar.

—Gohan...—hablo.—No te preocupes...—una sonrisa leve se formo en su rostro.—Todo... estará bien... Estoy feliz de que te salve...

—Videl...

Con dificultad, Videl alzó su mano y la posó sobre la mejilla de Gohan con ternura.

—No quiero que te culpes... Fue mi elección.—Videl recargo aún más su cabeza sobre el pecho de Gohan y olió la fragancia que él desprendía con la finalidad de no olvidarlo.—Te amo.

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Un pequeño Trunks de 8 años, volaba no lejos de aquella ciudad, escucho las enormes explosiones que estás tenían. Había sentido el Ki de Gohan incrementar descontroladamente. Estuvo a punto de ir a la ciudad pero a lo lejos vio a Gohan en el suelo, con un cuerpo sobre su regazo.

Fue hacia él y aterrizo enfrente suyo.

—Gohan—llamo a su maestro.

La cabeza de Gohan permanecía puesta en el rostro de la chica con sangre sobre su pecho y en la boca.

Estaba muerta.

Trunks no había recibido ninguna respuesta proveniente de su maestro, solo un silencio pesado entre ambos.
Podía sentir un aura oscura y extraña en Gohan.

Siempre acostumbraba a ser muy estricto con él a la hora de entrenar pero no quitaba el hecho de que solía desprender un aura de inocencia. Esta vez no era así, parecía estar realmente enfadado.

La chica muerta que tenía entre sus brazos debia ser alguien importante para él. Porque en los últimos días había visto a Gohan con excelente humor y más decidido a acabar con los Androides. Por la forma en como veía a la chica parecía ser alguien importante. Su Madre había dicho que Gohan había conocido a una chica que lo hacía más decidido a seguir peleando ¿Acaso esa chica era su novia?

—¿Gohan?—llamo de nuevo pero esta vez su voz sonaba temblorosa.

Gohan se paró de golpe con la chica en sus brazos, y este pudo ver cómo los ojos de su Maestro poseían lágrimas y como se transformaba en Super Saiyajin. Trunks sintió miedo y más aun cuando percibió que Gohan estaba herido. Aunque gran parte de él sintió tristeza por su Maestro.

—Vamonos.—ordeno Gohan sin mirar a su discípulo. Sosteniendo a Videl entre sus brazos.

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Desde aquel día Gohan ya no volvió hacer el mismo, su seriedad y frialdez a la hora de ayudar a las personas con los ataques de los Androides había incrementado. Gohan parecía no sentir ya nada. Se habia vuelto más estricto con Trunks cada que entrenaban juntos.

Los Androides le habían quitado una de sus esperanzas. La primera y unica mujer que amo.

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—¿Me disculpas Trunks? tengo que hablar con Videl un momento.—dijo un sonriente Gohan mientras cargaba en brazos a su hija Pan.

—Si, no hay problema.—respondio de igual manera.

Trunks quién permanecía sentado en el sofá apreciaba como Gohan reía y depositaba un beso a su esposa y elevaba hacia arriba a su pequeña hija como si está estuviese volando. Videl reía de diversión.

El chico peli azul sonrió con alegría por aquella escena divertida de la familia.

—Aqui eres feliz... Gohan.