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la flor mas hermosa

Era cerca del medio día, y el primer rey de las hadas Gloxinia, volaba alegremente por el hermoso bosque que había gobernado por largos años en busca de su linda sucesora para comenzar con el entrenamiento de ese día, pero por más que buscaba, no lograba dar con ella en ninguna parte.

Qué extraño..., pensaba el hada pelirroja. Kim normalmente estaría durmiendo dentro del Árbol Sagrado a esta hora, sin embargo, tampoco se encuentra ahí, ni cuidando de las flores del bosque como tanto le gusta hacer.

"Me pregunto..., ¿Dónde estará mi adorable aprendiz?" Se decía así mismo el primer rey hada.

En eso, Gloxinia logró dislumbrar a Elaine, la hermana menor de Kim volando a unos metros de distancia. Imaginando que ella tenía conocimiento del paradero de Kim, el pelirrojo aumentó la velocidad de su vuelo para alcanzarla.

"¡ELAINE!" Llamó éste siendo escuchado por la Hada rubia la cual se giró para ver quien la llamaba. Al ver la hada que era Gloxinia, se quedó flotando esperando a que él llegara en donde ella se encontraba.

"¿Necesita algo, Lord Gloxinia?" Preguntó respetuosamente Elaine con mirada curiosa.

Gloxinia iba a decirle a la joven hada que no era necesaria tanta formalidad, pero se detuvo al recordar que ninguna de las hadas hacía caso a sus palabras con respecto a ese tema, y en lugar de eso preguntó amablemente: "¿Elaine, de casualidad, sabes en dónde está Kim?"

"Sí, ella estaba charlando con Helbram en la frontera norte del bosque, Lord Gloxinia".

"Oh, bien. Muchas gracias Elaine. Hasta luego". Se despidió el pelirrojo educadamente.

"De nada, Lord Gloxinia. Nos vemos". Fue lo único que respondió la rubia continuando con su camino.

El ambarino por su parte, empezó a volar hacia la dirección indicada por la pequeña hada rubia frunciendo un poco el ceño, ya que no le agradaba mucho que su pequeña Flor estuviera tanto tiempo con el otro hada peliverde a solas.

Nada más llegar, y ver a su linda castaña junto a Helbram, demasiado juntos para su gusto, ya que la linda hada se hallaba con su cabeza posada sobre el hombro del peliverde y miraba a éste cariñosamente, con Helbram mirándola de igual forma, los celos invadieron todo su ser, y tuvo que tomar unas cuantas respiraciones profundas para calmarse y no hacer algo estúpido como manipular algunas hiedras venenosas para que atacaran al chico.

"Hola Kim, buen día, me alegra encontrarte al fin". Dijo Gloxinia dando a conocer su presencia a las dos hadas sentadas en la gruesa rama de un árbol.

"Lord Gloxinia, buen día a usted también". Saludó Kim asiendo una reverencia mientras levitaba al lado del árbol donde antes estaba sentada junto a su mejor amigo quien no tardó mucho en repetir las acciones de la ojinaranja hacia su rey.

El pelirrojo, sin dejar ver ningún atisbo de sus todavía presentes celos hacia el jóven hada, lo saludó educadamente con una pequeña sonrisa.

"Mi Lord, si no es una molestia, podría decirme la razón del ¿por qué me estaba buscando?" Cuestionó la chica confundida.

El pelirrojo miró a la castaña atónito y preguntó incrédulo: "¿Kim, acaso no recuerdas que te dije que el día de hoy entrenaríamos para mejorar el uso de tu lanza sagrada?"

"¡Oh que tonta!, ¡lo olvidé!" Dijo la ojinaranja muy apenada. "¡Le ruego me perdone, Lord Gloxinia!"

El poderoso monarca solo negó con la cabeza divertido. "Tranquila Kim. Lo importante es que ya estamos los dos aquí y podremos empezar con el entrenamiento".

"Cierto, Lord Gloxinia". Dijo Kim devolviéndole la sonrisa con una de las suyas.

Helbram, quien se mantuvo en silencio durante la corta conversación se acercó a Kim y se despidió de ella con un "nos vemos luego" y un pequeño beso en la mejilla de ésta, seguidamente hizo una última reverencia de despedida ante Gloxinia y se marchó del lugar.

El actual rey de las hadas solo observó el intercambio haciendo una imperceptible mueca de disgusto por el beso que le dio el peliverde a la futura reina de las hadas.

"Kim, sígueme". Dijo Gloxinia después de irse Helbram, empezando a volar un poco al noreste del reino de las hadas.

La ojinaranja obedeció la orden, y voló alado de su rey sin hacer preguntas.

En pocos minutos gracias a la velocidad a la que iban, llegaron a una extensa llanura bacía de toda vegetación, con una que otra roca de gran tamaño esparcida por el lugar.

"Aquí entrenaremos Kim. Este lugar fue especialmente creado para practicar nuestras técnicas o entrenar sin dañar ninguna parte del bosque en el fuego cruzado". Le explicó Gloxinia a su sucesora quien asentía en comprensión junto a él, contemplando la gran llanura delante suya.

"Bien, pues comencemos". Anunció el pelirrojo con Kim alistando su lanza sagrada tal y como lo hacía éste último.

Horas más tarde, Gloxinia intentaba mantener su mirada fija en su reflejo proyectado en las azules aguas de una bella cascada sin querer ceder ante los enormes deseos que le decían a gritos que tomara ahí mismo a la hermosa castaña que nadaba felizmente a unos metros delante suyo.

Minutos atrás, al terminar con el duro entrenamiento que les llevó la mayor parte de la tarde, al estar tan cansados y empapados de sudor y manchados de tierra, Gloxinia llevó a Kim a un hermoso campo repleto de flores, habiendo al fondo en el centro de éstas, una hermosa cascada que dejó a la castaña sin palabras por lo azules que eran sus aguas. Luego de refrescarse unos cuantos minutos con el pelirrojo observando divertido a Kim la cual hablaba y jugaba con las hermosas flores,, la susodicha prácticamente lo arrastró hacia la cascada invitándolo a bañarse con ella, cosa que hizo a regañadientes,. Con lo que él no contaba, era que también lo persuadiera a quitarse la ropa como ella lo había hecho sin ninguna vergüenza mostrada segundos antes.

Y eso nos lleva al momento actual. El pelirrojo finalmente no logró evitarlo, y le echó un pequeño vistazo a su dulce Kim, y quedó completamente embelesado por la maravillosa imagen de su hermosa Flor totalmente desnuda y jugando con las cristalinas aguas de la cascada.

Sin estar del todo consciente de sus repentinos impulsos, Gloxinia no pudo reprimir el fuerte deseo de besarla profundamente tras acercarse donde ella se encontraba, tomándola por sorpresa tanto por el beso como porque la llevó con él al borde de la cascada.

Al principio Kim no respondió el ardiente beso, para descepción del ambarino, pero cuando éste estuvo apunto de romperlo, ella tentativamente comenzó a devolverle el beso haciendo muy feliz a Gloxinia el cual la atrajo más hacia él provocando que ambos se estremecieran de placer al sentir con mucho detalle el cuerpo desnudo del contrario.

Al principio fueron solo eso, besos cargados de amor y pasión entre ellos, pero lentamente las manos de ambos comenzaron a vagar repartiendo caricias que la pareja disfrutaba mucho como también el jugueteo de sus lenguas rosándose y explorando intensamente sus bocas.

"Te amo, Kim. Quiero que seas mía para siempre". Le confesó el pelirrojo a la hermosa Hada al terminar el beso, la cual con el mismo o más amor que su querido rey dijo sin basilar. "Yo también te amo. Te he amado desde hace mucho tiempo Gloxinia, pero no me atrevía a decírtelo. Muchas veces lo intenté, pero los nervios me paralizaban impidiéndome hacerlo".

El actual rey de las hadas estaba más que encantado con la confesión de su amada, y sin dudar le preguntó: "¿Mi hermosa Flor, te gustaría gobernar junto a mí, y ser mi futura reina?"

"¡CLARO QUE SÍ!" Respondió inmensamente feliz la chica.

Dada su respuesta, Gloxinia no tardó en capturar nuevamente sus labios en otro apasionado beso que expresaba todo el amor que sentía por ella.

Rompiendo el muy largo beso que compartían, Gloxinia fue besando lentamente el delicado cuello de la castaña la cual gemía por toda la nueva gama de sensaciones que las ministraciones del pelirrojo le provocaban.

Kim sentía como sus pezones se endurecían cuando su amado rey tomó sus pechos entre sus cálidas manos y los apretó suavemente. Un intenso calor se iba formando en su bajo vientre y su cuerpo se calentaba cada vez más, ni lo frío del agua de la cascada donde se encontraban le bajaba dicho calor.

"¡Ah…! Glo-Gloxinia… Mmm…" Gemía suavemente la castaña mientras que el ambarino jugaba y besaba sus suaves pechos tomándose su tiempo con cada uno amamantando sus erguidos pezones.

Con una de sus manos empezó a jugar con la intimidad de la chica, causando que la mente de ésta se nublara por el deseo atraiéndolo hacia su rostro estrellando su boca contra sus hinchados y enrojecidos labios, enterrando sus dedos entre sus largos mechones rojos jalándolo más hacia ella.

El pelirrojo, con su mano restante, masajeaba sus no tan grandes, pero firmes pechos sin querer dejarlos sin atención extrayendo más gemidos de ella.

Al pasar un largo tiempo besando y acariciando cada recoveco del cuerpo de la futura reina de las hadas, Gloxinia fue preparando el estrecho núcleo de Kim introduciendo un dedo entre sus calientes pliegues, luego introdujo un segundo dedo, hasta finalizar con un tercer dedo.

Repentinamente, el pelirrojo remplazó sus tres dedos con su anciosa boca, prodigando a su hermosa Flor de sensuales chupetones, leves mordiscos y lánguidas estocadas con su lengua sujetando firmemente las caderas de la castaña la cual se retorcía profiriendo gritos y gemidos.

Notando que ya estaba lo suficientemente lista para él, relamiéndose los restos de sus deliciosos jugos, Gloxinia alineó su miembro con su entrada. Recibiendo un asentimiento de consentimiento por parte de la castaña, el ambarino entró lentamente en la estrecha cavidad de la ojinaranja y al toparse con su barrera, él empujó solo un poquito más fuerte para introducirse completamente en ella.

Kim soltó un gemido de dolor y algunas lágrimas se derramaron de sus bellos ojos, y el ambarino al ver esto, tomó su rostro con ternura, besándola suavemente. Seguidamente comenzó a repartir tiernos besos por todo el rostro de Kim, quien le dio una pequeña sonrisa algo débil a cambio, pues todavía sentía un poco de dolor, sin embargo, al pasar éste hasta ser solo una leve molestia, Kim movió sus caderas contra el pelirrojo anunciándole al ambarino que ya podía empezar a moverse, orden que él no dudó en seguir comenzando a envestir lentamente a la ojinaranja arrancándole suspiros y gemidos de placer.

"K-Kim..."

"¿Mmm?" fue el único sonido que pudo emitir la hermosa hada.

"Eres tan hermosa y maravillosa…" Dijo Gloxinia dándole un tierno beso en el cuello y cerrando los ojos en claro deleite apoyando su cabeza en su pecho, nuevamente dijo: "Mmm… te sientes tan estrecha alrededor de mí".

"Y… y tú me haces sentir tan bien estando dentro mío…" Le dijo la castaña entre suspiros de placer. "Te… te amo tanto mi Gloxinia…"

"Yo más a ti mi amada Kim…" Le respondió éste a la vez que empezaba a acompañar sus envestidas con caricias y besos por cada parte del cuerpo de la castaña a la cual tuviese acceso. Kim por su parte, no se quedaba atrás, puesto que también consumida por el ferviente momento, dejaba chupetones en varias partes del cuello y pecho de Gloxinia, quien se deleitaba con ellos.

Enredando sus bonitas piernas, a medida de que los fuertes empujes del atractivo rey se volvían más rápidos y profundos, Kim arqueaba su cuerpo frotándolo contra el pelirrojo al igual que arañaba su espalda de lo bien que se sentía. Ella a cada momento fue sintiendo como una extraña pero increíble sensación se iba apoderando de su cuerpo, principalmente en su vientre, hasta que finalmente ésta la golpeó con toda su fuerza, asiéndole gemir muy alto el nombre del ambarino.

Gloxinia no cabía en la felicidad que estaba experimentando al tener entre sus brazos a su dulce Kim asiéndola innegablemente toda suya. Saborear su suave piel..., devorar sus dulces labios..., recorrer su cuerpo con sus manos repartiendo caricias..., sacarle suspiros y gemidos..., y escucharla decir su nombre cada vez que le provocaba mucho placer, que para su satisfacción eran varias, lo llenaban de una dicha como ninguna otra.

Gruñendo fuertemente al sentir como ella llegaba a su clímax, y lo mucho que su miembro estaba siendo apretado dentro de sus cálidos pliegues, él no tardó mucho en seguirla en esa fantástica dicha derramándo su semen caliente dentro de ella y así, alargando más el orgasmo de ambos.

Cansados, se quedaron un rato abrazados y aún unidos en el borde de la cascada dejando que pasara el efecto de sus respectivos orgasmos. Compartiendo una mirada llena de amor, la pareja compartió otro beso, este más lento y dulce que los anteriores, y se fueron separando del abrazo con Kim soltando un pequeño suspiro al sentir como Gloxinia salía poco a poco de ella para no causarle daño.

Juntos concluyeron su prolongado baño en la cascada, crearon unas nuevas mudas de ropa, se vistieron, y agotados se recostaron uno junto al otro bien abrazados en un amplio parche libre de flores. En segundos, Kim y Gloxinia se quedaron profundamente dormidos con sonrisas plasmadas en sus pacíficos rostros.

Gloxinia iba despertando con una gran sonrisa que denotaba satisfacción al recordar lo ocurrido entre su hermosa futura reina y él.

Mirando por unos segundos el ya oscurecido cielo tapizado de estrellas, el pelirrojo se sorprendió un poco ante lo tarde que era, a pesar de eso, no se sentía con ganas de moverse de su actual posición, pues se encontraba muy cómodo en donde estaba..

Apartando su tranquila mirada del cielo, posó ahora su mirada sobre su amada Kim la cual se encontraba aún profundamente dormida entre las hermosas y coloridas flores acurrucada alado suyo, y con una suave sonrisa plasmada en sus labios Gloxinia pensó amorosamente.

Podrían haber miles de flores hermosas en el mundo, pero para mí, tú eres la más hermosa de todas mi amada Kim.

Depositando un cálido beso en la frente de la castaña, Gloxinia la observó por última vez, y soltando un pequeño bostezo, cerró sus ambarinos ojos quedándose nuevamente dormido abrazando a Kim firmemente contra él.

Si fem  king xd

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