Yuri

Advertencia del contenido yuri

Era una hermosa noche de fin de semana en la bonita ciudad de Liones. En la universidad Camelot la mayoría de sus estudiantes se encontraban divirtiéndose con sus amigos disfrutando la libertad que se les daba por ser un sábado. Los alumnos más estudiosos de la prestigiosa institución, se la pasaban estudiando en sus tranquilas habitaciones o en la enorme biblioteca con la que contaba la universidad lejos de todo el bullicio que se cargaban sus demás compañeros.

Uno de esos estudiosos alumnos era la joven Derieri Star, la cual se hallaba en su habitación compartida estudiando muy concentrada preparándose para el examen de matemáticas de la próxima semana. Aunque sus amigos intentaron convencerla de que se fuera de fiesta con ellos, fracasaron, ya que la linda chica no dio su brazo a torcer, además este examen sería muy importante, puesto que el 50 % de su calificación dependía de el y la joven no deseaba reprobar el año y meterse en serios problemas con sus padres.

Cuando el reloj de la mesita de noche ya daba más de las 1:00 am, Derieri se talló los ojos por el cansancio. Tomó una a una sus cosas, y comenzó a guardarlas en su mochila hasta dejar libre su cama.

Sintiendo un poco de hambre, fue a la cocina de los dormitorios y sacó del refrigerador una porción de lasaña de carne junto con una soda.

Esperando a que la lasaña se calentara en el horno de microondas, levantó una ceja al escuchar como algunos de sus compañeros entraban notablemente alcoholizados en sus respectivas habitaciones. Sin duda, seguirían disfrutando de la noche, creencia reforzada al ver a su compañero Galand caminando torpemente acompañado por Grairoad, una de sus mejores amigas, con rumbo al dormitorio de ésta última.

Ambos reían sobre algo que dijo Galand y se daban uno que otro beso en el camino. Divertida por esa hilarante e inusual vista, Derieri tomó su cena tardía y entró nuevamente a su dormitorio. Con gusto engulló su comida, mientras encendía su laptop y navegaba un rato por internet haciendo tiempo para no acostarse a dormir llena.

Suspiró. De seguro todos seguían pasándosela bien, y ella ahí encerrada, pero sus padres habían sido bien claros con ella, si reprobaba un examen más como el de química, estaría en muchos problemas. Todavía no podía creer que hubiera tenido que pedir, prácticamente rogar que le pusieran de nuevo ese examen. La profesora Merlin era alguien muy difícil de convencer, por suerte, lo logró, y le aplicó nuevamente el examen aprobándolo con éxito, sin embargo, no permitiría que esa mala situación se volviese a repetir y desde entonces se la pasaba estudiando arduamente en cada tiempo libre que se le presentaba.

Extrañada, escuchó como la puerta del dormitorio se abría detrás de ella. Volteándose vio que era su compañera de dormitorio, Melascula Viper, otra de sus mejores amigas (y amor platónico). Mayormente ella siempre llegaba casi al amanecer cuando se iba de fiesta los viernes y sábados, pero hoy llegaba muy temprano, apenas iban a dar las 2:30 am.

Tal vez no encontró algún tipo con el cual pasar la noche, pensó amargamente la pelinaranja apretando con algo de fuerza su lata de soda.

"Derieeeri". Escuchó que la llamaba de forma cantarina su ebria compañera.

La pelinaranja solo rodó los ojos y con su típica voz seria le respondió. "Sí, Melascula, qué pasa?"

Esperó unos minutos respuesta de la pelirosa mientras todavía seguía buscando unos videos en su laptop, pero ésta no dijo nada.

De pronto, fue tomada por sorpresa, cuando Melascula la abrazó por la espalda y apoyó su cabeza sobre su hombro.

"¿M-Melascula?, ¿qué haces?" Le preguntó nerviosa Derieri a la pelirosa que ahora comenzaba a pasar sus manos por sus costados, provocándole un fuerte escalofrío placentero a la pelinaranja.

"Nada que tu no quieras". Le dijo esta cerca del oído con voz provocativa comenzando a chupar el lóbulo de su oreja.

"Espera Melascula..."

Pero esta no hizo caso a lo que le decía Derieri y sin dudar, presionó sus labios contra los de su amiga haciendo que esta fuera cediendo bajo todas las maravillosas sensaciones que le brindaban las suaves manos de la pelirrosásea, sin contar el dulce beso que se volvía más profundo y ardiente a cada segundo.

Derieri podía degustar el dulce sabor del vino en los cálidos labios de Melascula y en su caliente boca cuando el beso se profundizó más sacándoles sensuales suspiros a ambas chicas.

Ambas quedaron tendidas sobre la cama disfrutándose mutuamente. Melascula fue regando suaves mordiscos y besos en el cuello de la pelinaranja escuchando feliz los jadeos y gemidos de ésta.

Guiadas por el amor y la lujuria, se fueron despojando de sus ropas arrojándolas al azar por todo el dormitorio sin importarles donde cayeran.

Sus respiraciones agitadas se escuchaban fuertemente en el silencioso dormitorio, los jadeos y susurros apasionados que se decían a cada rose de piel contra piel nublaban más los pensamientos de las dos chicas.

Melascula chupaba los agradables pechos de la pelinaranja provocando gemidos más fuertes de ésta. Su mano jugaba ansiosamente con su cálida entrada, quedando extasiada por los casi gritos de placer que empezó a proferir Derieri, aumentando de volumen cuando comenzó a penetrarla con sus dedos.

Queriendo que Melascula sintiese el mismo placer que le estaba dando, Derieri fue besando y chupando cada porción de piel del cuerpo de la pelirrosa que estuviese a su alcance dejando marcas rojas en todas partes.

Colocándose la pelinaranja encima del más pequeño, pero bien formado cuerpo de la otra chica, movió sus caderas contra las de Melascula haciendo que sus intimidades se frotasen exquisitamente.

Melascula unió nuevamente sus labios en otro ardiente beso sofocando los gemidos que las dos emitían ante los increíbles roses de sus intimidades con las rítmicas envestidas y los calientes jugos que se derramaban entre sus hinchados pliegues húmedos.

Cuando las dos chicas sentían que sus orgasmos estaban llegando poco a poco, sus movimientos se volvieron más rápidos y erráticos, las manos y bocas continuaban explorando sin detenerse el cuerpo de la contraria.

Finalmente sus tan esperados orgasmos las golpearon a ambas con mucha fuerza, dejándolas tendidas sobre la cama, respirando agitadas, aturdidas, e inmensamente felices por toda la experiencia.

Derieri no quería arruinar el momento, pero tenía que saber por qué su ¿amiga?, ¿novia? o ¿amante? se había atrevido a hacerlo con ella, ya que la pelirrosa nunca le había dado ninguna señal de que ella le gustase, pues Melascula siempre se la pasaba saliendo con varios chicos de distintos grados. Y con la linda pelirrosa siendo divertida, muy sociable y bastante linda no le era muy difícil atraer al género opuesto.

"Melascula..." Empezó a decir Derieri, pero fue interrumpida por la pelirrosa la cual la abrazó más fuerte.

"Me gustas Derieri y se que yo también a ti. Y acercando su rostro al de la aturdida pelinaranja le preguntó esperanzada. ¿Quieres ser mi novia?"

Con una sonrisa entre divertida y perezosa le respondió. "Por supuesto. Y más te vale que sea muy enserio esto"."

"Claro. Le respondió esta iniciando con ello otro beso, aunque este era más lento y dulce que los anteriores. Te lo prometo".

Al día siguiente, los estudiantes que deambulaban por los casi vacíos pasillos de la universidad se quedaban boquiabiertos al ver pasar a las dos chicas muy juntitas y amorosas la una con la otra. Los que ya sabían del enamoramiento entre esas dos, se alegraban por ellas diciendo mientras negaban con la cabeza divertidos "¡finalmente!" y continuaban con su camino para contar las buenas nuevas al resto de sus compañeros.

Al final del día, ya todos en la universidad estaban enterados de la nueva pareja, sobretodo, cuando estas no disimulaban en lo absoluto su relación dejando ver lo felices que eran.