❄️ 36. ZANE JULIEN ❄️
PEDIDO POR: Yiolor
LAMENTO LA TARDANZA 🙏🏻
La noche caía sobre Ninjago City como una manta oscura, cubriendo cada rincón de la ciudad en sombras. Las luces neón de los rascacielos tintineaban a lo lejos, iluminando el horizonte en un caleidoscopio de colores. El aire frío se filtraba por los callejones, cortante como una cuchilla. Zane, el ninja de hielo, estaba inmóvil sobre el borde de un edificio alto, observando los movimientos de su objetivo desde las alturas.
Sabía que no sería una misión sencilla. No solo por la amenaza que representaban los Hijos de Garmadon, sino porque esta vez su misión era capturar a uno de sus miembros más importantes: T/N, una asesina silenciosa y letal, pero con una peculiaridad que lo inquietaba. T/N no era humana. Era, al igual que él, una máquina, pero con un diseño que la hacía casi indistinguible de un humano. Sus movimientos eran perfectos, calculados al milímetro, y su eficiencia en combate la había hecho ganarse un lugar entre las filas de los Hijos de Garmadon.
Había estudiado sus archivos detenidamente, buscando patrones, debilidades, cualquier dato que le permitiera ganar ventaja en un enfrentamiento. Pero lo que más lo perturbaba no era lo que ella era, sino lo que él sentía cuando la observaba. Una conexión inexplicable lo había invadido desde la primera vez que se cruzaron en combate. Desde entonces, una chispa incomprensible había comenzado a encenderse en su pecho metálico, algo que no podía reducir a simples ecuaciones.
Esa noche, la encontraría. Y se obligó a recordar que era una enemiga, que formaba parte de una organización dedicada a sembrar el caos. Pero una pequeña voz en su interior le repetía que la situación no era tan simple.
Zane avanzó silenciosamente sobre los tejados, su figura apenas visible en la penumbra. Sus sensores captaron el sonido de pasos ligeros en el callejón de abajo. Se detuvo y miró hacia abajo. Allí estaba ella, caminando con la misma gracia y precisión que siempre. No llevaba máscara, y su rostro, aunque sereno, transmitía una frialdad que lo desconcertaba.
No era solo una máquina, lo sabía. No solo por su apariencia humana, sino porque en los últimos encuentros, había visto destellos de algo más profundo en sus ojos. Algo que no podía ser programado.
Con un impulso calculado, Zane saltó desde el techo y aterrizó suavemente en el callejón frente a ella. T/N se detuvo al verlo, pero no mostró sorpresa. Al contrario, parecía haberlo estado esperando.
T/N: Zane- dijo ella, su voz era suave, pero cargada de una fuerza tranquila que siempre lo descolocaba.
Zane: Sabía que vendrías- respondió Zane, manteniendo su postura defensiva. Estaba preparado para pelear, aunque algo dentro de él rogaba que no fuera necesario.
T/N: Por supuesto- replicó T/N, observándolo con una mirada analítica- Siempre sigues los mismos patrones. Es lo que te hace... predecible.
El comentario le cayó como un golpe. Pero Zane no se dejó intimidar.
Zane: No tienes que seguir en este lado- dijo, en un tono que no pretendía sonar como un ruego, pero que lo era de alguna manera- Sabes que los Hijos de Garmadon están equivocados. No tienen futuro, y tú tampoco lo tendrás si continúas con ellos.
T/N levantó una ceja, como si sus palabras fueran completamente irrelevantes.
T/N: Y tú, ¿crees que tienes un futuro?- preguntó, su tono frío pero sin malicia- Somos máquinas, Zane. Fuimos creados para servir, para luchar. El futuro que imaginas no está hecho para nosotros.
Zane la miró fijamente, sin saber cómo responder de inmediato. Había pasado años luchando con esa misma pregunta. ¿Qué significaba tener un futuro para alguien como él? ¿Qué significaba tener emociones, ser capaz de sentir amor o dolor? Al principio, había sido solo una máquina, una herramienta en manos de los ninjas, pero con el tiempo había llegado a ser mucho más que eso. Había construido relaciones, sentido cosas que no estaban en su programación original. ¿Por qué ella no podía hacer lo mismo?
Zane: No somos solo máquinas- dijo finalmente, con convicción- He visto que eres más que eso. Eres capaz de tomar decisiones, de elegir tu propio camino. No estás limitada por lo que fuiste diseñada para hacer.
T/N lo observó en silencio por un momento. Hubo un leve parpadeo en sus ojos, casi como si estuviera procesando algo que no terminaba de comprender. Finalmente, habló.
T/N: ¿Y qué camino debería elegir, Zane?- preguntó con una suavidad que lo tomó por sorpresa- ¿El tuyo? ¿Seguir las reglas de un mundo que no está hecho para mí?
Zane dio un paso hacia ella, bajando lentamente su guardia. Sabía que estaba arriesgando mucho, pero tenía que intentarlo.
Zane: No se trata de seguir reglas- dijo, casi en un susurro- Se trata de ser libre. De decidir por ti misma.
T/N lo miró con más intensidad, como si cada una de sus palabras estuviera penetrando en su núcleo central. Lentamente, ella bajó sus brazos, dejando claro que no iba a atacarlo. Zane sintió una leve descarga en su sistema, una mezcla de alivio y algo más profundo, algo que no podía identificar del todo.
T/N: ¿Libre?- repitió ella, como si la palabra fuera un concepto extraño para ella- No creo que eso sea posible para nosotros.
Zane: Lo es- insistió Zane- Lo he visto. He sentido cosas que jamás creí posibles para alguien como yo. Y no soy el único.
T/N lo observó detenidamente, como si lo estuviera estudiando, buscando algún fallo en sus palabras. Pero no lo encontró.
T/N: ¿Y si...- comenzó ella, dudando- ...y si yo decidiera cambiar de lado? ¿Qué pasaría? ¿Qué harían de mí?
Zane sintió su pecho metálico apretarse ante la posibilidad de que ella lo considerara, aunque fuera solo por un momento.
Zana: Serías libre para hacer lo que desees. No estarías atada a las órdenes de los Hijos de Garmadon. Serías... como yo.
T/N dio un paso hacia adelante, acortando la distancia entre ambos. Sus ojos brillaban con algo que Zane reconoció como curiosidad, pero también con algo más: duda.
T/N: ¿Y tú?- preguntó en voz baja, casi con un tono vulnerable- ¿Qué deseas, Zane?
La pregunta lo tomó por sorpresa. No había esperado que la conversación se dirigiera en esa dirección. Durante mucho tiempo, Zane había seguido órdenes, había cumplido misiones, sin detenerse realmente a pensar en lo que él deseaba para sí mismo. Pero ahora, frente a T/N, lo supo.
Zane: Quiero que estés conmigo- respondió sin titubeos.
Los ojos de T/N se abrieron ligeramente, sorprendida por la franqueza de su respuesta. Zane dio otro paso hacia ella, hasta que estuvieron a solo unos centímetros de distancia.
Zane: Eres más que lo que los Hijos de Garmadon quieren que seas- continuó Zane- Y yo también. Juntos, podemos ser algo más.
T/N lo miró durante lo que pareció una eternidad, procesando sus palabras. Finalmente, con una lentitud casi deliberada, extendió su mano hacia él.
Zane tomó su mano sin dudar. El contacto, aunque frío y metálico, era sorprendentemente cálido en algún nivel que no podía comprender del todo. En ese momento, supo que había logrado lo que nunca creyó posible.
T/N: Juntos- susurró T/N, mirando a Zane con una mirada que ya no era solo lógica, sino algo más... humano.
Pero antes de que pudieran moverse, una explosión resonó en la distancia. Ambos giraron la cabeza hacia el sonido, sabiendo que la batalla aún no había terminado.
Zane: Tendremos que enfrentarlo juntos- dijo Zane, estrechando su mano con más fuerza.
T/N asintió. Ella ya no era parte de los Hijos de Garmadon. Ahora, lucharía por algo más grande: por su libertad, por Zane... y por el amor que apenas comenzaba a comprender...
NOTA:
LOS PEDIDOS ESTARÁN CERRADOS HASTA NUEVO AVISO, ASÍ QUE NO SE MOLESTEN EN HACER PEDIDOS POR UN TIEMPO, ESTO ES PARA PODER AVANZAR CON LOS PEDIDOS QUE ME QUEDARON Y LUEGO LOS ABRIRÉ DE NUEVO PARA NO ABRUMARME TANTO.
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