₆. Rᴏɢᴇʀ Tᴀʏʟᴏʀ
Para: erickawonderwoman
Tipo: cute, hot
Título: ¿Tensión sexual?
—¡Perla! —grita tu hermano desde los vestidores— ¡ya sabes que nadie sabe colocarme como tú el pelo. ¡Ayúdame!
Suspiras cansada ante el comportamiento de Freddie, no es que le odies, le quieres mucho, pero antes de salir al escenario se vuelve todo un drama queen.
—¡Freddie, que sea vuestra representante y, además tu hermana, no te da derecho a hablarme así!—. Respondes malhumorada de camino hacia él.
—Demuéstraselo, que no te intimide—. Grita desde la puerta de su camerino Roger. Al pasar por su lado le sonríes y agarras de la mano.
—Eso jamás.
Le guiñas un ojo y sigues tu camina hasta tu hermano, quien te observa desde el espejo con una mirada acusatoria.
—Por favor cariño, sólo hace falta que te escribas “bésame” en la frente, —colocas su flequillo evitando responderle— cuando estáis juntos se nota esa…
—¡No lo digas!
—Tensión sexual.
—¿Qué acabo de escuchar?—. Dice Brian asomando la cabeza y alzando una ceja.
—¡Ha dicho tensión sexual!—. Se suman Freddie y John haciendo que se te suban los colores.
—¿Tensión sexual? ¿Con quién, Perla? Tenemos una conversación pendiente nena.
—¡Ya está bien! Salid al escenario. ¡El Live Aid os espera, esa gente ha pagado para veros!—. Empujas a tu hermano de la espalda, cuando llegas a John y Brian los incluyes; sin embargo, cuando encuentras a Roger, sigues tu camino y este te observa negando con la cabeza y mordiéndose el labio.
—¡Tira a por la batería! — Señalas el instrumento nerviosa ante la mueca que ha puesto.
—A sus órdenes guapa.
De los treints minutos que duraba cada banda, los de Queen fueron sin duda los mejores. El público les ama y es que Freddie tiene esa capacidad de conectar con ellos con su famoso “EO”.
Tras la increíble actuación y el final del concierto, se daba una fiesta cerca, pero tu hermano no podía acudir debido a su enfermedad. Cuando le diagnosticaron sida, su vida debía ser más tranquila posible y, por lo tanto, las fiestas quedaban descartadas. Te apetece ir, pero Freddie es más importante que todo.
—¿Dónde vas sólo?
—¿De verdad piensas que porque yo esté enfermo voy a impedir que mi pequeña hermana se vaya de juerga a pillarse el mayor pedo del mundo? ¡Claro que no! —te da un abrazo y te susurra en el oído cuanto te quiere— Vas a ir a esa fiesta y vas a demostrarle a Taylor lo que se pierde por no estar contigo.
Tras insistirte un poco más, aceptas encantada, por lo que escoges algo de ropa más indicada para salir de fiesta y te diriges al autobús de la banda, donde te esperan los otros tres integrantes de Queen.
El lugar donde se celebra es una casa enorme y bien acondicionada, aunque te sientes algo incómoda. Parece una hermandad universitaria.
Bebés algunas copas para intentar no sentirte una completa extraña, aunque acabas apoyada en el marco de una puerta observando todo, hasta que unas manos redéan tu cintura.
—¿Qué le ha pasado a Mercury?
—Ya sabes, la medicación, el reposo… ya no está para estas cosas. —Roger te escucha con atención, pero él no venía a preguntarte por el cantante de su grupo y ya no sabía cómo pararte— ¡Estoy preocupada porque no debí dejarle sólo, tendría que estar…!
—Perla, no he venido aquí para hablar de Freddie. Y si tú estás conmigo no es para ahogar penas. Vamos a divertirnos—. Coge tus manos y te arrastra al centro de la pista de baile. Saltas y bailas sin parar de reír, Roger sabe a la perfección como hacerte olvidar los problemas.
—Chupitos. ¡Es la hora de los chupitos!
Te arrastra hasta la barra y le pide al barman que os sirva tres a cada uno de whisky. Al darte cuenta de la bebida que ha elegido alzas una ceja impresionada, ambos vais un poco contentos debido a las consumiciones anteriores.
—¿Vas a echarte atrás?
—Digamos que no me apetece no acordarme de esto mañana.
—Cincuenta pavos a que me los bebo antes.
—Hecho—. Sin esperar una salida, agarras el primero y lo tragas, notando el escozor en la garganta. ¡Está asqueroso! Tomas el siguiente y sin darte tiempo tragas el tercero antes que Roger. Haces un gesto de victoria y das un salto.
—¡Me debes cincuenta pavos!
No dice nada, sólo sonríe con esa estúpida sonrisa que tiene y sin saber por qué le arrastras a la pista de nuevo. Volvéis a brincar al igual que los demás. Brian y John se fueron hacía rato con sus mujeres, era muy tarde.
Poco a poco notas en calor por todo tu cuerpo y como pierdes el control de ti misma. Las manos de Roger están sobre tu cadera, vuestros labios no dejan de rozarse al ritmo de la canción y su aliento con olor a alcohol hace que la piel de tu cuello se ponga de gallina. Finalmente le besas. Es corto y te separas, pero la sonrisa de embriagadez de tu pareja le delata y vuelve a besarte, esta vez con intensidad, como si esa hubiera sido su único deseo.
Comienza a desplazarse por todo el lugar hasta que topa con una puerta que abre, dándoos paso a una habitación. Los besos se vuelven húmedos a la vez que vuestra ropa queda olvidada en el suelo y no te importa que tus braguitas también se hayan perdido ya.
—Esta… as segu… ra de que qui-quieres.
—Borracha o no… es mi única ilu… sión.
Te dejas caer sobre el colchón, esperando a que el hombre se eche sobre ti y cuando lo hace le rodeas con las piernas, sintiendo todo su miembro entrar en ti una y otra vez. Nunca habías pensado que acabarías en las sábanas con Roger Taylor, y menos borracha, pero estaba siendo de lo más gratificante.
—Si… sigue, ¡ahh! —el chico coloca su mano sobre tu boca para impedir que os escuchen— te quiero, Roger.
—Y yo nena.
Despiertas desnuda, con un dolor de cabeza enorme y son saber exactamente qué fue lo que ocurrió ayer. Te asustas al ver tu ropa interior esparcida por el suelo, pero lo peor es ver el brazo de un hombre sobre tu vientre. Al darte la vuelta descubres de quien se trata.
—No puede ser…
—Así es, Perla —de nuevo esa sonrisa triunfadora— y es cierto, no lo decía en broma, te quiero.
Me ha encantado como ha quedado, lo prometo. Me encanta Queen, me encanta Roger Taylor. Era maravilloso, así que espero que lo disfrutes!!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro