rechazo • twipie
Título: Rechazo
Ship: Twilight Sparkle (Sci-Twi) x Pinkie Pie
De: My Little Pony: Equestria Girls
Twilight estuvo enamorada de Rarity durante varios años.
Años en los que tuvo una imagen completamente equivocada de ella, una que se derrumbó tras confesarle sus sentimientos.
Twilight corrió lo más rápido que pudo lejos del gimnasio. No quería llorar, pero era inevitable después de lo sucedido.
Había tomado la decisión de confesarle sus sentimientos a la chica que había amado en silencio durante tanto tiempo. Lo hizo. Abrió su corazón y dejó salir todos los pensamientos que había guardado para ella...
¿Y para qué?
Para que Rarity la rechazara de la forma más cruel.
Twilight esperaba ser rechazada, pero jamás imaginó que sería de una manera tan humillante, algo que se quedaría grabado en su mente por mucho tiempo. Su corazón estaba roto.
« Gracias, rechazo » pensó con amargura.
Qué tonta era, tan, pero tan tonta...
Twilight despertó de golpe. La alarma sonó unos segundos después. La apagó y se quedó en la cama por un momento.
Otra vez esa pesadilla. Una semana había pasado desde aquel día, pero ese recuerdo seguía atormentándola cada noche.
Se levantó y empezó a vestirse. Durante años había visto a Rarity como una princesa perfecta, alguien incapaz de hacer daño. Ahora se daba cuenta de lo equivocada que estaba. Era sorprendente, ya que la conocía desde hacía tanto tiempo y jamás había notado la arrogancia que ahora veía tan claramente.
Tal vez el amor la había cegado por completo.
—¡Twilight, baja a desayunar!—escuchó a su madre gritar.
Suspiró y salió de su habitación.
[...]
"Maldita nerd."
Twilight seguía dándole vueltas a esas palabras mientras caminaba por los pasillos de la escuela Canterlot. Cerca de ella, una chica de cabello rosado la observaba con nerviosismo.
—Vamos, Pinkie Pie, tú puedes hacerlo. Sólo habla con ella. Tranquila, tranquila. —se dijo a sí misma, intentando animarse.
Conocía a Twilight desde hace un tiempo, tenían clases juntas y las pocas veces que habían compartido palabras fueron las suficientes para que su corazón se acelerará y no pudiera dejar de pensar en ella el resto del día. Todo sin saber los sentimientos que tenía ella por su amiga.
Estaba a punto de acercarse, pero un grito la detuvo.
—¡Pinkie Pie! Te he estado buscando. —dijo una de sus amigas, acercándose apresuradamente.
—¿Qué pasa? Ahora estoy ocupada. —respondió Pinkie, sin dejar de mirar a Twilight.
—Rarity nos está buscando, vamos. Dijo que es importante, y ya sabes cómo se pone cuando nos tardamos.
—Agh, está bien. Vamos. —respondió molesta. Antes de irse, lanzó una última mirada hacia la de lentes.
Twilight continuó caminando, evitando el gimnasio a toda costa. Era tonto, pero no quería volver a ese lugar. No después de lo que había pasado.
Llegó a la cancha de fútbol y se sentó en una de las bancas. Sacó su cuaderno y comenzó jacer tarea, tratando de distraerse, hasta que algo golpeó su cabeza: un balón.
—¡Lo siento!—gritó una chica acercándose rápidamente.
—Un "lo siento" no hará que el dolor se vaya. —respondió, molesta.
—Lo sé, pero es lo único que puedo decir. —dijo la chica, recogiendo el balón. — Oye... tú eres Twilight Sparkle, ¿no?
—Sí, ¿por qué?—preguntó, confundida.
La chica soltó una carcajada.
—¡Eres famosa en la escuela! Todos saben cómo Rarity te rechazó.
Las mejillas de Twilight se calentaron de vergüenza.
—¿Q-Qué? ¿Cómo se enteraron todos?—balbuceó, poniéndose de pie.
—Rarity se lo contó a todos. Y vaya, estabas desesperada, amiga. Bueno, supongo que el golpe del balón no dolió tanto como el que te dio Rarity al rechazarte. —la chica rió burlonamente.
Twilight sintió cómo la rabia la invadía.
—¡¿Y tú quién te crees para reírte de mí?!
—Oye, no te pongas así. No es mi culpa que Rarity no estuviera interesada en ti. —dijo con una sonrisa burlona.
—¡Cállate!—gritó, tomando su mochila antes de salir corriendo.
¿De verdad Rarity le había contado a todos sobre su rechazo? ¿Cómo podía ser tan cruel?
Twilight sabía dónde encontrarla: en el comedor, junto a sus amigas.
Al llegar, ahí estaba Rarity, tan... hermosa. Ese pensamiento maldito seguía rondando su cabeza, aunque sabía que debía olvidarla.
Pinkie Pie también estaba ahí y le sonrió al verla entrar.
—Rarity, ¿podemos hablar?—preguntó la de lentes con un tono firme, interrumpiendo la plática.
Ella la miró con desdén.
—¿Qué quieres?
—Ahm, ¿podemos hablar a solas?—repitió, incómoda.
—Lo siento, querida, pero no tengo tiempo para ridiculeces. —respondió, sin siquiera mirarla.
—¿Pero sí tuviste tiempo para contarle a todos que me rechazaste?—preguntó, frunciendo el ceño.
Sus amigas las observaron con asombro, en especial cierta pelirosa.
—Ay, por favor, querida... ¿En serio vienes solo por eso?—respondió Rarity, rodando los ojos.
—¿Por qué lo hiciste?—preguntó directamente Twilight.
—¿Qué? ¿Y quedarme callada? Tenía que contarles a todos las estupideces que me dijiste. —Rarity se rió.
Twilight la miró con furia.
—No, no tenías que hacerlo. Era algo privado.
—Debiste guardarte toda esa basura para ti entonces. ¿Cuál fue el resultado de decírmelo?
—Darme cuenta de que eres una basura, Rarity. —con esas palabras, Twilight se dio la vuelta y salió del comedor.
Rarity quedó sorprendida y furiosa.
—¡Pinkie Pie, ¿qué haces?!—gritó al ver a su amiga levantarse para seguir a Twilight.
—Rarity, tú también la insultaste.
—Yo solo dije la verdad.
—Ella también.
Rarity se quedó mirándola con rabia mientras Pinkie salía detrás de Twilight.
—¡Twilight!—gritó Pinkie Pie, alcanzándola.
—¡Déjame en paz!—gritó, deteniéndose para mirarla con enojo.— ¿Qué quieres, Pinkie Pie? ¿Burlarte también de mí?
—¿Qué? ¡No! Solo quiero disculparme por lo que pasó con Rarity.
—¿De verdad? ¿Por qué lo harías si eres su amiga?
—La conozco desde siempre, pero eso no significa que esté de acuerdo con todo lo que hace. En especial con esto, que no tenía idea.
Twilight la miró con desconfianza.
—Solo quiero ayudarte...—dijo Pinkie, suspirando.
—¿Por qué querrías hacer eso? Ni siquiera somos amigas, no tiene sentido...
—Bueno, p-porque a mí...—se sonrojó. — No me pareció correcto lo que hizo.
—¿Y qué podrías hacer para ayudarme? No quiero la lástima de nadie.
Pinkie la observó por unos segundos antes de abrazarla.
—¿Qué estás haciendo?—preguntó Twilight, intentando alejar a Pinkie Pie, pero la chica de cabello rosa la sostuvo con más fuerza.
—Quiero que entiendas algo, Twilight. —dijo Pinkie, con una seriedad que no era común en ella. — No tienes por qué cargar con todo esto sola. No lo mereces.
Twilight la miró en silencio, sorprendida por sus palabras. Estaba tan acostumbrada a enfrentar sus problemas sola que la idea de que alguien más quisiera ayudarla se sentía extraña, casi irreal.
Correspondió el abrazo, en verdad necesitaba uno.
Ese fue el inicio de algo diferente.
Twilight dejó escapar un suspiro mientras caminaban juntas por el pasillo. Por primera vez en mucho tiempo, sentía que podía respirar sin que el peso de sus propios pensamientos la aplastara. No era que las cosas estuvieran perfectas de repente, pero había algo reconfortante en la compañía de Pinkie.
—Entonces… ¿te gustaría ir por un helado después de clases?—preguntó Pinkie con una sonrisa tímida, algo poco común en ella.
Twilight la miró, un poco sorprendida por lo tranquila que parecía. Estaba acostumbrada a la versión enérgica y desbordante de Pinkie Pie, pero este lado más reservado también tenía su encanto.
—Eso suena bien. —respondió, intentando no pensar demasiado en lo inusual que era para ella aceptar invitaciones como esa.
—¡Genial!—Pinkie prácticamente saltó de emoción, pero enseguida se detuvo y la miró con nerviosismo. —Quiero decir… genial.
Twilight no pudo evitar reír. Había algo genuino en Pinkie que comenzaba a derretir las paredes que había construido tras lo ocurrido con Rarity.
Los días pasaron, y con cada tarde que compartían juntas, Twilight comenzó a ver cosas en Pinkie que antes no había notado. Era atenta de una forma que no parecía forzada, siempre buscaba hacerla reír, incluso con los chistes más tontos, y estaba ahí cuando los recuerdos dolorosos la golpeaban de nuevo.
Pinkie, por su parte, también cambió. Se dio cuenta de que no quería estar cerca de alguien como Rarity, no después de lo que le hizo a Twilight. Al principio trató de justificarla, pensando que tal vez había sido un error, pero mientras más tiempo pasaba con Twilight, más clara se volvía la imagen de la persona que realmente importaba.
Un día, mientras compartían una caja de donas en el patio de la escuela, Pinkie decidió hablar.
—Twilight, hay algo que quiero decirte…—comenzó, jugueteando nerviosamente con un pedazo de servilleta.
Twilight alzó la mirada, sorprendida por el tono serio en su voz.
—¿Qué pasa, Pinkie Pie?
—Sé que probablemente no sea el mejor momento para esto, y tal vez no sea lo que esperas escuchar, pero… —Pinkie respiró hondo antes de continuar. — Me importas mucho. No quiero que pienses que estoy aquí sólo porque me siento mal por lo que pasó con Rarity. Estoy aquí porque… bueno, porque tú eres importante para mí.
Twilight la miró, procesando sus palabras. Durante un instante, no supo qué decir.
—No sé si estoy lista para algo nuevo…—admitió finalmente, con honestidad. — Pero aprecio lo que dijiste, Pinkie Pie. De verdad.
Ella asintió, esbozando una sonrisa suave.
—No hay prisa, Twi. Sólo quería que lo supieras.
Ambas se quedaron en silencio por un momento, pero no era incómodo. Era un silencio lleno de entendimiento, un paso hacia adelante que Twilight no esperaba, pero que no temía dar.
Tal vez, sólo tal vez, aquello que había comenzado como un momento difícil estaba dando lugar a algo más brillante. Y en el fondo, Twilight se dio cuenta de que había algo especial en Pinkie, algo que podría convertirse en lo que ella nunca tuvo con Rarity: un amor sincero y recíproco.
Pero antes de que pudiera decir algo, una voz que ya resultaba insoportable rompió el momento.
—Oh, pero qué conmovedor. ¿Acaso ahora las nerds tienen su propia defensora? ¿Por ella es que te has alejado de mí, Pinkie Pie?—cuestionó Rarity. — No pensé que caerías tan bajo.
Antes de que la pelirosa pudiera decir algo, Twilight giró lentamente, enfrentándose a Rarity. El rostro de la chica morada se endureció. Había tenido suficiente.
—¿Qué quieres ahora, Rarity? ¿No te basta con haberme humillado y contárselo a todos?—preguntó Twilight, avanzando hacia ella con firmeza.
—Oh, por favor, querida, ¿sigues con eso?—preguntó con una sonrisa falsa. — No es mi culpa que seas tan… sensible.
Twilight sintió que algo dentro de ella finalmente se rompía. No más evasivas, no más contenerse.
—¡No, Rarity! Esto no es porque sea sensible. Es porque eres una mala persona.—gritó, su voz temblando de ira. — Me humillaste, y se lo contaste a todos. ¿Y para qué? ¿Para sentirte mejor contigo misma?
Rarity parpadeó, sorprendida por el estallido de Twilight. Pero pronto recuperó su compostura.
—No seas dramática. Sólo dije la verdad.
—¿La verdad?—Twilight rió con amargura. — La verdad es que eres una persona egoísta y cruel. Siempre pensé que eras una persona increíble, alguien a quien admirar, pero estaba equivocada. Eres lo peor, Rarity. No porque me rechazaste, sino por cómo me trataste después. No tenías que hacerlo de esa manera.
Rarity abrió la boca para responder, pero Twilight la interrumpió.
—¿Sabes qué? Ya no me importa lo que pienses de mí. Ya no quiero nada de ti, ni siquiera tu respeto. Porque no lo mereces.
El rostro de Rarity mostró por primera vez una mezcla de incomodidad y rabia contenida, pero Twilight no esperó más. Dio media vuelta, regresando al lado de Pinkie.
Rarity, aún sorprendida, intentó decir algo, pero Pinkie se lo impidió.
—Déjala, Rarity. Ya causaste suficiente daño. —dijo Pinkie con seriedad. —Yo también pensé que eras una persona diferente, pero que hayas sido mi amiga durante mucho tiempo no hará que no vea la persona que eres realmente.
—Como quieras, diviértete rogando migajas de las sobras que deje. —sonrió de manera engreída.
—Ella vale mil veces más que tú. Así que te aconsejo dejar de creerte tanto porque tú ni siquiera podrías llegarle a los torbillos. —con eso dicho se alejó junto a la de lentes.
Twilight y Pinkie caminaron juntas en silencio hasta que estuvieron lejos del pasillo. Pinkie fue la primera en hablar.
—No tienes idea de lo increíblemente valiente que fuiste ahí, Twilight. —dijo con una sonrisa cálida.
Twilight suspiró, sintiendo una mezcla de alivio y cansancio.
—Tú también lo fuiste. Y no sé si fui valiente o sólo estaba harta, pero gracias, Pinkie. Por estar aquí.
—Siempre voy a estar aquí para ti, Twilight. Quiero que sepas eso...—dijo Pinkie, apretando suavemente la mano de la otra chica.
Twilight la miró, por primera vez permitiéndose notar lo amable y genuina que era Pinkie. Tal vez, sólo tal vez, podía darse la oportunidad de dejar atrás todo lo que había sentido por Rarity y empezar de nuevo.
Y tal vez, ese nuevo comienzo podía incluir a Pinkie Pie.
Aclaro que no tengo nada en contra de Rarity, pero ponerla como la mala en este tipo de one shots es muy sencillo xd (Recuerdos de Fake Love, os del libro de mlp and eg imagines & preferences 0-0)
Esto iba a ser una historia que rescaté para que se convierta en un os, como hacía en los inicios de este libro. Realmente no era una idea tan interesante para una historia, así que en formato corto funciona mejor xd
Esta es la primera actualización del año en este libro y qué mejor que hacerlo con un ship tan bonito como el twipie <3
Gracias por leer 💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro